Son los dos cambios que admiten a la comunión eucarística tanto a los divorciados que se han vuelto a casar, como a los protestantes.
* * *
A propósito de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, en 2016 cuatro cardenales se pronunciaron contra las "aperturas" de Francisco presentándole sus "dubia" y pidiéndole, por carta, ser recibidos en audiencia. Nunca obtuvieron respuesta.
Pero ahora dos de esos cardenales, el alemán Walter Brandmüller y el estadounidense Raymond L. Burke, se han pronunciado de nuevo claramente y, junto a todos los participantes en un congreso que ha tenido lugar en Roma ayer, sábado 7 de abril, han publicado una "Declaratio", una profesión de fe, que reafirma los puntos clave de la doctrina de la Iglesia, cuestionados por la oleada innovadora puesta en marcha por el actual pontificado.
* * *
En lo que concierne, en cambio, a la comunión a los protestantes en las misas católicas, lo que ha sucedido es que siete obispos de Alemania, entre ellos el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki, han hecho un llamamiento a la Santa Sede contra la decisión tomada por la conferencia episcopal alemana de permitirla.
Esta decisión –que se presenta bajo forma de una "ayuda orientativa"– entró en vigor el 22 de marzo pasado, al término de una reunión de la conferencia episcopal, en la que fue votada por la mayoría tras una viva discusión.
Los obispos que han contestado esta decisión consideran que ésta afecta a una cuestión que pone en peligro la doctrina y la unidad de la Iglesia católica y que, por consiguiente, es demasiado importante para ser dejada al juicio de cada Iglesia nacional o de cada obispo o sacerdote. Y precisamente por esto han pedido ayuda a Roma, solicitando una aclaración por parte de la congregación para la doctrina de la fe, cuyo prefecto es el arzobispo jesuita Luis Ladaria, y del pontificio consejo para la unidad de los cristianos, cuyo presidente es el cardenal Kurt Koch.
El 4 de abril, el periódico alemán "Kölner Stadt-Anzeiger" publicó la noticia sobre esta iniciativa de los siete obispos alemanes que son, además del cardenal Woelki, Ludwig Schick, arzobispo de Bamberg; Konrad Zdarsa, obispo de Augsburg; Gregor Maria Hanke, obispo de Eichstätt; Stefan Oster, obispo de Passau; Rudolf Voderholzer, obispo de Ratisbona y Wolfgang Ipolt, obispo de Görlitz.
Si la Santa Sede responderá o no y cómo dependerá, obviamente, de lo que decida el Papa Francisco.
El cual, en una ocasión, ante la pregunta de una mujer protestante que le planteaba si podía recibir la comunión, en misa, junto a su marido católico, respondió con un molinete de sí, no, no sé, haced vosotros lo que consideréis, abriendo así el camino a una gran variedad de elecciones, todas posibles según él, tal como confirmó después el cardenal Walter Kasper, que, de hecho, atribuyó con seguridad al Papa la idea que "si dos cónyuges, uno católico y el otro protestante, comparten la misma fe eucarística y están dispuestos interiormente, pueden recibir en conciencia la comunión".
Pero si se recibe una respuesta desde Roma sobre dicha cuestión, será aún más injustificable el silencio obstinado del Papa acerca de los "dubia" en relación a la otra cuestión crucial de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, que atañe también a la doctrina católica de la eucaristía, "fuente y culmen" de la vida de la Iglesia.
* * *
Volviendo a la "Declaratio" publicada por los participantes en el congreso de Roma del 7 de abril, hay que resaltar que no ha sido formulada como una petición de aclaración –aunque retoma algunas de las cuestiones planteadas por los "dubia"–, sino como un testimonio de fe que surge del pueblo cristiano en un momento que éste percibe como de "grave peligro para la fe y la unidad de la Iglesia", a causa de "interpretaciones contradictorias" de la Exhortación apostólica "Amoris Laetitia".
