sábado, 13 de abril de 2024

13 DE ABRIL: SAN HERMENEGILDO, PRÍNCIPE DE ESPAÑA


15 de Abril: San Hermenegildo, príncipe de España

(✞ 586)

San Hermenegildo, príncipe de España y mártir glorioso, fue hijo de Leovigildo, godo y hereje arriano, rey de España, el cual tuvo dos hijos: a Hermenegildo, que era el mayor, y príncipe del reino, y como tal le dio el título de rey; y a Recaredo, que por muerte de Hermenegildo su hermano, posteriormente le sucedió en el reino.

Estos dos príncipes se criaron con la leche ponzoñosa de herejía arriana que tenía su padre y los godos habían traído a España, hasta que, habiendo crecido Hermenegildo en edad y discreción, conoció el engaño, y enseñado por San Leandro, Arzobispo de Sevilla, se convirtió enteramente a la santa Fe Católica.

Hubo entre el rey Leovigildo y su hijo, el príncipe, algunos debates y diferencias, al principio mansamente y después con rompimiento en guerra; y finalmente, el hijo católico cayó en manos del padre hereje, el cual le hizo llevar preso y ordenó ponerle en una torre hedionda y oscura, cargado de cadenas.

Estando en esta cárcel, el santo príncipe comenzó a desear mucho el reino del cielo, y no contentándose con las prisiones y penas que sufría se vistió de cilicio, haciendo continuamente oración al Señor.

Vino la festividad de la Pascua, y aquella noche el pérfido rey Leovigildo envió un Obispo arriano a la cárcel para que su hijo recibiese la comunión pascual de la mano sacrílega de aquel hereje, prometiéndole, si lo aceptaba, de admitirle en su gracia: pero el santo mozo echó de ahí al obispo arriano reprendiéndole y diciéndole las palabras que merecía oír.

Entonces el padre salió de sí, y arrebatado de saña y furor, envió sus soldados y ministros para que allí donde estaba le matasen, y así se hizo; porque entrando en la cárcel, le dieron un golpe con una antorcha en su santa cabeza y le quitaron la vida corporal, que el mismo santo con tanta constancia había menospreciado.

Añade aquí San Gregorio, que el pérfido padre y homicida de su hijo tuvo dolor y arrepentimiento de lo que había hecho, más no de manera que le aprovechase para la salud eterna, porque puesto caso que conoció que la Fe Católica es la verdadera, no se atrevió a confesarla públicamente, por temor de sus súbditos, y por no perder el reino; y cayendo enfermo, y estando para morir, encomendó a San Leandro, Obispo, a quien antes gravemente había afligido, que tuviese mucha cuenta con Recaredo su otro hijo, que dejaba por sucesor, y procurarse reducirlo a la Fe Católica, y tras decir esto, acabó su vida.

El cuerpo de San Hermenegildo se venera en Sevilla, menos la santa cabeza que fue llevada a Zaragoza cuando los moros se apoderaron de Andalucía.

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