Por Enrique de Zwart
En una entrevista reciente el Cardenal Sarah equiparó a las migraciones masivas contemporáneas con una nueva forma de esclavitud.
“Es una falsa exégesis utilizar la Palabra de Dios para valorizar la migración […]. Dios nunca ha querido estos desarraigos […]. Esta voluntad actual de globalizar al mundo suprimiendo a las naciones, las especificidades, es una locura total”.
Las palabras del cardenal, nacido en Guinea-Conakri en África occidental, resultan especialmente corajudas ya que dignatarios de la Iglesia, incluido el papa Francisco, han hablado a favor de la inmigración masiva hacia Europa citando pasajes del Evangelio e insinuando que quien se opone no es un buen cristiano, o algo peor aún.
Sarah sabe bien que estas migraciones contemporáneas no benefician ni a los emigrantes ni mucho menos a los países que los reciben.
“Todos los inmigrantes que llegan a Europa están hacinados, no tienen trabajo, ni dignidad […]. Si Occidente continúa por este funesto camino, hay un gran riesgo de que, debido a la falta de natalidad, desaparezca, invadido por los extranjeros […]. Hablo como africano. Mi país es mayoritariamente musulmán, creo saber de qué realidad estoy hablando”.
Mas allá de la decadencia actual, Europa tiene un pasado especial y aun un rol que cumplir:
“Dios no cambia de opinión […]. Dios ha dado una misión a Europa, que acogió al cristianismo. Y los misioneros europeos han proclamado a Cristo hasta los confines de la tierra. Y no fue una casualidad, era el plan de Dios. Esta misión universal que Él le dio a Europa cuando Pedro y Pablo vinieron a instalarse en Roma, a partir de la cual la Iglesia ha evangelizado a Europa y al mundo, no ha terminado”.
¿Cuáles son las consecuencias y quién se beneficia con esto?
“Si nosotros le ponemos una fecha límite hundiéndonos en el materialismo, el olvido de Dios y la apostasía, entonces las consecuencias serán graves. Si Europa desaparece, y con ella los valores inestimables del viejo continente, el islam invadirá el mundo y nuestra cultura”.
Se podría observar que además del islam los que se benefician son los intereses globalistas y anticristianos en general, o al menos eso es lo que desean, y han deseado desde hace mucho tiempo.
El cardenal Sarah no es el único religioso extranjero en hacer declaraciones “controversiales” sobre el tema. En los últimos meses el Dalai Lama les hizo subir la presión a zurdos y liberales al afirmar y ratificar que “Europa pertenece a los europeos” y que los refugiados deben regresar a sus países de origen para reconstruirlos. ¡Europa para los europeos! Que locura, solo un nazi, “racista” o “supremacista blanco” podría expresarse así.
Le Grand Remplacement
El Gran Reemplazo es el genocidio gradual y orquestado de los pueblos europeos y cristianos es sus tierras ancestrales mediante inmigrantes africanos, asiáticos y musulmanes.
Las bases del Gran Reemplazo fueron desarrolladas por la llamada escuela de Frankfurt en la década del 30. Hoy en día, luego de una larga marcha sobre las instituciones, a menudo violenta[1], sus discípulos han copado los principales medios y universidades, y bajan línea incesantemente. Emplean la falacia de igualar el amor por la propia gente con el “odio” por el resto. Pero esto lo exigen solo para las naciones cristianas europeas, mostrando que no es sino una deshonesta táctica de dominación.
Curiosamente fue Renaud Camus, homosexual de izquierda, quien acuñó el concepto de “Le Grand Remplacement” seguramente al observar los acontecimientos en su Francia natal, o tal vez inspirado en la novela profética “Le Camp des Saints” de su compatriota Jean Raspail. Su definición del Gran Reemplazo es sencilla “Hay un grupo de gente, y en el transcurso de una generación termina habiendo otro grupo diferente de gente”.
El Gran Reemplazo es tildado de “teoría conspirativa” por los liberales bien-pensant. Los mismos que viven protegidos en sus barrios cerrados y ven inmigrantes solo por TV, o son ellos mismos inmigrantes con conflictos de intereses bien-pensant. Veamos algunas perlitas de ese bastión de la democracia liberal globalizadora que es The New York Times.
“El ‘gran reemplazo’ es una teoría conspirativa que advierte sobre el genocidio blanco”. Lauretta Charlton, What is the great replacement? (The New York Times. 6/Aug/2019).
“‘El Gran Reemplazo’ es una teoría conspirativa racista y misógina que sostiene que los blancos están frente a un declive existencial, incluso extinción, debido al aumento de la inmigración en Occidente”. Farhad Manjoo, The White-Extinction Conspiracy Theory Is Bonkers (The New York Times. 20/Mar/2019).
Hipocresía al cuadrado
Bueno, en realidad cuando el Gran Reemplazo no es negado, es celebrado, inclusive por los mismos medios que lo niegan. La honestidad intelectual nunca fue su punto fuerte. Otra vez el New York Times, pero esta vez aplaudiendo el reemplazo:
“…son una amarga minoría conservadora blanca […] aterrorizada al verse inundada por una nueva mayoría políglota multirracial […]. Muéstrales que están siendo reemplazados” (Michelle Goldberg, We can replace them. The New York Times Op. Editorial. 29/Oct/2018).
