Según Radio Vaticana, el papa celebró este viernes la última Misa en Santa Marta de este año, en la que participó un grupo de fieles. En su homilía destacó la “nueva Creación”, que representa el nacimiento de Jesús y que hace nuevas todas las cosas.
Así, reflexionó sobre las lecturas del día que narran los nacimientos milagrosos de Sansón y Juan Bautista. Recordó que “en el Pueblo de Israel era casi una maldición no tener hijos” y que en la Biblia encontramos a tantas mujeres estériles en las que “el Señor hace el milagro”.
Además, Bergoglio destacó que “la Iglesia nos hace ver este símbolo de la esterilidad precisamente antes del nacimiento de Jesús, y también de parte de una mujer incapaz de tener un hijo por su decisión de permanecer virgen”.
Éste es “el signo de la humanidad incapaz de dar un paso más”, comentó Bergoglio. Y añadió que “la Iglesia quiere hacernos reflexionar sobre la humanidad estéril”.
“De la esterilidad, el Señor es capaz de volver a comenzar una nueva descendencia, una nueva vida. Y éste es el mensaje de hoy. Cuando la humanidad está extenuada, ya no puede caminar, viene la gracia y viene el Hijo, y viene la Salvación. Y aquella creación agotada deja lugar a la nueva Creación…”.
“Esta ‘segunda’ Creación cuando la Tierra está agotada es el mensaje de hoy”. Dijo que “nosotros esperamos a Aquel que es capaz de recrear todas las cosas, de hacer nuevas las cosas. Esperamos la novedad de Dios. Es Navidad, la novedad de Dios que vuelve a hacer, de modo maravilloso la Creación, y todas las cosas”.
Bergoglio indicó que tanto la esposa de Manoach, madre de Sansón, como Isabel, serán madres gracias a la acción del Espíritu del Señor. Y se preguntó qué mensaje nos dejan estas lecturas. “Abrámonos al Espíritu de Dios. Nosotros, solos, no somos capaces. Es Él quien puede hacer las cosas”, invitó.
“También esto me hace pensar en nuestra madre Iglesia; también en tantas esterilidades que tiene nuestra madre Iglesia: cuando, por el peso de la esperanza en los mandamientos, aquel pelagianismo que todos nosotros llevamos en los huesos, se vuelve estéril. Se cree capaz de dar a luz… no, ¡no puede! La Iglesia es madre, y se hace madre sólo cuando se abre a la novedad de Dios, a la fuerza del Espíritu. Cuando se dice a sí misma: ‘Yo hago todo, pero, he terminado, ¡no puedo avanzar más!’, viene el Espíritu”.
“Y también hoy es un día para rezar por nuestra madre Iglesia, por tantas esterilidades en el pueblo de Dios. Esterilidad de egoísmos, de poder… cuando la Iglesia cree que puede todo, que se adueña de las conciencias de la gente, de ir por el camino de los Fariseos, de los Saduceos, por el camino de la hipocresía, la Iglesia es estéril. Rezar. Que nuestra Iglesia abierta al don de Dios lo haga en esta Navidad, que se deje sorprender por el Espíritu Santo y que sea una Iglesia que haga hijos, una Iglesia madre. Madre. Tantas veces yo pienso que la Iglesia en algunos lugares, más que madre es una empresaria”, señaló.
Por ello, “viendo esta historia de esterilidad del pueblo de Dios y tantas historias en la historia de la Iglesia que la han hecho estéril pidamos al Señor, hoy, mirando el Pesebre, la gracia de la fecundidad de la Iglesia. Que ante todo, la Iglesia sea madre, como María”.
ACI Prensa
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