sábado, 8 de junio de 2019

¿ES FRANCISCO UNA MALA PERSONA?

Bergoglio se ha enfrentado a Dios, a la Iglesia de Su Hijo, ofendiendo sin límites al Creador y a su Verbo, a los mártires que dieron su sangre por defender la Verdad, a todos los católicos de todos los tiempos. 

Por María Ferraz


¿Qué es ser una mala persona? Hoy en día, para los buenistas del Vaticano, no existe tal concepto, pero sí se aplica sin remordimiento a los que llevan la contra a Francisco, comparándolos con el ‘Gran Acusador’ o asimilándolos a los parientes del diablo, y no sólo eso, sino que se procede a despedir a quien haga falta arruinando su futuro profesional y su prestigio, en la universidad, la parroquia o donde sea... el último ha sido John Rist (desterrado del Instituto Pontificio por criticar a Bergoglio).

La persona malvada es alguien que elige actuar mal, perseverar en el mal y no arrepentirse, a pesar de ser corregido una y otra vez durante años. Y mucho peor que una ‘mala persona’ es ser un sujeto con gran autoridad, de influencia global en las elecciones morales de millones de personas, católicas o no, que perjudica a los demás en algún aspecto, y todavía más grave: cuando el perjuicio consiste en errores de naturaleza espiritual que atacan la salvación de las almas poniéndolas en peligro de condenarse en el Infierno por toda la eternidad. Y para ello se usan las propias herejías envueltas en ropajes de compasión y amor al prójimo, para engañar, estrategia típica de su padre, el diablo.

Bergoglio se ha enfrentado a Dios, a la Iglesia de Su Hijo, y en su locura les ha dicho: Non serviam, convirtiendo la doctrina de Jesucristo en una masa maleable al gusto del mundo, pero incapaz de salvar, ofendiendo sin límites al Creador y a su Verbo, a los mártires que dieron su sangre por defender la Verdad, a todos los católicos de todos los tiempos.

Pero la cosa no para ahí, sino que, sirviéndose de su sagrada misión, se entromete en asuntos políticos intentando desviar el voto hacia la izquierda, criticando a las naciones, políticos y ciudadanos que no quieren más inmigración, advirtiendo que si seguimos así puede darse inicio a una nueva guerra mundial. ¡Hipócrita!, cuando su señor no es Dios a quien no sirve, sino los globalistas eugenésicos, aliados con el mismo satanás.

Francisco suele atacar el chisme, la calumnia y la hipocresía, pero es el primero en caer en ello. Insultó a los últimos firmantes que le acusaban de herejía de: “pobre gente” diciendo que la hipocresía y las mentiras (de ellos) le duelen, aludiendo además, a que “están en el error”, “están manipulados”, y que “reza por ellos” (pero el que necesita oraciones y rectificación urgentemente es él)

En el viaje de vuelta a Rumanía ha aprovechado para arremeter contra los católicos “fundamentalistas” que buscan “salvaguardar las cenizas del pasado”, diciendo que los siglos de tradición de la Iglesia no son similares a un contenedor de objetos preservados.

En sus primeros comentarios sobre el bloque de 28 miembros desde las elecciones parlamentarias europeas que tuvieron como resultado un triunfo para los partidos populistas de todo el continente, Francisco lamentó la aparición de lo que él llamó “nuevas fronteras” en toda la UE y dijo que la organización “ha perdido la oportunidad”, “el objetivo de trabajar juntos”. “Europa no está siendo atacada por cañones o bombas en este momento, sino por ideologías, ideologías que no son europeas, que vienen de fuera o que provienen de pequeños grupos, dijo.

Luego de referirse a la tragedia de las dos guerras mundiales, suplicó: “Por favor, no volvamos a esto. Aprendamos de la historia. No caigamos en el mismo agujero”. “Diría a los creyentes: 'Oremos por Europa... por la unidad, que el Señor nos conceda esta gracia' ”, agregó más tarde.

Al preguntarle sobre su reunión del 31 de mayo con el patriarca ortodoxo rumano Daniel, Francisco dijo que: “Ya existe la unidad cristiana” (?). “No esperemos a que los teólogos lleguen a un acuerdo sobre la Eucaristía”. “La Eucaristía se celebra todos los días con la oración, con el recuerdo de la sangre de nuestros mártires, con las obras de caridad y también con el deseo de que todos estén bien”, agregó.

Un comentario que desdice de la realidad sacrificial de la Santa Misa como entrega incruenta de Cristo en la Cruz en orden a la Redención de la humanidad, exclusiva, y eso le duele, de la Iglesia Católica. Y es que Francisco sólo se interesa por difundir la ‘redención’ humanista a la que le instan sus amigos, los masones.

(...) Haciendo su primera referencia en la conferencia de prensa a los “fundamentalistas” católicos, el pontífice dijo que incluso 
algunos católicos están cerrados” sobre el tema de orar con los ortodoxos, “pensando que son cismáticos”. (Pues claro que los son)

“Hay grupos católicos que son un poco fundamentalistas”, dijo el papa. Debemos tolerarlo, orando por ellos, para que el Señor y el Espíritu Santo ablanden un poco sus corazones.

Afortunados de nosotros que tenemos un corazón duro donde el espíritu demoníaco bergogliano no puede entrar para confundirnos y perdernos.


Religion, la Voz Libre


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