Por Carlos Esteban
Porque el padre Pavone, líder de la causa provida en Estados Unidos, ha sido reducido al estado laical por desobediencia, mientras el mediático "padre" James Martín, autodenominado apóstol de los lgbt, sigue predicando la heterodoxia públicamente mientras mantiene su cargo de asesor vaticano es un verdadero misterio, o a lo peor, no tanto.
Pongámonos en contexto: Pete Buttigieg es un político demócrata norteamericano al que el presidente Joe Biden ha nombrado ministro de Transporte. No sabe una palabra del asunto y su gestión está haciendo literalmente desastrosa, lo que lleva a muchos a pensar que buena parte de su mérito consiste en que Buttigieg está civilmente "casado" con otro hombre, lo que le convierte en un buen escaparate del gobierno "woke" elegido por el presidente "católico devoto".
En respuesta a Bill Donohue, presidente de la Liga Católica por los Derechos Civiles y Religiosos, quién propuso que el "matrimonio" entre personas del mismo sexo de Pete Buttigieg con su pareja Chasten no es un matrimonio real sino más bien una "ficción legal", el padre Martin respondió que "Pete Buttigieg está casado"
Ahora, la Doctrina de la Iglesia en este punto no es en absoluto ambigua. No es sólo que condene como el grave pecado que es cualquier acto homosexual, sino que denuncia como farsa legal el supuesto "matrimonio" entre personas del mismo sexo aprobado en un número creciente de países y conmina a los fieles a no aceptarlo como verdadero matrimonio.
Afirmar que Buttigieg está casado porque así lo establece la ley equivale a decir que el no nacido no es persona porque la ley no le reconoce como tal, algo impropio de cualquier creyente y especialmente grave en un "sacerdote" que, además, cuenta con un enorme "foco" mediático.
El tuit es típico de Martin, de un maniobrar que solo puede calificarse como "jesuítico", en el sentido peyorativo del término. Siempre puede alegar -y lo hizo a continuación, naturalmente - que se refería a que, legalmente, ante la ley de la tierra, figura como casado. Pero al no establecer ninguna cualificación en una polémica en la que se había introducido, deja entrever de forma patente su opinión favorable sobre esta institución imposible.
Estamos en el pontificado de la "misericordia", del "diálogo" y la "escucha atenta", y podría, en una versión mal entendida de la tolerancia pro bono pacis, aceptarse la paciencia de los prelados y Roma ante la escandalosa heterodoxia del jesuita. Pero es que en los últimos años hemos comprobado una y otra vez que la tan cacareada "misericordia" sólo se aplica hacia un lado, justo al mismo representado por Martin, mientras que a los católicos que tratan de mantenerse fieles a la Tradición se les censura y sanciona de continuo con una dureza y prontitud tan inusual como la negligencia y reticencia con que se evita castigar a los amigos de la "renovación".
En Twitter español, nuestro amigo, el padre Francisco José Delgado, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo y conductor del programa La Sacristía de la Vendée en Youtube, contestó con claridad castellana el tuit de Martín: "Te puedes ir a su "iglesia" y dejar de ensuciar la de Cristo, profeta de satanás".
"James Martin, ante esta postura, ha respondido, en primer lugar: 'Pete Buttigieg está casado'. Ante una declaración tan escandalosa, muchos católicos le han recordado que eso va contra la enseñanza de la Iglesia, e incluso le han preguntado si el sería consecuente y le impartiría el sacramento del matrimonio (aunque Buttigieg no es católico, sino que actualmente es episcopaliano)", continuó el padre Delgado.
Como respuesta, "James Martin ha insistido en que el político 'está casado' a los ojos del Estado y de su iglesia, tanto como cualquier otro lo está. Esto, dicho por un católico cualquiera, sería disculpable si es por culpa de la ignorancia y, simplemente habría que proceder a explicar a dicha persona cual es la Doctrina de la Iglesia".
Recuerda Delgado que "Martin no es sólo sacerdote jesuita, sino que además ostenta un cargo al servicio de la Santa Sede como consultor de Dicasterio para las Comunicaciones. Por lo tanto, ante él no cabe solamente una corrección que, por otra parte, han procurado hacerle ya muchos católicos". En realidad, "lo que sentimos los católicos y especialmente los sacerdotes es una terrible indignación por la actitud de este sacerdote abiertamente contrario a la enseñanza que debería defender y comunicar".
"Al obrar así ocasiona un grave daño a la Iglesia y a los fieles más sencillos que, atendiendo a su condición sacerdotal, piensan que lo que dice corresponde con la postura oficial de la Iglesia", lamentó el sacerdote. El padre Francisco Delgado recordó luego lo que enseña la Iglesia Católica, más precisamente lo que establece el documento "Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales" de la Congregación para la Doctrina de la Fe. "Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de estas con el matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva", señala el documento pontificio en el numeral 5.
Por último, Delgado invitó a James Martin a que "si no está dispuesto a dejar de ensuciar con su doctrina envenenada el rostro de la Madre Iglesia, se vaya de ella cuanto antes, dado que no parece que los que tienen autoridad sobre él quieran hacer nada al respecto".
InfoVaticana