Profesoras de Endocrinologia de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República criticaron demoledoramente a la «Ley Trans» en una carta dirigida a la «Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión» del parlamento.
Las Doctoras destacan por ejemplo que los tratamientos de hormonización que la ley promueve en menores de edad tienen como consecuencia la «esterilidad permanente» y favorecen el riesgo de cánceres.
Texto completo de la carta:
Presente
Creemos importante entregarles estas apreciaciones con respecto al tratamiento en niños/ niñas / adolescentes trans:
1- El tratamiento con Análogos de GNRH es reversible, si se entiende como tal, al hecho que una vez suspendido el tratamiento médico, el ovario o el testículo retoman su actividad biológica. Pero es irreversible, si tenemos en cuenta que en esos años de crecimiento, en plena adolescencia, para lograr el normal desarrollo puberal se necesita de la acción de varias hormonas y factores de crecimiento que interactúan entre sí, en un proceso biológico muy complejo y delicado.
Si con el tratamiento médico bloqueamos la secreción de las hormonas sexuales,impedimos la importante y exclusiva acción potenciadora que tienen los estrógenos y testosterona sobre el crecimiento puberal, provocando una importante alteración del desarrollo y crecimiento. Es decir ese adolescente tendrá definitivamente una estatura distinta a la que hubiera tenido de no haber usado los bloqueadores de la pubertad.
En esos años el crecimiento de masa ósea también es fundamental,pudiéndose comprometer el capital mineral óseo a largo plazo y presentar osteoporosis y fracturas.
2- Estudios internacionales varios, afirman que la gran mayoría de estos niños y niñas trans se realinean con su sexo biológico una vez pasada la pubertad. Y esto se da gracias a la acción de las hormonas sexuales durante la adolescencia; el adolescente «se baña» en hormonas correspondientes a su sexo biológico y con esto esa autopercepcion distinta, en un gran porcentaje desaparece.
Si con el tratamiento médico bloqueamos el desarrollo sexual, impedimos que estas hormonas sexuales actúen y por lo tanto esa realineacion espontánea que se da en la mayoría de los casos, queda obstaculizada…
Creemos que lo más conveniente para ese adolescente es esperar que pase la pubertad, mientras tanto darle el mayor apoyo, cercanía y acompañamiento posibles, logrando que se sienta querido y respetado siempre.
3- No existen trabajos científicos internacionales, serios, contundentes que avalen este tipo de tratamiento en adolescentes sanos.
4- No se dispone de investigaciones a largo plazo sobre la eficacia y seguridad de estos tratamientos en personas sanas.
5- Los Análogos de GNRH, NO cuentan con la autorización de la FDA para ser utilizados en niños y adolescentes sanos. La FDA (Food and Drug Administration), es la agencia responsable de regular a nivel internacional,en Estados Unidos,los fármacos utilizados en el ser humano.
6- A partir de los 16 años se podría comenzar, según el proyecto de ley con el tratamiento con hormonas cruzadas. En ‘Mujeres’ Trans, los estrógenos pueden provocar, a los pocos meses de tratamiento, efectos irreversibles como crecimiento mamario definitivo, disminución del tamaño testicular e infertilidad permanente. En ‘Varones’ Trans, el tratamiento con testosterona puede provocar a pocos meses de recibirlo, efectos irreversibles como voz grave, vello facial y corporal, calvicie masculina. La Hormonizacion trae además efectos adversos como el riesgo trombótico, eventos cardiovasculares, hipertensión arterial y favorece algunos cánceres.
Hay una palabra que resume la actitud que debemos tener con estos niños, niñas y adolescentes trans y es PRUDENCIA.
Prudencia, en primer lugar por ser menores.
Prudencia, porque el tratamiento médico durante esos años de crecimiento, provoca alteraciones irreversibles a corto y largo plazo.
Prudencia, porque solamente una minoría persiste con esa autopercepción distinta a su sexo biológico y solo sabremos quién, una vez terminada la pubertad.
Esperando estas consideraciones médicas ayuden a defender el bien de nuestros niños y su felicidad a largo plazo,
Saludan cordialmente,
Dra Cristina Belzarena,
Profesora y ex Directora de la Cátedra de Endocrinologia y Metabolismo, Hospital de Clínicas, Facultad de Medicina, referente en Endocrinologia Pediatrica.
Dra Rosa Lang, ex Profesora Adj., Cátedra de Endocrinologia, referente en Endocrinologia Pediatrica.
Dra Graciela Beriao, ex Profesora Adj., Cátedra de Endocrinologia, referente en Endocrinologia Pediatrica.
Dra Patricia Bozzo, ex Grado 2, Cátedra de Endocrinologia y Metabolismo, Hospital de Clínicas,Facultad de Medicina.
Varones Unidos
miércoles, 31 de julio de 2019
CARDENAL MÜLLER: LA FALTA DE SACERDOTES NO PUEDE SUPERARSE ORDENANDO HOMBRES CASADOS
«En este documento no vi ciertas doctrinas sobre el Dios Uno y Trino, y de la Encarnación; solo se habla a partir de las experiencias de personas que viven allí en la región del Amazonas o de las personas que hablan de la región del Amazonas y quieren convertirla en un nuevo paradigma para toda la Iglesia. Eso no puede ser»
El Cardenal alemán Gerhard Müller indicó en un reciente programa que si bien en algunas regiones hacen falta sacerdotes, eso no significa que el problema pueda superarse solo «con algunas actitudes prácticas», en referencia a la ordenación de hombres casados que será planteada en la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Amazonía.
El estudio sobre la posibilidad de ordenar sacerdotes a ancianos casados en áreas remotas se encuentra en el Instrumentum laboris o documento de trabajo del sínodo que fue publicado el 17 de junio de 2019. El encuentro de obispos se realizará en Roma del 6 al 27 de octubre.
Durante el programa EWTN News Nightly, el periodista Wyatt Goolsby preguntó al prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe por qué es «tan controvertido» ordenar a hombres casados en áreas remotas como en la Amazonía, cuando la Iglesia lo permite en algunas circunstancias especiales (como el caso de los anglicanos).
Ante la pregunta, el Cardenal Müller respondió: «Las condiciones para los sacramentos y especialmente para el sacramento de la ordenación son las mismas en todas partes. Y se necesitan a aquellos hombres que están listos y tienen preparación y están dispuestos a ofrecer su vida para convertirse en los sucesores de los apóstoles, al servicio de un obispo o un sacerdote o diácono. Y seguramente en algunas regiones hay gran falta de sacerdotes, pero no podemos superar esto solo con algunas actitudes prácticas».
El Prelado dijo que lo que se debe hacer es «profundizar en la misión y la vocación», porque Jesús «nos dijo que no siempre hay suficientes obreros en las viñas del Señor y debemos orar para que el Señor de la cosecha tenga envíe algunos obreros para la Iglesia en este servicio de obispos y sacerdotes ordenados».
Durante la entrevista, el Cardenal Müller dijo que el próximo sínodo debería tener como base la «revelación de Dios en Jesucristo y la doctrina de la Iglesia Católica», sin embargo, hay algunas situaciones que le causan preocupación.
«En este documento no vi ciertas doctrinas sobre el Dios Uno y Trino, y de la Encarnación; solo se habla a partir de las experiencias de personas que viven allí en la región del Amazonas o de las personas que hablan de la región del Amazonas y quieren convertirla en un nuevo paradigma para toda la Iglesia. Eso no puede ser», señaló.
Finalmente, el periodista le preguntó al Cardenal «¿qué les diría a sus críticos que dicen que debería promover la unidad en la Iglesia en este momento y no necesariamente criticar lo que el Santo Padre y los demás obispos están haciendo?».
El Cardenal Müller fue enfático e indicó que él «no critica a nadie».
«No critico a nadie, pero debo decir que soy responsable de la Doctrina de la Iglesia como todos los obispos. A ninguno se le permite decir solo su propio pensamiento y decir que estamos fuera de toda crítica posible, porque no tenemos el positivismo del Magisterio, pero estamos diciendo que cuenta el Concilio Vaticano II, que hizo que toda la teología, toda la doctrina y la misión de la Iglesia se basen en la Biblia, en la tradición apostólica y en las definiciones del Concilio que hicimos hace mucho tiempo en la historia de la Iglesia», concluyó.
InfoCatolica
PURGAS PAPALES
Menos teología y más sociología. El nuevo curso del Instituto Juan Pablo II para la familia es muy bergogliano.
Por Matteo Matzuzzi
El Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia, fundado en 1982 por voluntad del Papa polaco, ya no existe. Ya se entendió hace dos años, cuando, dos días después de la muerte de su primer director, el cardenal Carlo Caffarra, se promulgó el motu proprio "Summa familiae cura", cerrando sus puertas al Instituto y estableciendo uno nuevo, "para el matrimonio y las ciencias de la familia". Hace unos días, el acto final: el Gran Canciller, el muy activo Mons. Vincenzo Paglia, envió las cartas de despido a algunos profesores, ya no en línea con el "nuevo curso" lo que convierte al Instituto en una especie de "departamento de sociología" que no tiene nada que ver con la idea original de Karol Wojtyla. Para aclarar aún más el mensaje, Paglia estableció la supresión de la cátedra de teología moral fundamental.
Es un asunto turbio, arraigado en el momento del doble Sínodo sobre la familia, que vio a los profesores del Instituto apartados, simplemente observe por la lista de expertos e invitados en diversas capacidades, y que se desarrolló en el último bienio. En el centro de todo, está la cuestión de los estatutos, para ser reelaborados de acuerdo con el motu proprio papal. En 2018, Mons. Paglia propuso un borrador al Consejo del Instituto y al Consejo Internacional del Instituto (por lo tanto, también a los asientos periféricos en los cuatro rincones del globo) que produjo, como reacción, la revuelta del cuerpo docente, no todo, obviamente. Hubo tres puntos de profundo desacuerdo: el enorme poder que fluyó en manos del Gran Canciller (que generalmente es una figura de garantía y nada más), la estructura de la enseñanza (nuevas enseñanzas para "adaptarse a la realidad" y paciencia para la teología moral que representaba el muro de apoyo del Instituto), la disposición final (artículo 89, que luego se convirtió en 90 en la versión aprobada) que preveía la pérdida de todos los puestos académicos y administrativos, dejando nuevamente al Gran Canciller (es decir, Paglia, siempre a él ) la carga y el honor de decidir a quién salvar y a quién condenar (es decir, despedir).
Ante el levantamiento previsible para los formados en la escuela Caffarra, el nuevo presidente Pierangelo Sequeri había garantizado que nadie sería despedido. Por lo tanto, se formó un subcomité interno restringido, excluyendo a los maestros, para proporcionar la redacción de enmiendas al proyecto presentado por Paglia. El trabajo completado fue entregado a este último, quien, sin embargo, lo retuvo durante dos meses sin entregarlo a los vicepresidentes de las oficinas internacionales. En junio, el golpe de estado: Paglia anuncia que ya ha enviado todo a la congregación competente del Vaticano, ahora cerca de la aprobación final. Los vicepresidentes en el extranjero llegaron a Roma a fines de mes para el Consejo los días 27 y 28 de junio, se les entregó el borrador en el curso de aprobación (en italiano) y se les pidió que lo examinen antes del 2 de julio. El 11 de julio, se aprobaron los estatutos reelaborados por el Gran Canciller. Como Paglia mismo aclaró de inmediato, son los estatutos de un nuevo instituto. El viejo, pensado por Wojtyla, ya no existe. Ahora dependerá del Gran Canciller determinar a quién conservar y a quién despedir, supervisando, como nunca antes, incluso las enseñanzas curriculares propuestas.
Después de todo, el último artículo, el 90, fue diseñado precisamente para este propósito: provocar una rotación del personal docente, menos ligado al curso juvenil y más inclinado a "adaptarse a la realidad", como es la moda hoy en día. Es decir, al implementar las pautas de Amoris laetitia, con familias de retazos y todo lo demás. Como si la teología moral fundamental fuera algo abstracto, solo buena para cursos universitarios y simposios de profesores. En resumen... qué equivocado estaba el Papa polaco. Sin embargo, nada sorprende si uno vuelve a leer el motu proprio del papa Francisco, en el que aclaró que “en la clara intención de permanecer fieles a la enseñanza de Cristo, debemos mirar, con intelecto de amor y realismo sabio, a la realidad de la familia, hoy, en toda su complejidad, en sus luces y sus sombras”. Comprensión: no era así antes.
La disposición papal cambia ligeramente el nombre del Instituto (de "estudios" a "ciencias"), pero prevé una transformación radical. La idea original, cuando Juan Pablo II presidió personalmente los consejos del Instituto, comenzó a partir de la observación de que después de la tribulación que siguió a la promulgación de Humanae vitae, no solo la moral sexual sino también los fundamentos de la antropología católica estaban en crisis. De ahí el nacimiento de un centro de estudios que tenía en la teología moral y en la antropología los dos ejes principales. Para supervisar los programas estaba el propio Papa, flanqueado por el entonces Don Carlo Caffarra. Con Bergoglio, todo cambió: sobre todo las ciencias humanas (sociología y psicología), mientras que la teología moral queda en segundo plano, hasta la supresión de la sede.
Según los defensores de la "nueva", el escándalo no tiene razón de ser: es un cambio necesario para "mantenerse al día" y es un cambio solicitado explícitamente por Francisco, el papa, quien lo ha dejado claro desde su elección, que las cosas sobre la familia cambiarían. En 2014, el cardenal Oscar Maradiaga, muy familiarizado con los consejos de Santa Marta, lo suficiente como para que el Pontífice lo pusiera al frente de la comisión encargada de reformar la curia, dijo: "Le pregunté al papa por qué una nueva asamblea familiar después de la reunión de 1980 y la hermosa exhortación del Familiaris Consortio de 1983. Me dijo que todo esto sucedió hace treinta años y que hoy ese modelo familiar para la mayoría de las personas ya no existe. Y es verdad, tenemos familias de retazos, padres solteros, maternidad alquilada, matrimonios sin hijos. Sin mencionar las parejas del mismo sexo. En 1980 estos fenómenos no se veían en el horizonte". Así reinició, por lo tanto, con la bendición del papa.
En el otro lado de la barricada, las ideas son igualmente claras: sin poder atacar a Humanae vitae, golpeamos Veritatis splendor, alma del Instituto. No más mención de Familiaris Consortio: superado por Amoris laetitia, a partir de sus notas a pie de página, por referencias a los textos de Mons. Víctor Manuel Fernández, hecho mientras tanto arzobispo y, antes de ser ascendido a la sede de La Plata, fue jefe de la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Por Matteo Matzuzzi
El Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia, fundado en 1982 por voluntad del Papa polaco, ya no existe. Ya se entendió hace dos años, cuando, dos días después de la muerte de su primer director, el cardenal Carlo Caffarra, se promulgó el motu proprio "Summa familiae cura", cerrando sus puertas al Instituto y estableciendo uno nuevo, "para el matrimonio y las ciencias de la familia". Hace unos días, el acto final: el Gran Canciller, el muy activo Mons. Vincenzo Paglia, envió las cartas de despido a algunos profesores, ya no en línea con el "nuevo curso" lo que convierte al Instituto en una especie de "departamento de sociología" que no tiene nada que ver con la idea original de Karol Wojtyla. Para aclarar aún más el mensaje, Paglia estableció la supresión de la cátedra de teología moral fundamental.
Es un asunto turbio, arraigado en el momento del doble Sínodo sobre la familia, que vio a los profesores del Instituto apartados, simplemente observe por la lista de expertos e invitados en diversas capacidades, y que se desarrolló en el último bienio. En el centro de todo, está la cuestión de los estatutos, para ser reelaborados de acuerdo con el motu proprio papal. En 2018, Mons. Paglia propuso un borrador al Consejo del Instituto y al Consejo Internacional del Instituto (por lo tanto, también a los asientos periféricos en los cuatro rincones del globo) que produjo, como reacción, la revuelta del cuerpo docente, no todo, obviamente. Hubo tres puntos de profundo desacuerdo: el enorme poder que fluyó en manos del Gran Canciller (que generalmente es una figura de garantía y nada más), la estructura de la enseñanza (nuevas enseñanzas para "adaptarse a la realidad" y paciencia para la teología moral que representaba el muro de apoyo del Instituto), la disposición final (artículo 89, que luego se convirtió en 90 en la versión aprobada) que preveía la pérdida de todos los puestos académicos y administrativos, dejando nuevamente al Gran Canciller (es decir, Paglia, siempre a él ) la carga y el honor de decidir a quién salvar y a quién condenar (es decir, despedir).
Ante el levantamiento previsible para los formados en la escuela Caffarra, el nuevo presidente Pierangelo Sequeri había garantizado que nadie sería despedido. Por lo tanto, se formó un subcomité interno restringido, excluyendo a los maestros, para proporcionar la redacción de enmiendas al proyecto presentado por Paglia. El trabajo completado fue entregado a este último, quien, sin embargo, lo retuvo durante dos meses sin entregarlo a los vicepresidentes de las oficinas internacionales. En junio, el golpe de estado: Paglia anuncia que ya ha enviado todo a la congregación competente del Vaticano, ahora cerca de la aprobación final. Los vicepresidentes en el extranjero llegaron a Roma a fines de mes para el Consejo los días 27 y 28 de junio, se les entregó el borrador en el curso de aprobación (en italiano) y se les pidió que lo examinen antes del 2 de julio. El 11 de julio, se aprobaron los estatutos reelaborados por el Gran Canciller. Como Paglia mismo aclaró de inmediato, son los estatutos de un nuevo instituto. El viejo, pensado por Wojtyla, ya no existe. Ahora dependerá del Gran Canciller determinar a quién conservar y a quién despedir, supervisando, como nunca antes, incluso las enseñanzas curriculares propuestas.
