jueves, 24 de marzo de 2022

ARRECIA EL DESPLOME DE LA VIDA CONSAGRADA

Durante este mes, hay un dato que llama la atención y que “La Cigüeña de la Torre” ha ido recogiendo. Se trata de la gran cantidad de abandonos de conventos durante este mes por la falta de vocaciones.


El último caso del que se hizo eco fue el de las monjas que abandonan el colegio Carmelitas de Zaragoza, que se queda sin religiosas un siglo después. Este centro educativo, llevaba siendo gestionado desde el año 2004 por una fundación. Durante estos días, las últimas siete monjas que vivían allí se despedirán para siempre.

Otro caso de cierre de convento es el de la iglesia del convento de Santa María la Alta de Villoruela, en Salamanca. Recientemente allí tuvo lugar la Misa de acción de gracias por los cinco siglos de permanencia Trinitaria en este monasterio del que dentro de unos días se despedirán definitivamente.

“Los problemas de conservación ha motivado el cierre de este convento donde actualmente vivían 3 monjas, después de que hace unas semanas se fueran ya 2 de las religiosas que vivían en la comunidad. Las Madres Trinitarias de este convento se trasladarán hasta el monasterio de El Toboso en Toledo”, añade el diario digital Salamanca24horas. De este modo, se cierra el que es hasta el momento el convento más antiguo de la orden de las Trinitarias en España.

Por otro lado, las tres hermanas de la Comunidad de Segura, en Guipúzcoa, “recibieron un caluroso homenaje de la comunidad cristiana y del mismo municipio, como agradecimiento por su presencia histórica, una historia que concluye por la supresión jurídica del Monasterio de la Purísima Concepción, largamente entroncado y presente en la vida del pueblo. Desde 1519 como Hermanas Isabelinas. Y cuatro siglos más tarde, desde 1933, como Concepcionistas Franciscanas, informa la Orden Religiosa.

Las tres hermanas concepcionistas que formaban la Comunidad de Segura se han integrado en la Comunidad de Azpeitia, en la misma provincia. La jornada de despedida comenzó con una Eucaristía solemne, presidida por el padre Jon Korta, Delegado del Administrador Apostólico para la Vida Consagrada, y concelebrada por la comunidad de los frailes franciscanos del mismo municipio. Asistieron, también, un buen número de hermanas concepcionistas venidas de otras comunidades de la Federación. El coro parroquial se encargó de armonizar la eucaristía con cantos polifónicos y algunas melodías religiosas populares.

Además, al final de la Eucaristía se leyó un mensaje enviado por el Administrador Apostólico de la diócesis de San Sebastián, Monseñor Francisco Pérez, quien agradecía “a las hermanas su presencia de tantos siglos, una presencia que ha sido la luz de Dios para muchas generaciones”.

Por último, otro convento que cierra es el de las hermanas cistercienses en San Vicente el Real, Segovia. Se pone fin a diez siglos de presencia del Císter en Segovia. En estos momentos solo quedaban cinco religiosas que dejarán el monasterio antes del verano para trasladarse al Santuario de Nuestra Señora de los Peligros en pleno corazón de Madrid.

“La falta de vocaciones ha mermado la nómina de religiosas que viven, oran y trabajan en el cenobio, lo que unido a los gastos que supone el mantenimiento de un edificio histórico ha hecho que la Orden Cisterciense de la Común Observancia haya decidido cerrar la abadía y poner fin a casi un milenio de historia de esta congregación en la ciudad”, afirma el periódico local el Adelantado de Segovia.


InfoVaticana



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