viernes, 5 de febrero de 2021

¡CARDENALES! ¡OBISPOS! ¡SACERDOTES! NO SEAN FALSOS PASTORES

A todos los cardenales y obispos que han suspendido la Santa Misa, que han cerrado nuestras iglesias y que han retenido los sacramentos; a todos los sacerdotes acobardados en sus rectorías por miedo a un virus jugando videojuegos y Dios sabe qué más. A todos ustedes.

Leer esto:

Los falsos pastores de Israel

34 Vino a mí palabra de Jehová: 2 Mortal, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles a los pastores: Así dice el Señor Dios: ¡Ah, pastores de Israel que os habéis estado apacentando! ¿No deberían los pastores alimentar a las ovejas? 3 Ustedes comen la grasa, se visten de lana, matan los engordados; pero no alimentan a las ovejas. 4 No han fortalecido al débil, no han curado al enfermo, no han vendado al herido, no han hecho volver al descarriado, no han buscado al perdido, pero con fuerza y ​​dureza los han gobernado. 5 Y fueron esparcidos, porque no había pastor; y esparcidos, se convirtieron en alimento para todos los animales salvajes. 6 Mis ovejas se dispersaron, vagaron por todos los montes y por todo collado alto; mis ovejas estaban esparcidas por toda la faz de la tierra.

7 Por tanto, pastores, oíd la palabra del Señor: 8 Vivo yo, dice el Señor Dios, porque mis ovejas se han convertido en presa, y mis ovejas se han convertido en alimento para todas las bestias del campo, porque no había pastor; y porque mis pastores no han buscado mis ovejas, sino que los pastores se han alimentado a sí mismos, y no han apacentado mis ovejas; 9 Por tanto, pastores, oíd la palabra del Señor. 10 Así dice el Señor Dios: Yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y pondré fin a su pastoreo; los pastores ya no se alimentarán más. Rescataré mis ovejas de sus bocas, para que no sean alimento para ellas.


Dios el verdadero pastor

11 Porque así dice el Señor Dios: Yo mismo buscaré mis ovejas. 12 Como los pastores buscan sus rebaños cuando están sus ovejas esparcidas, así yo buscaré mis ovejas. Las rescataré de todos los lugares adonde fueron esparcidas en un día de nubes y densa oscuridad. 13 Las sacaré de los pueblos, las reuniré de los países y las traeré a su propia tierra; y las alimentaré en los montes de Israel, junto a los cursos de agua y en todas las partes habitadas de la tierra. 14 Las pastorearé con buenos pastos, y las alturas de las montañas de Israel serán sus pastos; allí se acostarán en buena tierra de pasto, y se alimentarán de ricos pastos en los montes de Israel. 15 Yo mismo seré el pastor de mis ovejas, y las haré descansar, dice el Señor Dios. 16 Buscaré al perdido, traeré de vuelta al descarriado, vendaré al herido, fortaleceré al débil, pero al gordo y al fuerte destruiré. Los alimentaré con justicia.

17 En cuanto a ti, rebaño mío, así dice el Señor Dios: Juzgaré entre oveja y oveja, entre carneros y cabras: 18 ¿No te basta con alimentarte de buenos pastos, sino que debes hollar con tus pies el resto de tu pasto? Cuando bebes agua clara, ¿debes ensuciar el resto con los pies? 19 ¿Y deben comer mis ovejas lo que pisaste con tus pies, y beber lo que tú has ensuciado con tus pies?

20 Por tanto, así les dice el Señor Dios: Yo mismo juzgaré entre la oveja gorda y la oveja flaca. 21 Porque empujaste con el flanco y el hombro, y golpeaste a todos los animales débiles con tus cuernos hasta que los esparciste por todas partes, 22 salvaré mi rebaño, y ya no será devastado; y juzgaré entre oveja y oveja.

23 Pondré sobre ellos un pastor, mi siervo David, y él los pastoreará; los pastoreará y será su pastor. 24 Y yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe entre ellos; Yo, el Señor, he hablado.

25 Haré con ellos un pacto de paz y desterraré de la tierra a los animales salvajes, para que vivan en la naturaleza y duerman seguros en los bosques. 26 Haré de ellos y de la región alrededor de mi collado una bendición; y enviaré las lluvias a su tiempo; serán lluvias de bendición. 27 Los árboles del campo darán su fruto, y la tierra dará su fruto. Estarán seguros en su suelo; y sabrán que yo soy el Señor, cuando rompa las barras de su yugo y los libere de las manos de sus esclavos. 28 Ya no serán más despojo de las naciones, ni los animales de la tierra los devorarán; vivirán seguros, y nadie los atemorizará. 29 Les daré vegetación espléndida, para que nunca más sean consumidos por el hambre en la tierra, y no sufrirán más los insultos de las naciones. 30 Sabrán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos, y que ellos, la casa de Israel, son mi pueblo, dice el Señor Dios. 31 Ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado, y yo soy su Dios, dice el Señor Dios.


Vox Cantoris



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