Después de todo, el último artículo, el 90, fue diseñado precisamente para este propósito: provocar una rotación del personal docente, menos ligado al curso juvenil y más inclinado a "adaptarse a la realidad", como es la moda hoy en día. Es decir, al implementar las pautas de Amoris laetitia, con familias de retazos y todo lo demás. Como si la teología moral fundamental fuera algo abstracto, solo buena para cursos universitarios y simposios de profesores. En resumen... qué equivocado estaba el Papa polaco. Sin embargo, nada sorprende si uno vuelve a leer el motu proprio del papa Francisco, en el que aclaró que “en la clara intención de permanecer fieles a la enseñanza de Cristo, debemos mirar, con intelecto de amor y realismo sabio, a la realidad de la familia, hoy, en toda su complejidad, en sus luces y sus sombras”. Comprensión: no era así antes.
La disposición papal cambia ligeramente el nombre del Instituto (de "estudios" a "ciencias"), pero prevé una transformación radical. La idea original, cuando Juan Pablo II presidió personalmente los consejos del Instituto, comenzó a partir de la observación de que después de la tribulación que siguió a la promulgación de Humanae vitae, no solo la moral sexual sino también los fundamentos de la antropología católica estaban en crisis. De ahí el nacimiento de un centro de estudios que tenía en la teología moral y en la antropología los dos ejes principales. Para supervisar los programas estaba el propio Papa, flanqueado por el entonces Don Carlo Caffarra. Con Bergoglio, todo cambió: sobre todo las ciencias humanas (sociología y psicología), mientras que la teología moral queda en segundo plano, hasta la supresión de la sede.
Según los defensores de la "nueva", el escándalo no tiene razón de ser: es un cambio necesario para "mantenerse al día" y es un cambio solicitado explícitamente por Francisco, el papa, quien lo ha dejado claro desde su elección, que las cosas sobre la familia cambiarían. En 2014, el cardenal Oscar Maradiaga, muy familiarizado con los consejos de Santa Marta, lo suficiente como para que el Pontífice lo pusiera al frente de la comisión encargada de reformar la curia, dijo: "Le pregunté al papa por qué una nueva asamblea familiar después de la reunión de 1980 y la hermosa exhortación del Familiaris Consortio de 1983. Me dijo que todo esto sucedió hace treinta años y que hoy ese modelo familiar para la mayoría de las personas ya no existe. Y es verdad, tenemos familias de retazos, padres solteros, maternidad alquilada, matrimonios sin hijos. Sin mencionar las parejas del mismo sexo. En 1980 estos fenómenos no se veían en el horizonte". Así reinició, por lo tanto, con la bendición del papa.
En el otro lado de la barricada, las ideas son igualmente claras: sin poder atacar a Humanae vitae, golpeamos Veritatis splendor, alma del Instituto. No más mención de Familiaris Consortio: superado por Amoris laetitia, a partir de sus notas a pie de página, por referencias a los textos de Mons. Víctor Manuel Fernández, hecho mientras tanto arzobispo y, antes de ser ascendido a la sede de La Plata, fue jefe de la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Entre las “revoluciones” anunciadas, los dicasterios creados, suprimidos y fusionados, los jubileos de la misericordia, los viajes de época y las lecciones geopolíticas aprendidas, el riesgo del presente pontificado es pasar a la historia por haber transformado la familia y el matrimonio en un objeto para ser diseccionado en lecciones de la más pura sociología. Y eso no es necesariamente una hermosa medalla para exhibir en el pecho.
Il Foglio
Il Foglio
martes, 30 de julio de 2019
¿IDEOLOGÍA DE GÉNERO? PARTE II
El camino es siempre y en todos los casos, el mismo: Despreciar la realidad de la cosas. O sea: despreciar “la verdad” en todos sus campos.
Por el padre José Luis Aberasturi
Seguimos, dándole una vuelta de tuerca más, pues no es tema a pasar por encima de él como si fuese algo menor, que no lo es: va a marcar, y muy determinantemente los próximos años, desde la educación a toda la acción política, pasando por seguir demoliendo la persona y la familia: los elementos básicos de cualquier sociedad que no pretenda pegarse un tiro o echarse a la vía del tren; es decir: para sobrevivir.
Un vez esclarecido un poco qué útero ha acogido en su seno y parido después la IDEOLOGÍA MARXISTA, “la madre de todas las ideologías”, pasamos ahora al término DE ‘GÉNERO’ que, en mi opinión tiene, en principio, peor denuncia o descalificación que el primero -IDEOLOGÍA- dado que está asumido por muchísima gente del mundillo intelectual -o así-, incluido el docente e incluso el “filosófico” -tal como se muestra al día de hoy: absolutamente desprestigiado por él mismo-, pasando por el lenguaje de opinadores y demás; por supuesto, de los políticos; todos estos sectores acogen el término “ideología” con una candidez rayana en la ignorancia o en la maldad: y no solo intelectual, también moral, porque los dos órdenes son inseparables. Y esto, aunque solo sea en el plano “cultural” es un auténtico suicidio.
¿Cómo se ha llegado a que uno pueda mirarse en el espejo, verse sus atributos personales -externos y, por tanto, a la vista: por eso nos vestimos-, y “decirse” o “postularse” lo contrario de lo que ve? Faltaría más: todo desde su LIBERTAD MÁS ABSOLUTA, que no se la va a limitar o a aguar un simple espejo: a él, ni lo que ve realmente le va a imponer nada en contra de sus meros deseos enloquecidos, fundados en el vaciamiento de todo orden que ha sufrido, en especial en los últimos años. Vamos: ¡que lo han DECONSTRUIDO y, a la vez, DESGRACIADO para siempre! Salvo intervención divina, que existe y actúa… pero a la que estas personas no van a acudir, presumiblemente.
Pues se ha llegado exactamente por el mismo procedimiento por el que se ha llegado a postular el “amor libre”, o a como se ha asumido la “anticoncepción”, separando el valor y la realidad del acto unitivo con el acto procreador en concreto, y de la sexualidad humana, más en general; o a cómo se ha aceptado el “vaciado” del matrimonio con el divorcio; o a cómo se ha admitido que se imponga la falta de respeto a la vida con el aborto, la eutanasia y la manipulación genética; y a como hemos permitido que los detentadores del poder político hayan conseguido algo que nunca antes habían tenido: quizá lo habían "soñado", sí, pero es que ahora lo poseen: el verdadero “derecho de pernada” sobre vidas y haciendas… y, además, sin tener que dar cuentas a nadie; porque el círculo del mundillo político no es que se haya cerrado, que sí, sino que se ha “cuadrado”: Ya lo explicaré si me da tiempo, aunque no hoy.
El camino ha sido, siempre y en todos los casos -y más que podría haber señalado- el mismo: DESPRECIAR -o permitir que se desprecie y que se nos imponga ese desprecio y todo lo que eso genera- LA REALIDAD DE LA COSAS. O sea: DESPRECIANDO “LA VERDAD” EN TODOS SUS CAMPOS: científico, intelectual, sociológico, moral, educativo, eclesial, político,etc., tanto a nivel personal como colectivo. Con tanto éxito que ha llegado a instalarse y hacerse “cultureta”: me rebelo a llamarlo cultura a ese bajonazo. Y así estamos.
¿Ejemplos de cómo estamos? Que en la misma Iglesia se llame “conejas” a las mamás; a que los NIÑOS -lo digo de intento y con mayúsculas- estén enganchados a las tecnologías, a las drogas, al alcohol y al sexo ya desde los 12 años; a que se hayan tenido que crear nuevas facetas de la psiquiatría, como la de las “nuevas adicciones” o la “psiquiatría infantil”, desconocidas como tales hace unos pocos años; la descristianización galopante del mundo occidental y asimilados; la negación de la realidad, ya sea la misma naturaleza de las cosas y su razón de ser -en todos los órdenes-, o la aceptación de la MENTIRA como la característica de identidad de políticos, de la política, de la Justicia o de lo que sea, incluidos los mass media; se acepta llamar “matrimonio” -y se impone por ley- la imposible “conjunción interpersonal” del mundillo arcoiris; toda la Justicia y lo que conlleva y genera queda a merced de la voluntad de los legisladores: el POSITIVISMO JURÍDICO, de tal manera que lo mismo se legisla A LA VEZ en favor y en contra de una misma cosa o de un mismo asunto; se llama “libertad” al más pleno y absoluto LIBERTINAJE, empezando por el de los políticos; se persigue -hasta judicialmente al que defiende los principios intelectuales y morales de toda acción humana, personal y/o en colectividad; etc., etc., etc. Y paro, porque podría estar así hasta septiembre.
Se nos ha impuesto, y hemos aceptado tal cual, el lema “la verdad para mí” como la única clase de “verdad” existente o digna de defenderse, caso de que se quiera seguir utilizando este término: cosa ya no es ni evidente ni está clara. Pero, “la verdad para mí” ya NO ES VERDAD, NO ES “LA” VERDAD, más que por casualidad, porque ya no tiene espacio para nacer, crecer y vivir: solo para morir, y está muriendo. Lo normal es que sea MENTIRA: porque es en lo que me refugio para decir que “tengo razón”: otro término que ya no significa “tengo la verdad” o “digo la verdad”, sino que “es lo que YO defiendo, hoy y ahora; mañana, ¿quién sabe?”.
Lógicamente, de “la verdad para mí” se ha pasado a que eso sea “la verdad para todos”. ¡Y pobre del que discrepe! Será vapuleado, denigrado, insultado, calumniado, escupido, triturado y, en muchos casos, hasta perseguido judicialmente sin que haya que demostrar nada, porque ya no hay nada que demostrar; porque, ¿qué es la verdad? ¡Basta la “ley”, y punto!
Este es el “troyano” que nos meten las ideologías y nos come por dentro. Este es el destrozo que produce en las constantes antropológicas de la persona humana: que está uno viendo la REALIDAD… ¡Y LA NIEGA!
Antes se decía: “si no lo veo, no lo creo”, o frases muy parecidas. Ahora, la aportación de las ideologías -del rojerío, y del acomplejamiento ilógico e irracional (o no: quizá interesado) de la derecha- lleva a negarse ante lo que se ve: lo veo, pero lo rechazo: no lo creo, y no lo afirmo. ¿Motivos? ¡Porque me da la gana, y punto! Porque no hay otro “motivo”; desde luego, nada que sea mínimamente racional está presente.
Por poner un poner: ¿les suena lo de TOLERANCIA - INTOLERANCIA (otro triunfo de las ideologías)? Siempre recordaré aquellas palabras de una señora ministra del señor ZP, con la intención de dar por zanjado el tema del aborto: “Si una mujer está embarazada, lleva un ser vivo dentro; pero no se puede decir que sea humano”. ¡Toma nísperos! ¡Esto, si no es de Premio Nobel, será o por ser mujer, o por ser rojelia, o por ser española, que si no…!
No he encontrado ejemplo más exacto de la inanidad intelectual y el descaro con que se manifiesta (se saben perfectamente a salvo: nadie les va a atacar como desde ahí atacan ellos) que se alcanza desde las ideologías, ni de la bajeza moral a la que se llega -y muy rápidamente- desde esas mismas ideologías. Ideologías ROJELIAS, por supuesto: sin ADN no son nada, no están.
Todo esto es corruptor de la persona y de todo lo que se sustenta en ella, y de todo lo que ella edifica: la FAMILIA y la SOCIEDAD; también la misma IGLESIA, por si se cree a salvo a estas alturas…
Pero seguiremos en la próxima entrega; porque da para otra u otras, si uno se pone, claro…
Artículo relacionado:
¿IDEOLOGÍA DE GÉNERO? ¡UN PERVERSO ENGAÑO! PARTE I
Non Mea Voluntas
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Ideología de género,
Opinión
EL VEGANISMO, LA RELIGIÓN DE LOS ‘MILLENIALS’
Los millenials han dado el portazo a las creencias de sus padres y abuelos pero, a la vez, se han entregado con fe ciega a una nueva 'religión'. Son terriblemente críticos con El Vaticano y con la Iglesia, pero contemplan con inusitada ingenuidad a la ONU.
Por Álex Navajas
Es curioso. Los millenials han dado el portazo a las creencias de sus padres y abuelos; se han rebelado contra todo dogma, mandamiento, tabla de la ley, credo y moral; han cuestionado hasta el detalle más nimio del sistema de creencias de sus antepasados pero, a la vez, se han entregado con fe ciega a una nueva religión que tiene su mayor valor en el cuidado de la Tierra y el ecosistema y que les exige, en ocasiones, sacrificios más severos que aquellos que oprimían a sus padres y abuelos.
Nos demuestran, sin quizás ellos darse cuenta, que todo ser humano debe trascender a sí mismo y buscar algo superior, es decir, un sentido a la vida
Será una moda, más o menos efímera, que pasará, pero por ahora les hace sentirse en la cresta de la ola, que es el mayor afán de un joven. Aunque, como observaba Oscar Wilde, “no hay nada más peligroso que creerse demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado”. Pero ellos no ven eso ahora.
Critican que sus antepasados creyeran a curas y monjas y que, según ellos, no pensaran por sí mismos, pero compran sin ambages toda la mercancía ideológica averiada que les ofrecen los gurús de moda y las estrellas del momento. Son terriblemente críticos con El Vaticano y con la Iglesia, a los que consideran los causantes de casi todos nuestros males, pero contemplan con inusitada ingenuidad a la ONU y demás organismos internacionales como instituciones de luz, henchidas de bondad y de deseos de felicidad para todos los hombres y mujeres.
Pero volvamos a nuestros millenials veganos que nos demuestran, sin quizás ellos darse cuenta, que todo ser humano debe trascender a sí mismo y buscar algo superior, es decir, un sentido a la vida, un motivo para vivir. Les han imbuido de una nueva ética, donde el pecado consistiría en comer carne. Ni los Padres del Desierto llegaron tan lejos en sus penitencias. Detrás, tan solo hay un argumento sentimental: el animal sufre. Y, como sufre, yo no tengo derecho a hacerle daño.
Hace unos días, la cantante Rosalía, que ha entrado como un huracán en el panorama musical y es adorada por millares de jóvenes y adolescentes, cometía el pecado de posar con un abrigo de pieles de zorro. Los tuiteros de todo el mundo la declararon anatema y la quemaron en la hoguera de las redes sociales. A los pocos influencers que osaron defenderla les esperó la misma suerte.
Tenemos una juventud tremendamente devota, sumisa, observante y cumplidora de unas normas que han impuesto las nuevas iglesias y religiones, que son los organismos internacionales y los poderes económicos y políticos. Eso solo demuestra que los jóvenes andan sedientos de valores de trascendencia, de llenar su vida con algo que valga la pena. Solo que parece que los malos se nos han adelantado.
Actuall
Por Álex Navajas
Es curioso. Los millenials han dado el portazo a las creencias de sus padres y abuelos; se han rebelado contra todo dogma, mandamiento, tabla de la ley, credo y moral; han cuestionado hasta el detalle más nimio del sistema de creencias de sus antepasados pero, a la vez, se han entregado con fe ciega a una nueva religión que tiene su mayor valor en el cuidado de la Tierra y el ecosistema y que les exige, en ocasiones, sacrificios más severos que aquellos que oprimían a sus padres y abuelos.
Nos demuestran, sin quizás ellos darse cuenta, que todo ser humano debe trascender a sí mismo y buscar algo superior, es decir, un sentido a la vida
Será una moda, más o menos efímera, que pasará, pero por ahora les hace sentirse en la cresta de la ola, que es el mayor afán de un joven. Aunque, como observaba Oscar Wilde, “no hay nada más peligroso que creerse demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado”. Pero ellos no ven eso ahora.
Critican que sus antepasados creyeran a curas y monjas y que, según ellos, no pensaran por sí mismos, pero compran sin ambages toda la mercancía ideológica averiada que les ofrecen los gurús de moda y las estrellas del momento. Son terriblemente críticos con El Vaticano y con la Iglesia, a los que consideran los causantes de casi todos nuestros males, pero contemplan con inusitada ingenuidad a la ONU y demás organismos internacionales como instituciones de luz, henchidas de bondad y de deseos de felicidad para todos los hombres y mujeres.
Pero volvamos a nuestros millenials veganos que nos demuestran, sin quizás ellos darse cuenta, que todo ser humano debe trascender a sí mismo y buscar algo superior, es decir, un sentido a la vida, un motivo para vivir. Les han imbuido de una nueva ética, donde el pecado consistiría en comer carne. Ni los Padres del Desierto llegaron tan lejos en sus penitencias. Detrás, tan solo hay un argumento sentimental: el animal sufre. Y, como sufre, yo no tengo derecho a hacerle daño.
Hace unos días, la cantante Rosalía, que ha entrado como un huracán en el panorama musical y es adorada por millares de jóvenes y adolescentes, cometía el pecado de posar con un abrigo de pieles de zorro. Los tuiteros de todo el mundo la declararon anatema y la quemaron en la hoguera de las redes sociales. A los pocos influencers que osaron defenderla les esperó la misma suerte.
Tenemos una juventud tremendamente devota, sumisa, observante y cumplidora de unas normas que han impuesto las nuevas iglesias y religiones, que son los organismos internacionales y los poderes económicos y políticos. Eso solo demuestra que los jóvenes andan sedientos de valores de trascendencia, de llenar su vida con algo que valga la pena. Solo que parece que los malos se nos han adelantado.
