jueves, 19 de marzo de 2020

ENTRONIZACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


El Sagrado Corazón de Jesús pide reinar en todos los hogares mediante su imagen bendecida por un sacerdote. Desea ocupar un lugar en donde se le ame y se le pida permanentemente su paternal protección.


Introducción

La consagración no es otra cosa que entregarse a Jesucristo, es la dedicación de nuestras personas y de nuestras cosas, reconociéndolas recibidas de la eterna caridad de Dios. Con la consagración aceptamos su imperio de verdad, justicia y caridad en nuestras vidas.

Consagrarse es ponerse totalmente a disposición de Cristo, es por eso un acto serio y bien meditado. Igual que cuando se consagra un cáliz o un altar, éste deja de estar al servicio de bebidas y cenas para pasar al servicio exclusivo de Dios, cuando se consagra una persona o una casa, ésta se pone al servicio del Señor para tratar de hacer en todo su voluntad. Por eso se llama también entronización, porque pones un trono real en tu casa, el trono de Cristo, al cual proclamas como tu Rey y le quieres servir por amor.

Darle el lugar que le corresponde al Sagrado Corazón de Jesús en nuestra familia, es tratar de que todo lo que se haga y se viva, sufrimientos, alegrías, trabajos, inquietudes, se ofrezca al Señor para la redención de la propia familia y del mundo.


Pasos para la Entronización

Preparación para la entronización.

Bendición de la casa.

Bendición de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

Entronización de la imagen.

Rezo del Credo.

Palabras o mensaje de quien preside la entronización.

Fórmula de consagración.

Oración por los ausentes y fallecidos.

Consagración de los niños.

Bendición final.


1. PREPARACIÓN PARA LA ENTRONIZACIÓN

Elíjase para la ceremonia de entronización, y la renovación, un día que tenga un significado especial para la familia (el aniversario de bodas, por ejemplo), o el día de una fiesta litúrgica apropiada.

A mayor y más seria preparación para la entronización, mayores serán las bendiciones que seguirán a este evento. La preparación puede extenderse a tres días (un triduo) o a nueve días (una novena).

Como preparación inmediata se recomienda:

Conocer qué es la entronización y su importancia.

Se recomienda que sea un sacerdote quien lleve a cabo la ceremonia. De no ser posible, puede realizarse por quien preside en la familia, padre, madre o hijo mayor.

Lo ideal es que ese día la familia haya ofrecido la Sagrada Eucaristía por el reinado del Sagrado Corazón en su hogar. Si no se puede ese día, la familia debe proponerse asistir a misa.

Misa el siguiente domingo y tratar de recibir la Eucaristía como un acto de amor y reparación al Sagrado Corazón de Jesús.

Colocar el retablo, estatua o imagen del Sagrado Corazón en un lugar de honor reservado exclusivamente para el Sagrado Corazón, el cual puede estar decorado con velas y flores.

Invitar a familiares y amigos a estar presentes en la entronización, así comenzarás a ser un apóstol del Sagrado Corazón.

Después de la ceremonia se sugiere hacer un festejo de acuerdo con las posibilidades de cada familia como manifestación de gozo por la entronización.


2. BENDICIÓN DE LA CASA

Cuando la entronización la hace un sacerdote, primero se hace la bendición de la casa. A la hora prevista, los padres, hijos y amigos se reúnen en el sitio principal de la casa para la ceremonia.

- Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor

- Que hizo el cielo y la tierra.

- El Señor esté con vosotros.

- Y con tu espíritu.

- Oremos.

Oh Señor, Dios Altísimo, bendice + esta casa. 

Reine en ella la salud, castidad, victoria sobre el pecado, fortaleza, humildad, mansedumbre y bondad de corazón, observancia plena de tu ley y gratitud por todos tus beneficios. 
Y permanezca siempre esta bendición sobre esta casa y sobre quienes la habitan, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. 
Amén.


