martes, 30 de noviembre de 2021

UN SACERDOTE EXPLICA LAS RAZONES POR LAS QUE NO SE VACUNA

Parece que no todos en la Iglesia Católica son de la misma opinión que Bergoglio, quien ha dicho que “vacunarse es un acto de amor”. El sacerdote de Madrid, Jesús Silva, explicó en Twitter por qué había decidido no vacunarse


Ya saben que el papa ha abogado, durante estos últimos meses, por la vacunación contra el coronavirus; de hecho, en el Estado del que es jefe, es prácticamente obligatorio inocularse alguna de las vacunas contra el covid si quieres seguir trabajando y el Pontífice ha descrito el hecho de vacunarse como un «acto de amor».


Sin embargo, parece que no todos en la Iglesia Católica son de la misma opinión. El último caso lo hemos podido ver en las últimas horas en las redes sociales: un sacerdote de Madrid, Jesús Silva, que cuenta con miles de seguidores, explicaba en Twitter por qué había decidido no vacunarse.


Aquí les dejamos sus argumentos:


Razones por las que no me vacuno (por orden de importancia).

– Se desconocen con exactitud los componentes de los viales y su repercusión en el organismo.

– Se desconocen los efectos secundarios a medio y largo plazo.

– A corto plazo presentan efectos secundarios (trombos, muertes repentinas, abortos) cuyo riesgo no compensa a alguien de mi rango de edad.

– La implicación de la industria BifPharma y su interés en la extensión de estos viales resulta sospechosa por sus repercusiones económicas.

Los que buscan una reducción de la población mundial son los mayores promotores de la vacuna, lo cual resulta sospechoso.

– Estos filántropos tienen además la mayor parte de las acciones económicas de todas las grandes farmacéuticas que producen los viales.

– Tengo anticuerpos de larga duración, que sería lo ideal para toda la población si se dejase curso libre al virus, con medicamentos atenuantes de los síntomas y protegiendo a los más vulnerables (enfermos y ancianos); por esto, no puedo contagiarme ni contagiar.

– El mero hecho del intento de imposición directa o indirecta de una vacuna experimental en un Estado de Derecho supone una vulneración de la libertad.

– El trato discriminatorio hacia los no vacunados supone una vejación hacia la igualdad y la dignidad.

– La eliminación sistemática de las redes de todos los estudios científicos que no concluyen lo mismo que los financiados por la industria BigPharma hacen aún más sospechosa toda esta actuación mundial, y me inclina a pensar que no hay inocencia ni filantropía en este empeño.

– El enfrentamiento y el hostigamiento civil en ocasiones por parte de otros ciudadanos a que está llevando la discriminación hacia los no vacunados recuerda a los planes que buscan dividir a la sociedad para que sea más manejable (divide y vencerás, solve et coagula).

– El miedo a que se somete a la población con la pandemia y la existencia de no vacunados fomenta que los ciudadanos estén dispuestos a renunciar a su libertad en aras a la seguridad que les da un Estado cada vez más totalitario a nivel global.

– Hay serias dudas sobre si la vacunación de la población en base a algunas pequeñas partes del ARN del Covid puede provocar que éste mute tan rápido como lo está haciendo y aparezcan nuevas variantes que estén haciendo inválida la vacunación.

– La vacunación no exime de contagiarse y contagiar, y no hay datos claros sobre que realmente impida la gravedad al padecer de nuevo el virus.

Muchas personas están muriendo por causas desconocidas; de las que conozco, todas vacunadas.



Tras exponer todas estas razones, el sacerdote madrileño dice que sólo pide «respeto y seriedad», e invita a se piensen bien todos los factores. «Se está etiquetando («negacionistas») a los que no queremos vacunarnos y se nos está acusando de ser unos criminales», señala.

«Tenemos nuestras razones (al menos yo), y al tener anticuerpos no puedo contagiar, por lo que no estoy siendo irresponsable. Tampoco la vacuna asegura nada, pues no hay estudios cien por cien fiables, por lo que aún no teniendo anticuerpos no me vacunaría», confiesa Silva.