Actuall
LA OPCIÓN DE RATZINGER
Vivimos en una época de disolución, en la que los lazos naturales y tradicionales se debilitan, y también en una época de consolidación, en la que toda la vida está siendo absorbida por una máquina económica global. Los resultados, por supuesto, son cada vez menos soportables para la mayoría de las personas.
Por James Kalb
La Iglesia se presenta con una oportunidad. Ella sigue siendo lo que siempre ha sido, y mientras represente lo que es, la gente seguirá encontrando en ella lo que busca. Como Pedro preguntó: "¿A dónde más hay que ir?"
Entonces noté que el entonces padre Joseph Ratzinger dijo lo mismo hace cincuenta años en un breve discurso de radio que presentó el día de Navidad en 1969. Él dijo a sus oyentes:
“Los hombres en un mundo totalmente planificado se encontrarán indescriptiblemente solitarios. Si han perdido completamente de vista a Dios, sentirán todo el horror de su pobreza espiritual”.
La frase "mundo totalmente planificado" es típica del optimismo progresista de hoy, reflejado en muchos documentos de la Iglesia, con respecto a las posibilidades de gestión social. Pero el padre Ratzinger cambia ese optimismo y sugiere que tal planificación total devaluaría la libertad individual, junto con las conexiones humanas, como la familia y la comunidad local, reemplazándolas con un esquema burocrático impersonal y omnipresente. ¿El resultado? Esta indescriptible soledad, la sensación de que, dado que todo ya está planificado, la vida y los esfuerzos de uno, no tienen sentido.
Una utopía secular no sería una utopía. Pero tales ideas dudosas causaron un gran revuelo a finales de los años sesenta y todavía se encuentran en boga hoy. Fue en medio de esta confusión que el padre Ratzinger dio su charla. No vio un final rápido para los trastornos o las condiciones que los respaldaban, y comentó que “me parece seguro que la Iglesia está enfrentando tiempos muy difíciles. La verdadera crisis apenas ha comenzado. Tendremos que contar con agitaciones fabulosas”.
❧
El padre Ratzinger pensó que estos eventos tamizarían a la Iglesia: la harían más pequeña, más pobre y menos institucionalizada. Ella todavía tendría su clero, por ejemplo, pero los sacerdotes que sirven a "congregaciones más pequeñas" y "grupos sociales independientes" a menudo tendrían que servir a tiempo parcial para que pudieran brindar su propio apoyo.
Pero estos eventos también purificarían a la Iglesia. Ya no podría depender de la riqueza, el poder, el prestigio o la posición social, y "tendría que comenzar de nuevo más o menos desde el principio". De este modo, se volvería bastante parecida a la Iglesia primitiva.
Y eso traería importantes beneficios. La pérdida de posición social, aunque es mala en sí misma, aumentaría las demandas personales para aquellos que permanecen y enfocaría la atención en la naturaleza esencial de la Iglesia. La Iglesia ya no sería vista como un movimiento político o un medio para fines mundanos. Los sacerdotes ya no serían considerados “trabajadores sociales” o “funcionarios burocráticos”. De hecho, esa concepción de la Iglesia "ya está muerta", dijo el padre Ratzinger a sus oyentes, "y desaparecerá". En cambio, veremos cada vez más evidentemente la Iglesia que se enfoca en Dios encarnado y en la vida eterna, y por lo tanto proporcionando lo que solo ella puede proporcionar.
Pero el camino hacia esta futura Iglesia "más espiritual" requerirá la superación de vicios eclesiásticos. Estos incluyen aceptar al mundo como el estándar, y la tendencia igualmente destructiva de tratarnos a nosotros mismos de esa manera. "Esto último puede ocurrir", señala el padre Ratzinger, "ya sea a través de la pomposa voluntad propia presente en cualquier organización, o a través de la mentalidad estrecha sectaria que parece difícil de evitar en una pequeña Iglesia autoseleccionada con una perspectiva radicalmente en desacuerdo con el resto de la sociedad".
Lo que la Iglesia necesitará para superar estas fallas es lo que ella siempre necesita: santidad. La santidad requiere el desinterés que nos libera y nos permite ver la realidad. Con ese fin, necesitaremos superar el egocentrismo y la autocomplacencia, ya sea en la forma cotidiana de buscar el placer o en la forma más sistemática de negar la necesidad de disciplina y renuncia. Ese proceso implicará un esfuerzo diario que gradualmente nos revela qué tan lejos aún tenemos que llegar.
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Todo esto suena muy difícil, un trabajo para los santos o al menos aquellos con una seria aspiración de convertirse en santos. Pero ese, supongo, es el punto. La Iglesia más pequeña y pobre de los años por venir no puede permitirse la mediocridad. Debe ser más devota de lo que vemos a nuestro alrededor hoy, y esa renovación comienza dentro de nosotros mismos. Pero, como el arca de la salvación en un mundo cada vez menos habitable, ella compensará el esfuerzo y el sacrificio.
¿Cuánto tiempo llevará todo esto? El padre Ratzinger esperaba un proceso "difícil" y "largo y agotador". Aun así, el título de su charla fue "Cómo se verá la iglesia en 2000". Él (o quien haya asignado el título) evidentemente era algo optimista.
Desde el tiempo el padre Ratzinger presentó su discurso sobre los trastornos sexuales, financieros y doctrinales en la Iglesia, sin mencionar la mundanalidad, el clericalismo, la burocratización, el rechazo de la necesidad de disciplina personal y la reforma práctica de la vida, se ha agravado la tendencia liberacionista a tratar la misión básica de la Iglesia como una política secular y de servicios sociales. Las perspectivas de reforma parecen haber empeorado. Los laicos se han alejado, el liderazgo de la Iglesia parece a veces colapsar, y la purificación que el padre Ratzinger previó apenas parece haber comenzado.
¿Pero quién sabe? La vida continúa y mañana es otro día. La exposición del mal no siempre significa que el mal está empeorando. Y, más allá de las corrupciones, hay contramovimientos y signos de una nueva vida, algunos evidentes y otros invisibles para las personas que pasan demasiado tiempo en Twitter y redes sociales. Sin duda, hay otros que están ocultos para casi todos. "El reino de Dios", se nos dice, "no viene con la observación". Y, como siempre, sigue habiendo personas que descubren la Iglesia como una isla de vida en el desierto. Como converso, soy uno de ellos.
¿Así que qué hacemos? Sea lo que sea lo que depare el futuro, lo que sea que esté sucediendo en la televisión, Internet o detrás de escena, debemos seguir el camino del Padre. Ratzinger lo señaló hace cincuenta años. Deberíamos estar constantemente superando eso dentro de nosotros mismos que nos hace "apenas capaces de tomar conciencia de Dios". Esta es, sin duda, la forma que apunta a un futuro mejor para la Iglesia.
Crisis Magazine
Por James Kalb
La Iglesia se presenta con una oportunidad. Ella sigue siendo lo que siempre ha sido, y mientras represente lo que es, la gente seguirá encontrando en ella lo que busca. Como Pedro preguntó: "¿A dónde más hay que ir?"
Entonces noté que el entonces padre Joseph Ratzinger dijo lo mismo hace cincuenta años en un breve discurso de radio que presentó el día de Navidad en 1969. Él dijo a sus oyentes:
“Los hombres en un mundo totalmente planificado se encontrarán indescriptiblemente solitarios. Si han perdido completamente de vista a Dios, sentirán todo el horror de su pobreza espiritual”.
La frase "mundo totalmente planificado" es típica del optimismo progresista de hoy, reflejado en muchos documentos de la Iglesia, con respecto a las posibilidades de gestión social. Pero el padre Ratzinger cambia ese optimismo y sugiere que tal planificación total devaluaría la libertad individual, junto con las conexiones humanas, como la familia y la comunidad local, reemplazándolas con un esquema burocrático impersonal y omnipresente. ¿El resultado? Esta indescriptible soledad, la sensación de que, dado que todo ya está planificado, la vida y los esfuerzos de uno, no tienen sentido.
Una utopía secular no sería una utopía. Pero tales ideas dudosas causaron un gran revuelo a finales de los años sesenta y todavía se encuentran en boga hoy. Fue en medio de esta confusión que el padre Ratzinger dio su charla. No vio un final rápido para los trastornos o las condiciones que los respaldaban, y comentó que “me parece seguro que la Iglesia está enfrentando tiempos muy difíciles. La verdadera crisis apenas ha comenzado. Tendremos que contar con agitaciones fabulosas”.
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El padre Ratzinger pensó que estos eventos tamizarían a la Iglesia: la harían más pequeña, más pobre y menos institucionalizada. Ella todavía tendría su clero, por ejemplo, pero los sacerdotes que sirven a "congregaciones más pequeñas" y "grupos sociales independientes" a menudo tendrían que servir a tiempo parcial para que pudieran brindar su propio apoyo.
Pero estos eventos también purificarían a la Iglesia. Ya no podría depender de la riqueza, el poder, el prestigio o la posición social, y "tendría que comenzar de nuevo más o menos desde el principio". De este modo, se volvería bastante parecida a la Iglesia primitiva.
Y eso traería importantes beneficios. La pérdida de posición social, aunque es mala en sí misma, aumentaría las demandas personales para aquellos que permanecen y enfocaría la atención en la naturaleza esencial de la Iglesia. La Iglesia ya no sería vista como un movimiento político o un medio para fines mundanos. Los sacerdotes ya no serían considerados “trabajadores sociales” o “funcionarios burocráticos”. De hecho, esa concepción de la Iglesia "ya está muerta", dijo el padre Ratzinger a sus oyentes, "y desaparecerá". En cambio, veremos cada vez más evidentemente la Iglesia que se enfoca en Dios encarnado y en la vida eterna, y por lo tanto proporcionando lo que solo ella puede proporcionar.
Pero el camino hacia esta futura Iglesia "más espiritual" requerirá la superación de vicios eclesiásticos. Estos incluyen aceptar al mundo como el estándar, y la tendencia igualmente destructiva de tratarnos a nosotros mismos de esa manera. "Esto último puede ocurrir", señala el padre Ratzinger, "ya sea a través de la pomposa voluntad propia presente en cualquier organización, o a través de la mentalidad estrecha sectaria que parece difícil de evitar en una pequeña Iglesia autoseleccionada con una perspectiva radicalmente en desacuerdo con el resto de la sociedad".
Lo que la Iglesia necesitará para superar estas fallas es lo que ella siempre necesita: santidad. La santidad requiere el desinterés que nos libera y nos permite ver la realidad. Con ese fin, necesitaremos superar el egocentrismo y la autocomplacencia, ya sea en la forma cotidiana de buscar el placer o en la forma más sistemática de negar la necesidad de disciplina y renuncia. Ese proceso implicará un esfuerzo diario que gradualmente nos revela qué tan lejos aún tenemos que llegar.
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Todo esto suena muy difícil, un trabajo para los santos o al menos aquellos con una seria aspiración de convertirse en santos. Pero ese, supongo, es el punto. La Iglesia más pequeña y pobre de los años por venir no puede permitirse la mediocridad. Debe ser más devota de lo que vemos a nuestro alrededor hoy, y esa renovación comienza dentro de nosotros mismos. Pero, como el arca de la salvación en un mundo cada vez menos habitable, ella compensará el esfuerzo y el sacrificio.
¿Cuánto tiempo llevará todo esto? El padre Ratzinger esperaba un proceso "difícil" y "largo y agotador". Aun así, el título de su charla fue "Cómo se verá la iglesia en 2000". Él (o quien haya asignado el título) evidentemente era algo optimista.
Desde el tiempo el padre Ratzinger presentó su discurso sobre los trastornos sexuales, financieros y doctrinales en la Iglesia, sin mencionar la mundanalidad, el clericalismo, la burocratización, el rechazo de la necesidad de disciplina personal y la reforma práctica de la vida, se ha agravado la tendencia liberacionista a tratar la misión básica de la Iglesia como una política secular y de servicios sociales. Las perspectivas de reforma parecen haber empeorado. Los laicos se han alejado, el liderazgo de la Iglesia parece a veces colapsar, y la purificación que el padre Ratzinger previó apenas parece haber comenzado.
¿Pero quién sabe? La vida continúa y mañana es otro día. La exposición del mal no siempre significa que el mal está empeorando. Y, más allá de las corrupciones, hay contramovimientos y signos de una nueva vida, algunos evidentes y otros invisibles para las personas que pasan demasiado tiempo en Twitter y redes sociales. Sin duda, hay otros que están ocultos para casi todos. "El reino de Dios", se nos dice, "no viene con la observación". Y, como siempre, sigue habiendo personas que descubren la Iglesia como una isla de vida en el desierto. Como converso, soy uno de ellos.
¿Así que qué hacemos? Sea lo que sea lo que depare el futuro, lo que sea que esté sucediendo en la televisión, Internet o detrás de escena, debemos seguir el camino del Padre. Ratzinger lo señaló hace cincuenta años. Deberíamos estar constantemente superando eso dentro de nosotros mismos que nos hace "apenas capaces de tomar conciencia de Dios". Esta es, sin duda, la forma que apunta a un futuro mejor para la Iglesia.
Crisis Magazine
lunes, 29 de julio de 2019
SOBRE LOS "MIGRANTES"
“Todos tienen que vivir en su país. Como un árbol, todos tienen su tierra, su entorno, donde pueden crecer perfectamente . [...] Es mejor ayudar a las personas a darse cuenta de sí mismas en sus culturas, en lugar de alentarlas a venir a una Europa en pleno declive. Es una exégesis falsa que usa la Palabra de Dios para mejorar la migración. Dios nunca quiso estas lágrimas” (Robert Sarah).
Por Don Elia
Durante algunos años los obispos africanos han llamado a los jóvenes para que no abandonen sus tierras por un espejismo, sino que se comprometan con paciencia y determinación al desarrollo de su país. El continente oscuro está perdiendo una generación entera, de la que dependen su presente y su futuro. Sus habitantes, en la medida en que son conscientes y con visión de futuro, no pueden ignorar un problema de esta gravedad, especialmente si no tienen que hacer, como es evidente ahora, un fenómeno de migración espontánea, que es como una reedición de la trata de esclavos, orquestada por las altas finanzas y operado por bandas criminales con la probada complicidad de organizaciones no gubernamentales. Los banqueros que se esconden detrás de esta trata de personas eligen a artistas como sus intérpretes, individuos completamente carentes de sentido moral para dejarse maniobrar a voluntad.
La era de la llamada cooperación, en África, parece estar en declive para dar paso a la estrategia de despoblación dirigida a facilitar una explotación ilimitada, aligerada por la onerosa carga de bocas para alimentarse. China, que lo está colonizando a un ritmo acelerado, no necesita mano de obra local, ya que exporta la suya, con un excedente evidente; Europa y Estados Unidos, por su parte, intentan contrarrestar la invasión mediante milicias sangrientas y grupos islámicos radicales que, al controlar el territorio en su nombre, permiten a las multinacionales explotar ilegalmente el subsuelo (petróleo, coltán, diamantes, etc.). Este procedimiento también garantiza un amplio mercado para el comercio de armas, que junto con la exportación de tecnología y otros productos terminados garantiza la recuperación del capital invertido en la extracción de materias primas. Con la agricultura intensiva, entonces, el suelo africano produce inmensas cantidades de alimentos de los cuales la población local no se beneficia en absoluto, a menos que sean comprados a precios establecidos por corredores en Londres, Frankfurt o Nueva York.
Cuando hablamos de "ayuda", de hecho estamos tratando con intervenciones que enriquecen a los títeres colocados en el gobierno por Occidente, o imponen políticas favorables al aborto, la anticoncepción y el homosexualismo, o aún invertimos en preferencia, en lugar de en aquellos que más lo necesitarían, en los países más desarrollados, para transformarlos en nuevos mercados. Desde los años ochenta del siglo pasado, entonces, es tristemente sabido que las empresas europeas (con las italianas en la cabeza) han luchado contra las comisiones africanas para crear infraestructuras grandiosas, inútiles, si no dañinas, como presas o arneses que desertifican el territorio, lo que les impide inundaciones regulares de los ríos que lo fertilizan. Sin embargo, nadie ignora que los Objetivos de Desarrollo del Milenio imaginarios promovidos por las Naciones Unidas, que deberían haberse alcanzado para 2015, no son más que un dispositivo para reducir la población mundial, mientras que las migraciones artificiales deben alterar profundamente la composición étnica de otros países europeos, para alterar la antigua civilización y socavar su cohesión social.
Por otro lado, ¿qué ofrece nuestro Occidente enfermo y decadente a los jóvenes africanos? ¿Quizás un lugar de trabajo decente, una vida social equilibrada y serena, una educación en valores más altos difundida por la civilización cristiana? ¿O más bien, para aquellos moralmente sanos, un impulso para corromperse de su simplicidad nativa o, para aquellos que ya son propensos a la ilegalidad, la oportunidad de ser reclutados por el crimen organizado? Cuántos de ellos, que se han prestado para pagar el viaje, se ven obligados, si son mujeres, a venderse en la calle o trabajar gratis para la mafia dirigida por sus compatriotas indefinidamente, con la amenaza de represalias terribles contra los miembros de la familia que quedan en casa o de castigos bárbaros que van desde la tortura hasta los rituales vudú ? ¿No es esta una nueva forma de esclavitud, y una de las peores posibles?
