Por el Padre Paolo M. Siano
Algunos maestros masones alabando a Lucifer
Aunque varios masones, e incluso lo que llamo el Círculo Sueco (ver aquí), intentan minimizar o negar la relación entre Masonería-Gnosis-Lucifer, hay testimonios masónicos que lo admiten claramente, o al menos dejan claro que tal relación es real.
Me limitaré a reportar aquí dos textos masónicos. El primero es bastante reciente (2016). El segundo data de 1970-1971 y fue escrito por un masón alemán en un período que considero emblemático: en el período inmediatamente posterior al concilio, la masonería intenta obtener de la Iglesia y la Curia Romana una especie de declaración de compatibilidad entre ser masón y ser católico. En cambio, ese texto alemán también muestra cómo es natural para los Maestros Masones realizar magia ritual (dentro y fuera del ritual de la Logia Masónica) y apreciar (si no venerar) a Lucifer... He aquí, pues, la “conciliatio oppositorum”, o unión de opuestos, que forma parte de la esencia del espíritu masónico. Algunos ejemplos de dicha “conciliatio” masónica pueden ser:
Iglesia y Masonería, Religión y Magia, Luz y Oscuridad, Dios y Lucifer…
“MIZR” y “Lucifer: el portador de la Luz Masónica”
En ese artículo de ADM, encontré citados, casi textualmente, ahora resumidos, varios contenidos de mis estudios: “Introduzione allo studio del luciferismo massonico” (Introducción al estudio del Luciferianismo Masónico), publicado en la revista “Fides Catholica” n.° 2/2006, y “Iniziazione, Esoterismo e Luciferismo nella Massoneria del G.O.I. (Prima parte)” (Iniciación, Esoterismo y Luciferianismo en la Francmasonería GOI (Primera parte), publicado en “Fides Catholica” n.° 1/2007. Estos dos estudios míos fueron publicados posteriormente en algún blog o sitio web (por ejemplo, en italiano aquí y aquí).
Supongo que ADM habrá leído esos estudios míos en Fides Catholica o en internet. Creo que la segunda hipótesis es más probable. ADM no me cita en absoluto, pero eso no importa. Lo importante es que con este artículo ADM confirma mis intuiciones y descubrimientos sobre ciertos contenidos del esoterismo masónico… Solo señalaré algunas de las similitudes entre lo que escribe ADM (2016) y lo que escribí antes que él (2006-2007).
Entremos en el artículo de ADM.
El masón Giosuè Carducci
Luego ADM escribe: “Dado que el satanismo y el luciferismo no se oponen entre sí, el culto a Lucifer como entidad espiritual (o, más simplemente, como símbolo ideal) tiene como presupuestos teológico-filosóficos la identidad entre Dios y el Conocimiento y, por lo tanto, la divinidad de la luz del conocimiento en el hombre, así como finalmente la benignidad esencial de todo ente que sea Portador de luz, es decir, portador de conocimiento” (ADM, pp. 59-61).
Un poco más adelante, ADM afirma: “En los círculos gnósticos (también influenciados por la Teosofía de Madame Blavatsky), Lucifer es considerado un “Ángel” de luz, dualidad del bien y el mal, espíritu divino benéfico y maléfico (unión de opuestos), cuyo fuego infernal regenera. Lucifer es el Logos en su aspecto más elevado, pero también es su Adversario (Satanás) en el aspecto más bajo (Dios-Satanás = Lucifer-Satanás). Lucifer, el Portador de Luz: la Estrella de la Mañana que anuncia el fin de las tinieblas y la llegada del Imperio del Sol, el reino de la luz. Lucifer, Prometeo, quien hizo surgir de la nada el fuego divino de la sabiduría, el poder y la luz y lo entregó a los hombres. Con Lucifer, la materia oscura se redime” (ADM, p. 61). “Y aún más: Luz y sombra, simbiosis misteriosa del Logos Solar, unidad múltiple perfecta, “Lucifer” (asociado a la Serpiente del Génesis) como ser de luz que quiere ayudar a los hombres a descubrir su divinidad interior” (ADM, p. 62).
