“Los profesionales de la salud y los activistas de organizaciones promotoras del ‘derecho a morir’ pueden ser la causa del aumento de las solicitudes de suicidio asistido de personas con sufrimiento existencial”
Nuestro Observatorio publicó recientemente un extenso estudio (ver AQUÍ en ingles) que advierte sobre la consecuencia resbaladiza y muy peligrosa de la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido que afirmaba que "si se aprueban leyes que fundamentan la validez de la supresión de vidas "indignas", no solo sería reconocer la existencia de vidas y enfermedades indignas, sino también diferenciar a los individuos con vidas dignas que ya no quieren seguir viviendo". Porque si se reconoce el derecho a morir, ¿por qué limitarlo a unas pocas personas? Este, desafortunadamente, sería el siguiente paso resbaladizo y muy peligroso.
Ahora, BMC Medical Ethics (14 de mayo de 2019 en ingles) publica un documento cualitativo que estudia este asunto en particular en Suiza, que afirma (refiriéndose a la ley de Suiza) que "No hay restricciones relacionadas con el motivo del sufrimiento (que motiven una solicitud de suicidio asistido"). El sufrimiento existencial como motivo para querer morir da origen a cuestiones controvertidas. Además, el sufrimiento existencial carece de definición y no existe consenso sobre cómo evaluarlo y manejarlo. Este estudio explora las perspectivas de los profesionales de la atención y los voluntarios de una “organización del derecho a morir” sobre “el sufrimiento existencial como un motivo para las solicitudes de suicidio asistido”.
El estudio continúa diciendo que según todos los participantes (24), el sufrimiento proviene de:
la pérdida de la identidad propia siempre estuvo vinculada al deterioro físico, como si la imagen de uno definiera completamente la identidad de alguien.
La percepción de la sociedad sobre las personas mayores y las personas vulnerables también fue cuestionada.
Otro punto interesante fue que se encontraron cuatro historias que se refieren a un sufrimiento existencial "puro". Este sufrimiento estaba relacionado con la sensación de que la vida había llegado a su fin, sin identificar ninguna otra restricción o sufrimiento relacionado.
Finalmente, el artículo concluye que el llamado sufrimiento existencial es multifacético. Los legisladores y las “organizaciones del derecho a morir” tienen que abordar la cuestión de qué hace que un AS (suicidio asistido) sea aceptable. La pluralidad del sufrimiento existencial implica la necesidad de un cuidado muy personalizado. Una mejor comprensión de su composición podría proporcionar una "caja de herramientas" a las personas afectadas por estas solicitudes, ayudándoles a explorarlas para ofrecer a las personas que sufren una gama más amplia de alternativas.
Desde un punto de vista bioético, más personas que sufren están pidiendo morir porque los cuidadores y el personal médico no les presentan otras alternativas. El resultado de la aplicación de leyes sobre el suicidio asistido parece ser el establecimiento definitivo de la cultura de la muerte.
Bioethics Observatory
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