No es casualidad que el título del congreso haya sido: "Iglesia católica, ¿adónde vas?". Y el subtítulo esta frase del cardenal Carlo Caffarra: "Sólo un ciego puede negar que en la Iglesia hay una gran confusión".
En el congreso han tomado la palabra los cardenales Brandmüller, Burke y, desde Hong Kong, Giuseppe Zen Zekiun; el obispo Athanasius Schneider; el filósofo y ex presidente del senado italiano Marcello Pera; el canonista Valerio Gigliotti; el bioeticista Renzo Puccetti. Se ha vuelto a escuchar una intervención del cardenal Caffarra en defensa de la Encíclica de Pablo VI "Humanae vitae", que actualmente está siendo revisada. Y el cardenal Burke ha alzado su voz crítica también en una amplia entrevista publicada en vísperas del congreso en La Nuova Bussola Quotidiana, en inglés en LifeSite News y en español en InfoVaticana.
Pero tal vez el elemento más original del congreso, desarrollado por el cardenal Brandmüller y retomado en la "Declaratio", ha sido la referencia a un texto del cardenal y beato John Henry Newman (1801-1890) sobre el papel clave que tienen los fieles en el testimonio de la verdadera doctrina de la Iglesia: "On Consulting the Faithful in Matters of Doctrine".
Newman publicó este texto de manera anónima en la revista católica inglesa "The Rambler", de la que había sido director. En ese momento este texto suscitó grandes polémicas. Fue publicado de nuevo en 1961, en vísperas del Concilio Vaticano II, y a partir de entonces se ha convertido en un clásico.
En dicho texto, Newman recorre los momentos de la historia de la Iglesia durante los cuales la mayor parte de los obispos perdió la ortodoxia de la fe, que fue salvaguardada, en cambio, por los simples fieles. Y lo que deduce de ello es que en lo que atañe a la doctrina, escuchar la voz de los fieles –que no hay que confundir con la opinión pública, sino que hay que verificar en su fidelidad a la tradición de la Iglesia–, no sólo es deseable, sino también necesario.
Una lección de la historia que hoy es más válida que nunca y que está expresada, ahora, en la "Declaratio", con la esperanza que también quien se sienta en la cátedra de Pedro la escuche.
* * *
En lo que concierne, en cambio, a la comunión a los protestantes en las misas católicas, lo que ha sucedido es que siete obispos de Alemania, entre ellos el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki, han hecho un llamamiento a la Santa Sede contra la decisión tomada por la conferencia episcopal alemana de permitirla.
Esta decisión –que se presenta bajo forma de una "ayuda orientativa"– entró en vigor el 22 de marzo pasado, al término de una reunión de la conferencia episcopal, en la que fue votada por la mayoría tras una viva discusión.
Los obispos que han contestado esta decisión consideran que ésta afecta a una cuestión que pone en peligro la doctrina y la unidad de la Iglesia católica y que, por consiguiente, es demasiado importante para ser dejada al juicio de cada Iglesia nacional o de cada obispo o sacerdote. Y precisamente por esto han pedido ayuda a Roma, solicitando una aclaración por parte de la congregación para la doctrina de la fe, cuyo prefecto es el arzobispo jesuita Luis Ladaria, y del pontificio consejo para la unidad de los cristianos, cuyo presidente es el cardenal Kurt Koch.
El 4 de abril, el periódico alemán "Kölner Stadt-Anzeiger" publicó la noticia sobre esta iniciativa de los siete obispos alemanes que son, además del cardenal Woelki, Ludwig Schick, arzobispo de Bamberg; Konrad Zdarsa, obispo de Augsburg; Gregor Maria Hanke, obispo de Eichstätt; Stefan Oster, obispo de Passau; Rudolf Voderholzer, obispo de Ratisbona y Wolfgang Ipolt, obispo de Görlitz.
Si la Santa Sede responderá o no y cómo dependerá, obviamente, de lo que decida el Papa Francisco.
