Me cuesta entender lo de ayer, lo de organizar una misa como parte de una acción de propaganda política. Te cuento brevemente.
Por Gabriel Ariza Rossy
Entiendo perfectamente que el papa Francisco tenga opiniones políticas particulares, faltaría más. Puedo aceptar también que las exprese públicamente, como ha hecho muchas veces, aun cuando en determinadas cosas tome partido por cuestiones opinables en las que discrepo profundamente. Lo que me cuesta más entender es lo de ayer, lo de organizar una misa como parte de una acción de propaganda política. Te cuento brevemente.
Durante el fin de semana Italia detuvo a Carola Rackete, la capitán de un barco dedicado al tráfico de personas en el Mediterráneo que entró sin autorización, e incumpliendo las leyes, al puerto de Lampedusa con un barco cargado de inmigrantes no identificados a los que había recogido en Libia.
El de Carola solo es un ejemplo más de esas ONG que actúan como verdaderos servicios de ferry, poniéndose de acuerdo con los traficantes de personas que extraen fortunas de estos subsaharianos deseosos de una vida mejor en Europa, atraídos a menudo por un espejismo, como señala el cardenal guineano Robert Sarah, que algo sabe de África.
De hecho, el servicio funciona tan bien que multiplica los embarques, multiplicando con ello la cantidad de balsas que se lanzan al mar y, con ello, la probabilidad de esas muertes en el mar que todos convierten el ‘leit motiv’ de la demanda de apertura de fronteras cuando, como se ha cansado de repetir el Gobierno italiano, desanimar el desembarco es lo que reduce las muertes en el mar.
Así las cosas, Francisco convocó precisamente ayer, pocas horas después de la detención de Rackete que ha sido portada en toda Italia, una Misa en la Basílica de san Pedro con el siguiente mensaje:
Con motivo del VI aniversario de su visita a Lampedusa, el lunes 8 de julio, el Santo Padre Francisco celebrará una Misa por los Migrantes, a las 11.00, en la Basílica de San Pedro. Participarán alrededor de 250 personas entre migrantes, refugiados y aquellos que se han comprometido para salvar sus vidas.
En la Misa, presidida por el Papa en el Altar de la Cátedra, estarán presentes solo las personas invitadas por la “Sección Migrantes y Refugiados” del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, al cual el santo padre ha confiado la preparación del evento.
La Misa será transmitida en directo por Vatican Media, pero no está prevista la presencia de periodistas en la Basílica. El Santo Padre desea que este sea lo más posible un momento de recogimiento, en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y la miseria y para alentar a aquellos que, cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados.
¿"Alentar a aquellos que cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados" es invitar a más cargueros a actuar como Rackete?
Gabriel Ariza Rossy
InfoVaticana
Gabriel Ariza Rossy
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