Los editorialistas del New York Times no pueden decidirse aun si el Gran Reemplazo es una teoría conspirativa, o es real y hay que celebrarlo.
Mas allá de los grandes medios y sus dobles estándares, el odio hacia la Cristiandad, Europa y sus derivados se extiende a un diverso espectro de gente. Y cuando se explayan muestran la hilacha. Por ejemplo:
“Creo que hay un resurgimiento de antisemitismo porque Europa todavía no ha aprendido cómo ser multicultural y creo que nosotros vamos a ser parte del lanzamiento de esa transformación que debe ocurrir. Europa no va a ser esa sociedad monolítica que una vez fue en el siglo pasado. Los judíos van a estar en el centro de todo esto. Europa emprenderá una transformación enorme. Ahora está entrando en un modo multicultural y los judíos serán mirados con resentimiento debido a nuestro papel de liderazgo” (Barbara Lerner Spectre).
“Los judíos deberían alegrarse de que la Europa cristiana está perdiendo su identidad como un castigo por lo que nos hicieron durante cientos de años cuando estuvimos exiliados allí… Y ahora Europa está perdiendo su identidad frente a otros pueblos y otra religión, y no quedarán restos ni sobrevivientes de la impureza de la Cristiandad” (Rabino Baruch Efrati).
“El Mesías vendrá solo cuando Edom, Europa, la Cristiandad hayan caído completamente. Entonces les pregunto ¿Son buenas noticias que el Islam está invadiendo Europa? ¡Son excelentes noticias! Es un anuncio de la venida del Mesías”. (Rabino David Touitou)
“…el Islam retornará a Europa otra vez. ¿Debe esta conquista ser mediante la guerra? No. Será una conquista pacífica”. “Con vuestras leyes democráticas nosotros los colonizaremos; con nuestras leyes coránicas los someteremos” (Yousouf al-Quaradawi, líder de la Hermandad Musulmana).
Los ex presidentes de Argelia, Boumediene, y de Libia, Gadafi, lanzaron advertencias (expresiones de deseo) similares.
Por un lado se tilda de conspiracionistas a quienes mencionan y se oponen al reemplazo. Por el otro se celebra que el reemplazo esté ocurriendo como algo bueno, deseable y justo. ¿En qué quedamos? ¿A quién creerle? ¿A los liberales arrogantes que niegan el reemplazo, o a los zurdos y otros resentidos que lo celebran? In vino veritas, y en los nombres también: Mohamed ocupa el primer lugar por primera vez en los veinte nombres más populares de Francia. El Nombre del Profeta fue el primer nombre dado en Inglaterra y Gales en 2015. Mohammed fue el primer nombre masculino de Oslo en 2014. En Berlín en 2018, el nombre que más se les dio a los niños fue Mohammed. En EE.UU. las cosas no andan mucho mejor.
¿Et tu, ONU?
¿Y qué dirán las Naciones Unidas a todo esto? Considerando que entre las definiciones de genocidio de la ONU se incluye “infligir deliberadamente a un grupo condiciones de vida calculadas a fin de provocar su destrucción física total o parcial”, seguramente se opondrán al reemplazo como a todo genocidio. ¿No? No precisamente…
A principios de 2017 la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales publicó un informe titulado “Migraciones de Reemplazo: ¿Una Solución ante la Disminución y el Envejecimiento de las Poblaciones?”. El término “migraciones de reemplazo” se utiliza para definir el nivel de migraciones internacionales necesario en cada país para evitar la disminución y el envejecimiento de la población que resulta de tasas de fecundidad y de mortalidad bajas.
¡Qué casualidad que toda Europa está en la mira de la ONU para recibir las dudosas bendiciones de las migraciones de reemplazo! La ONU promueve el reemplazo de los europeos como una solución a sus problemas demográficos.
Sitio de las Naciones Unidas donde se publicó el ensayo a favor del reemplazo de los pueblos de Europa (https://www.un.org/esa/population/publications/migration/presssp.htm). Ahora lo han borrado (Pagina no encontrada) sin lugar a dudas por considerarlo contraproducente, pero el texto original se puede ver en este sitio.
Acción y Reacción
Esta invasión ha causado enormes problemas en las naciones europeas. No solo económicos y culturales. En Inglaterra ocurrieron (y ocurren) las violaciones masivas de chicas inglesas por bandas musulmanas en Rotherham, Rochdale y Telford. Escándalos que tanto el gobierno como la prensa inglesa han tratado de tapar, llegando hasta meter presos a padres de chicas violadas acusándolos de “racistas”.
