Como temían los partidarios de la familia tradicional, la política de apoyo tácito de la Iglesia Católica Inglesa al movimiento homosexual fue contraproducente contra los esfuerzos para detener la legislación del “Reglamento de Orientación Sexual” en la Cámara de los Lores sobre Miércoles.
Por Hilary White
A fines de enero, mientras la Iglesia Católica en Gran Bretaña estaba haciendo titulares que objetaban el “Reglamento de Orientación Sexual” en nombre de las agencias de adopción católicas, el arzobispo Vincent Gerard Nichols de Birmingham dijo en una entrevista con la BBC que las agencias de adopción católicas británicas estaban dando niños en adopción a solteros homosexuales desde hace años.
“La única objeción”, dijo, “es colocar a los niños con parejas homosexuales”. Las agencias de adopción católicas también colocan a los niños con parejas heterosexuales solteras pero que conviven, a pesar de los preceptos claros de la Iglesia contra tales acuerdos.
El Cardenal Cormac Murphy O'Connor, jefe de la Iglesia Católica en Inglaterra y Gales, dijo que no tenía objeciones para permitir que las agencias de adopción católicas indicaran a solicitantes homosexuales cuales eran las agencias que entregaban niños a ese tipo de parejas.
El Cardenal insistió en que “el interés primordial para las agencias católicas es el bienestar del niño, cuyas necesidades siempre deben ser prioritarias”.
En el debate en la Cámara de los Lores el miércoles, dos de los integrantes acusaron a la Iglesia Católica de hipocresía.
La baronesa Howarth de Breckland preguntó: “Si una organización católica dice: 'Nuestros principios no nos permiten colocar a un niño con una pareja homosexual, pero estamos preparados para enviarlos a otra agencia para que lo puedan hacer', ¿donde se encuentran sus principios?, ¿por qué esa organización no entrega niños sino que permite que otra agencia lo haga, si es que considera que ese niño no tendrá un hogar apropiado?”
Waheed Alli, el primer Lord abiertamente gay de Gran Bretaña, dijo: “El cardenal Murphy-O'Connor comentó que las agencias de adopción católicas estaban preparadas para permitir la adopción de hombres y mujeres homosexuales solteros, pero no estaban preparadas para dar en adopción a parejas homosexuales. Esa no puede ser una posición de principio: es irracional, mal pensada y altamente perjudicial”.