El párroco invita a «pensar y respetar. Los “anti-vacunas” no somos idiotas (al menos no todos). El tiempo dará la razón a quien la tenga. Entretanto hay mucha gente sufriendo y muriendo. Y no sabemos qué efectos tendrá esto a largo plazo», indica.

«Puede que sea peor el remedio que la enfermedad, aún es pronto para saberlo, pero hay motivos razonables para planteárselo y objetar a la vacuna. Restringir el acceso a determinados servicios a personas que han ejercido su derecho a la objeción es totalitario y antidemocrático», afirma el sacerdote.

Finalmente, termina con una reflexión sobre la muerte: «Ánimo a todos y, sobre todo, estemos preparados por si la muerte nos sorprende hoy. Que parece que se nos ha olvidado que de algo se muere. Cuidemos nuestros cuerpos, pero ante todo cuidemos nuestras almas. Y respetemos a los demás. Siempre».



InfoVaticana


ROBAN EL ICONO BLASFEMO DE GEORGE FLOYD EXHIBIDO EN UNIVERSIDAD CATOLICA DE EE.UU.

El cuadro de estilo icono que evoca la Piedad, al tiempo que representa a Jesucristo con un parecido a George Floyd, fue robado de la facultad de Derecho de la Universidad Católica de América. El cuadro fue sustraído después de que las quejas de los estudiantes sobre la pintura suscitaran la atención de los medios de comunicación nacionales esta semana.


El decano de la facultad de derecho de la universidad declaró que los administradores de la escuela no pretendían que la exhibición de la pintura suscitara comentarios políticos, y que espera que los miembros de la comunidad universitaria puedan discutir un tema controvertido con respeto.

El decano Stephen Payne añadió que el cuadro fue un regalo a la facultad de Derecho de la oficina del ministerio del campus de la universidad. Dijo que cuando la facultad de derecho recibió el cuadro, no se dio cuenta de que pretendía tener un parecido con George Floyd, quien murió al ser arrestado por la policía de Minneapolis el 25 de mayo de 2020.

"Ciertamente no queríamos ofender a nadie, pero parecía una representación culturalmente relevante de Nuestro Señor y Nuestra Señora, que nos daría una maravillosa oportunidad de hablar sobre el evangelio de Jesucristo en un momento muy difícil", dijo Payne.

El cuadro, titulado "Mamá", fue creado por la “artista” de San Luis Kelly Latimore, que pinta “santos y escenas religiosas”, así como figuras contemporáneas e históricas, al estilo de los iconos litúrgicos. Aunque las pinturas no se consideran iconos en un sentido canónico o litúrgico, comúnmente se les llama así, y la pintura en la Universidad Católica fue referida como “un icono” cuando fue bendecida por el capellán de la universidad, el Padre Jude DeAngelo, OFM Conv., en una ceremonia de la escuela de derecho a principios de este año.

Según el presidente de la universidad, John Garvey, "el cuadro fue robado de su lugar fuera de la capilla", el miércoles 24 de noviembre por la noche.

"Nuestro Departamento de Seguridad Pública descubrió el robo poco después de que ocurriera y sigue investigando", dijo Garvey en un correo electrónico a la facultad de la universidad el 24 de noviembre.

"Hemos sustituido el cuadro por una copia idéntica, aunque más pequeña, que colgaba en nuestra oficina del Ministerio del Campus", escribió Garvey.

La controversia sobre el cuadro comenzó a principios de esta semana, cuando The Daily Signal, un sitio web patrocinado por la Heritage Foundation, informó de que varios estudiantes, algunos de los cuales fueron citados de forma anónima, consideraban que el cuadro era una blasfemia, porque el artista representaba a Jesucristo con el parecido de George Floyd. Después de ese informe, surgió una petición en el campus que pedía que se retirara el cuadro; al parecer, la petición cuenta ya con varios cientos de firmas.

