viernes, 11 de noviembre de 2016

EL PAPA ADVIERTE CONTRA UNA RELIGIÓN DEL 'ESPECTÁCULO' COMO LOS FUEGOS ARTIFICIALES FUGACES

El papa Francisco advirtió este jueves a los cristianos contra la tentación de una religión del espectáculo o del entretenimiento que busca constantemente novedades y revelaciones, comparándola con los fuegos artificiales que nos brindan un brillo fugaz antes de morir. 

Sus comentarios se produjeron durante la misa celebrada el jueves por la mañana en la residencia Santa Marta.

Las reflexiones del papa durante su homilía se inspiraron en la lectura del día sobre la respuesta de Jesús a la pregunta de los fariseos sobre cuándo vendría el Reino de Dios y destacó cómo los cristianos deben guardar la esperanza todos los días mientras esperan la plenitud del Reino. Al notar que Jesús les dijo a los fariseos que “el Reino de Dios está entre ustedes”, el papa Francisco lo comparó con una pequeña semilla que se planta y crece por sí sola con el tiempo. Explicó que “Dios ayuda a que esta semilla crezca pero sin llamar la atención sobre ella”.

“El Reino de Dios no es una religión de 'espectáculo': una que siempre está buscando cosas nuevas, revelaciones, mensajes… Dios habló a través de Jesucristo: esta es la última Palabra de Dios. Lo otro es como fuegos artificiales que te iluminan por un momento y luego ¿qué queda atrás? Nada. No hay crecimiento, no hay luz, no hay nada: solo un instante. Y hemos sido tentados muchas veces por esta religión del entretenimiento de buscar cosas que son ajenas a la revelación, a la mansedumbre del Reino de Dios que está entre nosotros y que crece. Porque no se trata de esperanza, se trata del deseo de tener algo en nuestras manos. Nuestra salvación viene de la esperanza, la esperanza de un hombre que siembra la semilla o de la mujer que hace el pan, mezclando levadura y harina: una esperanza que crece. En cambio, este brillo artificial solo dura un instante y luego se apaga, como los fuegos artificiales: no son necesarios para dar luz a una casa. Es solo un espectáculo”.

Al preguntar qué debemos hacer mientras esperamos la plenitud del Reino de Dios, el papa Francisco explicó que “debemos cuidar nuestra esperanza”.

“Aguarda con paciencia. Paciencia en nuestro trabajo, en nuestros sufrimientos… Cuidándola como el hombre que ha plantado una semilla y que cuida la planta, asegurándose que no haya malas hierbas cerca para que crezca. Guardar nuestra esperanza. Y aquí está la pregunta que les hago: si el Reino de Dios está entre nosotros hoy, si todos tenemos esta semilla dentro de nosotros, si tenemos el Espíritu Santo allí, ¿cómo lo guardamos? ¿Cómo podemos discernir esto, cómo puedo distinguir la buena planta de la semilla de la cizaña? El Reino de Dios crece y ¿qué debemos hacer? Guardarlo. Que crezca a través de la esperanza y guardar esa esperanza. Porque fuimos salvados por la esperanza. Y este es el hilo: la esperanza es el hilo de la historia de la salvación. Nuestra esperanza de encontrarnos con el Señor con seguridad”.

En conclusión, el papa pasó a describir cómo el Reino de Dios se fortalece a través de la esperanza:

“Preguntémonos: ¿tengo esperanza? ¿O sigo adelante lo mejor que puedo sin saber cómo distinguir lo bueno de lo malo, la semilla de cizaña, la luz, la luz mansa del Espíritu Santo del resplandor de esta cosa artificial? Preguntémonos sobre nuestra esperanza en esta semilla que crece en nuestro interior y sobre cómo guardar nuestra esperanza. El Reino de Dios está entre nosotros pero debemos, mediante el descanso, el trabajo, el discernimiento, guardar la esperanza de este Reino de Dios que crece hasta el momento en que el Señor vendrá y todo será transformado. En un breve momento: ¡todo! El mundo, nosotros, todo. Y como dijo Pablo a los cristianos de Tesalónica, 'estaremos con el Señor para siempre'”.







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