Por otro lado, esto ciertamente no los autoriza a entregarse a robos, asesinatos y violaciones, creando en algunas regiones una verdadera pesadilla de inseguridad, alimentada aún más por la impunidad que disfrutan gracias a los magistrados ideologizados que ejercen su poder arbitrariamente. No estamos hablando de los terroristas que, aunque conocidos por los servicios secretos, penetran en Europa mezclados con inmigrantes ilegales para luego ser culpables de ataques sangrientos. Las enfermedades merecerían una mención aparte, erradicadas en nuestro suelo en Europa hace décadas, ahora reaparecidas en nuestro suelo, o las prácticas de brujería y magia negra (con tanto sacrificio humano de mujeres jóvenes ofrecidas a los espíritus) que se extendieron sin restricciones, justamente en un momento que padecemos una escasez histórica de exorcistas y expertos en ese campo. En tal escenario, recomendar una recepción indiscriminada no puede dejar de parecer un comportamiento irresponsable, si no absurdo.
Quien está completamente en silencio en los debates de extrema urgencia y delicadeza, como los relacionados con la eutanasia, el ‘género’ y los alquileres de vientres, interfiere inaceptablemente en la política de un país soberano con represalias obsesivas sin justificación en la doctrina moral. ¿No se da cuenta de que las personas reales, en lugar del imaginario de sus mitos, ya no pueden soportarlo, sino odiarlo y maldecirlo? Ni siquiera el bajo clero, que cada día se enfrenta a los problemas reales del rebaño, le presta más atención; solo los prelados a salvo en las torres de marfil de la curia diocesana y los burócratas de las conferencias episcopales que fingen apoyarlo, pero por puro oportunismo o por intereses económicos importantes. En comparación, los funcionarios del gobierno chino son más honestos, son abiertamente ateos y al menos no recitan vergonzosamente las Sagradas Escrituras, sino que simplemente hacen lo que se espera de ellas: aprovechar el acuerdo secreto con el Vaticano para sofocar a la Iglesia fiel, obligando a sus ministros a unirse a la “Asociación Patriótica”.
Es difícil no pensar que todo esto no sea parte de un plan oculto de desestabilización dirigido al establecimiento de un poder totalitario, como lo demuestra la oposición paroxística al trabajo del ministro italiano Salvini que retuvo los desembarcos. "Este deseo actual de globalizar el mundo mediante la supresión de las naciones”, señaló el cardenal Sarah en una entrevista reciente, “es una locura”. No debemos sacrificar nuestra identidad católica y nacional en el altar de la Europa sin hogar. La Comisión de Bruselas solo piensa en construir un mercado libre al servicio de las grandes potencias financieras. La Unión Europea ya no protege a las personas, protege a los bancos. Era hora de que un hombre de la Iglesia hablara con claridad y dijera las cosas como son. Podría decirse que la Unión Europea, en realidad, nunca ha trabajado para los intereses de los pueblos que la componen, habiendo sido la expresión, desde el principio, de un proyecto sinárquico que ha dividido al mundo en grandes bloques que se equilibran entre sí para evitar la prevalencia de uno sobre el otro, pero todos están igualmente sujetos a los señores de las altas finanzas.
“La Iglesia no puede cooperar con la nueva forma de esclavitud que se ha convertido en migración masiva”, continúa el Cardenal de Guinea. “Si Occidente continúa en este camino mortal, existe un gran riesgo, debido a las bajas tasas de natalidad, de que desaparezcan las naciones invadidas por extranjeros, como Roma fue invadida por los bárbaros. Yo hablo de africanos. Mi país es mayoritariamente musulmán. Creo que sé de lo que estoy hablando”. A diferencia de muchos académicos y burócratas eclesiásticos, Sarah mira la realidad por lo que es, sugiriendo que la invasión planeada está dirigida a la desaparición del Occidente cristiano y su islamización, funcional a la imposición de un régimen opresivo.
Por Don Elia
Durante algunos años los obispos africanos han llamado a los jóvenes para que no abandonen sus tierras por un espejismo, sino que se comprometan con paciencia y determinación al desarrollo de su país. El continente oscuro está perdiendo una generación entera, de la que dependen su presente y su futuro. Sus habitantes, en la medida en que son conscientes y con visión de futuro, no pueden ignorar un problema de esta gravedad, especialmente si no tienen que hacer, como es evidente ahora, un fenómeno de migración espontánea, que es como una reedición de la trata de esclavos, orquestada por las altas finanzas y operado por bandas criminales con la probada complicidad de organizaciones no gubernamentales. Los banqueros que se esconden detrás de esta trata de personas eligen a artistas como sus intérpretes, individuos completamente carentes de sentido moral para dejarse maniobrar a voluntad.
La era de la llamada cooperación, en África, parece estar en declive para dar paso a la estrategia de despoblación dirigida a facilitar una explotación ilimitada, aligerada por la onerosa carga de bocas para alimentarse. China, que lo está colonizando a un ritmo acelerado, no necesita mano de obra local, ya que exporta la suya, con un excedente evidente; Europa y Estados Unidos, por su parte, intentan contrarrestar la invasión mediante milicias sangrientas y grupos islámicos radicales que, al controlar el territorio en su nombre, permiten a las multinacionales explotar ilegalmente el subsuelo (petróleo, coltán, diamantes, etc.). Este procedimiento también garantiza un amplio mercado para el comercio de armas, que junto con la exportación de tecnología y otros productos terminados garantiza la recuperación del capital invertido en la extracción de materias primas. Con la agricultura intensiva, entonces, el suelo africano produce inmensas cantidades de alimentos de los cuales la población local no se beneficia en absoluto, a menos que sean comprados a precios establecidos por corredores en Londres, Frankfurt o Nueva York.
Cuando hablamos de "ayuda", de hecho estamos tratando con intervenciones que enriquecen a los títeres colocados en el gobierno por Occidente, o imponen políticas favorables al aborto, la anticoncepción y el homosexualismo, o aún invertimos en preferencia, en lugar de en aquellos que más lo necesitarían, en los países más desarrollados, para transformarlos en nuevos mercados. Desde los años ochenta del siglo pasado, entonces, es tristemente sabido que las empresas europeas (con las italianas en la cabeza) han luchado contra las comisiones africanas para crear infraestructuras grandiosas, inútiles, si no dañinas, como presas o arneses que desertifican el territorio, lo que les impide inundaciones regulares de los ríos que lo fertilizan. Sin embargo, nadie ignora que los Objetivos de Desarrollo del Milenio imaginarios promovidos por las Naciones Unidas, que deberían haberse alcanzado para 2015, no son más que un dispositivo para reducir la población mundial, mientras que las migraciones artificiales deben alterar profundamente la composición étnica de otros países europeos, para alterar la antigua civilización y socavar su cohesión social.
Por otro lado, ¿qué ofrece nuestro Occidente enfermo y decadente a los jóvenes africanos? ¿Quizás un lugar de trabajo decente, una vida social equilibrada y serena, una educación en valores más altos difundida por la civilización cristiana? ¿O más bien, para aquellos moralmente sanos, un impulso para corromperse de su simplicidad nativa o, para aquellos que ya son propensos a la ilegalidad, la oportunidad de ser reclutados por el crimen organizado? Cuántos de ellos, que se han prestado para pagar el viaje, se ven obligados, si son mujeres, a venderse en la calle o trabajar gratis para la mafia dirigida por sus compatriotas indefinidamente, con la amenaza de represalias terribles contra los miembros de la familia que quedan en casa o de castigos bárbaros que van desde la tortura hasta los rituales vudú ? ¿No es esta una nueva forma de esclavitud, y una de las peores posibles?
Por otro lado, esto ciertamente no los autoriza a entregarse a robos, asesinatos y violaciones, creando en algunas regiones una verdadera pesadilla de inseguridad, alimentada aún más por la impunidad que disfrutan gracias a los magistrados ideologizados que ejercen su poder arbitrariamente. No estamos hablando de los terroristas que, aunque conocidos por los servicios secretos, penetran en Europa mezclados con inmigrantes ilegales para luego ser culpables de ataques sangrientos. Las enfermedades merecerían una mención aparte, erradicadas en nuestro suelo en Europa hace décadas, ahora reaparecidas en nuestro suelo, o las prácticas de brujería y magia negra (con tanto sacrificio humano de mujeres jóvenes ofrecidas a los espíritus) que se extendieron sin restricciones, justamente en un momento que padecemos una escasez histórica de exorcistas y expertos en ese campo. En tal escenario, recomendar una recepción indiscriminada no puede dejar de parecer un comportamiento irresponsable, si no absurdo.
Quien está completamente en silencio en los debates de extrema urgencia y delicadeza, como los relacionados con la eutanasia, el ‘género’ y los alquileres de vientres, interfiere inaceptablemente en la política de un país soberano con represalias obsesivas sin justificación en la doctrina moral. ¿No se da cuenta de que las personas reales, en lugar del imaginario de sus mitos, ya no pueden soportarlo, sino odiarlo y maldecirlo? Ni siquiera el bajo clero, que cada día se enfrenta a los problemas reales del rebaño, le presta más atención; solo los prelados a salvo en las torres de marfil de la curia diocesana y los burócratas de las conferencias episcopales que fingen apoyarlo, pero por puro oportunismo o por intereses económicos importantes. En comparación, los funcionarios del gobierno chino son más honestos, son abiertamente ateos y al menos no recitan vergonzosamente las Sagradas Escrituras, sino que simplemente hacen lo que se espera de ellas: aprovechar el acuerdo secreto con el Vaticano para sofocar a la Iglesia fiel, obligando a sus ministros a unirse a la “Asociación Patriótica”.
Es difícil no pensar que todo esto no sea parte de un plan oculto de desestabilización dirigido al establecimiento de un poder totalitario, como lo demuestra la oposición paroxística al trabajo del ministro italiano Salvini que retuvo los desembarcos. "Este deseo actual de globalizar el mundo mediante la supresión de las naciones”, señaló el cardenal Sarah en una entrevista reciente, “es una locura”. No debemos sacrificar nuestra identidad católica y nacional en el altar de la Europa sin hogar. La Comisión de Bruselas solo piensa en construir un mercado libre al servicio de las grandes potencias financieras. La Unión Europea ya no protege a las personas, protege a los bancos. Era hora de que un hombre de la Iglesia hablara con claridad y dijera las cosas como son. Podría decirse que la Unión Europea, en realidad, nunca ha trabajado para los intereses de los pueblos que la componen, habiendo sido la expresión, desde el principio, de un proyecto sinárquico que ha dividido al mundo en grandes bloques que se equilibran entre sí para evitar la prevalencia de uno sobre el otro, pero todos están igualmente sujetos a los señores de las altas finanzas.
“La Iglesia no puede cooperar con la nueva forma de esclavitud que se ha convertido en migración masiva”, continúa el Cardenal de Guinea. “Si Occidente continúa en este camino mortal, existe un gran riesgo, debido a las bajas tasas de natalidad, de que desaparezcan las naciones invadidas por extranjeros, como Roma fue invadida por los bárbaros. Yo hablo de africanos. Mi país es mayoritariamente musulmán. Creo que sé de lo que estoy hablando”. A diferencia de muchos académicos y burócratas eclesiásticos, Sarah mira la realidad por lo que es, sugiriendo que la invasión planeada está dirigida a la desaparición del Occidente cristiano y su islamización, funcional a la imposición de un régimen opresivo.
Una colaboración de la Iglesia en este plan es simplemente un suicidio, pero quizás esta es precisamente la tarea que la oligarquía financiera ha confiado al “hombre del fin del mundo”, que está haciendo todo lo posible para hundir el barco. Es probable que el colapso de la práctica religiosa, lo anime en lugar de atormentarlo. Por lo tanto, pedirle al Cielo su eliminación es muy urgente para nuestra supervivencia, tanto a nivel civil como eclesial. Es hora de dar paso a un hombre con sentido común (y con la fe católica).
Chiesa e Postconcilio
Chiesa e Postconcilio
EL VATICANO RECUERDA QUE HOY ES EL DÍA DE LA ‘DEUDA ECOLÓGICA’
No, hoy no es el día de Santa Marta, como establece el calendario litúrgico, sino el de la “Deuda Ecológica”.
Por Fernando Beltrán
La página web del Vaticano ha publicado hoy un artículo sobre ecología -sí, uno más- recordando que hoy es el día de la Deuda Ecológica. No, no el día de Santa Marta, como establece el calendario litúrgico, sino el de la Deuda Ecológica. Valdría la pena recordar las palabras de Jesucristo en el Evangelio precisamente dirigidas a la santa de hoy: “Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria”
Y esa sensación nos da cuando echamos un vistazo a los medios de comunicación del Vaticano. Andan inquietos y preocupados por muchas cosas, dejando -no siempre, para ser justos- lo único necesario y verdaderamente importante: Jesucristo.
Lo que se recuerda el 29 de julio de este año, dice el artículo, es que “la humanidad está usando los recursos de la naturaleza 1,75 veces más rápido de lo que los ecosistemas de nuestro planeta pueden regenerarse”.
“La crisis ecológica que sufre el planeta Tierra va en aumento ya que estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades”, alerta Vatican News. “Los últimos estudios revelan que el 29 de julio de 2019 la humanidad habrá utilizado el presupuesto de recursos de la naturaleza para todo el año” prosigue el artículo basándose en Global Footprint Network.
Según el medio vaticano “estamos agotando el capital natural de nuestro planeta, comprometiendo aún más su futura capacidad regenerativa”. También alerta la publicación de que la actividad humana, “especialmente la de los países más desarrollados” está provocando crecientes impactos ambientales que no se limitan a los países que los producen.
“El creciente uso de materiales de importación para sostener nuestro modelo de vida y el modelo energético basado en el uso de combustibles fósiles, responsable en gran medida del cambio climático; hace que estemos adquiriendo una deuda ecológica con nuestro planeta”, dice Vatican News.
Se trata de un problema que “es responsabilidad de todos”. Estos pasos están conectados a cinco grandes palancas de solución, según el artículo, que son: energía, alimentos, ciudades, población y ‘salud planetaria’(?). Las oportunidades de acción incluyen “iniciar una conversación productiva sobre las tendencias demográficas, lanzar programas en su lugar de trabajo tales como la reducción de desperdicios de alimentos, y solicitar a los gobiernos que manejen los recursos naturales de manera responsable”, asegura el medio vaticano.
A las voces ecologistas que piden reforzar una conciencia global sobre el cuidado de la creación, se suma, según Vatican News, la voz del papa Francisco en la Laudato Si’, “la primera encíclica papal que aborda el tema de la ecología”. En ella, el santo padre reflexiona de manera teológica, según el artículo, sobre el punto central de la encíclica desde tres perspectivas: ver-juzgar-actuar; con “el apremiante llamamiento a cuidar entre todos la Madre Tierra”.
“Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada”
InfoVaticana
Por Fernando Beltrán
La página web del Vaticano ha publicado hoy un artículo sobre ecología -sí, uno más- recordando que hoy es el día de la Deuda Ecológica. No, no el día de Santa Marta, como establece el calendario litúrgico, sino el de la Deuda Ecológica. Valdría la pena recordar las palabras de Jesucristo en el Evangelio precisamente dirigidas a la santa de hoy: “Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria”
Y esa sensación nos da cuando echamos un vistazo a los medios de comunicación del Vaticano. Andan inquietos y preocupados por muchas cosas, dejando -no siempre, para ser justos- lo único necesario y verdaderamente importante: Jesucristo.
Lo que se recuerda el 29 de julio de este año, dice el artículo, es que “la humanidad está usando los recursos de la naturaleza 1,75 veces más rápido de lo que los ecosistemas de nuestro planeta pueden regenerarse”.
“La crisis ecológica que sufre el planeta Tierra va en aumento ya que estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades”, alerta Vatican News. “Los últimos estudios revelan que el 29 de julio de 2019 la humanidad habrá utilizado el presupuesto de recursos de la naturaleza para todo el año” prosigue el artículo basándose en Global Footprint Network.
Según el medio vaticano “estamos agotando el capital natural de nuestro planeta, comprometiendo aún más su futura capacidad regenerativa”. También alerta la publicación de que la actividad humana, “especialmente la de los países más desarrollados” está provocando crecientes impactos ambientales que no se limitan a los países que los producen.
“El creciente uso de materiales de importación para sostener nuestro modelo de vida y el modelo energético basado en el uso de combustibles fósiles, responsable en gran medida del cambio climático; hace que estemos adquiriendo una deuda ecológica con nuestro planeta”, dice Vatican News.
Se trata de un problema que “es responsabilidad de todos”. Estos pasos están conectados a cinco grandes palancas de solución, según el artículo, que son: energía, alimentos, ciudades, población y ‘salud planetaria’(?). Las oportunidades de acción incluyen “iniciar una conversación productiva sobre las tendencias demográficas, lanzar programas en su lugar de trabajo tales como la reducción de desperdicios de alimentos, y solicitar a los gobiernos que manejen los recursos naturales de manera responsable”, asegura el medio vaticano.
A las voces ecologistas que piden reforzar una conciencia global sobre el cuidado de la creación, se suma, según Vatican News, la voz del papa Francisco en la Laudato Si’, “la primera encíclica papal que aborda el tema de la ecología”. En ella, el santo padre reflexiona de manera teológica, según el artículo, sobre el punto central de la encíclica desde tres perspectivas: ver-juzgar-actuar; con “el apremiante llamamiento a cuidar entre todos la Madre Tierra”.
“Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada”
InfoVaticana
ARQUEÓLOGOS AFIRMAN HABER ENCONTRADO EL SITIO DEL NACIMIENTO DE SAN PEDRO
Un equipo de arqueólogos israelíes y estadounidenses afirma haber encontrado la Basílica construida sobre la casa donde nacieron dos apóstoles de nuestro Señor, San Pedro, el primer Papa, y su hermano, San Andrés, en el pueblo pesquero de Betsaida en la orilla del mar de Galilea.
