En su discurso de este lunes en la capilla de la Casa Santa Marta, el papa hizo una declaración bastante controvertida. El papa dijo que “los cristianos que dicen ‘siempre ha sido de esta manera’, y detienen ahí los corazones, se han cerrado ‘las sorpresas del espíritu santo’. Ellos son idólatras y rebeldes que nunca llegarán a la plenitud de la verdad”.
El papa Francisco también recordó que en tiempos de Jesucristo, los buenos israelitas tenían el hábito del ayuno. “Pero hay otra realidad”, dijo. “Ahí está el espíritu santo que nos conduce a la plena verdad. Y por esta razón se necesita un corazón abierto, un corazón que no permanezca tercamente en el pecado de la idolatría misma, imaginando que mi opinión es más importante que la sorpresa del espíritu santo”.
“Este es el mensaje que la iglesia nos da hoy. Esto es lo que Jesús con tanta fuerza: Vino nuevo en botas nuevas. Los hábitos ‘deben ser renovados en la novedad del espíritu’, en las sorpresas de Dios. Puede el Señor concedernos la gracia de un corazón abierto, de un corazón abierto a la voz del espíritu, que sabe cómo discernir lo que no debería cambiar, porque es fundamental, desde lo que nosotros deberíamos cambiar para ser capaces de recibir la novedad del espíritu”.
Expertos de Katehon declaran sobre este tema:
La caída de la civilización occidental – predicha por muchos pensadores y filósofos no es puramente económica o política, es principalmente espiritual. La iglesia católica se abrió al espíritu del tiempo de hoy. La tradición es mucho más que la mera forma. El papa francisco desafortunadamente no defiende el catolicismo frente al paradigma globalista, además, en su último discurso el abrazó la visión globalista en la religión.
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