lunes, 26 de agosto de 2019

ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE EXORCISTAS ACLARA AL SUPERIOR DE JESUITAS: EL DIABLO EXISTE


La declaración del Superior de la Compañía de Jesús, padre Arturo Sosa Abascal, de que el diablo es una “realidad simbólica”, está “al margen del magisterio ordinario y extraordinario solemne” de la Iglesia, advirtió la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE).

La AIE, que tiene entre sus fundadores al famoso exorcista Gabriele Amorth, emitió un comunicado a raíz de las declaraciones del padre Sosa a la revista italiana Tempi, publicadas el 21 de agosto.

Ante la pregunta de si el diablo existe, el sacerdote dijo que “en diversos modos. Se necesita comprender los elementos culturales para referirse a este personaje. En el lenguaje de San Ignacio es el espíritu maligno que te lleva a hacer las cosas que van contra el espíritu de Dios. Existe como mal personificado en diversas estructuras pero no en las personas, porque no es una persona, es una manera de ejecutar el mal”.

“No es una persona como la persona humana. Es una manera del mal de estar presente en la vida humana. El bien y el mal están en lucha permanente en la conciencia humana, y tenemos los modos para indicarlos. Reconocemos a Dios como bueno, enteramente bueno. Los símbolos son parte de la realidad, y el diablo existe como realidad simbólica, no como realidad personal, afirmó el Superior General de los jesuitas.

En su comunicado del 22 de agosto, la asociación que reúne exorcistas de todo el mundo, advirtió que las afirmaciones del padre Sosa Abascal son “graves” y “desorientadas”, pues “la existencia real del diablo, cual sujeto personal que piensa y actúa y que hizo la elección de rebelarse a Dios, es una verdad de fe que forma parte desde siempre de la doctrina cristiana”.

En ese sentido, recordaron que el 15 de noviembre de 1972, durante la Audiencia General de los miércoles, San Pablo VI dijo que “el mal que existe en el mundo es ocasión y efecto de una intervención en nosotros y en nuestro mundo de un agente oscuro y enemigo, el demonio.

“El mal no es solo una deficiencia, sino un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y aterradora”, advirtió San Pablo VI.

La AIE señaló que el Papa también afirmó la necesidad de creer que el diablo es un ser creado por Dios y no como un principio absoluto independiente o como simple símbolo del mal. “Sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer, la realidad del demonio”, expresó.

San Pablo VI, indicó la AIE, reiteró que el diablo “es el enemigo número uno, es el tentador por excelencia. Sabemos así que este ser oscuro y perturbador existe de verdad”.

Asimismo, el papa Francisco “en diversas circunstancias ha reiterado con insistencia y fuertemente la realidad del demonio”, como en su exhortación apostólica Gaudete et exultate, en la que ha abordado profundamente “sobre la temática demoniaca”. Indicó que el Pontífice ha recordado que “el camino a la santidad es un combate permanente en el que se necesita fuerza y coraje para resistir las tentaciones del diablo”.

“El papa precisa que cuando se habla de la lucha contra el demonio, no se trata de un contraste con la mentalidad mundana ni con las inclinaciones personales hacia el mal, sino más puntualmente se refiere a una lucha contra un ser real, ‘que es el príncipe del mal’. Con esta expresión viene subrayada la dimensión de sujeto o persona en lo concreto, lo que es una entidad subsistente real, que se llama y es el Maligno. Jesús mismo lo ha derrotado y se alegra”, señaló la Asociación Internacional de Exorcistas.

Asimismo, indicó que Francisco “explica que para los tiempos de Jesús se podía entender una enfermedad, como la epilepsia, como una acción demoniaca, sin embargo es necesario reconocer que Jesús ha hecho muchas liberaciones de obsesiones. La acción diabólica confirma la real existencia del diablo y su constante presencia, desde el inicio de la creación, como resulta de las primeras páginas de las Escrituras, en referencia al relato genesíaco de la seducción de la serpiente hacia la primera pareja humana, Adán y Eva”.

“Por tanto, no se puede sostener que ‘el demonio no existe o no actúa’. El Pontífice dice que Jesús mismo, cuando ha enseñado a los discípulos la oración del Padrenuestro, ha puesto como última petición de ser liberados del mal: ‘La expresión que ahí se usa no se refiere al mal como un abstracto’, sino propiamente y concretamente se indica al Maligno, que es un ser personal, el tentador”, indicó AIE.

Además, el papa advierte de “los errores que se difunden en torno a la figura de Satanás: ‘No pensemos entonces que es un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea. Tal engaño nos lleva a bajar la guardia, a descuidarnos y quedar más expuestos’”.

La asociación de exorcistas señaló que “la afirmación es clara y no admite dudas o discusiones sobre la existencia real de Satanás, pues como advierte el papa, “si se niega tal verdad (…) se cae fácilmente bajo las garras del diablo, que ‘como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar’”.

“Por tanto, la Iglesia, fundándose sobre la Sagrada Escritura y sobre la Tradición Apostólica oficialmente enseña que el demonio es una criatura y un ser personal, y pone en guardia a aquellos que, como el padre Sosa lo consideran solo un símbolo, expresó la AIE.

Finalmente, la Asociación Internacional de Exorcistas concluye su comunicado recordando lo que afirma la Conferencia Episcopal Italiana en la presentación del nuevo rito para exorcismos, promulgado por la Santa Sede el 22 de noviembre de 1998.

“El discípulo de Cristo, a la luz del Evangelio y de la enseñanza de la Iglesia, cree que el Maligno y los demonios existen y actúan en la historia personal y comunitaria de los hombres. El Evangelio, de hecho, describe la obra de Jesús como una lucha contra Satanás. También la vida de sus discípulos comporta una batalla que ‘no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal’”, recordó.

En el numeral 319 del Catecismo, la Iglesia Católica afirma la existencia del diablo al enseñar que Satanás es “un ángel caído” que tentó a “nuestros primeros padres”. “La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios”.

Asimismo, el numeral 395 afirma que “el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios”.

ACI Prensa



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