viernes, 25 de marzo de 2016

CUANDO EL ALZHEIMER NO ES ALZHEIMER


El Dr. P. Murali Doraiswamy, jefe de psiquiatría biológica en el Centro Médico de la Universidad Duke de los EE.UU, está convencido de que un sinnúmero de pacientes son diagnosticados cada año con una enfermedad que en realidad no tienen.

Según él, todo podría estar relacionado al uso excesivo de algunos medicamentos que pueden imitar los síntomas de la enfermedad.

Es que, al parecer un verdadero diagnóstico de Alzheimer, sólo puede ser confirmado con precisión cuando se realiza una autopsia.

Esto significa que muchos pacientes pueden pasar muchos años sin darse cuenta de que en realidad son sus medicamentos recetados los que realmente pueden estar afectándolos.

De hecho, un estudio realizado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento encontró que hasta un tercio de los llamados pacientes de Alzheimer, en realidad no tenían esa condición y que aquellos problemas cerebrales que padecían tenían un origen probable en aquel combo de pastillas que muchos ancianos toman.

Sin ir más lejos, el mismísimo British Medical Journal, público que las benzodiazepinas, como Valium y Prozac pueden aumentar el riesgo de síntomas de Alzheimer.

Esta famosa revista publicó los datos de los investigadores de las universidades de Burdeos y Montreal que con el objetivo de analizar el desarrollo del trastorno de Alzheimer en pacientes de esta región de Canadá, hizo un estudio a mayores de 66 años de edad en tratamiento con benzodiacepinas.

Los resultados fueron contundentes: la ingesta de benzodiacepinas durante un periodo superior a los tres meses está asociado con un mayor riesgo (de hasta un 51 por ciento) de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Si tenemos en cuenta las estadísticas del Indec donde se reveló que los remedios de mayor facturación habían sido los destinados al sistema nervioso central -principalmente ansiolíticos, antidepresivos, hipnóticos y sedantes- vemos que esto puede convertirse en un problema muy grave.

Y no hay duda de que el aumento de las prescripciones de ansiolíticos puede contribuir al aumento de diagnósticos de Alzheimer. Incluso la Asociación de Alzheimer estima que vamos a ver el 44% más de casos diagnosticados en los próximos 10 años.
Por eso si usted o alguien que usted ama está sufriendo de problemas graves de memoria no está demás tener este dato en cuenta o preguntarle a su médico si puede tener alguna relación.

Y cómo siempre decimos, mayor información nos hace más libres, pero no por eso tenemos que ser irresponsables. Porque pese a que las pruebas demuestran la relación entre ansiolíticos y Alzheimer, no siempre tiene que ser así y por eso siempre es importante la mirada de alguien que sepa.

Andrés Miller

Editor de La Salud al Desnudo


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