El cual, en una ocasión, ante la pregunta de una mujer protestante que le planteaba si podía recibir la comunión, en misa, junto a su marido católico, respondió con un molinete de sí, no, no sé, haced vosotros lo que consideréis, abriendo así el camino a una gran variedad de elecciones, todas posibles según él, tal como confirmó después el cardenal Walter Kasper, que, de hecho, atribuyó con seguridad al Papa la idea que "si dos cónyuges, uno católico y el otro protestante, comparten la misma fe eucarística y están dispuestos interiormente, pueden recibir en conciencia la comunión".
Pero si se recibe una respuesta desde Roma sobre dicha cuestión, será aún más injustificable el silencio obstinado del Papa acerca de los "dubia" en relación a la otra cuestión crucial de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, que atañe también a la doctrina católica de la eucaristía, "fuente y culmen" de la vida de la Iglesia.
* * *
Volviendo a la "Declaratio" publicada por los participantes en el congreso de Roma del 7 de abril, hay que resaltar que no ha sido formulada como una petición de aclaración –aunque retoma algunas de las cuestiones planteadas por los "dubia"–, sino como un testimonio de fe que surge del pueblo cristiano en un momento que éste percibe como de "grave peligro para la fe y la unidad de la Iglesia", a causa de "interpretaciones contradictorias" de la Exhortación apostólica "Amoris Laetitia".
No es casualidad que el título del congreso haya sido: "Iglesia católica, ¿adónde vas?". Y el subtítulo esta frase del cardenal Carlo Caffarra: "Sólo un ciego puede negar que en la Iglesia hay una gran confusión".
En el congreso han tomado la palabra los cardenales Brandmüller, Burke y, desde Hong Kong, Giuseppe Zen Zekiun; el obispo Athanasius Schneider; el filósofo y ex presidente del senado italiano Marcello Pera; el canonista Valerio Gigliotti; el bioeticista Renzo Puccetti. Se ha vuelto a escuchar una intervención del cardenal Caffarra en defensa de la Encíclica de Pablo VI "Humanae vitae", que actualmente está siendo revisada. Y el cardenal Burke ha alzado su voz crítica también en una amplia entrevista publicada en vísperas del congreso en La Nuova Bussola Quotidiana, en inglés en LifeSite News y en español en InfoVaticana.
Pero tal vez el elemento más original del congreso, desarrollado por el cardenal Brandmüller y retomado en la "Declaratio", ha sido la referencia a un texto del cardenal y beato John Henry Newman (1801-1890) sobre el papel clave que tienen los fieles en el testimonio de la verdadera doctrina de la Iglesia: "On Consulting the Faithful in Matters of Doctrine".
Newman publicó este texto de manera anónima en la revista católica inglesa "The Rambler", de la que había sido director. En ese momento este texto suscitó grandes polémicas. Fue publicado de nuevo en 1961, en vísperas del Concilio Vaticano II, y a partir de entonces se ha convertido en un clásico.
En dicho texto, Newman recorre los momentos de la historia de la Iglesia durante los cuales la mayor parte de los obispos perdió la ortodoxia de la fe, que fue salvaguardada, en cambio, por los simples fieles. Y lo que deduce de ello es que en lo que atañe a la doctrina, escuchar la voz de los fieles –que no hay que confundir con la opinión pública, sino que hay que verificar en su fidelidad a la tradición de la Iglesia–, no sólo es deseable, sino también necesario.
Una lección de la historia que hoy es más válida que nunca y que está expresada, ahora, en la "Declaratio", con la esperanza que también quien se sienta en la cátedra de Pedro la escuche.
Religión, la Voz Libre
* * *
Esta es la carta al Papa de cuatro cardenales que no se resignan.
"Declaratio"
Beatísimo Padre:
Es con cierta trepidación que, en estos días del tiempo pascual, me dirijo a Su Santidad y lo hago en nombre de Sus Eminencias los Cardenales Walter Brandmüller, Raymond L. Burke, Joachim Meisner y mío personal.
