El padre Giorgio Guzzetta (23 de abril de 1682 - 21 de noviembre de 1756) fue un sacerdote y misionero italiano perteneciente a la minoría albanesa de Sicilia.
Fue Apóstol de los albaneses de Sicilia, fundador del Oratorio San Filippo Neri para sacerdotes célibes de rito bizantino y promotor, con el sacerdote Antonio Brancato, de la fundación del Colegio de María para las jóvenes Arbëreshe, ambos en Piana degli Albanesi. Trabajó constantemente en la defensa del rito oriental y en la identidad cultural y lingüística de su pueblo, promoviendo un ecumenismo innato a los tiempos para la unidad de la Iglesia, siendo un gran precursor del apostolado por el retorno de la iglesias separadas de Oriente a la unidad católica.
Oratorio San Filippo Neri
Fue fundador y creador del primer y más antiguo centro albanológico, el Seminario Italo-Albanés de Palermo (1734), donde los jóvenes se formaban según sus propias tradiciones. El instituto religioso brindó un apoyo decisivo para la salvaguardia y el desarrollo del patrimonio religioso y cultural de la comunidad siciliano-albanesa, convirtiéndose en un verdadero semillero de estudios albanológicos no comparable ni encontrado, hasta el siglo XVIII, en ningún otro país europeo o balcánico por la multiplicidad y variedad de sus actividades intelectuales y sociales. Su nombre también está relacionado con el primer descubrimiento del texto albanés más antiguo conocido, el Meshari de Gjon Buzuku, en 1740.
Su personalidad despierta interés en los campos religioso, cultural y literario. Su causa de beatificación está en curso desde 1934.
El venerable padre Giorgio Guzzetta nació en Piana degli Albanesi el 23 de abril de 1682 en una familia de malas condiciones económicas. Los padres, Lorenzo Guzzetta y Caterina Mamola, agricultores, conservaron las tradiciones de su tierra natal, Albania, y aseguraron una educación para los ocho niños.
Después de haber estudiado literatura con los jesuitas de Trapani, ingresó en el seminario arzobispal de Monreale, en el que se encontraban las colonias de albaneses sicilianos que, durante los siglos XV - XVI, se habían refugiado en Italia por motivos políticos y religiosos eclesiásticos. Después de obtener su doctorado en Teología Sagrada, fue contratado como traductor de griego clásico en la corte del cardenal arzobispo Francesco del Giudice, quien lo ascendió a prosecretario. La perspectiva de una carrera brillante, y la propuesta de acompañar al cardenal en España, no distrajeron al clérigo de la llamada a una vida sacerdotal vivida con sencillez y plena entrega apostólica.
Icono del padre Giorgio Guzzetta
Dejando la diócesis de Monreale decidió entrar en la congregación de sacerdotes del Oratorio de San Filippo Neri en Palermo (diciembre de 1706), renunciando al rito bizantino para recibir la ordenación sacerdotal y poder dedicarse con amor a las tradiciones culturales y religiosas de su pueblo albanés. Ordenado sacerdote en 1707, tuvo bajo su guía espiritual a caballeros, príncipes y obispos.
En 1716 pudo ayudar apostólicamente a su tierra, fundando, por iniciativa propia, la Congregación del Oratorio de San Filippo Neri para sacerdotes célibes de rito bizantino, también llamado griego, que se dedicaban, en la pobreza, a instruir y educar a la juventud albanesa de Sicilia.
En 1734 fundó el Seminario Italo-Albanés de Palermo para los jóvenes de rito bizantino de las colonias albanesas de Sicilia, alcanzando el fin de un anhelo cultivado desde sus años de adolescencia, el de un seminario en el que los futuros sacerdotes, hasta entonces obligados a asistir a seminarios latinos, podrían ser instruidos en las costumbres del culto bizantino y en las tradiciones lingüísticas y culturales de la patria albanesa. Con el sacerdote Antonio Brancato promovió la fundación del Colegio de Maria di Piana degli Albanesi (1733) para la formación de las niñas del país y de las colonias siciliano-albanesas.
Trabajó para el establecimiento de un obispado de rito bizantino-griego para los albaneses de Sicilia, que sería ordenado tras su muerte con la Bula de Pío VI el 6 de febrero de 1784 y aprobado por real decreto del 10 de enero de 1785. No vio la tan esperada construcción de una iglesia ítalo-albanesa según su propio rito, erigida sólo entre 1919 y 1937. Precursor del Concilio Vaticano I, trabajó por el retorno del Oriente cristiano a la unidad de la Iglesia. También trabajó en el campo civil, realizando obras como la fuente del mismo nombre en su país natal.
Profundo conocedor de la cultura clásica, escribió, entre otras cosas, la "Crónica de Macedonia hasta la época de Skanderbeg", la "Etimológica" y el aún inédito "De Albanensibus Italiae rite excolendis, ut siti totique Ecclesiae prosint", que contiene una de las primeras contribuciones a la descripción y estudio de la lengua albanesa.
Su nombre está relacionado con el primer descubrimiento del texto albanés más antiguo conocido, el Misal de Gjon Buzuku, encontrado por casualidad en 1740 en la biblioteca del Colegio de Propaganda Fide por el albanés Gjon Nikollë Kazazi (1702 - 1752), arzobispo de Skopje, que se encargó de enviar una copia a la Guzzetta.
Murió, probado por una larga enfermedad que lo dejó ciego y por el cansancio de los años, el 21 de noviembre de 1756 en el convento de los padres carmelitas de Partinico y fue enterrado en la Iglesia de Sant'Ignazio all'Olivella en Palermo. Los restos incorruptos del padre Giorgio Guzzetta, cuya causa de beatificación está en curso, reposan desde 1954 en la Catedral de Piana degli Albanesi.
Los nombres de algunas calles de los centros albaneses de Sicilia y Calabria llevan su nombre. En la ciudad de Palermo, la plaza frente al antiguo Seminario Italiano-Albanés y una calle de la ciudad llevan su nombre; en la ciudad natal de Piana degli Albanesi, se le dedica la fuente del mismo nombre (más conocida en albanés como Kanalli i Ri), dos calles del centro histórico y la antigua escuela secundaria del Collegio di Maria.
La fuente Kanalli i ri (El Canal Nuevo), dedicada a Guzzetta
El 9 de noviembre de 2021, la Congregación para las Causas de los Santos, en sesión ordinaria, reconoció por unanimidad que el Siervo de Dios Padre Giorgio Guzzetta ejerció las virtudes teologales, cardinales y anexas en grado heroico. La positio sobre la vida, las virtudes y la reputación de santidad fue sometida al examen de los consultores históricos el 12 de enero de 2021 y el 15 de junio de 2021 los consultores teológicos expresaron una opinión favorable.
El 25 de noviembre de 2021 fue declarado venerable por el papa Francisco.
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