Por Jeanne Smits
Las excavaciones en El-Araj, conocido como Beit Habeck en hebreo, los llevaron al descubrimiento de los vestigios de un gran edificio cuyos elementos decorativos, estructura y plan son consistentes con una iglesia bizantina.
La ubicación exacta de Betsaida ha permanecido desconocida durante mucho tiempo: los viajeros del siglo XIX a Palestina no pudieron identificar la aldea mencionada por primera vez en el Nuevo Testamento que alcanzó una fama considerable después de que fue urbanizada por el tetrarca Herodes, Felipe, y renombrada Julias en el año 30 DC. Sería mencionado por historiadores como Plinio el Viejo, Flavio José y en la literatura rabínica antes de declinar en el siglo III por razones desconocidas: posiblemente cambios de nivel del mar de Galilea. Reapareció y luego desapareció por completo en el siglo VIII en el momento de la expansión y las conquistas islámicas.
Si los arqueólogos Mordechai Aviam del Colegio Académico Kinneret de Israel y Pr. R. Steven Notley, del Nyack College, un colegio cristiano privado en Nueva York, tiene razón, Betsaida, recientemente redescubierta, podría atraer a muchos peregrinos ansiosos por visitar el lugar de nacimiento del primero de los apóstoles. Sería uno de los santuarios más antiguos del Mundo cristiano, inmerso en la historia del Nuevo Testamento.
Betsaida era un lugar de dos lados. Tres de sus hijos, Pedro, Andres y Felipe, nacieron allí y dejaron a sus familias y sus medios de vida sin dudarlo para responder al llamado de Jesús de convertirse en sus discípulos.
También es allí, o cerca, según el Nuevo Testamento, donde Jesús curó a un ciego y alimentó a una multitud de 5.000 personas con unas hogazas de pan. Es desde sus costas que fue visto caminando sobre el mar de Galilea.
Pero Jesús también maldijo a Betsaida por su falta de fe y sabiduría espiritual: “Entonces Jesús comenzó a reprochar a las ciudades en las que había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido. ¡Ay de ti, Corazin! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y Sidón los milagros que se hicieron en medio de ustedes, ya hace tiempo que se habrían arrepentido con muchos lamentos. Pero les digo que en el día de Juicio será más soportable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes”. (Mateo 11: 20-22)
Hasta la fecha, la existencia de una iglesia en la antigua Betsaida era conocida solo por una tradición centenaria. Se mencionó explícitamente en las memorias del siglo VIII de un obispo bávaro llamado Willibald, quien relató sus viajes a Tierra Santa en el 725 dC cuando más tarde regresó a ver a Eichstätt. Sus pasos lo habían llevado de Cafarnaum a Betsaida, "de donde vinieron Pedro y Andres", y "ahora hay una iglesia, que anteriormente era su casa".
"Es la tradición histórica que poseemos, y no hay buenas razones para cuestionarla", dijo Notley cuando describió el hallazgo.
Willibald pasó por "Corazin", escribió el obispo en su libro de viajero. Los estudiosos están de acuerdo en que este lugar lo mencionó por error. La mayoría supone que el obispo confundió a Betsaida con Cafarnaum, mezclando el orden de sus paradas, lo que ha llevado a identificar la basílica de la que habló con un edificio octogonal en esa ciudad.
Pero según Aviam y Notley, el error fue más probable la confusión entre Corazin y Chorsia, el nombre latino de una ciudad en la orilla oriental del lago Tiberíades, lo que justificaría la búsqueda de Betsaida, donde han afirmado durante varios años que lo encontraron. También rechazan la afirmación de que Betsaida corresponde a la excavación arqueológica cercana en Et-Tell realizada por otros académicos.
El documento académico de Aviam y Notley sobre sus hallazgos y sugerencias se puede encontrar aquí (en inglés).
Si bien han estado trabajando durante algún tiempo en el área, donde se encontraron hace dos años vestigios de un baño romano, desde entonces las casas romanas y otras ruinas que muestran claramente un importante asentamiento romano florecieron en el siglo I dC, encontraron la iglesia que es, según Aviam y Notley, una probable confirmación de su tesis.
Betsaida es, de hecho, el único lugar entre Cafarnaum y Chorsia (ahora conocido como Kursi) donde Willibald mencionó la existencia de una iglesia.
“Ahora tenemos una iglesia justo donde los peregrinos dicen que era una iglesia. Los primeros testimonios de la iglesia sobre la casa de Pedro la describieron como una basílica. ¿Describiría un bizantino una estructura de ocho lados como una basílica? Esta es una pregunta que debe abordarse más a fondo”, dijo Notley.
Agregó que la identificación de la iglesia seguirá siendo teórica hasta que se puedan encontrar pruebas, como una inscripción, explicó Haaretz. "Sería normal encontrar una inscripción en una iglesia del período bizantino, describiendo en qué tiempo fue construida, por ejemplo", dijo Notley a un diario israelí.
Si era o no una basílica construida sobre los cimientos de la casa del primero de los apóstoles, ciertamente era una iglesia, según el equipo arqueológico. Hasta la fecha, aproximadamente un tercio del edificio, que data del siglo V d. C., ha salido a la luz. Por su orientación, en un eje oeste-este, y su división en una nave central y dos pasillos corresponden al plan clásico de una basílica cristiana. Los fragmentos de mármol encontrados en el sitio apuntan a las ruinas de un iconostasio, y aún más característicamente, las teselas de vidrio dorado típicas de los revestimientos murales en las iglesias no dejan dudas. El tipo de tejas encontradas en el sitio indica un edificio grande. Además, un fragmento de una talla de tiza con una cruz pattée indica que se trataba claramente de una iglesia.
Sin embargo, la historia de Betsaida sigue envuelta en misterio. ¿Fue tragada por el Mar de Galilea en el siglo III, solo para reaparecer en el quinto y ver el renacimiento de una antigua civilización?
Lo que es seguro es que Betsaida es parte de la historia cristiana, con un doble simbolismo vinculado a su gloria como el lugar de nacimiento del primer Papa instituido por Cristo mismo y su negativa a reconocerlo como el verdadero Mesías y el Hijo de Dios a pesar del privilegio de haber presenciado sus milagros.
Quizás haya incluso un tercer simbolismo en el hecho de que la iglesia probablemente fue "abandonada con el surgimiento del califato omeya y la presencia islámica en la tierra, desde finales del siglo VII o principios del siglo VIII", como sugiere Haaretz, con el Islam como el azote de una ciudad que Jesús había maldecido por su incredulidad.
Pero entonces, su hallazgo también sería un llamado a creer en la historicidad de Cristo y redescubrir las verdades vivificantes que Él manifestó a orillas del mar de Galilea.
LifeSiteNews
Por Jeanne Smits
Las excavaciones en El-Araj, conocido como Beit Habeck en hebreo, los llevaron al descubrimiento de los vestigios de un gran edificio cuyos elementos decorativos, estructura y plan son consistentes con una iglesia bizantina.
La ubicación exacta de Betsaida ha permanecido desconocida durante mucho tiempo: los viajeros del siglo XIX a Palestina no pudieron identificar la aldea mencionada por primera vez en el Nuevo Testamento que alcanzó una fama considerable después de que fue urbanizada por el tetrarca Herodes, Felipe, y renombrada Julias en el año 30 DC. Sería mencionado por historiadores como Plinio el Viejo, Flavio José y en la literatura rabínica antes de declinar en el siglo III por razones desconocidas: posiblemente cambios de nivel del mar de Galilea. Reapareció y luego desapareció por completo en el siglo VIII en el momento de la expansión y las conquistas islámicas.
Si los arqueólogos Mordechai Aviam del Colegio Académico Kinneret de Israel y Pr. R. Steven Notley, del Nyack College, un colegio cristiano privado en Nueva York, tiene razón, Betsaida, recientemente redescubierta, podría atraer a muchos peregrinos ansiosos por visitar el lugar de nacimiento del primero de los apóstoles. Sería uno de los santuarios más antiguos del Mundo cristiano, inmerso en la historia del Nuevo Testamento.
Betsaida era un lugar de dos lados. Tres de sus hijos, Pedro, Andres y Felipe, nacieron allí y dejaron a sus familias y sus medios de vida sin dudarlo para responder al llamado de Jesús de convertirse en sus discípulos.
También es allí, o cerca, según el Nuevo Testamento, donde Jesús curó a un ciego y alimentó a una multitud de 5.000 personas con unas hogazas de pan. Es desde sus costas que fue visto caminando sobre el mar de Galilea.
Pero Jesús también maldijo a Betsaida por su falta de fe y sabiduría espiritual: “Entonces Jesús comenzó a reprochar a las ciudades en las que había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido. ¡Ay de ti, Corazin! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y Sidón los milagros que se hicieron en medio de ustedes, ya hace tiempo que se habrían arrepentido con muchos lamentos. Pero les digo que en el día de Juicio será más soportable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes”. (Mateo 11: 20-22)
Hasta la fecha, la existencia de una iglesia en la antigua Betsaida era conocida solo por una tradición centenaria. Se mencionó explícitamente en las memorias del siglo VIII de un obispo bávaro llamado Willibald, quien relató sus viajes a Tierra Santa en el 725 dC cuando más tarde regresó a ver a Eichstätt. Sus pasos lo habían llevado de Cafarnaum a Betsaida, "de donde vinieron Pedro y Andres", y "ahora hay una iglesia, que anteriormente era su casa".
"Es la tradición histórica que poseemos, y no hay buenas razones para cuestionarla", dijo Notley cuando describió el hallazgo.
Willibald pasó por "Corazin", escribió el obispo en su libro de viajero. Los estudiosos están de acuerdo en que este lugar lo mencionó por error. La mayoría supone que el obispo confundió a Betsaida con Cafarnaum, mezclando el orden de sus paradas, lo que ha llevado a identificar la basílica de la que habló con un edificio octogonal en esa ciudad.
Pero según Aviam y Notley, el error fue más probable la confusión entre Corazin y Chorsia, el nombre latino de una ciudad en la orilla oriental del lago Tiberíades, lo que justificaría la búsqueda de Betsaida, donde han afirmado durante varios años que lo encontraron. También rechazan la afirmación de que Betsaida corresponde a la excavación arqueológica cercana en Et-Tell realizada por otros académicos.
El documento académico de Aviam y Notley sobre sus hallazgos y sugerencias se puede encontrar aquí (en inglés).
Si bien han estado trabajando durante algún tiempo en el área, donde se encontraron hace dos años vestigios de un baño romano, desde entonces las casas romanas y otras ruinas que muestran claramente un importante asentamiento romano florecieron en el siglo I dC, encontraron la iglesia que es, según Aviam y Notley, una probable confirmación de su tesis.
Betsaida es, de hecho, el único lugar entre Cafarnaum y Chorsia (ahora conocido como Kursi) donde Willibald mencionó la existencia de una iglesia.
“Ahora tenemos una iglesia justo donde los peregrinos dicen que era una iglesia. Los primeros testimonios de la iglesia sobre la casa de Pedro la describieron como una basílica. ¿Describiría un bizantino una estructura de ocho lados como una basílica? Esta es una pregunta que debe abordarse más a fondo”, dijo Notley.
Agregó que la identificación de la iglesia seguirá siendo teórica hasta que se puedan encontrar pruebas, como una inscripción, explicó Haaretz. "Sería normal encontrar una inscripción en una iglesia del período bizantino, describiendo en qué tiempo fue construida, por ejemplo", dijo Notley a un diario israelí.
Si era o no una basílica construida sobre los cimientos de la casa del primero de los apóstoles, ciertamente era una iglesia, según el equipo arqueológico. Hasta la fecha, aproximadamente un tercio del edificio, que data del siglo V d. C., ha salido a la luz. Por su orientación, en un eje oeste-este, y su división en una nave central y dos pasillos corresponden al plan clásico de una basílica cristiana. Los fragmentos de mármol encontrados en el sitio apuntan a las ruinas de un iconostasio, y aún más característicamente, las teselas de vidrio dorado típicas de los revestimientos murales en las iglesias no dejan dudas. El tipo de tejas encontradas en el sitio indica un edificio grande. Además, un fragmento de una talla de tiza con una cruz pattée indica que se trataba claramente de una iglesia.
Sin embargo, la historia de Betsaida sigue envuelta en misterio. ¿Fue tragada por el Mar de Galilea en el siglo III, solo para reaparecer en el quinto y ver el renacimiento de una antigua civilización?
Lo que es seguro es que Betsaida es parte de la historia cristiana, con un doble simbolismo vinculado a su gloria como el lugar de nacimiento del primer Papa instituido por Cristo mismo y su negativa a reconocerlo como el verdadero Mesías y el Hijo de Dios a pesar del privilegio de haber presenciado sus milagros.
Quizás haya incluso un tercer simbolismo en el hecho de que la iglesia probablemente fue "abandonada con el surgimiento del califato omeya y la presencia islámica en la tierra, desde finales del siglo VII o principios del siglo VIII", como sugiere Haaretz, con el Islam como el azote de una ciudad que Jesús había maldecido por su incredulidad.
Pero entonces, su hallazgo también sería un llamado a creer en la historicidad de Cristo y redescubrir las verdades vivificantes que Él manifestó a orillas del mar de Galilea.
LifeSiteNews
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domingo, 28 de julio de 2019
EL SUEÑO AMAZÓNICO DEL SÍNODO DEL VATICANO
El Sínodo del Amazonas que se celebrará en Roma en octubre se centra en la "escucha". Esta palabra aparece 45 veces en el Instrumentum laboris.
Por Julio Loredo De Izcue
El Sínodo mismo se entiende como "un proceso de escucha sinodal", un "instrumento privilegiado de escucha", un "proceso dinámico de escucha" (n. 1: 5). ¿Qué es lo que realmente quieren "escuchar"? Considerando el Amazonas como un "nuevo tema teológico", el Sínodo quiere "escuchar esta área", "escuchar a la gente y la tierra": "Escuchar implica reconocer la aparición dramática del Amazonas como un nuevo tema" (no. 2)
Por lo tanto, el Sínodo cambia el enfoque de dos mil años de la Iglesia: no quiere evangelizar la Amazonía sino más bien "amazonizar" a la Iglesia. No busca una Iglesia misionera sino una "Iglesia que escucha"; no una Iglesia que enseña sino una Iglesia que aprende (No. 144). No quiere un cristianismo amazónico sino más bien "una Iglesia con rostro amazónico" (núms. 7, 110, 111).
El Sínodo se las arregla para sacar este increíble tour de force cambiando el concepto de Apocalipsis. Siguiendo los pasos de la Teología de la Liberación Indígena, el Instrumentum laboris insinúa que hay “una Revelación primitiva inherente a la naturaleza”, a la luz de la cual uno debe interpretar la Revelación de Jesucristo. Según el documento del Vaticano, el Amazonas es un "lugar teológico", un "lugar epifánico donde se manifiesta la reserva de vida y sabiduría para el planeta, una vida y sabiduría que habla de Dios" (No. 19). Si bien los occidentales supuestamente hemos perdido el rumbo, los nativos mantuvieron contacto con la “primitiva Revelación”: “La vida de las comunidades amazónicas que aún no están influenciadas por la civilización occidental se refleja en las creencias y los ritos con respecto a las acciones de los espíritus, de los muchos nombres que actúan sobre la divinidad, con y en el territorio, con y en relación con la naturaleza” (no. 25).
Además: “Los pueblos originarios de la Amazonía tienen mucho que enseñarnos. Reconocemos que durante miles de años se han ocupado de su tierra, agua y bosque, y han logrado preservarlos hasta hoy para que la humanidad pueda beneficiarse al disfrutar de los dones gratuitos de la creación de Dios. Los nuevos caminos de evangelización deben construirse en diálogo con la sabiduría ancestral en la que se manifiestan las semillas de la Palabra” (n. 29).
Para corroborar estas y otras declaraciones similares, el documento del Sínodo menciona organismos eclesiales y ONG vinculados a las llamadas corrientes "indigenistas". Algunos líderes amazónicos, como el jefe de Kayapó, Raoni Metuktire, también se muestran muy entusiasmados. Según el Instrumentum laboris, son "la voz del Amazonas" (Parte 1).
La gran pregunta es: ¿estas agencias y líderes realmente representan a los indios amazónicos? ¿Son realmente su "voz"? En otras palabras, ¿está el Sínodo "escuchando" a la Amazonía real o a una Amazonía imaginaria, una Amazonía de sueños creada por las corrientes indigenistas de acuerdo con ciertas ideas preconcebidas ideológicas?
"Inicialmente creíamos en las ONG que hablaban en nombre de los pueblos indígenas, pero ahora nos hemos despertado", dice la india brasileña Kayna Munduruku, portavoz de la Fundação Estadual do Indio, una defensora de los derechos de los pueblos amazónicos por décadas. "Estas autoproclamadas organizaciones 'indigenistas' pretenden decirnos quiénes somos", continúa Kayna, pero "¿quién les dio el derecho de hablar en nuestro nombre? Nosotros, los pueblos indígenas, somos los que sabemos quiénes somos. No necesitamos indigenistas ni antropólogos. Nosotros, los pueblos del bosque, sabemos quiénes somos. Creo que las ONG indígenas se han entrometido en asuntos que no les conciernen".
Luego señala que los medios de comunicación europeos están tratando de esquivar a toda costa: la gran rotación detrás de las ONG: “Estas son ONG millonarias. Los líderes indígenas que se han unido a las ONG están extremadamente bien desde el punto de vista económico, mientras que los pueblos indígenas permanecen en la pobreza extrema. Nosotros, los nativos, preguntamos: ¿por qué dar tanto dinero a las ONG si no beneficia a nuestros pueblos?"
