1. “No hay que excluir la posibilidad que yo pueda entrar en la historia como el Papa que dividió a la Iglesia Católica”. Son estas las gravísimas palabras que el vaticanista y corresponsal en Italia del semanario Der Spiegel, Walter Mayr, acaba de atribuir al papa Francisco en reciente reportaje. El papa Francisco habría dicho esas palabras a un grupo de cardenales que lo saludaban por ocasión de su reciente cumpleaños. Que nos conste, hasta el momento esa afirmación atribuida al pontífice no ha sido desmentida por la Santa Sede.
2. En el plano político, Destaque Internacional ha constatado de manera documentada, y con mucho dolor, esa “división” promovida por el pontífice en diversas declaraciones y gestos pro izquierdistas casi desde el comienzo de su pontificado, el 13 de marzo de 2013 (pueden leerse decenas de artículos a ese respecto en el sitio web www.cubdest.org ).
3. Pero el reportaje del vaticanista Mayr se refiere a declaraciones y actitudes del papa Francisco en el plano religioso, teológico y moral, un terreno en el que nunca hemos entrado porque nuestra especialización es estrictamente el área política. Y, además, porque simplemente no tenemos conocimientos suficientes como para incursionar en los delicados asuntos teológicos y morales abordados por el papa Francisco, que están provocando esa “división”.
4. La gravedad de la situación de “división” en el seno de la Iglesia, provocada por el pontífice, puede medirse por el contenido de una carta a Francisco de los cardenales Raymond Burke, estadounidense, Carlo Caffarra, italiano, y Walter Brandmuller y Joaquim Meisner, alemanes. En esa carta, que los cardenales misivistas tornaron pública ante el silencio de Francisco, los referidos cardenales presentan serias dudas de conciencia sobre la ortodoxia de delicados asuntos teológicos abordados por Francisco en la exhortación apostólica Amoris Laetitia. La carta de esos cuatro cardenales puede leerse en el link http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1351414?sp=y
5. Un hecho concreto es que el papa Francisco, independientemente de sus altas intenciones, con sus dichos y hechos, estaría colaborando con esa peligrosa “división”. En Brasil, por ejemplo, la agencia de pesquisas de opinión “DataFolha” acaba de constatar que de 2014 hasta 2016, en pleno pontificado de Francisco, nueve millones de brasileños dejaron de ser católicos. Es difícil decir en qué medida esa desbandada enorme del rebaño católico brasileño puede atribuirse a la “división” provocada por Francisco en los planos político y teológico. De cualquier manera, no se podría hacer abstracción de la responsabilidad de Francisco, en cuanto pastor de los pastores, por ese desastre pastoral en Brasil.
6. Además de la “división” en el rebaño católico, reconocida por el propio pastor de los pastores, el cardenal Brandmuller ya había constatado un tiempo atrás “excesos que empujaron a innumerables fieles al caos total”, dejando a muchos católicos “caminando en la oscuridad”.
7. La “división” y el “caos” en el seno de la Iglesia no parece haber comenzado ahora, si se consideran gravísimas afirmaciones de Paulo VI, en alocución del 7 de diciembre de 1968, de que la Iglesia estaría inmersa en un misterioso “proceso de autodemolición” contra ella; y en alocución del 29 de junio de 1972, añadiendo que tenía la “sensación” de que “el humo de Satanás ha entrado por alguna fisura en el templo”.
8. En esta Navidad, pedimos a la Providencia asistencia especial para los fieles católicos del mundo entero, que están siendo víctimas de esa “división” y de ese “caos” en el seno de la Iglesia, para que tengan una “fe que mueve montañas” y confíen en la promesa divina de que “sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (San Mateo, 16:18).
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