Nosotros mismos como Iglesia deberemos potenciar el uso de dicha tecnología de las comunicaciones en la acción evangelizadora de la Iglesia.
Carta del Obispo de Posadas – Solemnidad de la “Ascensión del Señor” – 24.05.09
Por Mons. Juan Rubén Martínez
En este domingo la Iglesia celebra la Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales. El texto del Evangelio (Mc. 16,15-20), empieza señalando el mandato evangelizador que el Señor hizo a los Apóstoles: “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia a toda criatura” (15). En realidad este mandato se sitúa en el centro de la tarea de todo bautizado que es evangelizar y siempre implicará, por lo tanto “comunicar” el Evangelio.
En este sentido evangelizar es comunicar y en este domingo la Iglesia celebra especialmente a la comunicación social. Cada año recibimos un mensaje del Papa sobre las comunicaciones. Este año dicho mensaje del Papa Benedicto XVI, se titula: “Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad”. En dicho texto el Papa hace referencia al rápido crecimiento de una cultura digital y les habla a nuestros jóvenes quienes van formando “parte de la llamada generación digital”. El texto dice: “Ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, me es grato dirigirme a vosotros para exponeros algunas de mis reflexiones sobre el tema elegido este año: Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad. En efecto, las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación y que, por tanto, se sienten a gusto en el mundo digital, que resulta sin embargo menos familiar a muchos de nosotros, adultos, que hemos debido empezar a entenderlo y apreciar las oportunidades que ofrece para la comunicación. En el mensaje de este año, pienso particularmente en quienes forman parte de la llamada generación digital. Quisiera compartir con ellos algunas ideas sobre el extraordinario potencial de las nuevas tecnologías, cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana. Estas tecnologías son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables”.
Evidentemente estamos ante un tema clave que caracteriza este inicio del siglo XXI. Nos impresionamos ante la rápida evolución de la tecnología de las comunicaciones y como se da la comunicación global. El poder económico y político encuentran en las comunicaciones sociales un espacio indispensable para su ejercicio. En si mismo como señala el Santo Padre la evolución tecnológica es un gran bien para nuestro tiempo. Nosotros mismos como Iglesia deberemos potenciar el uso de dicha tecnología de las comunicaciones en la acción evangelizadora de la Iglesia. Lamentablemente como en otras tantas cosas que en sí son un bien, la tecnología de la comunicación y la informática hoy padecen muchas veces el no ser usadas adecuadamente en orden al bien común, sino al mero consumo o para la sola construcción de poder, sin sentido ético.
En su mensaje el Papa hace una referencia directa a aquellos que producen los contenidos: “A quienes se ocupan del sector de la producción y difusión de contenidos de los nuevos medios, han de comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana. Si las nuevas tecnologías deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos”.
Finalmente quiero subrayar el saludo y aliento que el Papa le da a los jóvenes para que utilicen estos medios para ser transmisores del bien común y de la evangelización: “A ustedes, jóvenes, que casi espontáneamente se sienten en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, les corresponde de manera particular la tarea de evangelizar “este contenido digital”.
En esta jornada de las comunicaciones sociales queremos rezar por este gran desafío que nos ofrece nuestra cultura. Todos, cada uno desde su propio lugar, es responsable de generar una cultura de respeto, de diálogo y amistad. Pedimos especialmente por los trabajadores de la comunicación para que vivan su trabajo, como una responsabilidad que surge de una vocación desafiante, pero maravillosa y una misión clave en este inicio de siglo.
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
IR a la portada de Diario7 Blog
Por Mons. Juan Rubén Martínez
En este domingo la Iglesia celebra la Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales. El texto del Evangelio (Mc. 16,15-20), empieza señalando el mandato evangelizador que el Señor hizo a los Apóstoles: “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia a toda criatura” (15). En realidad este mandato se sitúa en el centro de la tarea de todo bautizado que es evangelizar y siempre implicará, por lo tanto “comunicar” el Evangelio.
En este sentido evangelizar es comunicar y en este domingo la Iglesia celebra especialmente a la comunicación social. Cada año recibimos un mensaje del Papa sobre las comunicaciones. Este año dicho mensaje del Papa Benedicto XVI, se titula: “Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad”. En dicho texto el Papa hace referencia al rápido crecimiento de una cultura digital y les habla a nuestros jóvenes quienes van formando “parte de la llamada generación digital”. El texto dice: “Ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, me es grato dirigirme a vosotros para exponeros algunas de mis reflexiones sobre el tema elegido este año: Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad. En efecto, las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación y que, por tanto, se sienten a gusto en el mundo digital, que resulta sin embargo menos familiar a muchos de nosotros, adultos, que hemos debido empezar a entenderlo y apreciar las oportunidades que ofrece para la comunicación. En el mensaje de este año, pienso particularmente en quienes forman parte de la llamada generación digital. Quisiera compartir con ellos algunas ideas sobre el extraordinario potencial de las nuevas tecnologías, cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana. Estas tecnologías son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables”.
Evidentemente estamos ante un tema clave que caracteriza este inicio del siglo XXI. Nos impresionamos ante la rápida evolución de la tecnología de las comunicaciones y como se da la comunicación global. El poder económico y político encuentran en las comunicaciones sociales un espacio indispensable para su ejercicio. En si mismo como señala el Santo Padre la evolución tecnológica es un gran bien para nuestro tiempo. Nosotros mismos como Iglesia deberemos potenciar el uso de dicha tecnología de las comunicaciones en la acción evangelizadora de la Iglesia. Lamentablemente como en otras tantas cosas que en sí son un bien, la tecnología de la comunicación y la informática hoy padecen muchas veces el no ser usadas adecuadamente en orden al bien común, sino al mero consumo o para la sola construcción de poder, sin sentido ético.
En su mensaje el Papa hace una referencia directa a aquellos que producen los contenidos: “A quienes se ocupan del sector de la producción y difusión de contenidos de los nuevos medios, han de comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana. Si las nuevas tecnologías deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos”.
Finalmente quiero subrayar el saludo y aliento que el Papa le da a los jóvenes para que utilicen estos medios para ser transmisores del bien común y de la evangelización: “A ustedes, jóvenes, que casi espontáneamente se sienten en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, les corresponde de manera particular la tarea de evangelizar “este contenido digital”.
En esta jornada de las comunicaciones sociales queremos rezar por este gran desafío que nos ofrece nuestra cultura. Todos, cada uno desde su propio lugar, es responsable de generar una cultura de respeto, de diálogo y amistad. Pedimos especialmente por los trabajadores de la comunicación para que vivan su trabajo, como una responsabilidad que surge de una vocación desafiante, pero maravillosa y una misión clave en este inicio de siglo.
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
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