Por Gustavo Amorim Gomes y Marcelo Musa Cavallari
Hasta 2007, el religioso fue un importante teólogo de la “teología de la liberación”, aunque no tan famoso como su hermano Leonardo, ex sacerdote católico que es uno de los fundadores del movimiento, que ganó popularidad en la década de 1970 y hacía hincapié en la liberación de la pobreza y la opresión como clave de la salvación.
Entonces, en un movimiento que le distanció de su famoso hermano, Clodovis Boff publicó el artículo “Teología de la liberación y retorno a los fundamentos”, en el que acusaba a los teólogos de la liberación de hacer de los pobres el centro de la teología en lugar de Jesucristo.
Ahora Boff ha publicado un libro llamando a volver a situar a Jesucristo en el centro de la Iglesia Católica en América Latina.
“Es necesario que la Iglesia vuelva a poner el acento en Cristo como sacerdote, como maestro y Señor, y no sólo en la lucha contra la pobreza y la crisis climática”, dijo en la presentación del libro “La crisis de la Iglesia Católica y la teología de la liberación”, escrito en colaboración con el padre Leonardo Rasera y publicado recientemente por Ecclesiae.
“Son cuestiones importantes, pero sin beber de Cristo, que es la fuente, todo se seca, todo muere”, dijo Boff.
A finales de los años '60, cuando la teología de la liberación comenzó su largo dominio del pensamiento religioso en Brasil, más del 90% de los brasileños eran católicos.
Desde entonces, el porcentaje de católicos en la población brasileña ha disminuido y ahora se sitúa en el 51%.
Además, los católicos brasileños tienen un índice muy bajo de asistencia a la iglesia. Una encuesta realizada el año pasado por el Centro de Investigación Aplicada al Apostolado (CARA) de la Universidad de Georgetown en 36 países mostró que sólo el 8% de los católicos brasileños van a misa los domingos. La tasa era la tercera más baja entre los países analizados.
Para Boff y Rasera, la disminución de la asistencia a la iglesia se debe a que no se transmite el depósito de la fe.
Con la teología de la liberación, “la fe se instrumentaliza en función de los pobres”, escribe Boff en el libro. “Se cae en el utilitarismo o en el funcionalismo en relación con la Palabra de Dios y con la teología en general”, prosigue.
Dice que la teología de la liberación “apela a ideas como 'márgenes de gratuidad' y 'reserva escatológica' para afirmar su respeto por la trascendencia de la fe. De hecho, la parte de la trascendencia es, en esta teología, la parte más pequeña y menos relevante, correspondiendo la 'parte del león', como siempre, a la 'lectura liberadora' de la fe”.
Según el fraile, esto está llevando a muchos católicos al protestantismo, al esoterismo, al neopaganismo e incluso al satanismo.
“Lejos de haber desaparecido, sería absurdo decirlo, la fe en Cristo sigue siendo una referencia para la Iglesia”, dijo el fraile en la presentación de su libro en la que habló sobre el tema “La crisis de la Iglesia Católica: Falta de fe, ideologías y mundanidad”.
“Pero la cuestión decisiva es si la fe en Cristo es su referencia central, principal, determinante”, dijo. “No se trata de que la Iglesia afirme la centralidad de Cristo sólo en términos formales y teóricos, sino de afirmarla existencial y operativamente, como siendo el corazón palpitante de toda su vida y acción”, dijo el fraile.
“Afirmar doctrinalmente la primacía de Cristo en la Iglesia cuesta poco”, dijo.
“Afirmar, sin embargo, de forma existencial, que Cristo es el centro absoluto de la Iglesia, cuesta, y mucho: Cuesta el corazón y el alma, cuando no cuesta lágrimas y tal vez sangre”, dijo.
En su libro, Clodovis habla de cómo colaboró con los partidarios de la teología de la liberación durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Para él, es necesario que la teología de la liberación sea repensada con Cristo en el centro, no con los pobres en el centro, “para que sea oportuna, útil y necesaria”.
Imagen: Estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro
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