Deseamos, ante todo, renovar nuestra absoluta dedicación y nuestro amor incondicional a la Cátedra de Pedro y a Su Augusta persona, en la que reconocemos al Sucesor de Pedro y Vicario de Jesús: el «dulce Cristo en la tierra», como amaba decir Santa Catalina de Siena. No nos pertenece lo más mínimo la postura de quienes consideran que la Sede de Pedro está vacante, ni de quienes quieren atribuir a otros la indivisible responsabilidad del "munus" petrino. Nos mueve sólo la conciencia de la grave responsabilidad proveniente del "munus" cardenalicio: ser consejeros del Sucesor de Pedro en su soberano ministerio. Y del Sacramento del Episcopado, que "os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo" (Hch 20, 28).
El 19 de septiembre de 2016 le entregamos a Su Santidad y a la Congregación para la Doctrina de la Fe cinco "dubia", pidiéndole que disipara las incertezas y clarificara algunos puntos de la Exhortación Apostólica post-sinodal "Amoris Laetitia".
No habiendo recibido respuesta alguna por parte de Su Santidad, hemos decidido solicitarle, con respeto y humildad, audiencia juntos si le parece bien a Su Santidad. Adjuntamos, como es la praxis, una Hoja de Audiencia en la que exponemos los dos puntos sobre los que deseamos conversar con Usted.
Beatísimo Padre:
Ya ha transcurrido un año desde la publicación de "Amoris Laetitia". En este periodo se han publicado ciertas interpretaciones de algunos pasajes obviamente ambiguos de la Exhortación post-sinodal, no divergentes de, sino contrarios al Magisterio permanente de la Iglesia. A pesar de que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha declarado en distintas ocasiones que la Doctrina de la Iglesia no ha cambiado, han aparecido numerosas declaraciones individuales de obispos, cardenales e incluso conferencias episcopales que aprueban lo que el Magisterio de la Iglesia no ha aprobado nunca. No sólo el acceso a la Santa Eucaristía de quienes objetiva y públicamente viven en una situación de pecado grave y quieren permanecer en ella, sino también una concepción de la conciencia moral contraria a la Tradición de la Iglesia. Y, así, lo que sucede -¡qué dolor es constatarlo!- es que lo que es pecado en Polonia es un bien en Alemania, lo que está prohibido en la Archidiócesis de Filadelfia es lícito en Malta. Etcétera. Nos recuerda la amarga constatación de B. Pascal: "Justicia en este lado de los Pirineos; injusticia en el otro; justicia en la orilla izquierda del río, injusticia en la orilla derecha".
Numerosos laicos competentes, profundamente amantes de la Iglesia y firmemente fieles a la Sede Apostólica, se han dirigido a sus pastores y a Su Santidad para ser confirmados en la Santa Doctrina en relación a los tres sacramentos del Matrimonio, la Confesión y la Eucaristía. Y, precisamente en estos días, en Roma, seis laicos procedentes de cada continente han propuesto un seminario de estudio que ha tenido bastante participación, con el significativo título: "Aportar claridad".
Ante esta grave situación, que está dividiendo a muchas comunidades cristianas, sentimos el peso de nuestra responsabilidad, y nuestra conciencia nos impulsa a pedirle humilde y respetuosamente audiencia.
Pedimos a Su Santidad que se acuerde de nosotros en sus oraciones, como nosotros le aseguramos que haremos en las nuestras. Y le pedimos el don de Su Bendición Apostólica.
Carlo Card. Caffarra
Roma, a 25 de abril de 2017
Fiesta de San Marco Evangelista
*
HOJA DE AUDIENCIA
1. Petición de clarificación de los cinco puntos indicados por los "dubia"; razones de dicha petición.
2. Situación de confusión y desconcierto, sobre todo en los pastores de almas, los párrocos "in primis".
No hay comentarios:
Publicar un comentario