Según Nicolas Carr, que escribió un libro sobre el tema, demasiadas distracciones externas inhiben la concentración y la contemplación. El pensamiento se vuelve inconexo y superficial.
Él dice: "Una serie de estudios psicológicos en los últimos veinte años ha revelado que después de pasar un tiempo en un entorno rural tranquilo, cerca de la naturaleza, las personas muestran una mayor atención, una memoria más fuerte y, en general, una mejor cognición. Sus cerebros se vuelven más tranquilos y más nítidos" (Nicholas Carr, The Shallows: Lo que Internet está haciendo a nuestros cerebros, W.W. Norton & Company, Nueva York, 2010, página 219).
Carr afirma que tales ambientes tranquilos le permiten al cerebro relajarse y reflexionar sobre asuntos, restaurando así la atención y la profundidad del pensamiento. El cerebro humano no está hecho para procesar información como una computadora. Necesita poner las cosas en contexto y establecer relaciones que le den sentido y propósito a la vida.
Tales conclusiones son, por supuesto, lógicas e incluso obvias. Sin embargo, muchas personas simplemente no se toman el tiempo para considerar estas conclusiones, hasta que algún estudio científico les dé algún tipo de validez. Menos aún se toman el tiempo para implementar lo que se puede extraer de estas conclusiones, ya que significaría un gran esfuerzo y un rechazo de gran parte de la cultura de activismo de hoy.
The America needs Fatima blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario