Actualmente, de vez en cuando, ha habido sacerdotes casados. Si un vicario angliano se convierte al catolicismo y recibe las órdenes sagradas, ahí tenemos un sacerdote casado. Pero esto siempre fue la excepción al celibato sacerdotal contrario al estándar tradicional y, en este punto, sacrosanto.
El Sínodo Amazónico claramente quiere introducir el estándar de los sacerdotes casados a través de la puerta trasera amazónica: comenzarlo primero en una región remota donde, como dicen, es difícil encontrar sacerdotes (¿Es verdad? ¿Desde cuándo? ¿Una Iglesia fuerte que cree en el catolicismo carece de valores misioneros?) y luego permitir que esta nueva praxis se extienda a otras regiones, cortesía de los obispos corruptos e infieles.
Esto es claramente lo que estos “temas amazónicos” son desde el primer día: una puerta trasera (supuesto caso extremo para hacer leyes muy malas).
Agradecemos por esto, no solo al payaso malvado y sus malvados secuaces. Agradecemos por esto a todos los Obispos y Cardenales que piensan que esperar la muerte de Francisco es la acción más “prudente”, y a todos aquellos fieles de poca fe que están acompañando a esta jerarquía, y que no hacen nada más que maullar débilmente de vez en cuando.
Este tipo de maldad no podría ocurrir con un solo hombre malvado. El principal culpable ha sido ayudado e instigado, durante años, por el comportamiento “prudente” de todos aquellos, ya sean clérigos o laicos, que han permitido que esto suceda sin exigir que se elimine el problema, pensando que solo el tiempo curaría todos los males.
Entonces, disfruten de los sacerdotes casados, queridos “prudentes” fieles de poca fe.
Ustedes han ayudado a que esto suceda.
Mundabor
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