Por Joseph Earnest
La violencia doméstica no siempre es unilateral.
Cuando se menciona la violencia domestica, inmediatamente se piensa en un intimidante macho maltratador. Pero un artículo del año 2007 nos muestra que el problema—también llamado violencia a manos de una persona cercana— es más complicado y puede implicar tanto a hombres como mujeres en calidad de culpables.
Cerca de 11.000 hombres y mujeres, fueron tomados como muestra representativa de la población americana, entre las edades de 18 y 28 años. A ellos se les hicieron las siguientes preguntas acerca de su más reciente relación sexual o romántica.
¿Cúan a menudo a lo largo del pasado año has amenazado a tu compañero/a con violencia, has empujado, o arrojado algo contra él o ella que pudiera causarle daño, y cuantas veces tu compañero ha hecho esto en contra tuya?
¿Cuantas veces a lo largo del pasado año has golpeado, abofeteado o pegado una patada a tu compañero, y cuantas lo ha hecho el/ella contigo?
Si ha habido alguna violencia en vuestra relación ¿qué tan a menudo ha sufrido la otra parte heridas tales como un esquince, moretón o corte?
Casi el 25% de los encuestados—28% de las mujeres y 19% de los hombres—dijeron que había habido algún tipo de violencia en su relación.
Las mujeres admitieron perpetrar más violencia (25% contra un 11%) así como ser víctimas de la violencia (19% contra un 16%) más que los hombres.
De acuerdo tanto con hombres como con mujeres, el 50% de esa violencia había sido recíproca, implicando a ambas partes, y en ese caso era probable que la mujer hubiera dado el primer golpe.
La violencia era más frecuente cuando las dos partes estaban implicadas, y también las heridas para ambas partes. En esas relaciones era más probable que los hombres más que las mujeres fueran los que inflingieran daños (29% contra 19%).
Cuando la violencia era de sólo una de las partes, tanto mujeres como hombres dijeron que las mujeres eran culpables un 70% de las veces. Era más probable que los hombres resultasen heridos en relaciones recíprocamente violentas (un 25%) que las mujeres (un 20%) cuando la violencia era unilateral.
Esto significa que tanto hombres como mujeres coincidían en que los hombres no eran más responsables que las mujeres respecto a la violencia íntima. Estos hallazgos no pueden explicarse por el hecho de que los hombres se avergüencen por tener que reconocer golpear a las mujeres, porque las mujeres coinciden con ellos en este punto.
La opinión de los autores es que la mayor parte de la violencia entre compañeros íntimos no debe ser comparada con las palizas duras. Las peleas domésticas que se vuelven físicas debidas a represalias o una escalada [en la violencia] no tienen las mismas causas o consecuencias que el maltrato masculino.
La terapia de parejas es generalmente considerada como inútil para los maltratadores, pero si la violencia es moderada y los daños menores, ambas partes se ven implicadas, y quieren permanecer juntos, tiene lógica que un terapeuta trabaje con los dos.
Whitaker DJ, y otros. “Differences in Frequency of violence and Reported Injury with Reciprocal and Nonreciprocal Intimate Partner Violence.” American Journal of Public Heatlh (mayo de 2007), Vol 97. Nº 5. págs 941-47.
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