viernes, 31 de enero de 2025

LOS CAMINOS FALSOS QUE TOMAN LOS HOMBRES PARA ENCONTRAR LA FELICIDAD

Algunos hombres murmuran entre dientes: "A menos que sea feliz, mi vida es miserable, perdida, un fracaso".

Por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira


¿Cuáles son los modelos verdaderos y falsos de la felicidad?Para muchos, vivir una vida feliz es respirar con alegría. ¡Cuantos más, mejor! El hombre exitoso sería aquel que logre este contentamiento. Y cuanto más lejos estás de ese objetivo, menos feliz eres.

El hombre que busca esta felicidad trata de adivinar qué características se requieren para lograr lo que tanto desea. Evidentemente, piensa, son las cualidades que hacen que uno avance en la vida. Porque el “santo” moderno, es decir, el hombre perfecto de nuestra era secular, es el que logra grandes cosas en la vida. Cualquiera que no tome este camino se desviará o se equivocará.

Hay cuatro tipos de "ganadores" que encajarían en este patrón. Donde cada uno cae, depende de sus inclinaciones, habilidades, preferencias y circunstancias concretas de su vida.

Resumiría estos modelos modernos en cuatro:

● El "hombre que tiene": el rico, el millonario, el banquero.

● El “hombre que sabe”: el maestro, el académico, el científico, el investigador, el filósofo, etc.

● El “hombre que hace”: el emprendedor, el constructor, el organizador, etc.

● El “hombre que puede, que tiene el poder”: el político, el líder, etc.Aquí hay cuatro caminos para lograr la victoria.

Movido por uno de estos cuatro mitos, el candidato a ser un hombre feliz, en la era de las ilusiones, se lanza a la lucha por la vida.

¿Ganará la felicidad? Que nadie se engañe.


El 'hombre que tiene'

Quizás se pueda decir que hoy el mito del 'hombre que tiene' es el más poderoso. Muchos imaginan que si tuvieran suficiente dinero, se les abriría la posibilidad de entrar en todos los caminos satisfactorios de la vida.

Como tales, hacen de la posesión de dinero su mayor preocupación. El dinero se convierte en el tema de mayor interés para ellos. Ponen toda su felicidad en la esperanza de que nunca serán pobres y, en cambio, se volverán cada vez más ricos y, por lo tanto, cada vez más felices.


Más feliz... Aquí vale la pena recordar, entre muchos otros, el caso de Christina Onassis, la hija del hombre posiblemente más rico del mundo en su época. Christina, según un periodista de Le Monde , "podría decirse que nació con una cuchara de oro en la boca". Baste decir que sus muñecos fueron vestidos por el famoso diseñador Christian Dior ...

Su padre vivió tratando de prever y cumplir todos sus caprichos, de modo que incluso antes de que ella pudiera decir: “Papi, quiero tal y tal cosa”, ella ya lo tenía.

¡Este es el sueño dorado de tantas personas! Millones y millones aspiran ardientemente a la situación que ya vivió Cristina Onassis al nacer.

Pero, como escribe el periodista: “Fue una forma demasiado llena. Demasiada infelicidad, demasiados matrimonios, demasiados divorcios, demasiados kilos, demasiados caprichos inmediatamente satisfechos, que finalmente la llevaron a una soledad extrema... ”

Se drogó tratando de escapar a un mundo de sueños porque todo lo que tenía no era suficiente para ella. Y así, tomó la sobredosis fatal a los 37 años.


El periodista concluye: “Un padre, incluso el omnipotente, multimillonario, puede comprar todo menos la felicidad, y prevenir todo menos la desgracia”.

En realidad, la preocupación económica tiene que ser colateral, bajo el dolor de amar más lo que uno debería amar menos y amar menos lo que debería amar más.

El resultado es la desgracia. El "hombre que tiene" no es automáticamente feliz solo porque tiene cosas.


El 'hombre que sabe'

Junto al primero está el 'hombre que sabe'. Sin duda, saber es más elevado que tener. Pero, ¿solo el saber satisface?


Por ejemplo, Pico della Mirandola (1463-1494) fue un verdadero Onassis de erudición en la época del Renacimiento. Se decía de él que sabía todo lo que debía saberse y quibusdam alias (y luego algunas cosas más). ¿Estaría feliz por eso?

[A la edad de 31 años, fue asesinado - o se quitó la vida - junto con su amante masculino por envenenamiento con arsénico].


El 'hombre que hace'

También está el "hombre que hace". Es, como dicen en Estados Unidos, un adicto al trabajo, es decir, adicto no al alcohol sino al trabajo. 


Trata de compensar las miserias de la vida mediante la autorrealización en la acción, convirtiendo incluso las cosas dolorosas, como el trabajo a menudo, en una fuente de placer intemperante.

Lo que le fascina es la agitación del trabajo, la realización del trabajo, la intoxicación por el trabajo, independientemente de su resultado. No parece que en principio sea un hombre feliz.


El "hombre que puede"

¿La felicidad la alcanzará el "hombre que puede", es decir, el que tiene el poder? Es difícil de decir. Porque el grado de felicidad e infelicidad se mide por el grado de tranquilidad y no tranquilidad. Y el poder es a menudo una fuente de esto último, por nombrar solo un inconveniente.

No creo que ninguno de estos modelos sea fuente de verdadera felicidad. Son falsos modelos que el mundo presenta a los hombres para desviarlos de su verdadero camino hacia la felicidad.

El igualitarismo tampoco es el camino hacia la felicidad


Hoy en día hay una tendencia a presentarse como igual a todos los demás, pensar al mismo nivel que los demás, saber lo que todos saben, no tener más que los demás y no hacer más que los demás. Avergonzado de ser menos, avergonzado de ser más.

Así, sin querer nada más, sin encontrar dificultades, este hombre mediocre puede lograr, o al menos intentar, vegetar sin pasión.

Un hombre así podría decir en el momento de su muerte: "¡No hice nada, no quería nada y no dejé nada!"

Es incluso más vil que los casos anteriores mencionados anteriormente. Merece el siguiente diagnóstico: la felicidad de los cerdos.

Así vemos que la abominación del igualitarismo no es un camino hacia la felicidad.

Continúa...




¿HAN DADO LOS APÓSTOLES DEL PROTESTANTISMO ALGUNA PRUEBA DE SU PRETENDIDA MISIÓN? (40)

Hay dos señales infalibles para conocer si un hombre que se presenta para reformar la Iglesia, es verdaderamente enviado de Dios. Esas dos señales son la santidad y el don de milagros.

Por Monseñor De Segur (1862)


En cuanto a santidad no hay que hablar tratándose de Lutero y Calvino. Ya acabamos de ver que ellos eran bajo este aspecto, tanto que hasta los mismos protestantes instruidos y honrados, se sonrojan cuando se mueve delante de ellos conversación sobre esta materia. 

En cuanto a milagros, bien hubieran querido hacerlos los heresiarcas; pero es más fácil formar una secta, que hacer un milagro. Erasmo, que era satírico mordaz, hacía observar que “todos ellos juntos no habían podido curar ni a un caballo renco”. 

Sin embargo, Calvino quiso una vez hacer el ensayo de cierto milagrillo, pero el golpe dio en falso. Había pagado a un hombre para hacerse el muerto, con el objeto de simular que le resucitaba; pero cuando llegó al lugar de la farsa, seguido de una multitud curiosa, a la cual había anunciado modestamente esta prueba postiza de su misión, la justicia de Dios había herido al compadre; y Calvino estuvo para morirse de miedo, encontrando de veras muerto al que solo debía ser supuesto difunto. Esta historia es auténtica y sabida de todos. 

Lutero salía del paso por otra puerta. Si le pedían que probase con alguna obra milagrosa que hablaba en nombre de Dios; respondía con un torrente de injurias, llamando borrico, turco, perro y puerco endiablado, al infeliz que le había pedido semejante cosa. 

Habiendo, pues, fallado los milagros así como la santidad a los padres de la llamada Reforma es claro que Dios no los había enviado. 

Pero entonces ¿de qué espíritu estaban ellos animados? Del espíritu de orgullo, del espíritu de sensualidad, del espíritu revolucionario, que se rebela contra Cristo y contra la obra de Cristo; en una palabra el espíritu infernal que engendra todas las herejías, es el verdadero padre de la anarquía protestante. Vos ex patre diabolo estis. (San Juan VIII, 44)

Continúa...

Tomado del libro “Conversaciones sobre el protestantismo actual”, impreso en 1862.




PRIMER CONCILIO DE LETRÁN (1123)

El primer Concilio General después del Gran Cisma de Oriente se celebró en Roma por primera vez en la Basílica de Letrán en 1123 y fue convocado por el Papa Calixto II.