3. BENDICIÓN DE LA IMAGEN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cuando resulte imposible la presencia del sacerdote, la imagen deberá ser bendecida previamente por un sacerdote.

Si la entronización la preside un sacerdote, la familia se coloca frente a la imagen. El sacerdote, con alba y estola blanca, comienza la bendición.

- Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor.

- Que hizo el cielo y la tierra.

- El Señor esté con vosotros.

- Y con tu espíritu.

- Oremos.

Omnipotente y sempiterno Dios, te rogamos que en tu bondad bendigas y santifiques esta imagen en honor y memoria del Sacratísimo Corazón de tu Hijo Unigénito, nuestro Señor Jesucristo, para que, siempre que miremos sus apariencias con los ojos del cuerpo, podamos con los ojos de la mente meditar su santidad y ser llevados a imitar sus obras. 

Todos quienes en su presencia procuren honrar y servir humildemente a tu Hijo Unigénito, nuestro Señor Jesucristo, por sus méritos e intercesión, puedan alcanzar de Ti la gracia en la vida presente y la gloria eterna en la vida por venir. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.


Luego el sacerdote rocía la imagen con agua bendita.


4. ENTRONIZACIÓN DE LA IMAGEN

Luego, el padre de familia coloca la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en el lugar de honor, para rendir homenaje al Reinado de Amor de Jesucristo.


5. REZO DEL CREDO

Después de la bendición, como expresión explícita de la fe de la familia, todos rezan el Credo, de pie y en voz alta.


Creo en un solo Dios,

Padre todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra,

de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor Jesucristo,

Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:

Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,

engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre,

por quien todo fue hecho;

que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación,

bajo del cielo,

y por obra del Espíritu Santo

se encarnó, de María, la Virgen,

y se hizo hombre;

y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;

padeció y fue sepultado,

y resucitó al tercer día, según las Escrituras

y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;

y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos,

y su Reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,

Señor y dador de vida,

que procede del Padre y del Hijo,

que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,

y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia,

que es una, santa,

católica y apostólica.

Confieso que hay un solo bautismo

para el perdón de los pecados.

Espero la resurrección de los muertos

y la vida del mundo futuro.

Amén.


6. MENSAJE DE QUIEN PRESIDE LA ENTRONIZACIÓN


Todos toman asiento, mientras quien preside la entronización dirige unas palabras a los presentes.

Les recuerda:

El significado de la entronización:

La vida cristiana de obediencia, confianza y amor que el Sagrado Corazón espera de las familias que le han dado este honor.

Las bendiciones especiales y abundantes que se dan a aquellas familias fieles a las promesas al Sagrado Corazón de Jesús.

La promesa de la familia de renovar frecuentemente su consagración, especialmente los viernes primeros y en el aniversario de la entronización.


7. FÓRMULA PARA LA ENTRONIZACIÓN (APROBADA POR SAN PIO X PARA LA ENTRONIZACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN LA FAMILIA)
A continuación los presentes rezan la siguiente consagración.

¡Oh Sacratísimo Corazón de Jesús!, 

Tú manifestaste a santa Margarita María el deseo de reinar sobre las familias cristianas; 
venimos a proclamar tu absoluto dominio sobre la nuestra. 
De hoy en adelante queremos vivir en tu vida, 
queremos que en nuestra familia florezcan las virtudes por las cuales prometiste la paz en la tierra, 
y queremos desterrar de nosotros el espíritu mundano. 
Tú has de reinar en nuestros entendimientos por la sencillez de nuestra fe, 
y en nuestros corazones por el amor que arderá solo para Ti, 
procurando nosotros mantener viva esta llama con la frecuente recepción de la Eucaristía.

Dígnate, oh Corazón Divino, 

presidir nuestras reuniones, 
bendecir nuestras empresas espirituales y temporales, 
apartar de nosotros los vanos cuidados, 
santificar nuestras alegrías, 
consolar nuestras penas. 
Si alguna vez alguien de entre nosotros tuviese la desgracia de ofenderte, recuérdale, oh, Corazón de Jesús, 
que eres bueno y misericordioso con los pecadores arrepentidos.

