miércoles, 4 de julio de 2018

FOMENTANDO LA HOMOFOBIA



Por 
Orlando Agustín Gauna Bracamonte

A lo largo de más de siete décadas de vida, he conocido a muchos homosexuales con los que me he relacionado, por distintas razones, he mantenido un trato cordial y respetuoso, de ambas partes. En algunos casos me han confiado sus padecimientos por la incomprensión, incluso dentro de su seno familiar.

Nunca he tenido sentimientos homófobos. Incluso, otra razón mas para sentir desprecio por el líder guerrillero Ernesto Che Guevara, fue su sanguinaria homofobia.


Pero los tiempos cambian.

Antes, los homosexuales, públicamente, vestían conforme al sexo que la madre natura les había dado y se reconocían fácilmente por el tono de su voz y sus modales contrarios al de sus ropas. Participaban de las fiestas y reuniones familiares, donde en especial, los gays eran los principales animadores de esos encuentros, por la alegría que desparramaban y su gracia para el baile. 


Hoy los homosexuales agreden y provocan a los heterosexuales, con sus vestimentas obscenas y actitudes más obscenas entre sí; sin considerar la presencia de niños.

Las parejas heterosexuales, públicamente suelen hacerse mimos, pero las efusividades sexuales, las reservan para su privacidad.

Por supuesto que siempre hay excepciones.


En la actualidad, se ha llegado al caso de izar la bandera de la diversidad sexual, en el mismo mástil que la enseña Patria, lo que constituye un ultraje para este símbolo nacional, que, por protocolo, no puede compartir el mástil con ninguna otra bandera.

Al encuentro nacional de mujeres, se suman lesbianas y gays, que en cada punto donde realizaron estos encuentros, las mujeres asistentes, heterosexuales y lesbianas, y también gays, provocaron daños a propiedades privadas y públicas, centrando principalmente su odio, contra los templos católicos, exhibiéndose casi desnudas.


Nunca lo harían contra una sinagoga por ser un delito de antisemitismo.

Pero ahora van mas allá.


Avanzan sobre los niños en edad escolar, a los que pretenden inculcar como algo “normal” que un niño tenga dos papás o dos mamás.

CADA NIÑO TIENE UN PAPA Y UNA MAMA, QUE SON LOS QUE LO ENGENDRARON.


Asignarle a un niño dos papás o dos mamás, es negarle el derecho a la identidad, ocultándole quienes le dieron la vida.

Actitudes como ésta, aunque sean incentivadas por un gobernante homosexual, fomentan la homofobia.


http://orlando-gauna.blogspot.com/


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