El tema de discusión fue la controversia sobre la investidura laica entre el poder secular y el poder eclesial. El Concilio confirmó el Concordato de Worms que se había firmado el año anterior entre el emperador Enrique V y el Papa Calixto II. Este aseguraba que todas las elecciones de prelados y abades serían realizadas únicamente por las autoridades eclesiásticas y que el Emperador tendría la aprobación solo en Alemania. El Concilio declaró que los sacerdotes de rito latino debían permanecer célibes.

INTRODUCCIÓN

En 1123, durante el pontificado del papa Calixto II, se celebró un Concilio general romano “para tratar varios asuntos importantes de la Iglesia”, como dice el propio Calixto en la carta de convocatoria que envió el 25 de junio de 1122 al obispo Baldric de Doll. Un gran número de obispos, abades y religiosos, al menos 300, se reunieron en Roma procedentes de las iglesias occidentales, aunque ninguno que sepamos procedía de las iglesias orientales {1}. No hay evidencia de que participaran legados del emperador Enrique V. El Concilio comenzó el 18 de marzo de 1123, presidido por el Papa. Hubo al menos dos sesiones. El Concilio terminó antes del 6 de abril, probablemente el 27 de marzo.

Este Concilio es llamado a menudo “general” en las cartas y decretos del Papa Calixto II. Sin embargo, es razonable dudar de su ecumenismo. De hecho, la manera en que el Papa y los Padres convocaron y llevaron a cabo el Concilio difería de la de los Concilios más antiguos. Además, varios otros Concilios, similares al de Letrán I, se convocaron en los siglos XI y XII, pero no se calificaron de “ecuménicos”. El ecumenismo de este Concilio parece haber sido confirmado más tarde por la Tradición de la Iglesia romana.

Durante mucho tiempo había existido un conflicto entre la Iglesia y el Estado, aunque poco antes se había llegado a una solución con el Concordato de Worms (septiembre de 1122). Así, las cuestiones relativas a la investidura de los prelados y la libertad de la Iglesia eran una preocupación principal del Concilio. El mencionado concordato fue aprobado y confirmado por la autoridad del Concilio, aunque no sin oposición por parte de muchos, como atestigua Gerhoh de Reichersberg {2}; los cánones 3-4, 8 y 12 hacen mención de este debate. De este modo se restableció una medida de paz y disciplina en la Iglesia.

Los Padres se dedicaron principalmente a la reforma de la Iglesia, a la abolición de la simonía y a la corrección de los abusos eclesiásticos. Hubo otros asuntos de menor importancia. Además, la lucha por el episcopado corso entre las iglesias de Génova y Pisa fue un problema considerable, y el Papa tuvo que crear una comisión de veinticuatro padres para resolver el asunto (para esto, véanse los cánones 1, 7 y también los cánones 2, 5-6, 9, 11, 16). De este modo, el Papa Calixto, siguiendo lo más de cerca que pudo los ejemplos de Gregorio VII y Urbano II {3}, y apoyado por la aprobación del concilio, llevó a una conclusión exitosa asuntos que habían absorbido el esfuerzo y el celo de toda la Iglesia durante casi cincuenta años.

Los Padres Conciliares ratificaron varios cánones, tal vez en la sesión del 27 de marzo. Muchos de ellos se incluyeron en los Decretos de Graciano (c. 1140), a saber, los cánones 1, 3-4, 6, 9, 12, 14, 16B, 19-22B y parte del 8, 18B. Hasta donde sabemos, Baronio fue el primero en imprimir otros que Graciano no aceptó (Br {4} 12, 1607, 149-150; ed. Theiner 18, 1869, 343-344). Doce más siguen en la edición romana (Rm {5} 4, 1612, 16- 17), donde se puede encontrar un texto completo de los cánones. Hemos examinado todos los cánones a continuación: Bn {6} 3/2 (1618) 464-465; RE {7} 27 (1644) 37-43; S. Baluze, en P. de Marca, Dissertationum de concordia sacerdotii et imperii...libri II Paris l663, 363 (=BdM); LC10 {8} (l67l) 896-900; Hrd {9} 6/2 (1714) 1111-1114; Cl {10} 12 (1730) 1333-1337; E. Martene y U. Durand, en Veterum scriptorum et monumentorum... collectionio, VII París 1733, 68-69, cuatro cánones solamente (= MD); Msi {11} 2 (1748) 355-358; Msi 21 (1776) 281-286; GH Pertz, en MGH {12}, Leges in f.ø, II/2 Hannover 1837, 182-183 (= Pertz); PL 163 (1854) 1361-1365; L. Weiland, en MGH, Const., I Hannover 1893, 574-576 (= MGH).

El texto de los cánones presenta algunas dificultades. Bn 2, ER, LC, Hrd, Cl y Msi deben haber impreso el mismo texto que el utilizado por Rm (aunque con algunas diferencias). Esta versión comúnmente aceptada, que llamamos B, consta de 22 cánones y parece derivar de dos códices manuscritos (no de Rm, ya que este tiene lecturas diferentes). Además, siete cánones (2, 5, 10-11, 13, 15, 17) impresos por Br parecen relacionarse con B, aunque a menudo no concuerdan con 13 en sus lecturas. Una segunda versión de los cánones, “de un antiguo códice manuscrito del monasterio de Aniane”, que ahora se encuentra en la Biblioteca Nacional de París, fue publicada por BdM. El orden de los cánones en ella, y a menudo las lecturas, son diferentes de B; Además, faltan seis cánones (11 y los últimos cinco, 18-22B) y dos (15-16) son completamente diferentes de B. En cuanto a esta otra versión, que llamamos alfa, MD publicó cuatro cánones (6, 12, 15-16) “de un manuscrito del marqués de Laubes”, y Pertz publicó dieciséis cánones (faltan el 15 y el 18-22B, en cuyo lugar hay lo que parecen ser dos rúbricas) del manuscrito de Viena, Codex of Canon Law 91 (hoy 2178). Migne transcribió el texto de Pertz. LC tomó varias lecturas de (alpha y las incluyó en B[eta] como lecturas variantes. Finalmente, el texto impreso por Msi “de un códice de cánones de Pistoia"”, así como el orden de los cánones en él, parecen similares a alpha; aunque los cánones 15-16 se conservan según el texto B y 18-19 se agregan a B. Si alpha es anterior a B, entonces el texto de Msi parece datar de una época anterior y haber sido corregido ocasionalmente por B; por lo tanto, concluimos que este texto pertenece a alpha.

Creemos que la versión (alfa es más antigua que B[eta]. Porque los cánones de alfa (excepto ll-12, 15-17) se mencionan en la “Historia Regum” {13} (= S) de Simeón de Durham, que es contemporánea. Este punto no ha sido notado por los eruditos. Además, los Decretos de Graciano atribuyen los últimos 5 cánones al pontificado anterior de Urbano II (1088-99) y no al tiempo de Letrán I, como señaló Br; por lo tanto, alfa parece correcto al omitir estos cinco cánones. El documento del que dependen Br y posiblemente Rm es un códice del Vaticano “que contiene la Colección de Anselmo [de Lucca], en el que los cánones de este Concilio están incluidos como un apéndice después del capítulo 55”. Tal vez, por lo tanto, nuestra B debería atribuirse a esta versión peculiar en el texto de Anselmo de Lucca. Ciertamente todos los códices manuscritos conocidos están relacionados con alpa, hasta donde sabemos {14} , incluyendo el Reginensis Vaticano del siglo XII lat. 987 (= R), que fue el primero que examinamos. Creemos que se puede depositar poca confianza en MGH, que es la única edición crítica realizada hasta ahora. Su editor, Weiland, dividió las fuentes en tres grupos: el “parisino”, más correctamente llamado “romano” - el códice de Pistoia; y los códices utilizados por BdM y Pertz. Pero ignoró por completo las similitudes entre los tres grupos, y al final solo recopiló las dos fuentes del tercer grupo, omitiendo sin razón alguna el canon 17. Hemos cotejado R y todas las demás ediciones, y hemos preparado nuestro texto con la versión alfa como base. Creemos que R y BdM son las fuentes más confiables. Hemos relegado la versión alternativa de los cánones 15-16 a una nota a pie de página, y los últimos cinco cánones a un apéndice. No hemos utilizado el texto de MGH excepto en unos pocos casos. Hay un prefacio a los cánones en R, S, BdM y Msi vol 1, pero no lo reproducimos.

BIBLIOGRAFÍA HL 5/1 (1912) 630-634; DThC 2/8 (1925) 2628-2637; DDRC 6 (1957) 344-346; LThK 6 (vol. 2, 1961) 815-816; NCE 8 (1967) 406; HC 3 (1980) 401-402; U. Robert, Histoire du pape Calixte II, París-Besançon 1891, 162-177, A. Hauck, Die Rezeption und Umbildung der allgemeinen Synode im Mittelalter, Historische Vierteljahrschrifl 10 (1907) 468 y siguientes; G. Meyer von Knonau, Jahrbucher des deutschen Reiches. . ., VII Leipzig 1909, 228-239; G Tangl, Die Teilnehmer an den allgemeinen Konzilien des Mittelalters, Weimar 1922, 196-205; HJ Schroeder, Decretos Disciplinarios de los Consejos Generales, St. Louis, Missouri --Londres 1937, 177-194; A. Eliche, La reforme gregorienne et la reconquete chretienne (Histoire de l'Eglise 8), París 1950, 390-393; G. Eranzen, L'ecclesiologie des conciles medievaux, en Le concile, 125-141; R Éoreville, Latran I, II, III et Latran IV (Histoire des Conciles 6), París 1965; M. Mollat ​​y P. Tombeur, Les conciles Latran I a Latran IV: Concordance, index, listes de frequence, tables comparatives (Conciles oecumeniques medievaux 1), Louvain 1974.