En su correo electrónico, Garvey explicó que las motivaciones de los críticos del cuadro eran variadas: mientras que algunos se oponían a que se representara a Cristo con “el parecido de una figura contemporánea”, otros, dijo Garvey, expresaban opiniones que calificó de “racistas”.

“Algunos críticos calificaron la imagen de blasfema porque consideraban que deificaba o canonizaba a George Floyd. Algunos de los comentarios que recibimos eran ‘reflexivos y razonables’. Otros eran ‘ofensivos y racistas’. Gran parte de las críticas procedían de personas ajenas a la Universidad”, escribió Garvey.

La vicepresidenta de comunicaciones de la Universidad, Karna Lozoya, dijo a los periodistas esta semana que “el cuadro representa a Cristo” (¿?). Algunos elementos del cuadro evocan símbolos tradicionales que pretenden transmitirlo, como las letras griegas de la aureola, que significan la divinidad de Cristo.

Pero la imagen también tiene un parecido intencionado con Floyd, lo que ha suscitado la polémica.

Latimore dijo en una entrevista en abril que "La pregunta común que se hacía la gente era: "¿Es George Floyd o Jesús?".

"El hecho de que se hagan esa pregunta 'es parte del problema'. Mi respuesta fue que sí. Esta no respuesta frustró a mucha gente", dijo Latimore a The Christian Century.

Payne dijo que pensaba que "la imagen era coherente con el mensaje del Evangelio sobre el poder salvador de Jesucristo y la identificación con los más pequeños entre nosotros".

"Pero, yo diría que las imágenes que Nuestro Señor utiliza para describirse a sí mismo en el Evangelio de Mateo, capítulo 25, en mi opinión, son muy similares a las de George Floyd".

En Mateo 25, Jesucristo se identifica con el hambriento y el sediento, el forastero y el desnudo, el enfermo y el encarcelado. "Os aseguro que en cuanto lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis", dice Cristo a sus discípulos.

Payne dijo que, desde que se colgó el cuadro hace unos meses, “sólo ha oído comentarios positivos sobre el mismo” por parte de la gente de la facultad de Derecho y que “no se ha mencionado ni discutido con frecuencia”. Dijo que “le sorprendió” que surgiera una controversia en las últimas semanas.

Si los estudiantes o los profesores descontentos con el cuadro hubieran acudido a él, dijo Payne, les habría dicho: "Comprendo y aprecio vuestra veneración por Nuestro Señor. 'Vamos a hablar de ello' y a involucrar a otras personas".

"Creo que la gente bien intencionada tiene una gran reverencia por Nuestro Señor y las representaciones de él, y lo entiendo. El 'Sr. Floyd', para 'algunos', representa 'temas culturales candentes' en este momento, y probablemente 'no aprecian la yuxtaposición de Nuestro Señor y el entorno político' actual", añadió Payne.

"Es el deseo [de la Facultad de Derecho] de tener 'representaciones culturalmente relevantes' de las cosas sagradas", dijo Payne, "al igual que todas las culturas han hecho desde siempre con la iconografía cristiana".

Entre los interrogantes relacionados con el cuadro está el papel de la oficina del ministerio del campus de la universidad en la controversia.

Payne dijo que el cuadro fue un regalo de la oficina de ministerio del campus, y señaló que la pintura había sido "literalmente 'bendecida' por nuestra autoridad en el campus para eso - el capellán del campus".

Algunos estudiantes que han criticado el cuadro -diciendo que no es apropiado representar a Cristo con la semejanza de "una figura contemporánea"- han cuestionado si la oficina de pastoral del campus, formada por frailes franciscanos conventuales, debería haber sabido que el cuadro sería religiosamente controvertido -especialmente porque la iconografía litúrgica se limita sólo a la representación de santos reconocidos, y el estilo mismo representa un aspecto particular de la tradición religiosa cristiana.

