domingo, 12 de junio de 2016

BEATA MARÍA DE JESÚS SANTOCANALE (1852-1923)

Monja italiana, fundadora de la Congregación de las Hermanas Capuchinas de la Inmaculada de Lourdes, abandonó sus comodidades y se hizo pobre entre los pobres.


Maria de Jesús Santocanale (nacida Carolina) nació en Palermo el 2 de octubre de 1852. De niña sintió el deseo de consagrarse al Señor, pensando en entrar en el monasterio de Santa Catalina.

En 1880, tuvo que trasladarse a Cinisi, donde vivió con su abuela. Cayó enferma durante unos dos años y tuvo que retrasar la realización de su plan de vida religiosa. Mientras tanto, con la ayuda del párroco, puso en marcha una nueva obra según la regla franciscana. El 13 de junio de 1887, en la iglesia del Colegio de María de Cinisi, recibió, junto con otras jóvenes que deseaban consagrarse a Dios, el hábito de las Terciarias Regulares.

Como el lugar donde vivía era demasiado estrecho y apretado, obtuvo el permiso de sus padres para vivir en la casa de Cinisi que había heredado de sus abuelos. Se trasladó allí con sus primeras compañeras el 11 de febrero de 1891. Así comenzó su apostolado de visitar y servir a los pobres y enfermos. Más tarde, acogió a varios huérfanos en su Instituto: la Obra se convirtió en un orfanato. También se creó un internado.

Al aumentar el número de religiosos, sintió la necesidad de una Regla, que le fue concedida, junto con el decreto de agregación del nuevo Instituto a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. El 13 de junio de 1910, la Sierva de Dios y sus hermanas vistieron el hábito capuchino. La Primera Guerra Mundial también tuvo consecuencias dramáticas para el Instituto. Las pruebas se hicieron aún más duras cuando el arzobispo de Monreale, al tiempo que elogiaba el trabajo realizado, invitó a la Sierva de Dios a cerrar el noviciado ya que no había medios para mantener a las novicias. El desánimo y los malentendidos acabaron afectando a su salud. Se vio obligada a trasladarse a Palermo con sus hermanas para recibir tratamiento. Recuperó su fuerza física y regresó al Instituto. El 24 de enero de 1923, el arzobispo le envió la orden de reapertura del noviciado y el decreto de confirmación del Instituto.

La Sierva de Dios murió el 27 de enero de 1923 en Cinisi (Palermo).

El 1 de junio de 2000 se promulgó el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes.

Beatificación: 12 de junio de 2016


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