Por Jean-Pierre Dickès
Grindr es la red social para contactos homosexuales, transgénero y bisexuales más grande del mundo: tiene 27 millones de usuarios. A principios de este año, la adquisición de Grindr por parte del grupo chino Kunlun alarmó a los expertos de inteligencia estadounidenses; esto en la medida en que el gobierno de China posiblemente pueda tener acceso a los perfiles de usuarios de EE.UU. y usarlos... para el chantaje.
El Comité de Inversión Extranjera con sede en la Defensa Nacional en los Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés) le dijo a Kunlun que su propiedad Grindr, con sede en West Hollywood, California, planteaba un riesgo para la seguridad nacional de los estadounidenses. Exigió que Kunlun vendiera a Grindr. Este sitio está en venta pero no vale nada y por una buena razón! Comprenderá por qué...
¿Qué tipo de riesgo correría la defensa nacional de los Estados Unidos?
Es fácil de entender: China ha desarrollado una red colosal de videovigilancia, una dictadura tecnológica. Cientos de miles de cámaras se colocaron en las calles y, por supuesto, en todas las habitaciones de los hoteles para monitorear a la población y los extranjeros. En los hoteles, se graban los “debates de amor”; principalmente los de importantes personalidades diplomáticas, para poder algún día hacer una “presión amistosa” sobre ellos, sometiéndolos a chantaje; o simplemente espiarlos. Durante los Juegos Olímpicos del año 2.008, el Departamento de Estado de EE.UU. advirtió a sus conciudadanos que viajaban a Beijing: “Todas las habitaciones y oficinas del hotel están sujetas a supervisión técnica remota o en el lugar, en todo tiempo. Las habitaciones de hotel, las residencias y las oficinas son accesibles en cualquier momento sin el consentimiento del ocupante”.
Es con asombro que se descubre en el famoso informe de Vigano que McCarrick estuvo en China. Con su reputación más que incendiada, ¿por qué fue quien impulsó las negociaciones con este país? Recordemos que Benedicto XVI lo había enviado a reconstruir su salud espiritual en un convento. Pero en 20 años McCarrick había estado en China al menos ocho veces. En los documentos del Departamento de Estado revelados por Wikileaks (que publica documentos confidenciales), se registraron dos viajes en 2006. Pero la prensa china mencionó su aprobación en 1998. También están los viajes oficiales ordenados por el Vaticano. En las propias palabras de McCarrick, él iba a visitar a “viejos amigos”. Pasó mucho tiempo antes de que supiéramos sobre los “abusos sexuales” de este personaje.
Es con asombro que se descubre en el famoso informe de Vigano que McCarrick estuvo en China. Con su reputación más que incendiada, ¿por qué fue quien impulsó las negociaciones con este país? Recordemos que Benedicto XVI lo había enviado a reconstruir su salud espiritual en un convento. Pero en 20 años McCarrick había estado en China al menos ocho veces. En los documentos del Departamento de Estado revelados por Wikileaks (que publica documentos confidenciales), se registraron dos viajes en 2006. Pero la prensa china mencionó su aprobación en 1998. También están los viajes oficiales ordenados por el Vaticano. En las propias palabras de McCarrick, él iba a visitar a “viejos amigos”. Pasó mucho tiempo antes de que supiéramos sobre los “abusos sexuales” de este personaje.
La “trampa de la miel” es un medio utilizado por los chinos, especialmente en el campo comercial. Un ejecutivo corporativo es atrapado por una hermosa mujer que conoce. Después de un par de noches, se le hace entender que ha sido filmado y grabado; entonces él será mucho más “comprensivo” en las negociaciones. Dada su “moral”, McCarrick, acusado de negociar con China en nombre del Vaticano, quedó atrapado y, literalmente, vendió la iglesia clandestina a la nomenklatura china. El destino de estos católicos fue “resuelto” gracias a algunas grabaciones de chantaje... Ese ha sido el precio de la sangre de los católicos chinos.
Queda por verse por qué el Papa ha respaldado tal situación... Sin duda, teme ver un día en una red social un video de las “hazañas” de McCarrick
Medias-Presse
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