CÁNONES

1. Siguiendo el ejemplo de los santos Padres y renovándolos como estamos obligados por nuestro oficio, con la autoridad de la Sede Apostólica prohibimos totalmente que nadie sea ordenado o promovido en la Iglesia de Dios por dinero. Si alguien hubiera sido ordenado o promovido en la Iglesia de esta manera, sea completamente privado del oficio adquirido {15}.

2. {16} Prohibimos absolutamente que los excomulgados por sus propios obispos sean recibidos en la comunión por otros obispos, abades y clérigos {17}.

3. {18} Nadie puede consagrar como obispo a alguien que no haya sido elegido canónicamente. Si alguien se atreve a hacerlo, tanto el consagrante como el consagrado sean depuestos {19} sin esperanza de restauración.

4. {20} Ningún arcediano, arcipreste {21}, preboste o decano {22} puede conceder a nadie la cura de almas o prebendas en una iglesia sin la decisión o consentimiento del obispo. Antes bien, como está constituido por los santos cánones, la cura de almas y la administración de los asuntos eclesiásticos permanezcan en la decisión y potestad del obispo. Y si alguno se atreve a hacer algo contra esto o a atribuirse el poder que pertenece al obispo, sea desterrado de los límites de la iglesia.

5. {23} Las ordenaciones hechas por el heresiarca Burdino {24}, después de ser condenado por la Iglesia romana, y todo lo que después hicieron los pseudo-obispos ordenados por él, las juzgamos nulas y sin valor.

6. {25} Nadie, excepto un sacerdote, {26} puede ser ordenado para el oficio de preboste, arcipreste o decano; nadie, excepto un diácono, puede ser ordenado para el oficio de arcediano {27} {28}.

7. {29} Prohibimos absolutamente a los sacerdotes, diáconos o subdiáconos vivir con concubinas y esposas, y cohabitar con otras mujeres, excepto aquellas a quienes el Concilio de Nicea permitió vivir con ellos solo por necesidad, es decir, una madre, hermana, tía paterna o materna, u otras personas similares, sobre las cuales no podría surgir ninguna sospecha con justicia.

8. {30} Resolvemos además, de acuerdo con el estatuto del muy bendito Papa Esteban, que los laicos, por muy religiosos que sean, no tengan poder para disponer de ningún negocio eclesiástico; sino que, siguiendo los cánones apostólicos, el obispo tenga el cuidado de todos los asuntos eclesiásticos y los administre como a la vista de Dios. {31} Por lo tanto, si algún príncipe u otro laico se arrogara la disposición o donación {32} de cosas o posesiones eclesiásticas, sea considerado como sacrílego.

9. {33} Prohibimos las uniones entre parientes consanguíneos, porque tanto las leyes divinas como las seculares las prohíben. En efecto, las leyes divinas no sólo expulsan a quienes las practican y a sus descendientes, sino que también los llaman malditos; las leyes seculares los llaman deshonrosos y los privan de la herencia. Por eso, nosotros, siguiendo a nuestros padres, los marcamos con infamia y los juzgamos infames.

[cruzadas]

10. {34} A los que se dirigen a Jerusalén y prestan ayuda eficaz para la defensa del pueblo cristiano y para vencer la tiranía de los infieles, les concedemos la remisión de sus pecados y ponemos sus casas, familias y todos sus bienes bajo la protección del bienaventurado Pedro y de la Iglesia Romana, tal como ha sido decretado por nuestro señor Papa Urbano. Quien se atreva a embargar o robar sus casas, familias y bienes mientras están de camino, será castigado con la excomunión. {35} A los que se han puesto cruces en sus ropas, con vistas a viajar a Jerusalén o a España, y luego se las han quitado, les ordenamos por nuestra autoridad apostólica que vuelvan a llevar las cruces y completen el viaje entre esta Pascua y la Pascua siguiente. De lo contrario, desde ese momento les cortamos la entrada a la Iglesia y les prohibimos los servicios divinos en todas sus tierras, aparte del Bautismo de los infantes y las Confesiones de los moribundos.

11. {36} Con el consejo de nuestros hermanos y de toda la curia, y también con el deseo y consentimiento del prefecto, ordenamos la abolición de esa práctica inmoral que hasta ahora prevalecía con respecto a los Porticani fallecidos, de modo que los bienes de los habitantes Porticani que mueren sin herederos no se dispersen contra la voluntad de los moribundos. Esto, sin embargo, es en la medida en que los Porticani permanezcan obedientes y fieles a la Iglesia romana y a Nos y a nuestros sucesores. {37}

12. {38} De acuerdo con los cánones de los Santos Padres, prohibimos y vedamos absolutamente a los laicos, bajo pena de anatema, retirar las ofrendas de los sacratísimos y venerados altares del bienaventurado Pedro y del Salvador y de Santa María Rotonda y de San Nicolás de Bari, de San Gil {39}, o de los altares o cruces de todas las demás iglesias. Por {40} autoridad apostólica prohibimos la fortificación o toma de iglesias por {41} laicos {42} {43}.

13. {44} Quien a sabiendas fabrica o gasta intencionadamente dinero falso, será separado de la comunión de los fieles como maldito, opresor de los pobres y perturbador del Estado.

14. {45} Si alguno intenta atacar a los peregrinos que van a Roma y a los extranjeros {46} que visitan los santuarios de los Apóstoles y los oratorios de otros Santos, o robarles las cosas que traen, o molestar a los mercaderes {47} con nuevas exacciones de peajes y tasas, sea privado de la comunión cristiana hasta que haga reparación.

15. {48} Confirmamos, con la autoridad del Espíritu Santo, todo lo que ha sido determinado por los Romanos Pontífices, nuestros predecesores, acerca de la paz y tregua de Dios o sobre los incendios o las vías públicas.

Msi (como canon 14) y B (como canon 13) tienen un texto diferente, es decir:

Si alguien viola una tregua, el obispo debe amonestarlo hasta tres veces para que haga reparación. Si actúa en desacato a la tercera amonestación para que haga reparación, el obispo, ya sea con el consejo del metropolitano {49} o con dos o uno de los obispos vecinos, declarará la sentencia de anatema contra el rebelde y lo denunciará por escrito a los obispos de todo el mundo.

16. {50} Siguiendo las huellas de los Santos Padres, mandamos por decreto general que los monjes se sometan a sus obispos {51} con toda humildad, y les muestren en todo la debida obediencia y devota sumisión, como a Maestros y Pastores de la Iglesia de Dios. No celebren Misas en público en ningún lugar. Además, absténganse completamente de visitar públicamente a los enfermos, de ungir e incluso de oír confesiones, pues estas cosas de ninguna manera pertenecen a su vocación. Más aún, en las iglesias donde se les reconoce su Ministerio, sólo puedan tener sacerdotes ordenados por su propio obispo, a quienes responderán del cuidado de las almas que han asumido.

En Pertz sólo hay “Prohibimos absolutamente las unciones y visitas a los enfermos y las Misas públicas por parte de los monjes” y luego: “Los ejemplos de León a Dióscoro, para que el día de la resurrección pueda haber una ordenación levítica y una sacerdotal, cap. 19. Que el domingo por la mañana, continuando el ayuno del sábado, pueda haber una ordenación, cap. 20”.

Msi (como canon 18) y B (como canon 17) tienen un texto diferente, a saber:

Prohibimos a los abades y monjes hacer penitencias públicas, visitar a los enfermos, realizar unciones y cantar Misas públicas. Recibirán el crisma, el óleo santo, las consagraciones de altares y las ordenaciones de clérigos de los obispos en cuyas diócesis residan.

17. {52} En nuestro deseo de conservar en paz, por la gracia de Dios, los bienes de la santa Iglesia Romana, prohibimos rigurosamente, bajo pena de anatema, a cualquier militar {53} que se atreva a apoderarse o retener por la fuerza Benevento, la ciudad del bienaventurado Pedro. Si alguien osare lo contrario, sea atado con la cadena del anatema.

jueves, 30 de enero de 2025

EL POEMA DEL HOMBRE-DIOS (15)

Continuamos con la publicación del libro escrito por la mística Maria Valtorta (1897-1961) en el cual afirmó haber tenido visiones sobre la vida de Jesús.


