"Las élites políticas emiten órdenes de salud que ellos mismos no obedecen", escribió el arzobispo Salvatore Cordileone en un artículo de opinión del Wall Street Journal , "y destruyen innumerables medios de vida sin ninguna base científica".
Los funcionarios del gobierno no pueden cerrar iglesias como establecimientos "no esenciales", particularmente cuando contradicen la "ciencia" al hacerlo, dijo el Arzobispo de San Francisco.
Los católicos "tienen evidencia científica que demuestra positivamente que podemos celebrar la Misa de manera segura en el interior", escribió el arzobispo Salvatore Cordileone de San Francisco en un artículo de opinión para el Wall Street Journal el jueves.
Escribió el artículo después que la Corte Suprema el 5 de febrero dictaminó que la prohibición del estado de California sobre el culto en interiores era inconstitucional.
“Las élites políticas que emiten órdenes de salud que ellos mismos no obedecen y que destruyen innumerables medios de vida sin ninguna base científica para tal acción es exasperante”, señaló el arzobispo Cordileone, en referencia a los funcionarios gubernamentales que no acatan las órdenes de salud pública.
Cordileone agregó que tales episodios eran "especialmente exasperantes para los católicos", quienes tenían pruebas científicas de que las misas en interiores se podían celebrar de manera segura.
“Solo las autoridades religiosas tienen derecho a determinar qué servicios religiosos son esenciales para su pueblo”, escribió.
La Arquidiócesis de San Francisco ha luchado contra las autoridades públicas durante meses sobre las restricciones al culto. Después de que se ordenó el cierre de iglesias durante meses, el arzobispo Cordileone marchó en procesiones eucarísticas al aire libre en protesta y dijo que las restricciones se burlaban de Dios.
A mediados de septiembre, la ciudad permitió los servicios de adoración al aire libre con 50 personas a la vez, pero aún permitía solo una persona a la vez dentro del edificio de la iglesia. Después de que el Departamento de Justicia le dijo a la ciudad que sus reglas podrían ser inconstitucionales, San Francisco permitió el culto en interiores al 25% de su capacidad.
Luego, en noviembre, el estado determinó que los condados de San Francisco y San Mateo se encontraban entre las áreas con mayor riesgo de propagación de COVID-19. Según las reglas estatales, los condados no podían permitir los servicios de adoración en el interior, aunque otros negocios como salones de belleza y uñas, salones de masajes y salones de tatuajes podrían permanecer abiertos.
Los críticos de la orden señalaron que el culto religioso estaba siendo tratado con más dureza que las actividades seculares.
Una semana antes de Navidad, el arzobispo dijo que instruyó a los sacerdotes para que ofrecieran misa en el interior "si el clima o la seguridad lo requería", en contravención de la orden estatal contra el culto en interiores.
“Sabía que mi gente tenía que tener acceso a la Eucaristía, llueva o haga sol”, dijo en su artículo de opinión. El arzobispo Cordileone señaló que instituyó medidas de seguridad para las misas en interiores, incluido un límite de asistencia al 20% de la capacidad y requisitos para usar máscaras y distancia social.
El 5 de febrero, la Corte Suprema dictaminó 6-3 que la prohibición de California sobre el culto en interiores era inconstitucional. El tribunal dictaminó que el estado podría limitar la capacidad en interiores en los servicios de adoración a un 25% como máximo, al tiempo que le permite al estado prohibir el canto en las liturgias.
En el momento del fallo, el estado había colocado a casi todos los condados en su nivel superior de restricciones reservadas para las áreas con la peor propagación del virus. Por lo tanto, el estado tenía una prohibición casi total del culto en interiores.
Cordileone calificó la decisión como "un paso adelante muy significativo para los derechos básicos".
El presidente del Tribunal Supremo Roberts, escribiendo en su propia opinión, dijo que la prohibición total del culto en la catedral revela "no experiencia o discreción, sino una apreciación o consideración insuficiente de los intereses en juego".
Después de que Cordileone permitió a los sacerdotes celebrar la misa en el interior con restricciones, los funcionarios locales enviaron advertencias a las parroquias y el departamento de salud de la ciudad emitió dos citaciones por "violaciones", dijo.
Tras la victoria en la Corte Suprema, dijo que las misas al aire libre continuarían “según lo permita el clima. Pero la decisión nos permite ejercer nuestro derecho natural protegido constitucionalmente de adorar a Dios sin temor al acoso de los funcionarios del gobierno", escribió.
En septiembre, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), dijo que asistir a una misa interior en San Francisco, era aparente "violación de las restricciones". Más tarde, la oficina de Pelosi declaró que Pelosi se había "expresado mal" y había estado "participando con regularidad en los servicios religiosos de forma virtual".
Catholic World Report
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