ADM explica que el Satán Carducciano, “con una lectura cuidadosa”, puede interpretarse como: “la inteligencia demiúrgica que creó y unió los opuestos: cielo y tierra, sol-luna, masculino-femenino, superior-inferior… […]. Esta es la Ley del Equilibrio Universal que permite resolver, fusionar y unir cualquier oposición o contradicción; cada término puede revertirse en su opuesto. La doctrina-ley de la Armonía-Equilibrio de los Opuestos (representada por símbolos masónicos como la Balanza, el Triángulo, la Escuadra y el Compás…) está claramente ilustrada, en primer lugar, por Albert Pike, 33° RSAA, y también por otros masones con autoridad. Explican que esta doctrina (inspirada en la Cábala judía) constituye el Secreto Real que el Hermano alcanza en los altos grados de perfección: bien-mal (Cielo-Infierno, Dios-Diablo), luz-oscuridad, activo-pasivo, masculino-femenino, amor-odio, verdad-error, justicia-misericordia... constituyen los aspectos inseparables de la única Ley del Equilibrio que existe en Dios, en el Universo y en el Hombre, para la cual ambos opuestos son necesarios. Debemos aprender la conjunción de los opuestos (incluso Luz-Oscuridad)” (ADM, p. 62).
Ahora, sobre la Ley (esotérica) del Equilibrio y Albert Pike, grado 33, el lector puede comparar el pasaje anterior de ADM (2016) con lo que escribí en 2006 y luego informé en un sitio web en 2014 (en italiano aquí).
Luego ADM elogia la Gnosis de Carl Gustav Jung quien también enseña “la necesidad y bondad del Diablo como principio inmanente a lo divino” (ADM, p. 62).
Carl Gustav Jung
ADM escribe: “La masonería no es una religión; no admite dogmas, sino que respeta todas las creencias razonablemente sentidas y sinceramente profesadas. Dios, fuente de amor, no de odio; Satanás, genio del bien, no del mal” (ADM, p. 63).
ADM cita pasajes del libro “Moral y Dogma”, en el que Albert Pike, grado 33, presenta a Lucifer como el Portador de la Luz… ADM comenta: “Por lo tanto, si interpretamos a Lucifer como Libre Pensamiento, Razón y Naturaleza, podemos hablar de Luciferismo Masónico. En el principio, el hombre no era esclavo, pues seguía la “religión natural” con los ritmos de la naturaleza, adorando también al sol y a la luna. Luego vino la “religión revelada”, que condicionó al hombre con sus preceptos. Debemos esforzarnos por no ser más esclavos de la religión revelada” (ADM, p. 63, negrita mía).
ADM menciona tres tipos de satanismo: 1) “racionalista”, 2) “ocultista”, 3) “luciferismo o satanismo gnóstico-maniqueo” (cf. ADM, págs. 63-64, negrita mía), según el cual el Diablo o Lucifer es “un principio luminoso, bueno y necesario (personal o impersonal) de lo sagrado y lo divino, del cual es verdaderamente portador de conocimiento y luz (Lucifer)” (ADM, pág. 64, negrita mía). ADM añade: “Y es en este último punto donde debemos reconocernos” (ADM, pág. 64, negrita mía).
Un poco más adelante, ADM afirma que Anton Szandor La Vey (fundador de la Iglesia de Satán en 1966): “rebate que el cristianismo haya demonizado y culpado a Lucifer, el portador de la luz. La Vey afirma que solo LA DUDA puede traer la emancipación mental; es decir, la duda de los dogmas cristianos permitirá la resurrección de Lucifer” (ADM, p. 64).
ADM continúa: “Lucifer puede ser no solo el símbolo de la Luz Masónica, de la rebelión contra los dogmas católicos, sino también el Espíritu de Luz, de vida, de libertad, casi un demiurgo o creador del mundo, el “Portador de Luz” (ser personal o energía impersonal y cósmica, estado mental iluminado que alcanzan los Iniciados), el divino Espíritu de Gnosis y de Luz que (voluntariamente o forzado por el Destino o por el Demiurgo Adonai, es decir, el Dios Creador venerado por los católicos…) desciende a las Tinieblas de la Materia terrestre (el Infierno, el Inframundo), a la manera del Lucifer de Dante, y con quien el Hermano Iniciado debe enfrentarse, encontrarse en la búsqueda/transmisión de la Luz Masónica y en el descenso a los infiernos (muerte mística, muerte iniciática), etapa necesaria para ascender a la Luz” (ADM, pp. 64-66, negrita mía).