Las palabras de Kayna Munduruku parecen ser confirmadas por el extraordinario éxito que está encontrando la "Caravana del Amazonas" promovida por el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira. Son unos cuarenta jóvenes que viajan a través de las regiones amazónicas de Brasil recogiendo firmas para una petición al papa Francisco pidiéndole que no escuche las corrientes indígenas sino a los auténticos nativos de la zona. "Queremos preservar nuestras tradiciones católicas y los valores morales de nuestros pueblos", se lee en el documento. Recopilan un promedio de una a dos mil firmas diarias, un hecho que muestra claramente cómo las poblaciones amazónicas rechazan cada intento de manipulación ideológica.
Una caravana similar salió de Lima hacia la Amazonía peruana tomando una estatua de peregrino de Nuestra Señora de Fátima. Además de viajar por varias ciudades en las regiones de Amazonas, San Martín y Loreto, la caravana también visita aldeas indígenas remotas a las que solo se puede acceder por piragua.
Los dos grupos de jóvenes se encontrarán en la frontera en medio del bosque, donde rezarán juntos un Santo Rosario por la grandeza católica de su continente.
Por Julio Loredo De Izcue
El Sínodo mismo se entiende como "un proceso de escucha sinodal", un "instrumento privilegiado de escucha", un "proceso dinámico de escucha" (n. 1: 5). ¿Qué es lo que realmente quieren "escuchar"? Considerando el Amazonas como un "nuevo tema teológico", el Sínodo quiere "escuchar esta área", "escuchar a la gente y la tierra": "Escuchar implica reconocer la aparición dramática del Amazonas como un nuevo tema" (no. 2)
Por lo tanto, el Sínodo cambia el enfoque de dos mil años de la Iglesia: no quiere evangelizar la Amazonía sino más bien "amazonizar" a la Iglesia. No busca una Iglesia misionera sino una "Iglesia que escucha"; no una Iglesia que enseña sino una Iglesia que aprende (No. 144). No quiere un cristianismo amazónico sino más bien "una Iglesia con rostro amazónico" (núms. 7, 110, 111).
El Sínodo se las arregla para sacar este increíble tour de force cambiando el concepto de Apocalipsis. Siguiendo los pasos de la Teología de la Liberación Indígena, el Instrumentum laboris insinúa que hay “una Revelación primitiva inherente a la naturaleza”, a la luz de la cual uno debe interpretar la Revelación de Jesucristo. Según el documento del Vaticano, el Amazonas es un "lugar teológico", un "lugar epifánico donde se manifiesta la reserva de vida y sabiduría para el planeta, una vida y sabiduría que habla de Dios" (No. 19). Si bien los occidentales supuestamente hemos perdido el rumbo, los nativos mantuvieron contacto con la “primitiva Revelación”: “La vida de las comunidades amazónicas que aún no están influenciadas por la civilización occidental se refleja en las creencias y los ritos con respecto a las acciones de los espíritus, de los muchos nombres que actúan sobre la divinidad, con y en el territorio, con y en relación con la naturaleza” (no. 25).
Además: “Los pueblos originarios de la Amazonía tienen mucho que enseñarnos. Reconocemos que durante miles de años se han ocupado de su tierra, agua y bosque, y han logrado preservarlos hasta hoy para que la humanidad pueda beneficiarse al disfrutar de los dones gratuitos de la creación de Dios. Los nuevos caminos de evangelización deben construirse en diálogo con la sabiduría ancestral en la que se manifiestan las semillas de la Palabra” (n. 29).
Para corroborar estas y otras declaraciones similares, el documento del Sínodo menciona organismos eclesiales y ONG vinculados a las llamadas corrientes "indigenistas". Algunos líderes amazónicos, como el jefe de Kayapó, Raoni Metuktire, también se muestran muy entusiasmados. Según el Instrumentum laboris, son "la voz del Amazonas" (Parte 1).
La gran pregunta es: ¿estas agencias y líderes realmente representan a los indios amazónicos? ¿Son realmente su "voz"? En otras palabras, ¿está el Sínodo "escuchando" a la Amazonía real o a una Amazonía imaginaria, una Amazonía de sueños creada por las corrientes indigenistas de acuerdo con ciertas ideas preconcebidas ideológicas?
"Inicialmente creíamos en las ONG que hablaban en nombre de los pueblos indígenas, pero ahora nos hemos despertado", dice la india brasileña Kayna Munduruku, portavoz de la Fundação Estadual do Indio, una defensora de los derechos de los pueblos amazónicos por décadas. "Estas autoproclamadas organizaciones 'indigenistas' pretenden decirnos quiénes somos", continúa Kayna, pero "¿quién les dio el derecho de hablar en nuestro nombre? Nosotros, los pueblos indígenas, somos los que sabemos quiénes somos. No necesitamos indigenistas ni antropólogos. Nosotros, los pueblos del bosque, sabemos quiénes somos. Creo que las ONG indígenas se han entrometido en asuntos que no les conciernen".
Luego señala que los medios de comunicación europeos están tratando de esquivar a toda costa: la gran rotación detrás de las ONG: “Estas son ONG millonarias. Los líderes indígenas que se han unido a las ONG están extremadamente bien desde el punto de vista económico, mientras que los pueblos indígenas permanecen en la pobreza extrema. Nosotros, los nativos, preguntamos: ¿por qué dar tanto dinero a las ONG si no beneficia a nuestros pueblos?"
Las palabras de Kayna Munduruku parecen ser confirmadas por el extraordinario éxito que está encontrando la "Caravana del Amazonas" promovida por el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira. Son unos cuarenta jóvenes que viajan a través de las regiones amazónicas de Brasil recogiendo firmas para una petición al papa Francisco pidiéndole que no escuche las corrientes indígenas sino a los auténticos nativos de la zona. "Queremos preservar nuestras tradiciones católicas y los valores morales de nuestros pueblos", se lee en el documento. Recopilan un promedio de una a dos mil firmas diarias, un hecho que muestra claramente cómo las poblaciones amazónicas rechazan cada intento de manipulación ideológica.
Una caravana similar salió de Lima hacia la Amazonía peruana tomando una estatua de peregrino de Nuestra Señora de Fátima. Además de viajar por varias ciudades en las regiones de Amazonas, San Martín y Loreto, la caravana también visita aldeas indígenas remotas a las que solo se puede acceder por piragua.
Los dos grupos de jóvenes se encontrarán en la frontera en medio del bosque, donde rezarán juntos un Santo Rosario por la grandeza católica de su continente.
Julio Loredo de Izcue es el Presidente de la Sociedad Italiana para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (TFP). Es un reconocido orador católico, escritor periodista y autor del libro más vendido, Liberation Theology: Un chaleco salvavidas lleno de plomo para los pobres, que denuncia y refuta la Liberation Theology. Actualmente reside en Milán.
BERGOGLIO SE PONE UN TOCADO TRIBAL NAGA
Las tribus Naga pertenecen al noreste de India y usan este casco en sus ceremonias preparándose para la temporada de caza.
La presencia de dos cuernos en el sombrero de un ser humano trae a la mente algo que imita al Diablo, lo cual no es raro en las culturas primitivas.
Lamentablemente, este motivo parece encajar particularmente bien en la cabeza de Bergoglio, ya que su incesante trabajo de destrucción de la Iglesia lo hace aparecer cada vez menos como un Vicario de Cristo y cada vez más como un agente de Su adversario.
MONSEÑOR HECTOR AGUER: “HOMILÍAS DE PENTLING” Y LA IMPORTANCIA DE LA ASISTENCIA A LA MISA
El Arzobispo Emérito de La Plata, Monseñor Héctor Aguer, comentó un libro recientemente aparecido de Joseph Ratzinger, cuando todavía era Arzobispo de Münich, en Baviera, titulado “Homilías de Pentling”.
Queridos amigos hoy quiero hablarles acerca de un libro, de reciente publicación, que contiene homilías de Joseph Ratzinger cuando él era Arzobispo de Münich, en Baviera. Son homilías pronunciadas en un pequeño pueblo, no conozco el lugar pero me parece que un pueblo chico de su diócesis, que se llama Pentling y por eso el libro se llama “Homilías de Pentling” pronunciadas en una pequeña iglesia de San Juan, una iglesia parroquial, a la cual iba en distintas oportunidades, en diferentes festividades.
El libro no es muy extenso pero es muy sustancioso. ¿Qué es lo primero que a mí me llamó la atención? Es como un teólogo extraordinario como es Ratzinger, un gran Doctor de la Iglesia diría yo sobre todo después que fue Benedicto XVI, puede hablar con tanta sencillez, con tanta claridad y con tanta profundidad al pueblo sencillo de una parroquia.
Algunas de esas homilías, porque él lo que hace es comentar los textos bíblicos que se han leído en la ocasión y, a través, de esas homilías uno descubre lo que es la vida de una comunidad parroquial donde los fieles acuden sistemáticamente a la misa dominical. Es una parroquia viva, pero viva con el espíritu que da, sobre todo, la escucha de la Palabra y la participación en la Eucaristía.
Subrayo esto porque tengo la impresión o más bien tengo la certeza de que, aquí, nosotros nos hemos acostumbrados ya a que los bautizados en la Iglesia Católica no van a misa. Yo no sé cómo será en la Alemania actual pero en este libro lo que se refleja de este pueblo llamado Pentling es que hay una comunidad cristiana que vive la vida parroquial, como dije, con la escucha de la Palabra, la participación en el sacrificio del Señor en la mesa eucarística y, a partir de allí, con el comentario de las Escrituras Ratzinger saca conclusiones necesarias para la vida de un cristiano en el mundo de hoy.
No hace grandes elucubraciones sobre los problemas de la cultura, desliza las críticas que corresponde en cada momento pero: ¿Cómo se sostienen esas críticas? ¿Por qué uno puede mantener esas críticas? Es porque uno vive seriamente la vida cristiana, porque uno vive la Iglesia en esa profundidad y no simplemente en el hecho de una práctica multitudinaria por un santo taquillero o lo que fuere sino por la regularidad de la misa dominical en una parroquia. Eso transforma una sociedad.
Ese es un municipio chico pero qué pasaría en una ciudad también. Las ciudades grandes tienen también barrios, parroquias que en el barrio son clásicas con sus características y uno se puede preguntar qué pasaría si los fieles vivieran intensamente la vida parroquial fundada en la Palabra de Dios y la Eucaristía. ¿Qué irradiación tendrían esas parroquias? Aquí hay algo fundamental entonces.
Por eso aprovecho la ocasión para insistir en esto de la asistencia a misa. Parece algo muy sencillo pero no es algo mecánico, no es algo automático o que hacemos simplemente porque está mandado sino porque nos ha conquistado el Señor, nos ha conquistado su amor y allí, entonces, nosotros experimentamos el amor de Dios y, de algún modo, a nuestra medida y con nuestra pequeñez, devolvemos al Señor ese amor de Dios y en el amor a los demás.
¡Qué bello es, entonces, encontrar una comunidad cristiana que vive intensamente estos valores! Pensaba al leer el libro como, de algún modo, se asemeja a las primeras comunidades cristianas donde había también, sin dudas, fallas. Uno lee las Cartas de San Pablo y ahí hay muchas reprimendas terribles, donde evidentemente se podía criticar así, el Apóstol podía ser severo con los fieles de tal o cual comunidad como a los corintios por ejemplo. ¿Y por qué? Porque se había entregado plenamente y porque esa gente, a pesar de sus faltas o sus limitaciones, quería vivir en serio la vida en Cristo.
Pues bien eso no ha cambiado, sigue siendo la misma intención profunda de la Iglesia. Los que tenemos que cambiar somos nosotros en todo caso y adecuar nuestra capacidad de comprender los fenómenos de hoy y ver como esta realidad tan sencilla de la misa dominical puede, vivida intensamente, dar respuestas o sugerencias para ir resolviendo los problemas de hoy o, por los menos, para ver cómo se planta un cristiano ante los problemas de hoy.
El libro no es muy extenso pero es muy sustancioso. ¿Qué es lo primero que a mí me llamó la atención? Es como un teólogo extraordinario como es Ratzinger, un gran Doctor de la Iglesia diría yo sobre todo después que fue Benedicto XVI, puede hablar con tanta sencillez, con tanta claridad y con tanta profundidad al pueblo sencillo de una parroquia.
Algunas de esas homilías, porque él lo que hace es comentar los textos bíblicos que se han leído en la ocasión y, a través, de esas homilías uno descubre lo que es la vida de una comunidad parroquial donde los fieles acuden sistemáticamente a la misa dominical. Es una parroquia viva, pero viva con el espíritu que da, sobre todo, la escucha de la Palabra y la participación en la Eucaristía.
Subrayo esto porque tengo la impresión o más bien tengo la certeza de que, aquí, nosotros nos hemos acostumbrados ya a que los bautizados en la Iglesia Católica no van a misa. Yo no sé cómo será en la Alemania actual pero en este libro lo que se refleja de este pueblo llamado Pentling es que hay una comunidad cristiana que vive la vida parroquial, como dije, con la escucha de la Palabra, la participación en el sacrificio del Señor en la mesa eucarística y, a partir de allí, con el comentario de las Escrituras Ratzinger saca conclusiones necesarias para la vida de un cristiano en el mundo de hoy.
No hace grandes elucubraciones sobre los problemas de la cultura, desliza las críticas que corresponde en cada momento pero: ¿Cómo se sostienen esas críticas? ¿Por qué uno puede mantener esas críticas? Es porque uno vive seriamente la vida cristiana, porque uno vive la Iglesia en esa profundidad y no simplemente en el hecho de una práctica multitudinaria por un santo taquillero o lo que fuere sino por la regularidad de la misa dominical en una parroquia. Eso transforma una sociedad.
Ese es un municipio chico pero qué pasaría en una ciudad también. Las ciudades grandes tienen también barrios, parroquias que en el barrio son clásicas con sus características y uno se puede preguntar qué pasaría si los fieles vivieran intensamente la vida parroquial fundada en la Palabra de Dios y la Eucaristía. ¿Qué irradiación tendrían esas parroquias? Aquí hay algo fundamental entonces.
Por eso aprovecho la ocasión para insistir en esto de la asistencia a misa. Parece algo muy sencillo pero no es algo mecánico, no es algo automático o que hacemos simplemente porque está mandado sino porque nos ha conquistado el Señor, nos ha conquistado su amor y allí, entonces, nosotros experimentamos el amor de Dios y, de algún modo, a nuestra medida y con nuestra pequeñez, devolvemos al Señor ese amor de Dios y en el amor a los demás.
¡Qué bello es, entonces, encontrar una comunidad cristiana que vive intensamente estos valores! Pensaba al leer el libro como, de algún modo, se asemeja a las primeras comunidades cristianas donde había también, sin dudas, fallas. Uno lee las Cartas de San Pablo y ahí hay muchas reprimendas terribles, donde evidentemente se podía criticar así, el Apóstol podía ser severo con los fieles de tal o cual comunidad como a los corintios por ejemplo. ¿Y por qué? Porque se había entregado plenamente y porque esa gente, a pesar de sus faltas o sus limitaciones, quería vivir en serio la vida en Cristo.
Pues bien eso no ha cambiado, sigue siendo la misma intención profunda de la Iglesia. Los que tenemos que cambiar somos nosotros en todo caso y adecuar nuestra capacidad de comprender los fenómenos de hoy y ver como esta realidad tan sencilla de la misa dominical puede, vivida intensamente, dar respuestas o sugerencias para ir resolviendo los problemas de hoy o, por los menos, para ver cómo se planta un cristiano ante los problemas de hoy.
sábado, 27 de julio de 2019
¿IDEOLOGÍA DE GÉNERO? ¡UN PERVERSO ENGAÑO! PARTE I
Por el padre José Luis Aberasturi
No el término como tal -"ideología"-, que es anterior, pero sí su uso y abuso absolutamente intencional, nace en Karl Marx y Friedrich Engels con su librito “La Ideología Alemana” (1932); y, ya antes, en el “Manifiesto comunista” (1848), también de entrambos.
Para estas dos joyitas del “¿pensamiento?” social y político de su época -donde y ya que están, reprenden duramente a la mismísima Revolución Francesa a la que no dudan en tachar de mentirosa: su “libertad, igualdad y fraternidad” se habrían convertido de hecho en “coarción, explotación y competencia”-; se trataría, por tanto, de “desenmascarar las formas de dominación mental de la sociedad capitalista”. Porque solo desenmascarándolas podremos “liberar” al hombre “oprimido” por la clase capitalista, dominante y opresora de por sí, que no busca sino enriquecerse -es su única ilusión-, alienando a la clase trabajadora, el proletariado, con el uso del poder fáctico y, aún más, del poder de las ideas: porque, afirman, “el que tiene el poder material tiene el poder sobre las ideas y las conciencias”. En esto último, lo acertó: es lo que estamos viendo y padeciendo por parte del rojerío dominante; y por parte también del complejo enfermizo de inferioridad de lo que antes se llamaba “la derecha".
Para eso, afirman, hay que “activar”, en las conciencias de todo el pueblo oprimido, precisamente la MALA CONCIENCIA de su opresión, señalado siempre y necesariamente un CULPABLE: sin “enemigo” no se puede luchar, porque no habría nadie enfrente: y habría que inventarlo para señalarlo y demonizarlo. Este es el papel de las IDEOLOGÍAS, en especial, la marxista, que es la que ha triunfado y la que se ha impuesto. Las demás, si se puede hablar de ellas, es solo cuestión de matices respecto a la “madre de todas las ideologías": hasta este punto se ha impuesto el marxismo.
