“Los pecados que más almas llevan al infierno son los pecados de la carne. Vendrán modas que ofenderán mucho a Jesús, la gente que sirve a Dios no tiene por qué seguir la moda. La Iglesia no tiene moda. Jesús es siempre el mismo. Los pecados del mundo son muy grandes.
Si los hombres supieran lo que es la Eternidad, harían cualquier cosa por cambiar su vida. Los hombres están perdidos, porque no piensan en la muerte de Jesús y no hacen penitencia. Muchos matrimonios no son buenos, a Jesús no le gustan, no son de Dios” (Santa Jacinta de Fátima)
“Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que os abstengáis de la desvergüenza, que cada uno sepa mantener su propio cuerpo con santidad y respeto, no como objeto de pasiones y lujuria, como los paganos que no conocen a Dios; que nadie ofenda ni engañe a su propio hermano en este asunto... Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santificación . Por tanto, quien desprecia estas normas no desprecia a un hombre, sino a Dios mismo, que os da su Espíritu Santo” (1Ts.4,3-8; cf. Col.3,5-7; 1Tm.1,10).
“En cuanto a la fornicación y toda especie de impureza o avaricia, ni aun si habláis entre vosotros, como conviene a los santos… Porque, sabedlo bien, ningún fornicario, o impuro, o avaro –que es cosa de idólatras– tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con razonamientos vanos: por estas cosas la ira de Dios cae sobre los que le resisten. Así que no tengas nada en común con ellos. Si antes erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Por lo tanto, portaos como hijos de luz” (Ef 5, 3-8; cf. 4, 18-19).
Cooperatores-Veritatis
Cooperatores-Veritatis
No hay comentarios:
Publicar un comentario