Un poco más adelante, ADM escribe: “Lucifer es también interpretado como un Principio mágico necesario para conocer y alcanzar a Dios, la Luz, o como una fuerza mágica que puede contribuir a ayudar al Masón iniciado en su proceso de perfección alquímica (Gran Obra), o como un símbolo del hombre (el Iniciado) que llega a la culminación de la obra de la Alquimia esotérica e, iluminado, penetra y conquista las tinieblas” (p. 66).
ADM escribe que la Alquimia nos permite “alcanzar una valoración positiva de Lucifer-Satanás” (cf. ADM, págs. 66-67).
ADM afirma que: “El ambiente cultual y ritual de la Logia está intrínsecamente impregnado de la iluminación filosófica, iniciática y esotérica”, cuyos “elementos inseparables son: el subjetivismo religioso, la iluminación, el metadogmatismo (ir más allá de los dogmas y las autoridades religiosas) y el esoterismo (magia ritual “masónica” inspirada en la alquimia, la Cábala judía...)” (ADM, p. 67).
Un poco más adelante, ADM afirma: “El Venerable Maestro se sienta en la Logia entre el símbolo del Sol y el de la Luna. Esto evoca al Mercurio alquímico, hijo del Sol y la Luna. La Logia es como un cuerpo humano y el trono del Venerable Maestro corresponde a la cabeza. El Sol y la Luna son los ojos, y el Venerable Maestro, en el centro (en su función de dispensador de Luz Estelar, masónico y conciliador de todos los opuestos), puede corresponder al tercer ojo de Shiva, el dios hindú (o manifestación de Brahma), quien une los opuestos en sí mismo” (ADM, p. 68).
ADM afirma: “La Logia se extiende de Este a Oeste, de Norte a Sur, de la superficie al cielo más alto y, en profundidad, de la superficie al Centro de la Tierra… De ahí la unión de los opuestos: Alto-Bajo, Cielo-Infierno… En la teología católica, el inframundo, o profundidad (centro) de la tierra, representa la sede del Diablo, el Infierno… En el ritual, simbolismo y cultura de la Logia encontramos pistas objetivas (esoterismo, magia masónica, asesinato-muerte-tumba simbólico, transmisión de la Luz o Amanecer iniciático, el Venerable Maestro como Portador de la Luz-Lucifer, la Estrella de la Mañana-Lucifer, la coniunctio oppositorum… )” (ADM, p. 68).
Agradezco a ADM (y a Fabrizio Fiorini y los masones de “MIZR”) por haber confirmado en 2016 lo que yo ya había intuido y descubierto en 2006-2007 sobre el luciferismo masónico.
Hno. Adolf Hemberger: Masón Regular, Martinista, Luciferino (FS)
Adolf Hemberger (1929-1992) , profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Gießen (Alemania), fue un estudioso del esoterismo, la masonería y la Fraternitas Saturni (FS), de la que recopiló 15 volúmenes de Documentos y Rituales. En episodios anteriores de este estudio, mencioné la Fraternitas Saturni, una organización iniciática dedicada a la magia y al culto a Saturno-Satanás/Lucifer (ver aquí y aquí).
El masón Adolf Hemberger
En una declaración del 14 de marzo de 1991, el masón (“Bruder” [Hermano]: Br.·.) Adolf Hemberger, firma como Jefe de la Orden Martinista Alemana (“Ordensgeneral des Deutschen Martinisten-Ordens”), Maestro [Venerable] de una Logia regular alemana (“Meister einer regulären blauen Freimaurerloge”) y miembro de la Logia “Quatuor Coronati” (“und Mitglied der Forschungsloge Quatuor Coronati”) (cf. Peter-R. König (Hrsg.), Materialien zum OTO, Arbeitsgemeinschaft für Religions- und Weltanschauungsfragen (ARW), (Hiram-Edición 17), München 1994, p. 192).