Y cuando suene la hora de la separación, cuando venga la muerte a traer duelo en medio de nosotros, todos, así los que se vayan como los que se queden, estaremos conformes con tus eternos decretos. 

Nos consolaremos pensando que ha de venir un día en que toda la familia reunida en el cielo, podrá cantar eternamente tus glorias y tus beneficios.

Dígnese el Corazón Inmaculado de María, 

dígnese el glorioso Patriarca san José 
presentarte esta consagración y recordárnosla todos los días de nuestra vida. 

Amén.

¡Viva el Corazón de Jesús, nuestro Rey!


8. ORACIÓN DE LOS AUSENTES Y FALLECIDOS

Nadie de la familia debería estar ausente en esta ocasión solemne. Por lo tanto se debe recordar a los que han fallecido. Por ellos, rezar un Padrenuestro, un Avemaría, y el Gloria por ellos y por los que están ausentes.

Padrenuestro. 


Avemaría. 

Gloria

Que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz.

Amén.


9. CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Si parece oportuno, los niños pueden rezar la siguiente oración:


Oh Corazón de Jesús, Corazón de nuestro mejor amigo y nuestro Rey. 

Tú que has sido colocado en tu trono en esta casa, para que siempre vivas con nosotros, dinos aquellas mismas palabras: 
«Dejad que los niños vengan a Mí». (Mc 10, 14)

¡Míranos, Oh Corazón de Jesús!, arrodillados a tus pies. 

Te prometemos ser obedientes y respetuosos, como Tú lo fuiste con la Virgen María y san José en la pequeña casa de Nazaret, para que podamos crecer en virtud y en sabiduría según nuestra edad.

Corazón de Jesús, Tú quieres también poseer nuestros corazones, pues dijiste: 
«Hijo mío, dame tu corazón». 
Nosotros queremos consolarte con nuestro amor, por todos los que no te conocen o no quieren amarte. 
Jesús, amigo de los niños, recibe nuestros corazones, hazlos puros, santos y felices. 
Recibe también nuestros cuerpos, nuestras almas, y toda nuestra voluntad.

¡Nos consagramos a Ti ahora y por siempre!

 sólo Tú nuestro Rey. Todos nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras oraciones, los consagramos a ti, nuestro amigo y nuestro Rey.

Todo es tuyo, Oh Sagrado Corazón de Jesús.


Los niños pueden recitar un poema o canción en honor del Sagrado Corazón, los más pequeños pueden hacer un dibujo.


10. BENDICIÓN FINAL

El sacerdote o quien preside la entronización hace una oración final.

El sacerdote y la familia pueden firmar un certificado de entronización. Este certificado sirve para recordar solemnemente la fecha en que fue entronizado el Sagrado Corazón de Jesús en el hogar para que la familia lo conmemore cada año.


RENOVACIÓN DIARIA DE LA CONSAGRACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Para la renovación puede usarse la fórmula hecha el día de la consagración de la familia, u otra como la siguiente:

Dulce Salvador, postrados humildemente a tus pies, renovamos la Consagración de nuestra familia a tu Divino Corazón. 

Sé por siempre nuestro Rey; tenemos plena y total confianza en Ti. 
Llene tu espíritu nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestras palabras, y nuestras obras. 
Bendice nuestras empresas. 
Sé parte de nuestras alegrías, de nuestras pruebas, y de nuestros esfuerzos. 
Haznos conocerte mejor, amarte más, y servirte sin falta. 
De un extremo al otro de la tierra resuene el grito: 
«¡Sea amado, bendito y glorificado por siempre y en todo lugar el Corazón triunfante de Jesús!» 
Amén.


(Indulgencia parcial una vez al día cuando la familia reunida recita esta oración. Cardenal Mercier, 16 de enero de 1913).


Se sugiere hacer la renovación los viernes primeros de mes después de la comunión y en el aniversario de la primera entronización.








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