Por Patrick Archbold
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Parte 4
Por fin hemos llegado al último post de esta serie (al menos por ahora). En las entregas anteriores, revisamos el abuso sistemático de poder repetidamente desplegado para destruir focos de resistencia a través del proceso de “visitación”. Hemos visto el proceso sinodal abusivo y retorcido para servir a los objetivos modernistas de la cábala. Tenemos la fuerza nuclear de destrucción del monacato católico tradicional que son los cambios de reglas de Vultum dei quaerere y Cor Orans. Hemos visto cómo a los obispos se les ha retirado la autoridad que tenían desde hace tiempo para permitir e invitar a grupos católicos a sus diócesis y cómo Roma ha ejercido el poder de veto, respaldada por la amenaza realista de destitución sumaria sin el debido proceso a través del ridículo proceso de “visita apostólica” por el delito inventado de no llevarse bien con la conferencia episcopal.
Hemos visto todo eso, y ahora hemos visto a la Conferencia Episcopal Italiana (CEI, una subsidiaria de propiedad absoluta de Francisco, Inc.) hacer un ataque directo a la legitimidad y autoridad de Summorum Ponitificum y su declaración de que la Misa Tradicional en Latín nunca fue abrogada y por lo tanto, deslegitimando el derecho individual del sacerdote a decir la Misa.
Todos estos son hechos. Todas estas cosas han sucedido. Están fuera de toda duda.
Una vez más, lo que sigue es mi especulación, espero que informada. Pero basada en el patrón de evidencia de cómo han destruido sistemáticamente la capacidad de llevar una auténtica vida religiosa tradicional dentro de las reglas y estructuras de poder de la Iglesia. Mientras que al mismo tiempo restringen sistemática y severamente los derechos y la capacidad de cualquier obispo individual para actuar como un puerto seguro.
Debo concluir que el ataque a Summorum Ponitificum en la CEI fue un globo sonda telegrafiando lo que está por venir de la misma manera que el discurso del cardenal Kasper a principios de 2014 telegrafió el desastre por venir sobre el matrimonio que se manifestaría en los sínodos amañados y Amoris Laetitia. Y creo saber por qué. Sospecho que sé lo que podrían pretender.
Ok, has leído mucho para llegar a esta parte. Gracias. Así que volvamos a la pregunta original y al título de esta serie, Actuando el cisma. ¿Cómo convertir un cisma de facto en uno real? ¿Cómo se consigue que los católicos tradicionales fieles sean considerados cismáticos? Primero definámoslo.
Basándose en todas las pruebas y en su forma de actuar. Esto es lo que creo que podría suceder
Creo que derogarán Summorum Ponitificum (en concreto, el derecho individual de los sacerdotes a decir la Misa), aunque seguirán permitiéndolo bajo alguna estructura de superindulto, una Ecclesia Dei enriquecida. Sospecho que el interés inicial en traer a la SSPX de vuelta al redil era que podrían ser el tarro de miel. Pero como eso no funcionó, sospecho que el plan se ha modificado ligeramente.
Nos devolverán a la era del indulto y nos consolidarán en unos pocos grupos (FSSP, ICKSP, etc.) y en algunas sedes de indulto con derechos adquiridos. Afirmarán, y sus hermanos lamebotas de los medios católicos sumisos a Bergoglio lo dirán con bombos y platillos, que no se trata de una medida antitradicional. "El Papa no ha suprimido ni una sola misa tradicional, se trata sólo de gobernar".
Y cuando se asiente la polvareda, será entonces cuando el papa baje la vara. No, no creo que prohíba la Misa Tradicional en Latín. Demasiado retroceso para eso y hay una manera mucho más fácil de lograr sus objetivos. El papa hará algo mucho peor que prohibirla. La cambiará. Va a cambiar el misal de 1962.
El papa ejercerá su legítima autoridad para el aggiornamiento el misal de 1962. Quizás reemplazará el leccionario por el actual de 3 años, cambiará algunas oraciones, permitirá la comunión en la mano, o algunos otros cambios que sacudirán las conciencias de los católicos tradicionales. Ellos conciliarán el Vaticano II con la Misa Tradicional en Latín. Ya se les puede oír: "El papa no prohibió la Misa en latín, sólo usó su legítima autoridad sobre la liturgia para hacerla más significativa".
Por fin hemos llegado al último post de esta serie (al menos por ahora). En las entregas anteriores, revisamos el abuso sistemático de poder repetidamente desplegado para destruir focos de resistencia a través del proceso de “visitación”. Hemos visto el proceso sinodal abusivo y retorcido para servir a los objetivos modernistas de la cábala. Tenemos la fuerza nuclear de destrucción del monacato católico tradicional que son los cambios de reglas de Vultum dei quaerere y Cor Orans. Hemos visto cómo a los obispos se les ha retirado la autoridad que tenían desde hace tiempo para permitir e invitar a grupos católicos a sus diócesis y cómo Roma ha ejercido el poder de veto, respaldada por la amenaza realista de destitución sumaria sin el debido proceso a través del ridículo proceso de “visita apostólica” por el delito inventado de no llevarse bien con la conferencia episcopal.