Estos abusos han generado tal rabia entre la población nativa, que los medios han ocultado o presentado en forma negativa cuando se vieron forzados a reportarlos. Sin embargo, la gente se ha expresado claramente en las urnas. En Europa occidental lo demuestran la elección de Salvini en Italia, el Brexit, los altos porcentajes que reciben Le Pen en Francia, Alternativa para Alemania, los Demócratas de Suecia y Foro para la Democracia en los Países Bajos, entre otros. Ni hablar en Europa del Este donde gobiernos defensores de la cultura y religión local y contrarios a la degeneración moral y a la inmigración masiva musulmana se han instalado en Hungría, Polonia y República Checa. Los triunfos de Trump y Bolsonaro son otra manifestación del mismo fenómeno en las Américas.
También ha habido reacciones aisladas pero violentas de gente desesperada ante el atropello y la complicidad que ven dentro de sus propios gobiernos. Los ataques en Noruega (Utoya, 2011), y más recientemente en Nueva Zelanda (Christchurch) y EEUU (El Paso) vienen al caso [2].
El Gran reemplazo es ofuscado por los medios ya que la gente tiende a enojarse cuando se entera que se volverán una minoría en sus propios países. Estas, por ahora aisladas, reacciones violentas son quizás una ominosa visión del futuro.
La verdadera riqueza de las naciones
El popular líder húngaro, Viktor Orbán, quien ciertamente cumple la función suprema del estadista al proveer contra los males prevenibles, está perfectamente al tanto del Gran Reemplazo y ya ha puesto varios mecanismos en marcha para preservar a Hungría. En el reciente encuentro internacional sobre demografía en Budapest (que los medios ocultaron o denigraron), al que asistieron líderes de la región y delegaciones de muchos países, dijo Orbán:
«Si Europa no va a estar poblada por europeos en el futuro y lo aceptamos como un hecho, entonces estamos hablando de un intercambio de poblaciones, para reemplazar la población europea por otras. Hay fuerzas políticas en Europa que quieren un reemplazo de la población por razones ideológicas o de otro tipo». (Viktor Orbán, primer ministro de Hungría)
La respuesta de Hungría al Gran Reemplazo es una fuerte política profamilia, lo opuesto a fomentar la inmigración masiva de gente incompatible y hostil a la cultura y religión local que las elites anticristianas están implementando en Europa Occidental. La natalidad en Hungría ya está aumentando gracias a las políticas provida de su gobierno. Otros países de Europa del Este van por la misma senda, lo que enfurece a los globalistas anticristianos abortistas, quienes a pesar de toda su verborragia parecen odiar la diversidad bien entendida.
La razón por la cual es necesario preservar la diversidad y la identidad de cada nación nos la recuerda el extraordinario Aleksandr Solzhenitsyn en su discurso de aceptación del premio Nobel de literatura en 1970:
«En los últimos tiempos se ha puesto de moda hablar de la igualación de las naciones, de la desaparición de diferentes razas en el crisol de la civilización contemporánea. No estoy de acuerdo con esta opinión, […] la desaparición de las naciones nos empobrecería tanto como si todos los hombres se volvieran iguales, con la misma personalidad y el mismo rostro. Las naciones son la riqueza de la humanidad, sus personalidades colectivas; la menor de ellas viste sus propios especiales colores y lleva dentro de sí una faceta especial de la intención divina..» (Aleksandr Solzhenitsyn, premio nobel de literatura).
Una pregunta inconveniente (y racista)
Pero si ciertos países como Israel y Arabia Saudita pueden estar definidos por una mayoría étnica-religiosa bien específica, para nada “diversa”, y jactarse de ello, ¿por qué los países europeos no pueden aspirar a lo mismo? ¿Por qué a estos países, y solo a éstos, se les demanda abrir sus puertas a la inmigración masiva? ¿Por qué Arabia Saudita y los ricos países del Golfo no han recibido a ningún inmigrante musulmán de Siria y otros países de la región?
La tan promovida “diversidad” es un eufemismo para el reemplazo y la destrucción de Europa. Oponerse a esta forzada “diversidad” se cataloga como “lenguaje de odio”. Pero el cardenal Sarah tiene razón: Dios no cambia de opinión… y como recuerda el Cardenal Burke, un gobierno mundial ni es justo ni es legítimo, al punto que el Señor de las naciones ha demostrado siempre su disgusto frente a intentos babélicos de formar un nuevo orden mundial.
Es así nomás… Dios se opone a la globalización homogeneizadora, así que… a no perder las esperanzas.
Enrique de Zwart
[1] El número de ejecutados en Francia en las purgas político-culturales luego de la segunda guerra ronda los 50 mil. Hoy en día los así llamados “antifa”, grupos de criminales financiados por multimillonarios como Soros, juegan un papel similar intimidando y atacando a todo aquel que se oponga a los intereses globalizadores de sus financistas.
[2] Los atentados de la derecha han sido hasta ahora pocos. Aparte de los múltiples ataques de terroristas musulmanes, también ha habido varios ataques de extremistas de izquierda que no son puestos en primera plana por los medios. Recientemente el de Dayton, Ohio, que si bien ocurrió unos días después del ataque en El Paso recibió mucha menos atención, porque el atacante, al ser simpatizante del partido demócrata, tenía el perfil “equivocado”.
Que no te la cuenten…
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