Por ahora, esta es una noticia aún fragmentaria, de nuestras múltiples fuentes dentro de la CEI y episcopal, pero parece que ayer (24.5.2021) el papa, dirigiéndose a los obispos italianos en la apertura de la asamblea anual de la CEI (y en un reunión posterior con un grupo de ellos), anunció la inminente reforma para peor del Motu proprio Summorum Pontificum.
Después de otra advertencia contra la acogida de jóvenes "rígidos" (es decir, fieles a la doctrina) en el seminario, Francisco anunció a los obispos que ha llegado al tercer borrador de un texto que contiene medidas restrictivas sobre la celebración por parte de los sacerdotes católicos de la Misa en la forma extraordinaria liberalizada por Benedicto XVI que, según él, con el Summorum Pontificum quería encontrarse sólo con los lefebvrianos, pero que hoy son especialmente sacerdotes jóvenes que quieren celebrar la Misa tridentina quizás sin saber ni latín.
A este respecto, habló de un obispo a quien se había dirigido un joven sacerdote mostrando la intención de celebrar la forma extra- ordinaria. Cuando se le preguntó si sabía latín, el joven sacerdote le dijo que lo estaba aprendiendo. A lo que el obispo respondió que hubiera sido mejor si aprendiera español o vietnamita ya que había muchos hispanos y vietnamitas en la diócesis.
Por lo que entendemos, volveríamos al indulto -con la autorización previa del obispo, o incluso del Vaticano- con todo lo que sigue, a saber, una reintroducción de la prohibición de celebrar según el Misal de San Juan XXIII, muchas negaciones de autorizaciones y el aislamiento de sacerdotes y fieles vinculados al rito antiguo. Después de Moisés el libertador, regresaría el faraón.
La creencia de que el Summorum Pontifucum se redactó sólo para encontrar a los lefrebvrianos es infundada y falsa: no solo porque se deduce del texto del Motu proprio (y de la Universae Ecclesiae) sino para decir expresamente que es el mismo Benedicto XVI quien en página 189-190 del libro "Rompiendo conversaciones" (editado por P. Seewald, y Corriere della Sera, ver foto abajo) dice que la rehabilitación de la antigua Misa con Summorum Pontificum no debe entenderse en absoluto como una concesión a la Fraternidad, sino como un medio para que toda la Iglesia conserve la continuidad interna con su pasado. Lo que antes era sagrado no se convirtió en algo incorrecto de un momento a otro. Ahora no hay otra misa. Son diferentes formas del mismo rito".
Un sacerdote nos dijo al respecto: "No me parece extraño que los obispos ataquen el Summorum Pontificum, después de todo, el de la liturgia antigua es el problema más grave y actual de la Iglesia".
Si ya han alcanzado el tercer borrador, significa que han estado trabajando seriamente (y durante algún tiempo) para limitar y, de hecho, cancelar el Summorum Pontificum. Así que hay algo de qué preocuparse y rezar: ¿Benedicto XVI tendrá algo que decir?
Los mantendremos informados.
Los editores
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