Hemos visto todo eso, y ahora hemos visto a la Conferencia Episcopal Italiana (CEI, una subsidiaria de propiedad absoluta de Francisco, Inc.) hacer un ataque directo a la legitimidad y autoridad de Summorum Ponitificum y su declaración de que la Misa Tradicional en Latín nunca fue abrogada y por lo tanto, deslegitimando el derecho individual del sacerdote a decir la Misa.
Todos estos son hechos. Todas estas cosas han sucedido. Están fuera de toda duda.
Una vez más, lo que sigue es mi especulación, espero que informada. Pero basada en el patrón de evidencia de cómo han destruido sistemáticamente la capacidad de llevar una auténtica vida religiosa tradicional dentro de las reglas y estructuras de poder de la Iglesia. Mientras que al mismo tiempo restringen sistemática y severamente los derechos y la capacidad de cualquier obispo individual para actuar como un puerto seguro.
Debo concluir que el ataque a Summorum Ponitificum en la CEI fue un globo sonda telegrafiando lo que está por venir de la misma manera que el discurso del cardenal Kasper a principios de 2014 telegrafió el desastre por venir sobre el matrimonio que se manifestaría en los sínodos amañados y Amoris Laetitia. Y creo saber por qué. Sospecho que sé lo que podrían pretender.
Ok, has leído mucho para llegar a esta parte. Gracias. Así que volvamos a la pregunta original y al título de esta serie, Actuando el cisma. ¿Cómo convertir un cisma de facto en uno real? ¿Cómo se consigue que los católicos tradicionales fieles sean considerados cismáticos? Primero definámoslo.
El cisma es el rechazo de la sumisión al Romano Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia sometidos a él.Ellos han cortado todas las vías posibles para que los fieles católicos tradicionales practiquen legítimamente su fe sin desobediencia.
Basándose en todas las pruebas y en su forma de actuar. Esto es lo que creo que podría suceder
Creo que derogarán Summorum Ponitificum (en concreto, el derecho individual de los sacerdotes a decir la Misa), aunque seguirán permitiéndolo bajo alguna estructura de superindulto, una Ecclesia Dei enriquecida. Sospecho que el interés inicial en traer a la SSPX de vuelta al redil era que podrían ser el tarro de miel. Pero como eso no funcionó, sospecho que el plan se ha modificado ligeramente.
Nos devolverán a la era del indulto y nos consolidarán en unos pocos grupos (FSSP, ICKSP, etc.) y en algunas sedes de indulto con derechos adquiridos. Afirmarán, y sus hermanos lamebotas de los medios católicos sumisos a Bergoglio lo dirán con bombos y platillos, que no se trata de una medida antitradicional. "El Papa no ha suprimido ni una sola misa tradicional, se trata sólo de gobernar".
Y cuando se asiente la polvareda, será entonces cuando el papa baje la vara. No, no creo que prohíba la Misa Tradicional en Latín. Demasiado retroceso para eso y hay una manera mucho más fácil de lograr sus objetivos. El papa hará algo mucho peor que prohibirla. La cambiará. Va a cambiar el misal de 1962.
El papa ejercerá su legítima autoridad para el aggiornamiento el misal de 1962. Quizás reemplazará el leccionario por el actual de 3 años, cambiará algunas oraciones, permitirá la comunión en la mano, o algunos otros cambios que sacudirán las conciencias de los católicos tradicionales. Ellos conciliarán el Vaticano II con la Misa Tradicional en Latín. Ya se les puede oír: "El papa no prohibió la Misa en latín, sólo usó su legítima autoridad sobre la liturgia para hacerla más significativa".
Así que ahí lo tienen. Cualquier grupo aprobado que se resista a los cambios o se queje demasiado recibirá la “Visita Apostólica” y será aplastado por negarse a someterse al pontífice. Cualquier comunidad diocesana de indulto que se resista será aplastada. ¿Y cualquier católico que piense que puede pasar a la clandestinidad y celebrar misas en casa de alguien? No. Los sacerdotes individuales ya no tendrán derecho a decir la misa. Hacerlo significará que te has negado a someterte a la autoridad del papa. Serás un cismático. También cualquier obispo. O aceptas la bota del Vaticano II pisando tu cabeza o eres un cismático.
Cualquier intento de vivir una auténtica vida católica tradicional, ya sea como religioso, o simplemente asistiendo a la Misa de todos los tiempos, te convertirá en un cismático por defecto. Quieres ir a la SSPX, eres cismático. Quieres ir a una misa clandestina, eres cismático. Quieres formar un grupo de fieles bajo una regla tradicional sin permiso de Roma, eres cismático. Convertirán cualquier intento de vivir una vida católica tradicional en un acto de desobediencia.
Y ahí está. Así es como se convierte un cisma de facto en uno real con los fieles católicos mirando desde fuera. Sé que muchos de ustedes dirán que no pueden ejercer legítimamente su autoridad de esta o aquella manera, y tienen razón. Pero eso no importa. Los últimos años bajo Bergoglio demuestran que eso no importa. El poder es lo único que importa. Han cortado todas las vías de escape y nos están llevando al precipicio, porque es ahí donde nos quieren. Elige: Obediencia o tu fe.
Nota de Diario7: Este artículo fue publicado originalmente el 3 de diciembre de 2018
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