El dicho sorprendió a más de uno -a miles, mejor- y los mal pensados que nunca faltan, gracias a Dios, barruntaron que algo feo se escondía detrás. Desde luego, para los aborregados “católicos oficiales” no era más que una expresión “inclusiva” de un hombre que predicaba misericordia y la compasión, de un hombre humilde que despedía a sus visitantes con el consabido “Recen por mí”. No pasó mucho tiempo sin que se revelase que de misericordioso y de humilde Jorge Mario Bergoglio nada tenía, sino que se trataba de un taimado profesional.
Todo esto viene a cuento porque al menos dos de los nuevos cardenales que eligió son defensores públicos de la homosexualidad, lo que permite inferir que el ya tristemente célebre “¿Quién soy yo para jugar?” era la primera fase de un plan diseñado por Bergoglio y sus mandantes, con el objetivo de liquidar a los partidarios de una moral “rígida”, a los “doctores de la ley” y a los “cuenta rosarios”, lo que representaba un obstáculo para implantar “la religión del hombre”, ya pergeñada por los artífices del Vaticano II, y levantar así otra Iglesia a medida de los modernistas.
Remitámonos a los antecedentes de dos de las nuevas Eminencias:
Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y gran compinche del jesuita homosexual James Martin. (Véase el twitter de este último)
Al escribir el 21 de mayo en la página web jesuita AmericaMagazine.org, Zuppi elogió el libro “Building a Bridge” [Construyendo un puente], escrito por el “padre” James Martin. Zuppi pide el “uso de una sabia pedagogía del gradualismo” respecto a la homosexualidad.
Y por si esto fuera poco, apunta Carlos Esteban:
“El nombramiento del único italiano, el arzobispo de Bolonia Matteo Zuppi, como cardenal, que se hará efectivo en el consistorio del próximo 5 de octubre, ha entusiasmado a los socialistas italianos del Partido Democrático (PD), a punto de entrar en un nuevo gobierno, y a publicaciones lgbt como gaynews.com”
José Tolentino de Mendonça, archivista y bibliotecario de la Santa Sede y amigote de la monja subversiva Teresa Forcades
Sobre este sujeto, de rapidísima carrera, se preguntaban los amigos de Adelante la Fe:
-“¿El papa Francisco abre las puertas de la Iglesia Católica a la teología gay? La pregunta surge espontáneamente ante la noticia de que para dirigir los inminentes y ya tradicionales ejercicios espirituales de Ariccia para el propio papa Bergoglio y a los miembros de la Curia romana se ha llamado al sacerdote-poeta portugués José Tolentino de Mendonça, conocido por ser admirador de Sor María Teresa Forcades i Vila, teóloga notoria por sus posturas favorables a la ideología homosexualista, que precisamente se encuentra en Italia estos días para presentar su libro Siamo tutti diversi! Per una teologia Queer (Castelvecchi Editore)”. (La foto corresponde a la presentación del libro)
Y como complemento de estas malandanzas, informa Il Giornale que
“El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Alemana (no es nuevo en las solicitudes de este tipo) y obispo de Osnabrück, el obispo Franz-Josef Bode , y el arzobispo de Hamburgo, Mons. Stefan Hesse , escribieron el prefacio del libro “Mit dem Segen der Kirche?”, que en italiano podría traducirse con la pregunta “¿Con la bendición de la iglesia?”, un libro que espera la bendición de las uniones homosexuales en las iglesias católicas.
El “trabajo”, que acaba de ser publicado en Alemania por el editor Herder Verlag, cuenta con los curadores Stephan Loos, Michael Reitemeyer y Georg Trettin. Este último es un “teólogo” que se ha “casado” civilmente con otro hombre y es organizador de los “Servicios de la Iglesia Queer” en Alemania. Loos y Reitemeyer son los responsables de las academias de educación diocesanas de la diócesis de Osnabrück y la archidiócesis de Hamburgo, respectivamente.
El libro, que tiene como subtítulo el deseo de “centrarse en el trabajo pastoral con las uniones homosexuales”, incluye numerosos artículos sobre la cuestión de la bendición eclesial de las uniones homosexuales. Entre estos textos también está el del profesor Thomas Schüller, teólogo y experto en derecho canónico de la Universidad de Münster, quien afirmó que, aunque el derecho canónico vincula claramente el sacramento del matrimonio con la procreación, sería “posible” para un obispo diocesano “establecer normas en la esfera litúrgica para la iglesia que le fue confiada” y para proponer “una bendición litúrgica para las parejas homosexuales” .
Otro artículo en el libro se titula “Dos mujeres en el camino hacia el matrimonio”. Su autora, Petra Dankova, directora de un grupo feminista de “fieles cristianos”, describe su experiencia personal “en y con la Iglesia”.
Johannes Zu Eltz, sacerdote y decano de Frankfurt que durante años, en oposición a las normas morales de la Iglesia Católica sobre el tema, ha estado trabajando para preparar una bendición litúrgica para las parejas homosexuales, en su artículo propuso los detalles concretos de cómo podría aparecer una “bendición litúrgica” de tales parejas y cómo podría prepararse. Zu Eltz hizo, a través de su interpretación personal, una referencia a la exhortación post-sinodal del papa Francisco Amoris Laetitia (los números 3, 297, 299, 300, 305) que permitiría “soluciones regionales”, así como “la apreciación del verdadero amor en las llamadas situaciones irregulares” en las cuales el crecimiento del amor y la gracia sería “posible”.
Otro ensayo fue escrito por el profesor Stephan Goertz, autor del libro “¿Quién soy yo para juzgar? La homosexualidad y la Iglesia católica”. Este señor, durante los debates del sínodo de los obispos sobre la familia de 2015, había argumentado que la homosexualidad ya no debería ser condenada porque los tiempos han cambiado. También propuso considerar un carácter sacramental para las uniones homosexuales si se basan en “una relación homosexual leal y amorosa”, que se entendería “como una asociación en la creencia en el Dios de Israel y de Jesús”.
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