“México y otros países de la región como Brasil y Argentina son especialmente vulnerables. Algunas sectas están penetrando en Latinoamérica con mucha fuerza, provocando daños importantes, para lo que aprovechan convulsiones o situaciones delicadas a nivel social, a fin de ofrecer respuestas y salvaciones enlatadas, que muchos acaban comprando”, señala Miguel Perlado, sicólogo y experto en organizaciones sectarias.
“La precariedad genera vulnerabilidad social y por ende individual, lo que produce a su vez fracturas, a través de las cuales las sectas extienden sus propuestas. Estos grupos saltan entre México y Estados Unidos y tienen ahí una zona intermedia, alegal, donde pueden desplegar muchas de sus actividades”, agrega el sicólogo que forma parte del International Cultic Studies Association (ICSA), una asociación internacional especializada en el estudio del sectarismo y la influencia excesiva.
Entre los grupos que están irrumpiendo con mayor ímpetu en la región destacan los de corte evangélico-pentecostal, con un cuerpo doctrinal similar al de La Iglesia Universal del Reino de Dios, fundada en Brasil en los años 70. Los expertos definen a la secta como cualquier grupo o movimiento que, en la dinámica de atracción y retención de sus miembros, despliega una relación basada en el control excesivo, que finalmente acaba doblegando la voluntad de las personas, volviéndolas muy dependientes de la organización.
En el último medio siglo las sectas han proliferado y diversificado sus propuestas. Las hay sobre todo de corte religioso, pero también de tipo comercial, seudoterapéuticas, sanadoras, curativas, filosóficas, esotéricas y ufológicas, relata el sicólogo que funge también como coordinador del Grupo de Trabajo sobre Derivas Sectarias del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.
Sobre la sexualidad, el especialista subraya que está presente en todas las sectas, puesto que es una poderosa herramienta para controlar gran parte de la intimidad de las personas.
"A veces la sexualidad está muy reprimida y otras veces hiperpotenciada, como es el caso de NXIVM y también de los Defensores de Cristo, que desembarcaron con mucha fuerza en México. Pero la sexualidad no se emplea como parámetro de clasificación. Para ello utilizamos el cuerpo doctrinal dominante del grupo”, indica Perlado, antes de explicar el funcionamiento disfrazado de las sectas.
“Existe un grupo externo que despliega sus actividades de coaching, sus seminarios de capacitación, sus talleres de fin de semana; y otro grupo interno, donde se estructura el núcleo duro, y es ahí donde encontramos la formación sectaria que no aparece en la pantalla que proyectan hacia afuera, que es el cebo. Las sectas camuflan siempre su puesta en escena”, advierte el especialista luego de subrayar que, lejos del mito de que en estos grupos sólo entran los ingenuos o los iletrados, los perfiles de sus integrantes suelen ser media altos.
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