El 19 de enero pasada la medianoche, una comisión policial se dirigió hasta la vivienda de quien en vida fuera Federico Gómez, ya que desde hace algunos días el mismo no respondía a mensajes ni daba señales de vida.
Al llegar al lugar, los efectivos constataron que el departamento se encontraba cerrado con llave desde el interior y que al llamar al celular de Federico, se oía al teléfono sonar desde el interior del inmueble. Por ello y con orden de un juez, derribaron la puerta e inmediatamente encontraron al joven sin vida.
Posteriormente, el cuerpo fue sometido a una autopsia –la cual tendrá sus resultados dentro de aproximadamente un mes- y luego entregado a la familia para su entierro.
Para los investigadores casi no caben dudas que el joven murió por mano propia.
Sin embargo, luego de la muerte, familiares del joven comenzaron a apuntar a un culto religioso como responsables en alguna medida de la muerte del joven ya que aseguran que lo sometían a presiones y hostigamiento con el fin de que Federico vuelva a formar parte de la secta de la cual se había alejado.
Eso fue lo que manifestó Jorge, cuñado de Federico: “Sospechamos que él estaba muy presionado, pero no podemos saber lo que pasaba por su mente. Pero hay grandes indicios de que él estaba muy presionado”.
Además, Jorge publicó en su Facebook una carta a través de la cual Testigos de Jehová habían citado a Federico a una “audiencia judicial” para tratar su “conducta descarada”.
La publicación de la carta enviada por Testigos de Jehová a Federico.
Según los familiares, esa “conducta descarada” de la cual habla la carta se refiere al estilo de vida que llevaba el joven, contraria a la esperada por la secta.
La víctima se había alejado de dicha secta, razón por la cual comenzó esa persecución hacia el joven.
“Ellos son unos cínicos, lo echaron de la casa, le dijeron que no lo consideraban más su hijo y ayer lo lloraban en el cementerio. Te da bronca, lo llevaron a esa situación extrema y fueron a llorarlo, sus padres, hermanos y el culto”, señaló el cuñado de la víctima en diálogo con Misiones Online.
“Es una terrible caradurez lo que hicieron. Tienen una falta de capacidad de idoneidad tremenda” afirmó.
Además agregó que: “Nosotros lo notábamos bien, sino hubiéramos hecho algo más. Pero él no demostraba en ningún momento su estado depresivo”.
Al ser consultado sobre qué esperan de esta situación, el entrevistado contestó: “Hacer justicia para saber si existen responsables de su muerte. Secuestraron su teléfono y ahí había muchísima información”.
Misiones on Line
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