Por Francesca de Villasmundo
Este triste club que promueve la cultura de la muerte está integrado también por Alaska, Colorado, New Hampshire, New Jersey, New Mexico, New York, Oregon y Vermont.
El 12 de junio, el gobernador de Illinois Jay Robert Pritzker, un demócrata, firmó una ley que permite el aborto, declarándolo un "derecho fundamental", en cualquier etapa del embarazo e independientemente de razón, y eso requiere que todos los planes de seguros privados cubran los gastos relacionados con esta ley.
Este triste club que promueve la cultura de la muerte está integrado también por Alaska, Colorado, New Hampshire, New Jersey, New Mexico, New York, Oregon y Vermont.
El 12 de junio, el gobernador de Illinois Jay Robert Pritzker, un demócrata, firmó una ley que permite el aborto, declarándolo un "derecho fundamental", en cualquier etapa del embarazo e independientemente de razón, y eso requiere que todos los planes de seguros privados cubran los gastos relacionados con esta ley.
Esta es una de las leyes más radicales a favor del aborto en los Estados Unidos. Inmediatamente provocó la firme reacción del obispo de Springfield, Thomas Paprocki. El prelado ordenó a los sacerdotes de su diócesis que no admitieran a la Santa Comunión el presidente del Senado de Illinois, John Cullerton, y al portavoz de la Cámara de Representantes, Michael Madigan, quien "persistió obstinadamente en promover este abominable crimen y grave pecado de aborto". Los dos líderes demócratas, agregó el Arzobispo Paprocki, "pueden ser readmitidos en la Santa Comunión solo después de que realmente se arrepientan de estos graves pecados y hayan reparado adecuadamente el daño y el escándalo".
El día anterior, fue Vermont quien ingresó al club de los estados de los Estados Unidos que permite matar niños dentro del útero hasta el momento del nacimiento. Con la particularidad de que en este caso, fue un gobernador republicano quien firmó la ley, Phil Scott, uno de los pocos en su partido se ha declarado a favor del aborto.
El día anterior, fue Vermont quien ingresó al club de los estados de los Estados Unidos que permite matar niños dentro del útero hasta el momento del nacimiento. Con la particularidad de que en este caso, fue un gobernador republicano quien firmó la ley, Phil Scott, uno de los pocos en su partido se ha declarado a favor del aborto.
Massachusetts y Rhode Island podrían llegar a integrar esta triste lista, ya que sus adjuntos están evaluando en estos días los obstáculos que eliminarían cualquier límite para el acceso al aborto durante todo el embarazo.
El aborto sin límites en estos 9 estados demuestra que el aborto hasta el nacimiento es una realidad mucho más triste de lo que uno podría haber imaginado hace sólo unos pocos años.
Realidad que, además, demuestra un hecho muy preciso que revela toda la hipocresía que apoya la cultura de la muerte: una vez que admitimos excepciones y establecemos umbrales para decir en esencia cuando la vida es sagrada y cuando ya no es así, el cambio es una completa falta de respeto por la vida misma, antes y después del nacimiento. Esto es suficiente para notar la tendencia creciente a favor del infanticidio entre los demócratas y se convierte en una consecuencia coherente con su nivel cultural, su mentalidad y su política.
La vida es sagrada desde la concepción hasta el final, su muerte natural.
Medias-Presse
La vida es sagrada desde la concepción hasta el final, su muerte natural.
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