15. Como conclusión del Pre–Evangelio.
6 de septiembre de 1944.

1 Dice Jesús:
“El ciclo ha terminado. Y con él, tan dulce y delicado como ha sido, tu Jesús te ha mantenido, sin movimientos bruscos, al margen de la agitación de estos días. Como a niño envuelto en blandos paños de lana y depositado sobre mullidos almohadones, a ti te han envuelto estas felices visiones, para que no sintieras, con el consiguiente terror, la crueldad de los hombres que se odian en vez de amarse. No serías capaz ya de soportar ciertas cosas, y no quiero que mueras por causa de ello: Yo cuido a mi 'portavoz'.

2 Está para desaparecer del mundo ya, la causa de todas las desesperaciones que han torturado a las víctimas. Por lo tanto, María, también cesa para ti el tiempo de este tremendo sufrimiento por demasiadas causas tan en contraposición con tu modo de sentir. No terminará tu sufrir: eres víctima; pero, parte de él, ésta, cesa. Después llegará el día en que Yo te diga, como a María de Magdala moribunda: 'Descansa. Ahora es tiempo de descanso para ti. Dame tus espinas. Ahora es tiempo de rosas. Descansa y espera. ¡Te bendigo, mujer bendita!'.
Esto es lo que te decía –y era una promesa y tú no la entendiste– cuando llegaba el tiempo en que habías de ser sumergida, revolcada, en espinas, encadenada, colmada de espinas hasta en los más hondos recovecos de tu ser...
Esto es lo que ahora te repito, con una alegría como sólo el Amor puede experimentar –y Yo soy el Amor– cuando puede hacer cesar un dolor en su dilecto amado. Esto es lo que te digo ahora, ahora que ese tiempo de sacrificio cesa. Y Yo, que sé, por el mundo que no sabe, por Italia, por Viareggio, por esta pequeña población, a donde tú me has portado –medita el sentido de estas palabras– Yo te expreso mi agradecimiento, como corresponde a las víctimas por su sacrificio.

3 Cuando te mostré a Cecilia, virgen–esposa, te dije que ella se había echado mis perfumes, y con ellos atrajo a su marido, a su cuñado, a sus domésticos, a sus familiares, a sus amigos. Tú has hecho –no lo sabes, pero te lo digo Yo, Yo que conozco las cosas– el papel de Cecilia en medio de este mundo enloquecido. Te has saturado de mí, de mi palabra, has llevado mis deseos a las personas, y las mejores han comprendido, y siguiéndote a ti, que eres víctima, muchísimas otras víctimas han surgido. Si tu patria, y los lugares que tú más quieres, no han sido completamente destruidos, ha sido porque muchas hostias han sido sacrificadas a raíz de tu ejemplo y de tu ministerio.
Gracias, mujer bendita. Continúa así. Tengo gran necesidad de salvar a la Tierra, de volver a comprar la Tierra; las monedas sois vosotras, las víctimas.

4 La Sabiduría que ha instruido a los santos, y que te instruye a ti con un magisterio directo, te eleve cada vez más en la comprensión de la Ciencia de vida y en practicarla. Levanta tú también tu pequeña tienda ante la casa del Señor. Te digo más aún: hinca las estacas que sostienen tu misma morada en la morada de la Sabiduría y mora en ella sin jamás dejarla. Descansarás así, protegida por el Señor, que te ama, como ave entre ramas florecidas, y El será tu amparo ante cualquier tipo de intemperie espiritual y estarás en la luz de la gloria de Dios de donde descenderán para ti palabras de paz y verdad. Puedes ir en paz.
Te bendigo, mujer bendita”.

5 Inmediatamente después dice María:
“A María el regalo de Mamá por su fiesta. Una cadena de regalos. Y si hay alguna espina entre ellos, no te quejes al Señor, que te ha amado como a bien pocos ama.
Te dije al principio: 'Escribe acerca de mí. De todo lo que sufras recibirás consuelo'. ¿Ves como ha sido verdad? Te estaba reservado este regalo para este tiempo de agitación, porque no sólo cuidamos el espíritu, sino que sabemos también cuidar la materia, que no es reina, sino sierva útil al espíritu en el cumplimiento de su misión.
Sé agradecida al Altísimo, que, incluso en el sentido afectuosamente humano, es verdaderamente Padre tuyo, que te acuna con éxtasis suaves para ocultarte lo que te asustaría.
Amame cada vez más. Te he conducido conmigo al secreto de mis primeros años. Ahora ya sabes todo acerca de Mamá. Amame como hija y como hermana en el destino victimal. Y ama a Dios Padre, a Dios Hijo, a Dios Espíritu Santo, con perfección de amor.
La bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu pasa por mis manos; recibe el perfume de mi materno amor hacia ti, a ti desciende y en ti se deposita. Sé sobrenaturalmente feliz”.





IGLESIAS DESCRISTIANIZADAS POR NO PREDICAR EL MISTERIO DE LA SALVACIÓN

Cuidado. Ese silencio pone en duda la fe. San Pablo predicaba las verdades de Cristo porque creía en ellas: “Creí, y por eso hablé”

Por el padre José María Iraburu


Adviento. Viendo que tras el pecado original de Adán y Eva, la humanidad había caído en el poder del pecado y del diablo, y que por eso mismo no podía salvarse el hombre a sí mismo, el Hijo divino eterno se encarnó, y se hizo hombre para salvarnos.

Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna” (Jn 3,16). Ése fue el amor inmenso de Dios por nosotros, pobres pecadores sin remedio. “Dios probó su amor a nosotros en que, siendo pecadores, Cristo murió por nosotros
 (Rom 5,8: sinistesin: demostró, garantizó, acreditó) …

Adviento, antífonas: –“Mirad, viene ya el Rey excelso con gran poder, para salvar a todos los pueblos”. –“Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene. No temas, Sion, tu salvación está cerca”. (Oficio de Lecturas, I dom. Adviento). Jesucristo: –“Yo os digo que habrá más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento” (Lc 15,7). San Pablo:–“Dios nuestro Salvador quiere que todos los hombres se salven y lleguen a conocer la verdad”. Te Deum: –“Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad”.

– Cristo se encarnó para la Salvación de los hombres y para Gloria de Dios

Por el pecado de Adán y Eva, revelándose contra Dios por su desobediencia, de tal modo queda la naturaleza humana inclinada hacia el pecado –“pecador me concibió mi madre” (Sal 50)– que peca, para su propia perdición. “La maldad da muerte al malvado” (Sal 34,21). Una muerte eterna, sin remedio. Dios entonces, compadeciéndose de los hombres, y sabiendo que no pueden salvarse por sí mismos, les da como Salvador a su único Hijo, divino y eterno.

La primera revelación de Jesús a los hombres se da como “Salvador” de la humanidad:
– El ángel Gabriel le anuncia a María: “concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús” (Lc 1,31).

– El mismo ángel San José: “Tu esposa… dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1,21: en arameo antiguo Jesús significa “Yahvé es nuestro salvador”).

– Y el formidable cántico de Zacarías, glorificando a Dios por el nacimiento de Juan Bautista, tres vece revela la “salvación” que trae el Mesías salvador que anunciará Juan (Lc 1,68-79).
Los evangelistas, pues, expresan que Jesucristo, la Encarnación del Verbo divino, es, para la gloria del Padre (doxología: doxa, gloria) y para la salvación del hombre (soteriología: soteria, salvación). Una salvación por la que el Salvador librará a los hombres del pecado y de la muerte, del diablo y del infierno… Misterio inefable, gran mysterium fidei. Es una salvación por gracia, que constituye a quienes eran pecadores, en hijos de Adán, en “hijos de Dios” por participación, como miembros del mismo Cristo, herederos del cielo… “El Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo… Y nosotros hemos conocido y creído en la caridad que Dios nos tiene” (1Jn 4,14-16). Mysterium fidei.

– Jesucristo es el Salvador, y “la Iglesia es el sacramento universal de salvación”. (Vat.II, Lumen Gentium 48; Ad Gentes 1; Catecismo 774-776)

¿Salvar al hombre? ¿Salvarlo de qué?… Salvarlo del pecado y de la muerte eterna, de la sujeción al diablo, al mundo y a la carne. Salvarlo del infierno, y abrirle el cielo por la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Hoy en las Iglesias descristianizadas poco o nunca se predica la salvación eterna (cielo – infierno). Y también se ha perdido en gran medida hablar de Cristo como el Salvador, que es su nombre etimológicamente más propio y el de más arraigo en la Tradición. Por eso esas Iglesias están descristianizadas.

