Por Jonathon Van Maren
Es verdaderamente asombroso considerar hasta qué punto los sectores de la ciencia y la tecnología se han dedicado a hacer realidad las fantasías LGBT de personas transgénero y/o homosexuales que demandan vástagos libres hasta llegar a tecnologías reproductivas que aseguran que las parejas del mismo sexo puedan crear bebés de diseño biológicamente conectados a ambos.
También hay otros experimentos en curso: se están gastando millones de dólares para averiguar si un bebé que tiene dos padres varones o dos mujeres puede ser creado para dar cabida a los activistas LGBT que demandan a los niños como un derecho, un producto que debe permitirse, que se puede comprar.
Pero al parecer, los médicos están dispuestos a llevar todo esto más allá, ya que se cree que la pareja del mismo sexo, Ashleigh y Bliss Coulter, de Mountain Springs, norte de Texas, “hizo historia médica como la primera pareja del mismo sexo en dar a luz a un bebé que ambas llevaron", Según ABC News. Esto se logró mediante un procedimiento denominado "Fertilización in vitro recíproca sin esfuerzo".
Ashleigh y Bliss se encontraron con esta opción cuando estaban buscando una manera de tener un hijo que estuviera biológicamente conectado a ambas, en lugar de buscar la opción que usan las parejas lesbianas de usar un donante de esperma.
En esta "pareja muy normal", Bliss quería un hijo "que fuera biológicamente suyo" y Ashleigh quería "llevar al bebé".
“Siempre he querido tener a mi propio hijo, pero no quería dar a luz a mi propio hijo. No sabía que existiera algo así", dijo Bliss Coulter en una entrevista telefónica recientemente.
En esta "pareja muy normal", Bliss quería un hijo "que fuera biológicamente suyo" y Ashleigh quería "llevar al bebé".
“Siempre he querido tener a mi propio hijo, pero no quería dar a luz a mi propio hijo. No sabía que existiera algo así", dijo Bliss Coulter en una entrevista telefónica recientemente.
La Dra. Kathy Doody, especialista en fertilidad de la Clínica de Fertilidad CARE en Bedford, estaba "ansiosa por ayudar" y explicó que la “FIV sin esfuerzo era una opción para ellas", aunque esta sería “la primera vez en que ambas madres llevan físicamente al bebé”. De ABC News:
La FIV sin esfuerzo se refiere a una forma de FIV (Fecundación un vitro) mediante la cual los óvulos y el esperma se introducen en un dispositivo llamado cápsula INVOcell. Luego se colocan en la vagina de una mujer para simular las condiciones de una incubadora.
La FIV recíproca implica que los ovulos y el esperma se introducen en la cápsula INVOcell que se inserta en la vagina durante un periodo de incubación.
Antes de que se insertara el embrión en Ashleigh, su cuerpo tenía que estar preparado con hormonas, como el estrógeno por vía oral y las inyecciones de progesterona, que demoraban aproximadamente tres semanas.
"Colocaron el embrión en mi cuerpo e hicieron un análisis de sangre 10 días después, y quedamos embarazadas en el primer intento", recordó Ashleigh, quien llevó al bebé durante nueve meses.
Con esta técnica, Bliss pudo fertilizar sus óvulos y formar varios embriones dentro de ella en lugar de usar una incubadora.
La Dra. Doody dijo que esto funciona porque "la mujer tiene riñones, hígado y pulmones, lo que permite que el cuerpo actúe como una incubadora natural".
La Dra. Doody "cosechó" óvulos de Bliss y luego utilizó un donante de esperma para crear embriones, que se colocaron dentro de Bliss durante cinco días para luego retirarlos y congelarlos hasta que Ashleigh estuviera lista para "cargarlos".
La Dra. Doody dijo que esto funciona porque "la mujer tiene riñones, hígado y pulmones, lo que permite que el cuerpo actúe como una incubadora natural".
La Dra. Doody "cosechó" óvulos de Bliss y luego utilizó un donante de esperma para crear embriones, que se colocaron dentro de Bliss durante cinco días para luego retirarlos y congelarlos hasta que Ashleigh estuviera lista para "cargarlos".
Por lo general, la mujer que dona los óvulos también es la que lleva los embriones, pero este no fue el caso de esta pareja de lesbianas. El resultado de este experimento es un niño llamado Stetson Coulter, que nació en junio de 2018 con un peso de 3,7 kg. y se considera el primer niño en la historia médica "llevado por dos mujeres".
Los niños se han convertido en un producto, una mercancía, y los médicos tienen la tarea de jugar con la vida humana misma para ayudar a esas parejas a sortear el orden natural y traer a sus hijos al mundo sin padre o sin madre, a pedido.
A pesar de la extraña naturaleza de la FIV recíproca sin esfuerzo, la Dra. Doody afirmó que "se siente más natural para 'los padres' y les da un vínculo único con su bebé".
Curiosamente, no se dio cuenta de su deslizamiento freudiano: la referencia a "natural" indica que de hecho, ella sabe instintivamente que hay algo fundamentalmente antinatural en esta nueva industria de bebés a pedido.
Esta pareja de lesbianas ya ha informado a los medios de comunicación que están recibiendo una "cantidad abrumadora de preguntas de otras posibles parejas del mismo sexo y se alegran de haber podido brindarles esta oportunidad".
Otra pareja de lesbianas del norte de Texas ya ha realizado el mismo procedimiento en la misma clínica de fertilidad y como resultado dio a luz a una niña.
Las Coulters, por su parte, hablan casualmente acerca de si quieren o no más hijos. Bliss quiere quedarse solo con Stetson, pero Ashleigh quiere más niños, señala ABC News, “las Coulters tienen dos embriones congelados” y, por lo tanto, podrían decidir usar el proceso nuevamente.
Esas últimas líneas traen al centro de la discusión cómo los niños han sido mercantilizados en una era en la que las minorías sexuales pueden comprarlos y venderlos para evitar el orden natural: hay dos seres humanos en un congelador, los hermanos biológicos de su niñito. Pero, aparentemente, ni siquiera consideran a estos niños como seres humanos, ya que aún no han decidido si darán o no a los niños que pagaron para que existan, la oportunidad de vivir fuera de un congelador.
LifeSiteNews
Esas últimas líneas traen al centro de la discusión cómo los niños han sido mercantilizados en una era en la que las minorías sexuales pueden comprarlos y venderlos para evitar el orden natural: hay dos seres humanos en un congelador, los hermanos biológicos de su niñito. Pero, aparentemente, ni siquiera consideran a estos niños como seres humanos, ya que aún no han decidido si darán o no a los niños que pagaron para que existan, la oportunidad de vivir fuera de un congelador.
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