jueves, 11 de julio de 2019

¡HEMOS FRENADO EL CALENTAMIENTO GLOBAL!

La ONU advierte que si no paramos el calentamiento global, muchos países de la Tierra quedarán bajo las aguas. No es nada nuevo, ¿verdad? Lo sorprendente es que esa predicción la hizo la ONU en 1989 y puso como fecha límite 2000. Si no ha ocurrido, ¡es que estamos salvados!

Por Pedro Fernández Barbadillo

¿Estás pasando calor? Seguramente es por el calentamiento global, el cambio climático o, como empieza a imponerse ahora, la “emergencia climática”. Porque es inusitado que en julio en España el calor mate a las moscas. Nunca antes había pasado. Nuestros abuelos no recuerdan que en verano el termómetro superase los 40 grados.

Sin embargo, le voy a dar una excelente noticia, amigo lector: ¡estamos revirtiendo el calentamiento global!

Hace poco más de treinta años, la ONU, esa organización que vela por la humanidad entera, que ha evitado guerras, genocidios y matanzas, y que castiga a los tiranos, advirtió de que podíamos morir ahogados o hambrientos en torno al año 2000 si no frenábamos el calentamiento global

Un economista y alto funcionario de la ONU, Noel Brown, dio una entrevista a la agencia Associated Press en junio de 1989 en que, como director del programa de Medio Ambiente de la ONU (UNEP), metía el miedo en el cuerpo a los lectores.

Afirmó que los Gobiernos nacionales disponían de sólo 10 años para eliminar el efecto invernadero “antes de que escape al control humano”. Y añadió que el derretimiento de los casquetes polares, prácticamente absoluto, haría subir en más de medio metro el nivel de los mares, devastaría a los países costeros y causaría millones de ‘refugiados climáticos’.
https://twitter.com/RitaPanahi/status/1145600683493605377

Bueno, han transcurrido no sólo esos diez años que nos daba de plazo Noel Brown, sino veinte más, y no ha ocurrido ninguna de sus catástrofes anunciadas. Las islas Maldivas se mantienen por encima del nivel del mar y con tanta seguridad que su gobierno en 2011 empezó a construir más aeropuertos para recibir más turistas de los países ricos… y generar más CO2. Tampoco la temperatura de la Tierra ha subido en las magnitudes calculadas por la UNEP.

Por tanto, ¡hemos revertido el calentamiento global! Gracias a Rita Panahi por recuperar la entrevista de 1989 y demostrarnos que hemos superado esta amenaza para la supervivencia de la humanidad. Una consecuencia de esta excelente noticia es que todos los puestitos montados para alertar, investigar y adoctrinar sobre la ‘emergencia climática’ de marras ya no son necesarios. La redicha Greta puede volver a clase. ¡Esto es periodismo y no el que hace El País cantando a las mujeres empoderadas que se unen al ISIS!

Y si los “calentólogos” niegan que hayamos vencido al dragón del clima, la única explicación que queda es que Brown y la ONU nos mintieron entonces. En consecuencia, si nos mintieron en 1989, nos pueden estar mintiendo ahora. Ya tenemos una larga lista de profesionales de la mentira respecto al coco climático.

Por ejemplo, Greenpeace, que aseguró en 2007 que para 2018 el Ebro estaría seco a su paso por Zaragoza. El premio Príncipe de Asturias Al Gore, que vaticinó en una cumbre climática de la ONU en 2009 que cinco años más tarde no habría hielo en el verano ártico. Y mi favorito, el doctor David Viner, jefe de un centro universitario (y subvencionado) de investigación climática en la Universidad de East Anglia, quien afirmó tajante en 2001 que el calentamiento global era tan agudo que “los niños no sabrán lo que es la nieve”.

Meter la pata de la manera en que lo hizo el jefazo de la ONU no te perjudica si mientes a favor del Poder. Treinta años después de lanzar su profecía apocalíptica y veinte de comprobarse el error, Noel Brown goza de la amistad y los negocios de la elite mundial. Ha dado clases y conferencias sobre derecho internacional y gestión del medio ambiente. Preside la asociación Amigos de las Naciones Unidas, que promueve la aceptación entre los seres humanos de los planes elaborados por la ONU para procurar el bienestar de éstos, y también varias consultoras. Por supuesto, viaja mucho y no da la impresión de que su huella de carbono le quite el sueño.

Me parece que el destino que el Poder ha asignado a la pobre Greta Thunberg cuando crezca no es el de Brown, sino, más bien, el de las estrellas de cine infantiles.




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