– Pero es evidente que Jesús en casi todas sus predicaciones habló de salvación o condenación. Y con un poco de paciencia vamos a comprobarlo en los Evangelios. Y es así precisamente su Evangelio, es “la epifanía del amor de Dios hacia los hombres” (Tit 3,4). Sabe Jesús que, predicando la posibilidad de que los pecadores lleguen finalmente a un infierno eterno, lo avisa una y otra vez (“Si no hicierais penitencia, todos igualmente pereceréis”; Lc 12,3), aunque sabe que por hacerlo va a sufrir por ello rechazo y muerte. Pero sabe también que, silenciando esa verdad, los hombres persistirán en sus pecados, se condenarán para siempre, y perderán la felicidad temporal y eterna. Por eso en su predicación les advierte que en esta vida temporal se están jugando una vida eterna de felicidad con Dios (“venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del Reino”) o de condenación, lejos definitivamente de Él (“apartaos de mí, malditos, al fuego eterno”; Mt 25,34.41).

– Comprobemos la afirmación precedente

A continuación transcribo en forma abreviada las referencias explícitas al cielo, al infierno o a ambos a la vez. Y en cada caso cito solo un Evangelio concreto, sin señalar los lugares paralelos que pueda tener en los otros Evangelios, como es frecuente. ¡Son unos cincuenta avisos explícitos!
– Juan Bautista llama a conversión: “Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la cólera que os espera?”. En la era hay trigo para el granero y paja para el fuego (Mt 3,7-12).

– Creer o no creer en Cristo trae salvación o condenación (Jn 3,18-19.36).

– “Cuantos hicieron el bien saldrán para la resurrección de la vida; los que hicieron el mal, para la resurrección de la condenación” (Jn 5,29).

– La sal buena y la sal mala, que se tira fuera (Lc 14,34-35).

– “Si vuestra justicia no fuera más que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mt 5,20).

– “Más te vale perder uno de tus miembros, antes que tu cuerpo entero sea arrojado al infierno” (Mt 5,29-30).

– Los que tengan fe como el centurión, se sentarán a la mesa con Abraham. “Mientras que los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas exteriores, donde habrá llanto y crujir de dientes” (Mt 8,11-12).

– “¿Qué provecho saca uno con ganar el mundo entero si pierde su vida?” (Mc 8,35).

– Puerta angosta de salvación y ancha de perdición, por la que entran muchos (Mt 7,13-14).

– Árbol bueno que da frutos buenos, y árbol malo que da frutos malos, y que se corta y echa al fuego (Mt 7,17.19).

– No basta decir “Señor, Señor”, si no se hace la voluntad de Dios: “alejaos de mí los que hicisteis el mal” (Mt 7,21-23).

– Escuchando y cumpliendo la palabra de Cristo, se edifica sobre roca y se logra salvación; de otro modo, se construye sobre arena, y viene la ruina total (Mt 7,24-27).

– La ciudad que rechace a quienes Cristo envía como ovejas entre lobos será tratada aquel día con mayor rigor que Sodoma (Lc 10,3-12).

– “¡Ay de ti, Corazaín! ¡Ay de ti, Betsaida!… Y tú, Cafarnaúm ¿por ventura te levantarás hasta el cielo? Caerás hasta el infierno” (Lc 10,13-15).

– El final de aquel hombre, dominado por los demonios, resulta peor que el principio. “Así sucederá a esta generación perversa” (Mt 12,45).

– “Si alguno habla contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro” (Mt 12,32).

– “Por tus palabras te justificarás y por tus palabras te condenarás” (Mt 12,36-37).

– La reina del Sur y “los habitantes de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán” (Lc 11,31-32).

– Dos plantas mezcladas en un campo, trigo y cizaña. En la siega final, el trigo va al granero de Dios. Y “como se ata la cizaña y se arroja al fuego, así sucederá al fin del mundo” (Mt 13,30.39-40).

– “Mirad, pues, cómo oís, porque al que tiene, se le dará, y al que no tiene, se le quitará aun lo que cree tener” (Lc 8,18).

– Se pedirá cuenta a esta generación por los profetas asesinados. “¡Ay de vosotros, doctores de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia, y no entráis vosotros ni dejáis entrar a los que lo intentan!” (Lc 11,50-52).

– “Temed a aquel que, después de matar, tiene poder para enviar al infierno” (Lc 12,5).

– Felices los siervos que al volver el señor los encuentra cumpliendo con su deber. Maldito el siervo que no cumple: “vendrá su amo en el día que no espera y en la hora que no conoce, lo castigará severamente y le dará la suerte de los infieles” (Lc 12,37-38.45-46).

– “Yo os lo aseguro: si vosotros no os arrepentís, todos moriréis igualmente” (Lc 13,3).

– El reino de los cielos es como red que pesca peces buenos y malos. Y así será “al fin del mundo: saldrán los ángeles y separarán a los malos de los justos, y los arrojarán en el horno de fuego: allí será el llanto y el rechinar de dientes” (Mt 13,47-50).

– “Uno le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: luchad para entrar por la puerta estrecha, porque yo os digo que muchos pretenderán entrar y no podrán”. Algunos gritarán, “Señor, ábrenos”; pero Él les contestará: “alejáos de mí todos los obradores de la iniquidad. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros arrojados fuera. Vendrán del Oriente y del Occidente, del Norte y del Mediodía, y se sentarán a la mesa, en el reino de Dios” (Lc 13,23-29).

– Ninguno de los invitados a la boda descorteses gozará del banquete del Señor (Lc 14,24).

– Muere el pobre Lázaro y es acogido en el seno de Abraham. Muere el rico y va al infierno, donde, estando entre tormentos, pide inútilmente que avisen a sus hermanos para que eviten su pésima suerte (Lc 16,22-28).

– Cuando aparezca finalmente el Hijo del Hombre, “uno será tomado y el otro dejado” (Lc 17,30.34).

– “A todo el que me confesare delante de los hombres, yo lo confesaré delante de mi Padre celestial. A quien me negare delante de los hombres, yo lo negaré delante de mi Padre celestial” (Mt 10,32).

– El que come del pan celestial, que es Cristo, vivirá eternamente; el que no come su cuerpo ni bebe su sangre, no tendrá vida (Jn 6,51.53).

– Dice Jesús de los fariseos: “toda planta que no plantó mi Padre celestial será arrancada. Dejadles: son ciegos conductores de ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en la fosa” (Mt 15,13).

– “Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará” (Mc 8,35).

– “Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles” (Mc 8,38).

– “Quien escandalizare a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valiera que le ataran al cuello una piedra de moler que mueven los asnos y lo arrojasen al profundo del mar… Es necesario que haya escándalos, pero ¡ay de aquel por quien viene el escándalo!” (Mt 18,3.67).

– “Si tu ojo te escandaliza, sácalo de ti: más te vale entrar en el reino de Dios con un solo ojo, que con dos ojos se arrojado al infierno, donde el gusano no muere, ni el fuego se apaga” (Mc 9,47-48).

– Jesús dice a los judíos que le rechazaban: “Si no creyereis que yo soy, moriréis en vuestro pecado… El padre de quien vosotros procedéis es el diablo, y queréis hacer lo que quiere vuestro padre… el padre de la mentira. A mí, en cambio, porque digo la verdad, no me creéis. El que es de Dios oye las palabras de Dios; vosotros no las oís porque no sois de Dios” (Jn 8,21-24.44-47).

– Que los ricos entren en el reino de Dios es imposible para los hombres, pero posible para Dios (Mc 10,24.27).

– Hay que utilizar bien los talentos recibidos de Dios. “Y al siervo inútil arrojadlo a las tinieblas exteriores: allí será el llanto y el crujir de los dientes” (Mt 25,30).

– “Os digo que el reino de Dios se va a quitar a vosotros, para concederlo a un pueblo que dé sus frutos. Aquel que caiga sobre esta piedra se estrellará, y sobre quien ella caiga, lo aplastará” (Mt 21,43-44).

– De quien entró en las bodas vestido indignamente, dijo el rey a los sirvientes: “atadlo de pies y manos, y arrojadlo a las tinieblas exteriores; allí será el llorar y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados, y pocos los escogidos” (Mt 22,12-14).

– “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!… ¡Serpientes, raza de víboras! ¿cómo podréis escapar de la condenación del infierno?” (Mt 23,13.33).

– “Ay de vosotros, fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un discípulo y cuando llega a serlo, lo hacéis merecedor del fuego eterno, dos veces más que vosotros” (Mt 23,15).

– “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo condene: la palabra que he hablado, ésa le condenará en el último día” (Jn 12,48).

– Cuidado con no cebarse con los bienes de este mundo, olvidando el Reino. “Velad y orad en todo tiempo, para que podáis escapar a todas estas cosas que han de venir, y comparecer seguros ante el Hijo del hombre” (Lc 21,34-36).

– Las vírgenes prudentes entran en las bodas del Esposo. Pero cuando las necias llaman: “Señor, Señor, ábrenos. Él les respondió: en verdad os digo que no os conozco. Vigilad, porque no sabéis el día ni la hora” (Mt 25,10-12).

– “Venid, benditos de mi Padre, entrad a poseer el reino que os está preparado desde el principio del mundo… Y dirá a los de su izquierda: apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus ángeles… E irán al suplicio eterno, y los justos, a la vida eterna” (Mt 25,34.41.46).