Nace así, en esta “lógica” y de un modo bien fácil, lo que se denominará la LUCHA DE CLASES: necesaria por justa y justa por necesaria, según el mundillo marxista y el de sus acólitos. En ella y de modo inmediato, los papeles están perfectamente repartidos, como en cualquier guión que se precie: las gentes del pueblo son INOCENTES de todo, son “víctimas”, y el resto -los de enfrente-, son los MALOS por definición, a los que les está bien empleado lo que se les haga por parte de “los buenos”.
Y se les puede hacer de todo -vamos a decirlo ya desde el principio-, empezando por matarlos. Por algo -aunque mal contabilizados, pues en realidad son muchos más-, el marxismo ha supuesto la friolera de más de 120 millones de muertos directos desde que empezó su criminal andadura. Indirectos son ya incontables; por ej., los países marxistas son aquellos donde el aborto -cuando se aprobó- se convirtió en el método anticonceptivo por excelencia. Id sumando. A lo que hay que añadir los millones y millones -incontables, de hecho, dada su naturaleza- de los “abortos” de las conciencias que han “matado” a muchas más personas que todos los abortos habidos y por haber.
Pero, para Marx -y no le importa decirlo- la IDEOLOGÍA, que es FALSA -y MALA- CONCIENCIA supone, porque también lo es, una DISTORSIÓN DE LA REALIDAD perfectamente asumida, bien porque uno haya querido ir hasta ahí, bien porque se lo hayan suministrado: sin esta “distorsión de la realidad”, buscada y/o provocada y acogida, no se puede “meter” la “mala conciencia” en el personal. Distorsión que siempre nace en el mismo instante en que se señala al CULPABLE -real o falso, les da igual, porque están por encima de la realidad- con el dedo -o mejor a punta de pistola: lo saben y lo practican incluso en la “teología de la liberación”-, y se coloca a los de la pistola en el bando de todos los que, por “buenos” son libertadores, y se convierten en “libertadores” por buenos.
Lo que Marx pretendió directamente fue una subversión del orden (sistema) político, social y económico imperante -ciertamente había muchos abusos que, en conciencia, no podía permitirse la sociedad ni las gentes-, pero fracasó rotundamente: el capitalismo está más fuerte y más vivo que nunca a pesar de los rojitos, que es quien ahora tiene la batuta y, por lo mismo, el poder real-, que TANTO GOBIERNAN CUANTO ARRUINAN: familias, sociedades y países enteros.
Se puede decir, y bien fuerte: ha sido peor el remedio que la enfermedad. Pero su intento ha derivado al día de hoy, en una subversión del orden de la FAMILIA y, en primer término, de la PERSONA: la INGENIERÍA SOCIAL empieza por la INGENIERÍA DE LA PERSONA, y continúa con la INGENIERÍA DE LA FAMILIA, que tienen como base obligada LA NATURALEZA -aunque todos estos abominan de ella y contra ella van, la necesitan tanto como la niegan-, de negar primero y destruir después las constantes antropológicas de la persona. Y ahí es donde le están dando a la Iglesia Católica: en las personas, empezando por sus hijos, que son su finalidad: la razón de su ser, por Madre y Maestra que es.
Aquí viene -aquí se engarza- la tan traída y llevada IDEOLOGÍA DE GÉNERO, que es a lo que vamos; pero había que trazar algún esbozo de dónde nace todo esto.
“Todo esto” que no hubiese tenido ningún futuro si los políticos occidentales -y asimilados- estuviesen para lo que tienen que estar: el bien común; si las democracias del primer mundo -y asimiladas: excepto EE.UU., que es otra cosa: una verdadera democracia- no se hubiesen bajado todo lo bajable, y no se hubiesen quedado con total descaro con las vergüenzas al aire; si la “intelectualidad occidental” -incluyo los “mass media”- no se hubiese vendido a los oropeles y al dinerito rojo, dejando con ese sencillo acto de ser “intelectualidad” para convertirse en “funcionarios” y “pesebristas de nómina”: la Nomenklatura… y si la Iglesia Católica -y no solo desde parte de su Jerarquía: que también hay peones que pueden influir muchísimo- hubiese estado, talmente, donde tenía que estar, sin jueguecitos ni siquiera terminológicos con el mundo: al servicio de la gente -ese es su sitio, especialmente en el ámbito moral y, por tanto, intelectual-, sin miedo ni a la Verdad ni a sus consecuencias: o sea, sin miedo a ser totalmente de Cristo, siendo Sal, Luz, Levadura y, Ella también y como primera premisa, VERDAD.
Como resumen global, y no únicamente desde el punto de vista de la Iglesia que también, sino desde la misma Filosofía perenne, auténtica y verdadera, hay que afirmar que el MARXISMO es incompatible con la Fe de Cristo, por supuesto: el compendio y el resumen de todas las herejías; pero también es incompatible con el sentido moral común y el orden intelectual sano en cualquiera de los campos en los que señoree.
Adelanto que este tema tiene mucho para hablarse, y va a traer grandisimos problemas, tanto a la corta, donde ya están presentes, como a la larga, de lo que no sabemos nada pero se puede sospechar, tal como viene y está asumido por los poderes públicos de todo el asunto. De hecho, ya hay quien tilda a la problemática que trae la “ideología de género” como el principal problema -de entrada, para mal- del presente siglo: el más gordo. Y eso que solo estamos al principio del principio.
Non mea voluntas
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Opinión
¿SÍNODO DEL AMAZONAS O CONCILIO VATICANO III?
Para todos nosotros, los católicos, el panorama en la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana se está ennegreciendo cada día más.
Por Marcos Luiz Garcia
La ofensiva de la izquierda que se está preparando a través del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía presagia una verdadera revolución, no solo respecto a la forma de considerar a la Iglesia, sino con reflejos apocalípticos para todo el orden mundial.
Hace poco fue publicado el documento Instrumentum laboris, que define la pauta de este Sínodo. ¡Es realmente asustador! Más propiamente, podría llamarse el Documento Preparatorio del Vaticano III, ya que el Sínodo Pan-Amazónico es para el Vaticano II lo que éste fue para el Concilio de Trento.
En otras palabras, la verdadera explosión de cambios pastorales y doctrinales provocada por el Concilio Vaticano II en la Iglesia se repetirá con el lanzamiento de la Iglesia del Amazonas, pero en un contexto muchísimo más grave y radical. La ya imposible hermenéutica de la continuidad pura, simplemente se evapora.
Para ayudar a comprender mejor lo que estoy diciendo, debemos retroceder al Pontificado anti-modernista de San Pío X, quien pautó su vida en combatir el modernismo, una herejía que, según él, contenía en sí todas las herejías.
Después de San Pío X comenzó a aflojarse el combate contra el modernismo, lo que más tarde dio lugar a la ascensión gradual de una doctrina que es el mismo modernismo revestido de apariencias hipócritas, el llamado progresismo.
Al mismo tiempo, un ablandamiento sentimental generado en las almas de los católicos les sustrajo su combatividad e inoculó un espíritu entreguista, concesivo y meloso, que se fue acentuando hasta el Concilio Vaticano II.
Una vez suficientemente ablandados los católicos, fue posible lanzar las «novedades» del Vaticano II y, después, la creciente desfiguración del espíritu católico. La Teología de la Liberación ganó impulso y la izquierda católica se hizo muy fuerte.
Una parte de los fieles se escandalizó con el progresismo y lo rechazó. En lugar de la espiritualidad católica tradicional, a estos les fue ofrecido un carismatismo oriundo de los protestantes pentecostales norteamericanos.
Este cambio en la Iglesia escandalizó a muchos católicos de creencias débiles que, por falta de convicciones profundas, optaron por abandonarla a cambio de religiones protestantes.
Los pastores no han hecho nada de relevante para traer de vuelta a las ovejas, porque la postura ecuménica de la izquierda católica enseña que no es grave el cambio de religión. Es por eso que, desde el Concilio Vaticano II hasta hoy, vemos que el rebaño católico brasileño se redujo del 97% a poco más del 50%, ante la indiferencia de la mayoría de los pastores. Incluso hay una prohibición de hacer «proselitismo», es decir, apostolado para recuperarlos.
Al mismo tiempo, una inmensa parte del Clero se ha ido desfigurando cada vez más, perdiendo su sacralidad, respetabilidad y santidad, y mostrándose cada vez más amigos de los antiguos lobos que diezmaron la manada.
Las noticias de los escándalos morales más graves cometidos por una gran cantidad de clérigos llenan los periódicos de muchos países, lo que deja a las ovejas aún más perplejas.
Con profunda tristeza, vemos al actual Pontificado impregnado de cosas inusitadas, de continuas actitudes francamente desconcertantes y, a menudo, emitiendo declaraciones contrarias a la doctrina tradicional, sembrando en las almas una duda generalizada sobre lo que es propiamente la Iglesia Católica, cuáles son sus principios verdaderos e inmutables e imponiendo las preguntas: ¿Qué es lo correcto? ¿Que es lo que está mal?
Y es precisamente en medio de este caos religioso que es convocado un Sínodo que lanzará prácticamente una nueva iglesia, totalmente adaptada a la vida tribal de los indios, pero que será una nueva fase que se aplicará, como anuncian sus responsables, a la Iglesia en todo el mundo. Es el anuncio de una revolución profunda, que destruirá totalmente en la mayoría de los católicos la idea verdadera de la Iglesia, lanzándolos a una crisis de Fe nunca antes vista.
Si este plan tiene éxito, los católicos que adhieran a él cambiarán de religión y el inmenso rebaño de Nuestro Señor Jesucristo se reducirá a una minoría. Esta minoría probablemente tendrá mucho que sufrir. Pero será sustentada por la promesa de Nuestro Señor de que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia, y vencerá con Él en el Triunfo del Inmaculado Corazón de María prometido por Nuestra Señora en Fátima.
Correspondencia Romana
A LOS ASESINOS ILUSTRES DE NUESTRA SANTA LITURGIA
El siguiente es un texto de Mons. Domenico Celada de "Vigilia romana" Año III, No. 11, noviembre de 1971. Es un documento que profetizaba lo que hoy está ocurriendo en la Iglesia.
Todavía es de actualidad ya que la degradación litúrgica denominada Novus Ordo, impuesto por Pablo VI, ha perpetrado de manera espectacular y continúa perpetrando en nuestro propio tiempo una profunda crisis en la Iglesia Católica, con los riesgos de un mayor caos y una mayor contaminación.
La carta abierta del Mons. Celada ha desenmascarado (y expuesto) el espíritu que animó (y aún anima) a los saboteadores de la misa católica.
Por Maria Guarini
El 14 de septiembre de 2007, día de la entrada en vigor del motu poprio Summorum Pontificum, en el Altar del Salus Populi Romani en Santa Maria Maggiore, la Misa Tradicional se celebró de acuerdo con el Misal Romano de 1962 después de un cautiverio de 39 años. Lo mismo ha sucedido en todas las diócesis (o casi todas las diócesis) del mundo. Esta fue la primer gran operación para despachar el rito antiguo. Pero se encontró que permitir sin promover no garantizaba la eficacia debida.
Hoy en día, las misas al 'usus antiquior han aumentado considerablemente y luchan por crecer con el potencial que prometen, porque todavía falta la voluntad de muchos obispos y sacerdotes de comprometerse en presentar la Misa Tradicional y el cuidado pastoral relacionado con las parroquias. La capacitación ad hoc en los seminarios no se atiende.
Para el ala progresista que hoy prevalece en la Iglesia, no somos más que un grupo de aquiescentes que se debe mantener bajo control, bien enmarcados dentro de su recinto, en lugar de estar en comunidades consolidadas, en crecimiento, dedicadas a la vida de fe, firmemente fundadas en un núcleo de sacerdotes que están allí exclusivamente para eso. Los jóvenes seminaristas que expresan gran interés por el rito antiguo nos muestran una cierta inversión providencial de la tendencia extendida en todo el mundo católico. Cuando se convierten en 40, como en París, (y tal vez asfixiando su sensibilidad, como ocurre sistemáticamente en otros lugares, sería problemático), entonces se vuelve interesante y es un buen presagio.
Conferencia internacional sobre el viejo y nuevo modernismo: Las raíces de la crisis de la iglesia,
Roma, 23 de junio de 2018
Roma, 23 de junio de 2018
El antiguo rito romano y la aplicación del Summorum Pontificum
El 14 de septiembre de 2007, día de la entrada en vigor del motu poprio Summorum Pontificum, en el Altar del Salus Populi Romani en Santa Maria Maggiore, la Misa Tradicional se celebró de acuerdo con el Misal Romano de 1962 después de un cautiverio de 39 años. Lo mismo ha sucedido en todas las diócesis (o casi todas las diócesis) del mundo. Esta fue la primer gran operación para despachar el rito antiguo. Pero se encontró que permitir sin promover no garantizaba la eficacia debida.
Hoy en día, las misas al 'usus antiquior han aumentado considerablemente y luchan por crecer con el potencial que prometen, porque todavía falta la voluntad de muchos obispos y sacerdotes de comprometerse en presentar la Misa Tradicional y el cuidado pastoral relacionado con las parroquias. La capacitación ad hoc en los seminarios no se atiende.
Para el ala progresista que hoy prevalece en la Iglesia, no somos más que un grupo de aquiescentes que se debe mantener bajo control, bien enmarcados dentro de su recinto, en lugar de estar en comunidades consolidadas, en crecimiento, dedicadas a la vida de fe, firmemente fundadas en un núcleo de sacerdotes que están allí exclusivamente para eso. Los jóvenes seminaristas que expresan gran interés por el rito antiguo nos muestran una cierta inversión providencial de la tendencia extendida en todo el mundo católico. Cuando se convierten en 40, como en París, (y tal vez asfixiando su sensibilidad, como ocurre sistemáticamente en otros lugares, sería problemático), entonces se vuelve interesante y es un buen presagio.
El Summorum Pontificum ha dado y da vida a iniciativas improvisadas, como las peregrinaciones, congresos, conferencias, celebraciones ocasionales (una vez al mes, un viernes a la semana, etc.). Son iniciativas útiles para el 'lanzamiento', para acercar a los fieles desprevenidos, pero luego la estabilidad de celebrar la Misa todos los días, y luego el Oficio, los sacramentos... toda la atención pastoral que, según el triple munus - enseña, santifica y guía.
En demasiados casos, la misa tradicional se convierte en una ocasión para una experiencia espiritual adicional, ofrecida a los fieles en la mare magnum de muchos. Una concesión a la sensibilidad de una minoría de supuestos nostálgicos, incluso considerada en peligro de extinción. Pero ¿desde cuándo el ritual es una cuestión de sensibilidad? ¿Puede la "sensibilidad" ser una razón suficiente para reclamar una forma ritual en lugar de otra? Aquí hay algo mucho más serio que la sensibilidad, nuestra identidad como católicos está en juego.
Frente a la perversa fascinación de las consignas contrabandeadas como tradicionales, como: la "Reforma de la Reforma" y el "Enriquecimiento mutuo", la solución es una sola: celebrar siempre la liturgia tradicional, como nos fue entregada, aprovechando al máximo todas las posibilidades, luchando por la perfección para revelar toda su magnificencia formal y de contenido (polifonía, proprio gregoriano, participación comunitaria en la liturgia de las horas de canto) y también cuidando la pastoral catequética.
Solo de esta manera se puede crear un grupo de creyentes tan numeroso y fuerte que ya no pueda ser cuestionado; solo así Summorum Pontificum puede convertirse, finalmente, en "irreversible". Por ahora, los lugares donde se han logrado estas premisas “irreversibles” son muy raros, y Vocogno, en el Valle de Vigezzo, es un ejemplo virtuoso; pero en otros lugares, si abolieran el Summorum Pontificum mañana, nos arriesgaríamos a volver a la misa clandestina de los años setenta y ochenta.
Mientras, una “Reforma de la Reforma” viene galopando, esto incluye el lavado de pies de mujeres e incluso de no creyentes, traducciones locales de riesgo, comisiones de estudio para las masas ecuménicas, que lamentablemente son cada vez más inminentes.
En tiempos más recientes, hemos bebido la amarga taza del motu proprio Magnum Principium (9.9.2017), que modifica el canon 838 del Código de Derecho Canónico, sobre las competencias de la Santa Sede, las Conferencias de los Obispos y de los Obispos diocesanos en la organización de la liturgia. Esto es un golpe a la instrucción Liturgiam authenticam (7.5.2001), ya temido y previsto (1), "sobre el uso de lenguas vulgares en la publicación de libros de la liturgia romana". De hecho, estamos en la "línea de ruptura" también con la descentralización a las Conferencias Episcopales de la preparación de los libros litúrgicos, que socavan la unidad y la universalidad de la Iglesia Católica .
Requiere atención el siguiente paso de la correctio papal (2) a las declaraciones de la cardenal Sarah en un documento [aquí] que atenuó el giro revolucionario de la Carta Apostólica (3): "El Magnum Principium ya no sostiene que las traducciones deben cumplir en todos los aspectos con las normas de Liturgiam Authenticam, como se realizó en el pasado". Esta afirmación combinada con la otra según la cual una "traducción litúrgica fiel implica una lealtad triple": al texto original, al idioma de la traducción, a la comprensibilidad de los destinatarios, sugiere que Magnum Principium se considera el comienzo de un proceso que puede conducir muy lejos en la dirección de una verdadera devolución litúrgica. Los 'procesos' desencadenados son más de uno y la fragmentación en la Iglesia adquiere velocidad tanto en la doctrina como en la moralidad y ahora en la liturgia.
