El domingo pasado Bergoglio presidió una eucaristía en la iglesia de Santo Spirito in Sassia, junto a la Casa General de los Jesuitas, a poca distancia del Vaticano.
Con motivo de la “Fiesta de la Divina Misericordia” de Juan Pablo II, repitió en la homilía sus tópicos sentimentales como “Dios cree en nosotros incluso más que nosotros mismos”. O, “Los confesores están destinados a transmitir la dulzura de la misericordia de Jesús, que perdona todo”. O, “Dios perdona todo” - a diferencia de Bergoglio que es implacable y vengativo cuando se enfrenta a los católicos fieles.
O, “Los Hechos [de los Apóstoles] relatan que 'nadie reclamaba la propiedad privada de ningún bien, sino que todo lo que poseían lo tenían en común' (Hch 4, 32); esto no es comunismo, sino cristianismo puro”, exclamó Bergoglio como si en el comunismo la propiedad se tuviera “en común”.
Antes de la Comunión Bergoglio utilizó por primera vez en público su traducción errónea del Padre Nuestro (Video aquí) que impuso en Italia, probablemente para crear más división.
Hasta ahora, sólo se acusaba a los Testigos de Jehová de manipular la traducción de la Biblia. Ahora, la iglesia Bergogliana se ha unido al club.
Después de la Misa, Bergoglio estrechó las manos de la gente e incluso les permitió besar su anillo. La mayoría de la gente iba sin mascarillas. No se respetaron las distancias sanitarias.
Gloria TV
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