Ryszard Biernat tenía apenas 23 años cuando llegó a la Diócesis de Buffalo en 2003.
El futuro secretario del “obispo” —que ahora se ha convertido en el denunciante número 2 en el escándalo sexual de la diócesis— era solo un seminarista cuando se le asignó quedarse con el “reverendo” Art Smith en la iglesia católica de Santo Tomás de Aquino en el sur de Buffalo.
“Durante ese tiempo, Art Smith me agredió sexualmente”, declaró el padre Ryszard en una entrevista con el equipo de investigación de 7 Eyewitness News. “Y ojalá alguien me hubiera dicho que era un delito”.
Con sus enormes antebrazos y su complexión musculosa, el padre Ryszard suele ser un portento de fuerza física. Pero al recordar aquel momento de hace 15 años —cuando apenas podía asimilar lo sucedido— ahora lucha por contener las lágrimas.
“En aquel entonces, sabía suficiente inglés como para pedir un café con leche en Starbucks, no para denunciar la agresión sexual”, dijo. “Ya sabes, estas palabras no te las enseñan en las clases de inglés como segunda lengua”.
El inmigrante polaco pronto recibiría una lección sobre cómo los obispos de la diócesis de Buffalo manejan los casos de abuso sexual.
Un documento que el “obispo” Malone envió al Vaticano, y que obtuvo el equipo de investigación, confirma el relato del padre Ryszard, afirmando: “Cuando el padre Art era párroco en una de nuestras parroquias de la ciudad, un seminarista notó que el padre Art parecía manipularlo para ganarse su afecto. Una noche, el seminarista relató un incidente en el que el padre Art entró en su habitación, se metió en su cama y comenzó a tocarle los genitales”.
Smith -que fue objeto de una investigación el año pasado- reveló que el “obispo” Malone lo reintegró al ministerio a pesar de las acusaciones de contacto inapropiado con niños y adultos, y negó en una llamada telefónica, haber agredido a Biernat.
“Eso no es cierto en absoluto”, dijo Smith, quien actualmente se encuentra de baja administrativa mientras el Vaticano decide sobre una denuncia por abuso sexual infantil en su contra. “Sé perfectamente de qué habla. Lo único que diré es que tuvimos una fiesta de Navidad, él bebió un poco de más, admito que yo también bebí un poco de más, y le dije que me gustaba más de lo que él jamás podría imaginar. Y ahí quedó la cosa. No pasó nada más”.
Pero no fue solo la presunta agresión sexual del padre Art Smith lo que marcó a Biernat. Peor aún, según él, fue la forma en que el “obispo auxiliar” Edward M. Grosz manejó el asunto cuando lo denunció a la diócesis.
Edward Grosz
Luego Grosz le dijo algo escalofriante:
- “Ryszard, si no dejas de hablar de esto, no serás sacerdote. ¿Me entiendes? ¿Me entiendes?”- dijo el padre Ryszard.
En cierto modo, dijo, esas palabras fue peor que la agresión.
“Eso fue tan doloroso, tan difícil -dijo el padre Ryszard -Esa reunión, pensé, destruyó mi vida durante años. Me sumió en una depresión, en ataques de ansiedad. Apenas llevaba dos años en un país extranjero. No conocía las leyes de aquí y buscaba ayuda en la iglesia. Y entonces volvieron a victimizarme”.
El abogado del padre Ryszard, Barry N. Covert, lo describió de otra manera: “Fue puro chantaje”.
“Y la implicación es -dijo Covert- que no serás ordenado, serás enviado de regreso a tu país de origen porque no tendrás una visa de estudiante, serás sacado directamente del país”.
Pero el padre Ryszard sí se ordenó sacerdote y finalmente se convirtió en el “secretario sacerdotal” del “obispo” Malone en 2013. Ahora se pregunta cual fue el motivo oculto para su elección.
“¿Por qué eligieron al padre Biernat como secretario? -preguntó Covert- ¿Acaso sentían que tenían tanto poder sobre él que, que sin importar lo que oyera, no podía revelarlo, porque sabía que sería deportado si perdía su trabajo en la Iglesia Católica?”.
Documentos de los “archivos secretos” de la diócesis, obtenidos por el equipo de investigación el año pasado, muestran que el padre Ryszard, debido a su cargo de vicerrector, incluso tuvo que certificar documentos para el “obispo” Malone que permitieron que Smith, el abusador del padre Ryszard, fuera reintegrado al ministerio por Malone a pesar de las múltiples acusaciones de mala conducta.
Art Smith
El padre Ryszard dijo que cuando vio cómo el “obispo” manejaba las denuncias de acoso sexual presentadas por el seminarista Matthew Bojanowski contra el “reverendo” Jeffrey Nowak, decidió denunciarlo porque no quería ver a otro seminarista silenciado.
Se convirtió en ciudadano estadounidense en julio de este año, un hecho que no pasó desapercibido para el “obispo” Malone, quien envió grabaciones de audio presionando al padre Ryszard para que guardara silencio sobre Nowak.
“No olvides lo que te estoy diciendo -le dijo Malone al padre Ryszard en una grabación el mes de agosto- No podemos… por favor, no hablemos de eso en televisión. No puedo… eres ciudadano estadounidense, eres libre de hacer lo que quieras”.
Según Covert, esa declaración hizo que “saliera disparado de su silla”.
“Porque me di cuenta de que esa era una confirmación verbal de que mi cliente estaba siendo —directa o al menos indirectamente— chantajeado por la diócesis para que no revelara el abuso que sufrió, y también para que no revelara los otros abusos de los que le dieron todos los archivos para que los revisara”, dijo Covert.
La última humillación llegó este año, cuando el padre Ryszard dijo que un católico prominente escribió una carta al Consejo de Laicos del Obispo, instando al grupo a presionar al “obispo” para obtener respuestas en el caso del padre Ryszard, porque “no podemos 'sanar' sin la verdad”.



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