– “¡Ay de aquel hombre [Judas] por quien el Hijo del hombre es entregado! Más le valiera no haber nacido” (Mt 26,24).

– Los sarmientos que permanecen en la Vid dan fruto. Pero “si alguno no permanece en mí, será arrojado fuera, como el sarmiento, y se secará. Los recogerán, echarán al fuego y arderán” (Jn 15,5-6).

– “Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y se bautizare, se salvará; el que no creyere, se condenará” (Mc 16,15-16).
Notemos que, además, las referencias implícitas al binomio salvación–condenación que se encuentran en el Evangelio son numerosas, como por ejemplo: “éste está destinado para ruina y resurrección de muchos” (Lc 2,34). Pero no las he citado aquí, aunque son a veces muy claras (cf. Mt 13,15; 19,17; Lc 1,53; 12,20; 12,58-59; 13,8-9; 13,34-35; Jn 10,9-10) etc.
Tampoco he recogido aquí los textos, bastante frecuentes, que solo se refieren a la salvación: expresiones como “entrar en la vida”, o exhortaciones como “atesorad para vosotros en el cielo” (Mt 6,20; cf. 10,22; 22,30; Lc 10,20; 14,14; 19,9; 23,43). O como “quien escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, tiene la vida eterna y no va a juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida” (Jn 5,24).
Pues bien, son unos cincuenta los textos explícitos, distintos, en los que Cristo anuncia en su predicación la salvación o condenación. Eso significa que el Salvador predicaba dando a su Evangelio un fondo soteriológico permanente. Y también significa, por supuesto, que el predicador que nunca trata del misterio de la salvación eterna, falsifica totalmente la predicación de Cristo.

– Los Apóstoles predican el mismo Evangelio de Cristo

Prolongan la misma predicación del Maestro, en fondo y forma, sin desfigurarla ni modificarla en nada. Ellos creen en el pecado original, y ven a la humanidad como un pueblo inmenso de pecadores, dignos de condenación eterna: “todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios” (Rm 3,23). Todos necesitan la salvación por Cristo, una salvación obtenida por gracia. Ninguno sin ésta es digno de salvación, es decir, ninguno puede salvarse a sí mismo.
San Pablo: “Todos admitimos que Dios condena con derecho a los que obran mal… Tú, con la dureza de tu corazón impenitente, te estás almacenando castigos para el día del castigo, cuando se revelará el justo juicio de Dios pagando a cada uno según sus obras. A los que han perseverado en hacer el bien, porque buscaban contemplar su gloria y superar la muerte, les dará la vida eterna; a los porfiados que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia, les dará un castigo implacable” (Rm 2,2.4-8).
Ésa predicación de Cristo es la misma predicación de la Iglesia en toda su historia, en sus Padres y Concilios, lo mismo que en sus santos: Crisóstomo, Agustín, Bernardo, Francisco, Ignacio, Javier, Montfort, Claret, Cura de Ars, Padre Pío. Es el Evangelio que, convirtiendo a los pecadores con la inmensa fuerza de la gracia del Salvador, forma un pueblo santo para el Señor, que en la tierra y en el cielo vive siempre en comunión con Dios, con los santos y con los ángeles.

La Iglesia, como Cuerpo místico de Jesucristo Salvador, es “el sacramento universal de salvación” (Vat.II, Lumen Gentium 48; Ad Gentes 1; Catecismo 774-776). Ella es a lo largo de los siglos la presencia visible y operante de Cristo Salvador. Su religión es de glorificación de Dios (doxología) y de salvación temporal y eterna de los hombres (soteriología). Las dos finalidades se exigen y potencian mutuamente: vienen a ser una finalidad única. Y la Iglesia, en todos sus miembros, ha de ser muy consciente de la altura sobrehumana de su fin, y muy responsable a la hora de procurarlo con la gracia de Dios y su voluntad constante.

– Unas buenas preguntas finales

¿Qué hace una Iglesia católica local que nunca predica la verdad fundamental que Cristo siempre proclamaba?… ¿Esas Iglesias procuran de verdad que los hombres se enteren de que en la vida presente se están jugando una vida eterna de felicidad o de condenación, de cielo o infierno? ¿Estiman ustedes que puede omitirse la predicación de “la salvación” en la Misa, en la catequesis, en la teología, en el sacramento de la Penitencia, evitando toda alusión soteriológica, sin falsificar profundamente el Evangelio y sin desvirtuarlo?

“El justo vive de la fe… y la fe es por la predicación, y la predicación es por la palabra de Cristo” (Rm 1,17; 10,17). ¿Piensan que ese silenciamiento de “la salvación” es hoy frecuente en no pocos ámbitos de la Iglesia?… Cuidado. Ese silencio pone en duda la fe. San Pablo predicaba las verdades de Cristo porque creía en ellas: “Creí, y por eso hablé” ( 2Cor 4,13).

Y otra cosa: ¿conocen ustedes otras causas que expliquen más y mejor la descristianización de ciertas Iglesias: la ausencia de la Misa, de la oración y de los sacramentos, la falta de vocaciones sacerdotales y religiosas, la debilitación de las misiones, la anticoncepción generalizada, la mundanización de los cristianos y su frecuente apostasía?…

El silenciamiento en la vida de una Iglesia local del misterio de la salvación eterna la convierte en una simple Sociedad Benéfica, Ecológica, etc., que procurando a los hombres ciertos bienes naturales, apenas tiene fuerza para que sus miembros venzan en Cristo al demonio, al mundo y la carne. Siguen viviendo sus cristianos como hombres adámicos, hijos del mundo presente.

Gracias a Dios, suele Él mantener en esas Iglesias descristianizadas un Resto de Yahvé, que se mantiene en la vida sobrenatural de Cristo. Y que debe pretender con todo empeño y esperanza, sin desfallecer, la revitalización de la Iglesia. Pero no es excesivo pensar y decir que esa Iglesia ha venido a ser en su conjunto una Iglesia descristianizada. Es el resultado inevitable de falsificar, devaluar y silenciar la predicación más esencial de Cristo, Salvador de los hombres y Glorificador de Dios.

Post post: – Las verdades que hemos expuesto explican la eventual inutilidad, por ausencia o escasez de doxología y soteriología, de no pocas Reuniones eclesiásticas, Campañas vocacionales y otras, Planes pastorales parroquiales, diocesanos, nacionales y universales. E incluso la de ciertos documentos o sínodos pontificios.


EL SAGRADO CORAZON DE JESUS (13)

Que el Corazón de Jesús es templo, altar e incensario del Divino Amor

Por Monseñor de Segur (1888)


El amor increado y eterno, es decir, el Espíritu Santo, es quien se ha edificado este magnífico Templo, formándole de la sangre virginal de la Madre de amor.

Este Templo vivo ha sido consagrado y santificado por el Pontífice santo, inocente, inmaculado, sublimado sobre los cielos; por “el gran Pontífice que ha penetrado en los cielos, por Jesucristo Hijo de Dios”. Ha sido consagrado por la unción de la divinidad. Está dedicado al Amor eterno. Es infinitamente más santo, más digno y más venerable que todos los templos, materiales y espirituales, que ha habido y habrá en el cielo y en la tierra.

En este Corazón, en este Templo augusto Dios recibe adoraciones, alabanzas y glorias dignas de su infinita grandeza. En este templo el soberano Predicador, que es el Verbo, es decir la palabra de Dios en persona, nos predica continuamente. En este Templo celestial y más santo que los cielos el Sacerdote eterno ofrece a la majestad divina, en nombre de toda la creación, el sacrificio de adoración eterna, de eternas acciones de gracias, de amor eterno.

Este es el santuario, el centro de la santidad, que no conoce la profanación; y está adornado de todas las virtudes evangélicas y de todas las perfecciones de la divina esencia, como de otras tantas ricas esculturas y pinturas vivas. ¡Oh santa humanidad de Jesús! ¡Oh Corazón deífico, centro glorioso de esta humanidad tres veces santa!

¡Bendito seáis, Dios mío, por haberos edificado a Vos mismo este maravilloso Templo y haberos dignado franquearme su entrada! Me atrevo a unirme a vuestro Jesús y mi Jesús para tributaros en el Templo de su Corazón las adoraciones, acciones de gracias y todos los demás homenajes debidos a vuestra soberana majestad.

Mas el Corazón de Jesús es, no solamente el Templo, sino también el Altar del divino amor. Sobre este Altar de oro puro arde día y noche el fuego sagrado de este mismo amor. Sobre este mismo Altar el Sumo Sacerdote Jesús ofrece continuamente toda suerte de sacrificios a la Santísima Trinidad. En primer lugar, se ofrece y sacrifica a sí mismo como víctima de amor, como la más santa y preciosa victima que hubo ni puede haber jamás. Sacrifica enteramente su alma y su cuerpo, su sangre y su vida, con todos sus pensamientos, palabras, acciones y todo lo que ha sufrido en la tierra. Y este sacrificio lo ofrece perpetuamente sobre el Altar vivo de su Corazón, y lo ofrece con amor inmenso, infinito.