Supongo que no se trata de la “Quatuor Coronati Lodge Nr. 2076” de Londres sino de la Logia homónima “Quatuor Coronati Nr. 808” de Bayreuth (Grandes Logias Unidas de Alemania) que es en todo caso “Hermana” de la mencionada Logia de Londres.
Entre 1970 y 1971, Adolf Hemberger escribió un volumen de más de 300 páginas mecanografiadas titulado “Organisationsformen, Rituale, Lehren und magische Thematik der freimaurerischen und freimaurerartigen Bünde im deutschen Sprachraum Mitteleuropas. Der mystisch-magische Orden Fraternitas Saturni” (Formas organizativas, rituales, enseñanzas y temas mágicos de la masonería de Europa Central. La orden mística y mágica de la Fraternitas Saturni). En dicho volumen, Hemberger habla principalmente de la Fraternitas Saturni, pero con importantes referencias al aspecto esotérico y mágico de la masonería regular. Sí, precisamente de la masonería regular alemana, a la que él mismo pertenece.
El “Hermano” Hemberger afirma que el culto a Saturno en la “Fraternitas Saturni” es un culto a Lucifer como Portador de Luz (cf. pp. 6-7).
Hemberg afirma que el grado 32 de la Fraternitas Saturni corresponde al grado 32 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (cf. p. 83). Hemberger afirma que quienes poseen el grado 33 y último de la Fraternitas Saturni realizan operaciones mágicas y representan al Demiurgo-Saturno (cf. p. 84), y, por lo tanto, solo quienes poseen el grado 33 de la Fraternitas Saturni pueden evocar a Saturno como Satanás-Lucifer (cf. p. 85).
Más adelante, el masón Hemberger subraya la centralidad del simbolismo de la Luz en la masonería y menciona algunos círculos iniciáticos que veneran a Lucifer como el Portador de la Luz, la Estrella de la Mañana; como prueba de ello, Hemberger incluso cita el libro antimasónico de Monseñor Léon Meurin SJ, “La Franc-Maçonnerie Sinagogue de Satan” (cf. p. 96). Hemberger afirma que incluso el luciferino (el adorador luciferino) experimenta la trascendencia, en particular en la misa luciferina (“In der luziferischen Messe”: cf. p. 96). Hemberger afirma que el Lucifer de la Cábala y el Satán de Carducci no tienen nada que ver con las Misas Negras de la Edad Media… Según Hemberger, la confusión entre el Dios simbólico, no cristiano , y el concepto cristiano de “Diablo” ha causado muchos malentendidos sobre la masonería (cf. p. 97)… Luego Hemberger afirma que con respecto al culto a Lucifer, autores como Léo Taxil, Bataille, Domenico Margiotta han citado fuentes exactas (“Insofern haben Taxil, Rosen, Bataille, Margiotta etc. richtige Quellen zitiert”: p. 97)!
¡Observo que estos son autores que hablaron del luciferismo masónico!
Más adelante, en el capítulo 14, “Magische Praktiken” (pp. 146-159), el “Hermano” Adolf Hemberger afirma que en los escritos de la masonería dirigidos a un público laico no hay indicación de ningún trabajo mágico, mientras que en los Rituales y Explicaciones de Rituales, así como en los Escritos sobre los usos y símbolos de los masones, el pensamiento mágico emerge más claramente y esto ocurre ya en los primeros 3 Grados de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón (cf. pp. 147-150).
En el Epílogo (“Nachwort”), Hemberger profesa claramente la gnosis, comparte la doctrina de la “Fraternitas Saturni” y rechaza la creencia en un Dios único y personal. Hemberger cree que las deidades paganas no son más que partes del Todo o emanaciones del Ainsoph de la Cábala judía (cf. págs. 303-304).
En resumen, ¡el francmasón Adolf Hemberger también profesa el luciferismo de la “Fraternitas Saturni”!
Así, en la posguerra, durante y después del concilio Vaticano II, la masonería alemana tradicional buscó oficialmente el diálogo con la Iglesia Católica para inducirla a aceptar la compatibilidad entre ser masón y ser católico. Pero al mismo tiempo, en esa misma masonería, era posible que un masón cultivara la gnosis y la magia (dentro y fuera de la Logia Masónica). Y esto, ayer como hoy. Y no solo en la masonería alemana…
No hay comentarios:
Publicar un comentario