La policía confirmó que el incendio fue provocado intencionalmente y que los terroristas atacaron la Capilla con “cócteles molotov” lanzados desde un vehículo en movimiento.
Otro acto de violencia contra instituciones de la Iglesia Católica. En esta ocasión, el terrorismo antirreligioso se dirigió contra una Capilla de la diócesis de Villarrica, en Chile.
Un incendio destruyó por completo la Capilla Roble Huacho que pertenece a la Parroquia de San Antonio, en la ciudad de Padre de Las Casas, en la región chilena de la Araucania.
El ataque criminal ocurrió la noche del pasado viernes 16/04, en el kilómetro 8 de la vía que conduce a Huichahue. Los bomberos que llegaron para sofocar las llamas hicieron lo que pudieron, pero no pudieron evitar la destrucción del edificio religioso.
La Brigada Especial de Investigaciones Policiales (BIPE) confirmó que existía la intención de provocar el incendio: la Capilla fue atacada con ‘cócteles molotov’ lanzados desde un vehículo en movimiento, confirmó la pericia policial.
La Asociación por la Paz y la Reconciliación La Araucania (APRA), a través de las redes sociales, reiteró que el incendio fue un atentado terrorista.
Respecto a este atentado terrorista, el obispo Francisco Javier Stegmeier, obispo de Villarrica, expresó su apoyo al párroco y también expresó su cercanía y solidaridad con la comunidad afectada:
“Es con mucho dolor que vemos, una vez más, que una de nuestras capillas, el templo de la Comunidad de San Andrés, fue incendiada. Mi cariño y mi apoyo van a la comunidad que sufrió esta afrenta”, dijo.
Como lo expresa Mons. Stegmeier en un mensaje, “este hecho que, además de motivarnos a rezar intensamente por la paz en la región, debe hacernos reflexionar sobre el porqué de esta violencia irracional y qué caminos debemos tomar todos como sociedad resolver la situación crítica que estamos viviendo”.
El obispo de Villarrica, todavía en su mensaje, pidió a su comunidad diocesana “ser capaz de llevar la paz a la región”.
Concluyendo sus palabras, Mons. Francisco Javier Stegmeier instó a los fieles “a seguir rezando, con mayor intensidad, por todos los que sufren esta inútil y creciente violencia, así como por quienes erróneamente buscan soluciones a través de la destrucción y el terror, y también por la autoridades responsables del bien común”.
Un incendio destruyó por completo la Capilla Roble Huacho que pertenece a la Parroquia de San Antonio, en la ciudad de Padre de Las Casas, en la región chilena de la Araucania.
El ataque criminal ocurrió la noche del pasado viernes 16/04, en el kilómetro 8 de la vía que conduce a Huichahue. Los bomberos que llegaron para sofocar las llamas hicieron lo que pudieron, pero no pudieron evitar la destrucción del edificio religioso.
La Brigada Especial de Investigaciones Policiales (BIPE) confirmó que existía la intención de provocar el incendio: la Capilla fue atacada con ‘cócteles molotov’ lanzados desde un vehículo en movimiento, confirmó la pericia policial.
La Asociación por la Paz y la Reconciliación La Araucania (APRA), a través de las redes sociales, reiteró que el incendio fue un atentado terrorista.
Respecto a este atentado terrorista, el obispo Francisco Javier Stegmeier, obispo de Villarrica, expresó su apoyo al párroco y también expresó su cercanía y solidaridad con la comunidad afectada:
“Es con mucho dolor que vemos, una vez más, que una de nuestras capillas, el templo de la Comunidad de San Andrés, fue incendiada. Mi cariño y mi apoyo van a la comunidad que sufrió esta afrenta”, dijo.
Como lo expresa Mons. Stegmeier en un mensaje, “este hecho que, además de motivarnos a rezar intensamente por la paz en la región, debe hacernos reflexionar sobre el porqué de esta violencia irracional y qué caminos debemos tomar todos como sociedad resolver la situación crítica que estamos viviendo”.
El obispo de Villarrica, todavía en su mensaje, pidió a su comunidad diocesana “ser capaz de llevar la paz a la región”.
Concluyendo sus palabras, Mons. Francisco Javier Stegmeier instó a los fieles “a seguir rezando, con mayor intensidad, por todos los que sufren esta inútil y creciente violencia, así como por quienes erróneamente buscan soluciones a través de la destrucción y el terror, y también por la autoridades responsables del bien común”.
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