En segundo lugar, ofrece en sacrificio de adoración y de alabanzas todo lo que su Padre le ha dado, es decir, el cielo y la tierra, los Ángeles, los hombres, las criaturas todas, animadas e inanimadas; ofrécelas a la Majestad divina como otras tantas víctimas destinadas a dar gloria a Dios.

Ofrece también y sacrifica a la santidad de Dios las criaturas rebeldes que por el pecado huyen del amor: los malos cristianos, los impíos, los herejes, los réprobos, hasta los demonios. Sacrifica con la espada de la divina justicia a todos aquellos que se sustraen a la dulce y libre inmolación del amor. Nadie le escapa; elegidos, ni condenados; Ángeles, ni demonios; ni la tierra, ni el cielo, ni el infierno.

Así es como Jesucristo, Sacerdote eterno según el orden de Melquisedec, se ofrece a sí mismo y ofrece todas las cosas con alegría enteramente divina a la gloria de su Padre, sobre el Altar de su sagrado Corazón, el más amable y a la vez el más formidable de todos los altares.

¡Oh Jesús! ¡Jesús, amor mío! ¡Jesús, misericordia mía y mi dulce Dueño! ponedme, sin mirar mi indignidad, en el número de las víctimas de vuestro amor. Consumidme todo, como holocausto de este amor, en el fuego divino que arde incesantemente sobre el Altar sagrado de vuestro Corazón.

Por último, el sagrado Corazón de Jesús es también el Incensario del divino amor; este Incensario de oro de que habla el Apocalipsis, y que San Agustín explica del adorable Corazón de Jesús: “Vino un Ángel a colocarse delante del altar, teniendo en su mano un incensario de oro; y le llenó de incienso, para ofrecer las oraciones de todos los Santos sobre el altar de oro que está delante del trono de Dios”. Todas estas palabras están llenas de Jesús: ese Ángel que ofrece a la majestad de Dios el incienso de las oraciones de los Santos en su incensario, es Jesús, el Ángel de la nueva y eterna Alianza, que ofrece a su Padre las oraciones de todos sus siervos, uniéndolas a su divina oración. El incensario de oro puro es también Jesús, es el Corazón de Jesús: las ascuas encendidas del amor llenan este Corazón sagrado, y quemando el incienso de la oración de los Santos, la hacen subir, como vapor embalsamado, hasta el trono del Señor. Ese altar de oro es Jesús, siempre Jesús. Finalmente, el trono de Dios es también Nuestro Señor, cuya santa humanidad es el verdadero trono donde reside la majestad de Dios.

En el incensario del Corazón Santísimo de Jesucristo son depositadas, para ser ofrecidas a Dios, para ser santificadas y deificadas, todas las adoraciones, alabanzas, súplicas, oraciones, afectos y aspiraciones de todos los Santos y Ángeles. Procuremos corresponder fielmente a este designio de la Providencia, poniendo en nuestro celestial Incensario todas nuestras oraciones, nuestros deseos, nuestras devociones, y todos los piadosos afectos de nuestro corazón. Coloquemos en él también nuestro corazón con todo lo que hacemos y todo lo que somos, suplicando al Rey de los corazones que purifique y santifique todas estas cosas, para ofrecerlas en seguida a su Padre como incienso purísimo, en olor de suavidad.

Sí, el Corazón de nuestro Salvador es el Templo, el Altar y el Incensario, al mismo tiempo que el Sacerdote y la Victima, del divino amor. ¡Y todo esto por nosotros! ¡por nosotros, pobres y miserables, ejerce estas divinas funciones!

¡Oh amor! ¡oh exceso de amor! ¡Oh Salvador mío! ¡cuán admirables son vuestras bondades para conmigo! ¡Oh qué veneración y qué alabanzas debo tributar a vuestro sagrado Corazón!

¡Oh dulcísimo Corazón de mi Jesús! Haced que sea yo todo corazón y todo amor por Vos, y que todos los corazones del cielo y de la tierra sean inmolados en alabanza y gloria vuestra!

miércoles, 29 de enero de 2025

LO SIENTO POR EL POBRE CURA

¿Y ahora qué? Pues que el curao decide sobrevivir y dar la comunión a todo el que se le ponga por delante, o decide hacer las cosas como debe y afrontar lo que le viene

Por el padre Jorge González Guadalix


Hace unos días saltó a todos los medios que el cura de Basardillo y Torrecaballeros, siguiendo las normas de la Iglesia, había negado la comunión a una “pareja gay” conviviente.

La cosa se lió porque hoy rápidamente se acude a las redes, a la prensa y a todos los medios y el linchamiento mediático del cura fue tema durante días. De poco o nada sirvió la nota, magnífica por cierto, que sacó el obispado de Segovia a los pocos días. Hasta la “ministra de igualdad” tomó cartas en el asunto y exigió una entrevista con el presidente de la conferencia episcopal, D. Luis Argüello, para dejar claro que, según la “ministra” y según el colectivo gay”, negar la comunión eucarística a una “pareja gay” conviviente “va contra la constitución”, nada menos. Entrevista hubo, D. Luis se explicó perfectamente y la “ministra” siguió en sus trece.

Leo hoy que los vecinos de Basardillo y Torrecaballeros han convocado una manifestación para el próximo domingo “en apoyo a los discriminados en nuestros pueblos por su orientación sexual”.

Todo es tan fácil como entender que cada uno se apunta a lo que quiere pero sabiendo que cada grupo tiene sus normas. Punto. También el PSOE, partido al que pertenecen los miembros de la “pareja” supuestamente “discriminados”, y pobre del que se salte las normas y las consignas del partido.

Es igual. Todo vale para criminalizar a la Iglesia. No me consta una sola protesta ante el Islam por discriminación de la mujer o prohibición de las relaciones homosexuales, que en algunos paises se siguen castigando con la muerte, pero cualquier disculpa es buena para sacudir a la Iglesia católica.

A mi en todo esto lo que me da mucha pena es pensar en el párroco de esos dos pueblos, porque uno de los supuestamente “discriminados” es nada menos que el señor alcalde de la localidad. En estos momentos el cura de Torrecaballeros y Basardillo lleva semanas viendo cómo lo critican y hablan mal de él por todas partes, tiene al alcalde completamente en contra y, por si fuera poco, dos pueblos manifestándose, seamos claros, en contra de la “discriminación” y en contra del cura. No nos engañemos.

Mala solución. Antaño se lanzaba un interdicto y se dejaba a esos pueblos sin sacramentos una temporada esperando que repensaran las cosas. Esto hoy no sirve porque en Roma no lo aprobarían, los medios se ensañarían aún más y a la gente, en estos momentos donde tenemos muy debilitada la fe, le importa un bledo quedarse sin misas.

Y ahí está el cura. Aguantando el chaparrón, porque las notas de la diócesis están muy bien, pero el que abre los templos cada domingo y tiene que andar por esos pueblos, celebrar la misa y verse con la gente, empezando por el alcalde, es el cura. Es para héroes. No todos lo aguantarían.

Son muchos años de “lo importante es que nos queramos”, de total tolerancia ante el “mundo gay”, un año de Fiducia supplicans, años de “quién soy yo para juzgar”, años de obispos tolerantes y de pedir bendiciones para las “parejas” homosexuales mientras nos dicen que todo sigue igual. ¿Y ahora qué? Pues que el cura, o decide sobrevivir, que lo entiendo, y dar la comunión a todo el que se le ponga por delante, siguiendo el espíritu de lo que últimamente se va dejando caer, por más que su situación irregular sea pública, o decide hacer las cosas como debe y afrontar lo que le viene.

Para el cura mi abrazo y mi oración. Para los de más arriba, piensen lo que está ocurriendo.

HA FALLECIDO MONSEÑOR RICHARD WILLIAMSON

Tras tres días de agonía, Monseñor Richard Williamson ha muerto esta noche a las 23.23 GMT.


Apóstol devoto de Nuestra Señora y de su santo Rosario

Requiescat in pace​


VIVIR EN UN MUNDO FALSO

“No creas todo lo que ves o lees” no es una propuesta nueva ni sorprendente para quienes intentamos mantenernos alertas. Pero ahora “no creas todo” se está convirtiendo en “no creas nada”.

Por Julian Kwasniewski


Hace poco estuve examinando un viejo autobús escolar con la esperanza de convertirlo en un motorhome rústico. Por desgracia, este ejemplar no estaba en buen estado; se veían reparaciones mal hechas, después que un amigo mecánico empezara a señalármelas. Varios elementos estaban mal soldados al chasis, mal colocados o rotos.

Este autobús tenía buen aspecto en el anuncio de Facebook Marketplace, pero una vez que lo veías en persona y te ensuciabas las manos bajo el capó, empezaba a aparecer una historia diferente. Era una ruina mecánica sobrevalorada y mal mantenida. Claro que encendía el motor, pero si hubiera empezado a conducirlo, habría sido cuestión de tiempo y de suerte que ardiera en llamas.