Ahora preferiría detenerme en los motivos de nuestra tenaz resistencia para proteger y dar a conocer nuestro tesoro. Hay elementos que limitaré a una lista esencial. Debemos tenerlos bien presentes porque desacreditan la leyenda de las "dos formas del único Rito". La forma es sustancia. Lo veremos en los siguientes puntos, que expongo rápidamente, como resúmenes de un informe más detallado, que se desarrollará. La figura de todo el discurso es el ius divinum para adorar como el Señor nos lo ha dado y ha sobrevivido desde la era apostólica. La extracción de los diversos puntos representa los elementos divergentes entre los dos Misales que nos llevan a resistir y comprometernos a preservar y dar a conocer el Rito Romano Antiguo a pesar de las dificultades.
Notará que son aquellos puntos (4) que he definido como 'errores' presentes en algunos documentos conciliares (ampliamente identificados e ilustrados), cuya ambigüedad, no tan evidente a primera vista, permitió aplicaciones espurias de las cuales nos quejamos de los efectos.
Sacrificio
Recordando que la Santa Misa es el sacrificio del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo que, bajo la especie de pan y vino, es ofrecida por el Sacerdote a Dios en el altar en memoria y renovación del Sacrificio de la Cruz, (n.47 de la Constitución conciliar sobre la Liturgia Sagrada, Sacrosanctum Concilium), pasa tanto el fin propiciatorio (expiatorio) del Sacrificio, como el término transubstanciación, que está inesperadamente ausente en todo el documento. Notables preocupaciones también plantearon la n. 48, en la que se refiere al Mediador Dei sin distinguir la acción de los fieles de la del sacerdote, mientras que el n. 106 describe "el misterio pascual" (enfatizando la Resurrección), con expresiones que presentan la Santa Misa esencialmente como "un memorial" y "sacrificio de alabanza", a la manera de los protestantes. La mesa de banquete en lugar de altar de sacrificio es una imagen plástica.
Celebrando la asamblea
En los artículos antes mencionados, los elementos de la definición de la Nueva Misa Montiniana ya aparecen, en el art. 7 del Institutio Novi Messali Romani, de 1969, aún vigente: "La Cena o Misa del Señor es la asamblea o reunión del pueblo de Dios que se reúne bajo la presidencia del sacerdote para celebrar el memorial del Señor"; una definición que despertó en su momento las protestas angustiadas e inútiles tanto de fieles como de sacerdotes, y la conocida postura de los cardenales Ottaviani y Bacci, debido a su evidente carácter protestante.
En el decreto Ad Gentes sobre la actividad misionera de la Iglesia, la variación en el significado de la Misa es aún más evidente: se dice que los catecúmenos participan en la Santa Misa, que es "celebran el memorial de la muerte y resurrección del Señor con todas las personas de Dios (definición con sabor al Antiguo Testamento, que tiende a sustituir algo mucho más fuerte: la identidad del "cuerpo místico de Cristo") "(AG 14), en la cual el "pueblo de Dios" no asiste a la Misa sino que "la celebra" junto con el oficiante, evidentemente; idea que parece derivada del SC 48 mencionado anteriormente.
Orientación
Cito don Manfred Hauke (5): La preeminencia del sacrificio para la descripción de la Santa Misa también tiene sus consecuencias para la orientación de la oración. Al sacrificio corresponde volverse a Dios por parte del celebrante y de toda la asamblea litúrgica. Cuando el sacerdote habla con Dios, no tiene sentido volverse hacia la asamblea. Es lo mejor, si el celebrante se dirige con toda la asamblea hacia la cruz y al altar, posiblemente en dirección al Oriente. Oriente, el sol naciente, representa a Cristo resucitado, cuyo regreso esperamos al final de los tiempos. En cambio, dirigirse a la gente está indicado para la proclamación de la Palabra de Dios y para la comunicación de la gracia en los saludos, en la bendición y en la distribución de la Comunión. Esta orientación también es posible en el rito de Pablo VI, pero las disposiciones del rito antiguo parecen más propicias para este propósito, poniendo en el centro la cruz, el altar y el Señor mismo en el Tabernáculo. Y así, la celebración excluye la creación de un círculo horizontal de personas que hablan entre sí, perdiendo su verticalidad, sobrenaturalidad, ignorando que en la liturgia hay un lenguaje formado por gestos y comportamientos que introducen el misterio.
El ofertorio transformado en berakah judío
Ningún documento conciliar autorizado para hacer cortes salvajes al ofertorio, reemplazando el fruto puro y la inmaculada Hostia (víctima) con el "fruto de la tierra y de nuestra obra", transformando así la oferta de Cristo, ya prefigurada en el oblato, en una berakah. (Oración judía de alabanza y bendición), que el Señor ciertamente pronunció, pero que no es el punto focal de su Acción, del Novum que presentó en la Última Cena. Cito al obispo Athanasius Schneider: "A lo largo de la historia de la liturgia romana, pero también en las liturgias orientales, el ofertorio siempre ha estado vinculado a la implementación del sacrificio de Gólgota. No se trataba de preparar la Cena, sino de preparar el sacrificio eucarístico que tuvo como fruto la convivencia de la comunión eucarística. Lo que se ofrece, se da para el sacrificio de la cruz, es lo que podemos llamar "una anticipación simbólica".
El ofertorio es sacrificial: es una anticipación para permitir que todos se unan a la Ofrenda de Jesús, es una preparación que anticipa un crescendo. El Offertorio, en su significado primitivo, tenía bien presentado el Sacrificio como prolepsis, que es como una anticipación del Sacrificio por venir. El Oblato están íntimamente ligado al Sacrificio. El ofertorio es una parte integral de la Actio del Canon, en el corazón de la Santa Misa.
La creatividad
Además, la novedad sin precedentes de la introducción del principio de creatividad en la liturgia aparece, también en la constitución del CS, en artículos. 37-40, aunque en teoría está bajo el control de la Prima Sedes, que más tarde demostró ser casi siempre académica y, en la actualidad, aún más diluida por el motu proprio Magnum Principium. El principio de creatividad siempre ha sido opuesto a lo largo de los siglos por todo el Magisterio, sin excepción, como una cosa infame, que debe evitarse de la manera más absoluta, y es considerado por muchos como la razón real del caos litúrgico actual. Está corroborado por la vasta y completamente nueva competencia atribuida a las Conferencias Episcopales en asuntos litúrgicos, incluida la facultad de experimentar precisamente con nuevas formas de adoración (SC 22 § 2, 39, 40), en contra de la enseñanza constante del Magisterio, que siempre ha reservado para el Sumo Pontífice todas las competencias en la materia, como la máxima garantía contra la introducción de innovaciones litúrgicas.
En armonía con el principio de creatividad, el CS introdujo otros dos elementos de reforma incompatibles con la tradición y resultó ser fatal: la adaptación del ritual a la cultura profana, es decir, a la naturaleza y las tradiciones de las personas, a su idioma, música y arte, precisamente a través de la "creatividad" y la "experimentación litúrgica" (SC 37, 38, 39, 40, 90, 119), y a través de la simplificación programática del propio rito (SC 21, 34). Lo que el abate Barthe llamó "explosión de variantes" en su informe... Esto también está en contra de la enseñanza constante del Magisterio, según la cual es la cultura de los pueblos la que debe adaptarse a las necesidades del rito católico y nada debe ser dado a la experimentación o al modo de sentir del hombre. Una de las evidencias claras es el antropocentrismo conciliar. Y así, hoy en día, el rito de la misa se fragmenta en diferentes ritos según el continentes, o según la nación, con infinitas variaciones locales, ad libitum del celebrante, variaciones que no excluyen la intrusión de elementos paganos en el rito en sí, sin ninguna referencia a la Santa Sede u obispos.
Desuso del latín
La fragmentación y barbarización de la adoración católica se deben también al abandono del latín como un lenguaje litúrgico antiguo y universal, que unifica el rito y al mismo tiempo guarda de fórmulas inextricablemente vinculadas a la tradición dogmática, que la inmutabilidad lingüística preserva de las innovaciones arbitrarias. La mutación de época fue autorizada por Pablo VI. Ahora, el SC ordena preservar (servetur) "el uso de la lengua latina, a excepción de los derechos particulares, en los ritos latinos" (SC 36 § 1). Pero también permite "otorgar al idioma nacional una parte más amplia", de acuerdo con las reglas y los casos establecidos en el mismo párrafo. Pero las normas de carácter general establecidas por el Consejo atribuyen a las conferencias episcopales una amplia competencia en lo que respecta a la introducción de la lengua vernácula en la adoración (SC 22 § 2, 40, 54). Y hay numerosos casos en los que se autoriza el uso parcial o total del idioma nacional: SC 63, en la administración de los sacramentos, sacramentales y en particular rituales; SC 65, en ritos bautismales, en países de misión; SC 76, en la consagración de los sacerdotes; SC 77 y 78, en el matrimonio; SC 101, en las oraciones del oficio divino; SC 113, en la solemne liturgia de la misa. Todavía se recomendaba el uso del latín, pero se abrieron brechas considerables para el vulgo que ahora se han convertido en abismos.
Cortes y variaciones: Además de lo que se ha mencionado para el ofertorio, pienso en todas las referencias a San Miguel Arcángel, la Virgen y la Comunión de los Santos (por ejemplo, en el Confiteor reemplazado con la horizontalidad de "ustedes hermanos"). En cuanto a las variaciones, pienso en la fórmula de consagración que merece un estudio en profundidad específico, pero el tiempo no lo permite.
Cito a Romano Amerio (reeditado en 2009 con un valioso epílogo de Enrico Maria Radaelli) (6): "Dado que la palabra sigue la idea, su desaparición [de las palabras, en nuestro caso, fórmulas completas] argumenta la desaparición o al menos el eclipse de aquellos Conceptos una vez salientes en el sistema católico”.
Regresemos al extremadamente peligroso olvido del carácter sacrificial de la misa católica. El olvido que lleva lenta pero inexorablemente a la herejía. Cito a Michael Davies: “en el nuevo rito anglicano de la misa, el del Libro de Oración de 1549, no encontraremos herejías establecidas, sino que omitiremos verdades esenciales de la fe. Las omisiones, las "no contadas", en la liturgia son siempre serias, porque renunciar a afirmar completa y claramente todas las verdades de fe involucradas, puede llevar a una falta de doctrina en los sacerdotes y fieles que en el futuro abren el campo a la herejía: en palabras sencillas, hoy eres católico con una misa excesivamente simplificada, mañana, sin saberlo, te encontrarás como Protestante porque la forma de tu oración ya no alimentó tu fe. Esto es lo que dicen los obispos católicos ingleses: "Para decirlo brevemente, si comparas el primer Libro de Oración de Eduardo VI con el misal (católico), se descubren dieciséis omisiones, cuyo propósito obviamente fue eliminar la idea de sacrificio"
* * *
Hoy parece muy claro cómo se funda todo el sistema de innovaciones y el aparato conceptual subyacente, en pocas palabras, en una idea "revolucionaria" de la Iglesia, que no hace más que citar interminablemente documentos conciliares y postconciliares. -conciliaciones que se citan entre sí, legitimándose unos a otros, cuyas variaciones -ahora verdaderas rupturas-, son cada vez más audaces en cada etapa sucesiva, en continuidad exclusivamente dentro de su nuevo sistema paradigmático, pero sin ningún vínculo, y por lo tanto en discontinuidad, con el magisterio perenne considerado "obsoleto" por definición. En el contexto en cuestión, la innovación no expresada, pero que está en la raíz de todo, es la colegialidad. Profundicé el tema en los textos: ¿Colegialidad episcopal o episcopado subordinado? Las implicaciones en Amoris Laetitia (7) y Conciliaridad Sinodal. ¿Cómo cambia la Iglesia?. Acabamos de leer la interesante discusión del Padre Kallio sobre este tema.
Reitero a continuación las consideraciones que nunca me canso de repetir hasta que se tomen las consecuencias prácticas para poder reparar la verdad (la expresión es Romano Amerio).
El quid del problema es que hoy, a partir del concilio ‘pastoral’, ningún papa se ha pronunciado sobre como están las cosas, más, pronunciará ex cátedra (y por lo tanto se compromete con la infalibilidad). Y esto también en virtud del nuevo paradigma de "tradición viva" en el sentido historicista que asigna la facultad de reformar la Iglesia a la Iglesia del presente, según la hermenéutica ratzingeriana de la reforma entendida como una renovación en la continuidad del único sujeto-Iglesia que cambia en cada época, acorde a la cultura de la época y realiza la lectura del Evangelio sobre la base de este último, en lugar de viceversa (8). Por lo tanto, mientras que en un lado la cardenal Burke puede decir que la exhortación Amoris Laetitia no es un Magisterio porque no reafirma la enseñanza constante de la Iglesia y no implica adherencia de fide, por otro lado, el papa pudo decretar la publicación en el AAS los criterios interpretativos de AL a los obispos argentinos y la carta papal dirigida a ellos, espuria con respecto a la enseñanza constante de la iglesia. Y así el cardenal Schönborn puede afirmar que AL es un Magisterio y, como tal, debe aceptarse y el creyente debe adaptarse a él. A nivel individual, una conciencia bien formada sabe a quién tiene que obedecer. Pero hasta que se recupere la posición correcta del sujeto-Iglesia con respecto a la tradición-objeto, la confusión continuará reinando con graves consecuencias para el salus animarum.
Y hasta que se reconozca que los aspectos de volcamiento del patrimonio conciliar son los problemas reales a resolver, nuestro compromiso de reafirmar la verdad de acuerdo con el Magisterio constante será útil para las almas libres, podrá continuar fluyendo como una vena dorada para aquellos que la encuentran o como un canal kárstico que puede resurgir al final de esta noche oscura, pero hoy no puede tener ningún efecto en una realidad tan deformada y distorsionada. Y la misma seria solemnidad de una posible corrección canónica, corre el riesgo de no obtener los resultados deseados y esperados. A menos que no haya factores o destinos en este momento impensable. Esto no significa negar el Concilio Vaticano II, sino someter sus documentos a un discernimiento cuidadoso a la luz del Magisterio constante, como Mons. Brunero Gherardini (me gusta recordarlo aquí y ahora), pidió, sin ser escuchado, a Benedicto XVI en la súplica final de su meditación teológica sobre el Concilio (9): Concilio Ecuménico Vaticano II. Un discurso que se hará que desafortunadamente se ha convertido en El discurso perdido (10).
Concluyo parafraseando sus palabras de la introducción a mi ensayo sobre la cuestión litúrgica en la que también abordé los muchos aspectos mencionados anteriormente y otros (11).
"El amor por la tradición nos permite tanto dar marcha atrás como mirar hacia adelante. Conocemos la evolución del hecho litúrgico a lo largo de muchos siglos de historia eclesiástica y de la adaptación del culto a la comprensión cada vez más profunda del misterio y lo celebramos con él. Y tomados de la belleza inefable y del simbolismo muy rico de cada acción litúrgica, sacamos la conclusión en términos de coherencia cristiana: arrodillarse, adorar y agradecer. (Más difícil con el nuevo rito).
Si es verdad que la liturgia y el fijismo no están de acuerdo, es igualmente cierto que la liturgia auténtica no es un excelente intérprete, ni tampoco hay quien sepa o prefiera retroceder solo, ni que, mirando hacia adelante, no tenga otros ojos que no sea para el mañana aún confuso. Si uno está de acuerdo con esto, entonces comprende por qué ni el arqueologismo termina en sí mismo, ni la improvisación, aunque sea seria, devota y edificante, podría ser una verdadera liturgia".
Para evitar convertir a un Ordo admirable en el triunfo de lo que no tiene forma . _________________________________
1. Otro grave vulnus en La Catholica. La revisión de Liturgiam Authenticam: https://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2017/01/un-altro-serio-vulnus-ai-fondamenti-de.html
2. Correctio papal a la tarjeta. Sarah: http://lanuovabq.it/storage/docs/lettera-papa.pdf
3. Carfenal Robert Sarah en traducciones para la Liturgia: https://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2017/10/documento-del-card-sarah-sulle.html
4. Maria Guarini, La Iglesia y su continuidad. Hermenéutica y instancia dogmática después del Concilio Vaticano II, Ed. DEUI, Rieti 2012
5. Manfred Hauke, Santa Misa, Sacrificio del Nuevo Pacto, informe realizado en 2008, publicado en Vincenzo M. Nuara (editado por), Actas de la Conferencia II. Motu proprio "Summorum Pontificum" de SS Benedicto XVI. Una riqueza espiritual para toda la Iglesia , Fe y Cultura, Verona 2009, pp. 48-64.
6. Romano Amerio, Iota Unum. Estudio de las variaciones en la Iglesia católica en el siglo XX, Lindau, Turín 2009
7. ¿Colegialidad episcopal o episcopado subordinado? Las implicaciones en Amoris Laetitia - http://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2017/01/collegialita-episcopale-o-episcopato.html; Sinodalidad colegial. ¿Cómo cambia la Iglesia? - http://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2015/10/conciliarita-sinodalita-come-cambia-la.html
8. Nec plus ultra http://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2013/09/nec-plvs-vltra.html; Nec plius ultra english http://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2013/09/nec-plvs-vltra-here-and-no-further.html
9. Brunero Gherardini, Concilio Ecuménico Vaticano II. Un discurso para pronunciar, Casa Mariana Editrice, 2009
10. Brunero Gherardini, Concilio Vaticano II. El discurso perdido. Lindau, 2011
11. Maria Guarini, El antiquior del rito romano y el Novus Ordo del Concilio Vaticano II en el momento de los "dos Papas", Solfanelli, segunda edición 2017
Chiesa e Postconcilio
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