He estado pensando que nuestra sociedad del “primer mundo” es bastante parecida. Cuanto más se mira, más profundas son las falsificaciones peligrosas en nuestra sociedad, como los desperfectos de aquel autobús. El autobús se enciende, circula aparentemente bien, pero, si el conductor no sabe mirar bajo el capó, el motor se irá quemando sin refrigerante, y el conducto de combustible que cuelga precariamente, estará listo para encender ese motor en llamas y llevarse todo el autobús por delante. Cuanto más se mira, más surrealista resulta todo cuando se comercializa como algo que “funciona de maravilla”.

Quizá las noticias de los últimos meses no sean tan diferentes de las anteriores, o quizá estemos viendo casos más evidentes de una decadencia que sabemos que existe desde hace mucho tiempo. “No creas todo lo que ves o lees” no es una proposición nueva ni sorprendente para quienes intentamos mantenernos despiertos.

Pero ahora parece que “no creas todo” se está convirtiendo en “no creas nada.

Algunos ejemplos dispares demostrarán de qué estoy hablando.

Empecemos por el papel higiénico. Sí, es cierto. La pasta de madera se procesa con cloro y formaldehído. El cloro puede producir dioxinas, toxinas relacionadas con problemas del sistema inmunitario, reproductivos y de desarrollo. El formaldehído es cancerígeno, y algunos creen que el cloro también lo es. Algunos papeles higiénicos incluyen fragancias no reveladas que a menudo incluyen ftalatos, disruptores endocrinos. No sólo se está expuesto a estas sustancias químicas cuando el papel higiénico entra en contacto con la piel, sino que también se liberan en el agua una vez utilizado el papel higiénico -ya sea en alcantarillas o en vertederos- y de ahí se filtran a quién sabe qué hábitats acuáticos, al riego de cultivos y al agua potable. Ah, y ¿he mencionado que los polvos de talco, lo que llevamos décadas poniendo a nuestros bebés, también están siendo examinados como carcinógenos?

Saltemos del cuarto de baño a Oriente Próximo y a las tropas de “mantenimiento de la paz” suministradas por Naciones Unidas y supuestas organizaciones humanitarias. Como han demostrado varios artículos de European Conservative, existen serias dudas sobre cómo las “tropas de mantenimiento de la paz” de la ONU podían ignorar la forma en que los combatientes de Hezbolá las utilizaban como escudo humano y fortificaban posiciones “delante de sus narices”. Otras cuestiones tienen que ver con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA). En los videos difundidos (en inglés aquí) desde las escuelas gestionadas por la UNRWA se ve a niños a los que se anima con mensajes antiisraelíes y antijudíos. “Un niño afirmó que le habían enseñado a 'luchar y resistir' para que 'Palestina sea liberada y nuestras tierras vuelvan a nosotros por la gracia de Alá'. También dijo que la solución para Jerusalén es 'matar a los judíos. Nos deshacemos de los judíos'”. Eso no suena exactamente a dar “alivio” a la gente que vive en Palestina, como el nombre de la organización implicaría. Curiosamente, los videos que estaban en directo cuando se publicó el artículo ya no están disponibles.

Lo que me lleva al desconcertante cambio de la actitud de la izquierda ante el antisemitismo. Durante los últimos 70 años, ser antisemita era uno de los pocos pecados imperdonables. Y sin embargo, de repente, ahora todo el mundo puede odiar a los judíos... porque están siendo atacados. Dejando de lado todas las complejas cuestiones implicadas (como “¿Debe existir el Estado de Israel? ¿Es una imposición injusta y arbitraria en el mapa político de allí?”), es sencillamente chocante el giro de 180 grados que ha dado toda la clase dirigente, sin apenas argumentación, matices ni resistencia. Un día, por ser enemigo de los judíos o negar el holocausto te podían encarcelar (literalmente), y al día siguiente, tienes turbas en las universidades y festivales no sólo gritando consignas antisemitas, sino atacando físicamente a los judíos. Por supuesto, estos acontecimientos afectan a diferentes grupos demográficos: las turbas europeas están impulsadas en gran medida por inmigrantes con una postura pro-Islam, mientras que la situación en los EE.UU. está mucho más vinculada a las fuerzas que impulsan el programa DEI (Diversidad, equidad e inclusión).

Buscando algo en Wikipedia el otro día, me llamó la atención la redacción de su “campaña navideña de donaciones”:
La Internet que nos prometieron -un lugar de conocimiento libre, colaborativo y accesible- está constantemente amenazada. En Wikipedia, los voluntarios trabajan juntos para crear y verificar las páginas de las que usted depende, con el apoyo de herramientas que deshacen el vandalismo en cuestión de minutos, garantizando que la información que buscas sea confiable.
Esto me hizo pensar en cómo la propia Wikipedia está amenazando la “Internet que nos prometieron” (por cierto, ¿cuándo nos prometieron algún tipo de Internet? Suponíamos y esperábamos que Internet fuera muchas cosas, pero ¿desde cuándo se nos “prometió” algo? ¿Y de quién viene esa “promesa”?) Un caso excelente de esto es cómo la página de Wikipedia que detalla la historia de las “Grooming Gangs Muslim in the UK” (Bandas Musulmanas de Acoso en el Reino Unido) fue editada así: “Grooming Gang Moral Panic” (Pánico moral a las bandas de Acoso). Como expresó una fuente, citada por el European Conservative, la reacción de algunas de las víctimas:
“Fue un escándalo en el que más de 1.400 niños fueron violados y traficados por toda Inglaterra. No veo cómo pueden calificarlo de 'pánico moral' cuando todas las autoridades no actuaron debido a la tensión racial”.
Otra superviviente de abusos lo resumió así:
“Una vez más estamos reaccionando ante personas que están más interesadas en promover la corrección política y las mentiras sobre los abusos que sufrimos que en asumir la realidad de lo ocurrido”.
Wikipedia prefiere fabricar un “pánico moral de extrema derecha” antes que admitir que grupos de musulmanes son culpables de tráfico de menores. Desde luego, este no es el Internet que Wikipedia parece prometernos en su ventana emergente de donaciones... ¿o sí?

Por último, todos estamos familiarizados con la extraña y repentina forma en que se permitió a los medios de comunicación “darse cuenta” de que Biden ya no era un personaje coherente en el escenario de la política estadounidense (y la no menos extraña y repentina forma en que Kamala Harris, que nunca había sido otra cosa que un fracaso político y una vergüenza, fue catapultada al centro del escenario). Mientras Trump se presenta con una política explícitamente orientada a la paz, Biden ha acelerado la guerra en Ucrania. Era como la línea de combustible diésel colgando en aquel autobús que intenté adquirir: un arma invisible a punto de dispararse. Otro ejemplo más de que vivimos en un mundo falso, donde todo, desde el papel higiénico hasta el presidente estadounidense, parece no sólo de mala calidad o no funcional, sino contrafuncional y antifuncional.

Estos y muchos otros ejemplos podrían salir a la luz. No es tan simple como la corrupción corporativa o los crímenes gubernamentales o la filosofía moderna engañosa. Ni siquiera es realmente comparable con aquel autobús: aquel caso era el de un autobús en mal estado con reparaciones mal hechas y cuestionables realizadas en él. Esto es más como mirar bajo el capó de un autobús y, en lugar de descubrir algo que tenga que ver con un autobús, descubrir que la carcasa del autobús está hecha de pieles de rata plastificadas y sirve como central eléctrica de uranio para la conservación criogénica de cadáveres de la familia real nubia... cuando lo único que decía el anuncio era “se vende autobús escolar reconvertido”.

Oh, espera. Se me ha ocurrido un ejemplo mejor. Imagina que te dijeran que se está extendiendo una plaga por todo el mundo y que es tan peligrosamente contagiosa que no puedes salir de casa durante meses. Todos los que dudaban si era o no tan mala como la gente creía fueron cancelados en línea. Se inventó una medicina para esa plaga, pero cuando alguien señalaba que la gente se moría por tomar esa medicina (que no detenía la propagación de la 'enfermedad'), también era silenciado. E imagínate descubrir después que, fuera lo que fuera, no era lo que “todo el mundo” te había dicho. Cuanto más buscabas, más difícil era encontrar pruebas de lo que “todo el mundo” había dicho. A pesar de ser un desastre, imagínate descubrir que todas las grandes empresas se habían beneficiado de alguna manera con esa “enfermedad”. El mundo da la sensación de que algo así puede ocurrir cualquier día, ¿verdad?

¿Qué vamos a hacer? Antes de hacer nada al respecto, tenemos que estar abiertos a descubrir las falsedades. Antes de tomar resoluciones, tenemos que empezar por el reconocimiento. En mi próximo artículo, hablaré de algunas ideas para des-falsificar tu vida. Entonces podremos empezar a hacer propósitos de Año Nuevo.