La universidad no ha dicho si llevará a cabo una revisión sobre si la bendición de la pintura - y la referencia específica a la pintura como un icono dentro de esa bendición - estaba en consonancia con las normas litúrgicas que rigen la bendición de los iconos o el arte sagrado. El derecho canónico establece que los obispos católicos orientales son responsables de regular la producción, la bendición y el uso litúrgico de los iconos dentro de la Iglesia.

En los últimos años, la pastoral universitaria ha sido criticada por algunos miembros de la comunidad universitaria que dicen que no es receptiva con los estudiantes que son litúrgicamente tradicionalistas o teológicamente conservadores. Algunos estudiantes y profesores han pedido que se sustituya a los franciscanos conventuales de la universidad, y han cuestionado que la oficina de pastoral universitaria sea siempre fiel al magisterio de la Iglesia. DeAngelo ha sido capellán del campus desde 2010.

Por su parte, Payne dijo que cree que una comunidad universitaria tiene la responsabilidad única de hablar sobre controversias como la que ha rodeado al cuadro.

Cuando una universidad se encuentra en desacuerdo, "hablamos de ello, respetándonos unos a otros como colegas y, con suerte, como amigos. Queremos ser 'un lugar que convoque un diálogo racional sobre cuestiones controvertidas', porque he comprobado que el número de lugares en los que se puede hacer eso está disminuyendo. Creo que eso se ha convertido en un problema en ambos lados del espectro político".

Cuando informó sobre el cuadro, The Daily Signal escribió que un estudiante que criticaba a los administradores de la universidad como "liberales revolucionarios" había solicitado el anonimato debido a la posibilidad de represalias por parte de los administradores de la universidad

Payne dijo que los administradores de la universidad están abiertos a hablar: "Queremos ser un lugar que convoque a la gente a tener diálogos civiles".


Pillar Catholic


¿SE PUEDE ENCONTRAR ALGUNA IMPERFECCIÓN EN LA VIRGEN MARÍA?

Hubo un doctor católico, un Padre de la Iglesia -y no cualquiera- que señaló varios hechos que atribuía a la Santísima Virgen como imperfecciones: como el hallazgo del Niño Jesús en el Templo, o incluso en Caná. Se trata de San Juan Crisóstomo.


Pero, al contrario, es preciso afirmar que la Santísima Virgen nunca cometió la más mínima imperfección. Hay muchas razones que explican esta afirmación.

Primero, porque la Madre de Dios no tenía la "fuente del pecado" -también llamada concupiscencia- que es una de las principales causas de las imperfecciones. Esta ausencia está vinculada a su inmunidad al pecado original.

Además, la Virgen de las Vírgenes poseía la virtud perfecta por la gracia que le fue dada.

La Virgen María también estaba destinada a ser un modelo de santidad, porque Nuestra Señora es la primera de los redimidos: es apropiado que aquella que tiene la primacía en el orden de la santidad la realice en su perfección consumada.

Finalmente, su prudencia perfecta determinó siempre su actividad de la manera más acorde con la voluntad de Dios.

Por eso Santo Tomás no duda en decir que San Juan Crisóstomo fue demasiado lejos en sus escritos. Y cuando San Pío V hizo reeditar las obras del gran doctor, pidió que no se repitieran los pasajes incriminados.


La Madre de Dios posee la impecabilidad

Pero la razón más profunda que explica la ausencia de pecado e imperfecciones en María es que ella era impecable.

El Concilio de Trento, en la VI sesión VI afirma: “Si alguno dijera […] que puede en su vida entera evitar todos los pecados, aun los veniales, si no es ello por privilegio especial de Dios, como lo enseña la Iglesia sobre la bienaventurada Virgen: sea anatema”.

Santo Tomás, por su parte, admite la confirmación en gracia de la Madre de Dios, por razones de conveniencia.

La impecabilidad consiste en no poder pecar, debido a una capacidad interior. Se distingue de la confirmación en gracia, que es el hecho de conservar el estado de gracia hasta la muerte, es decir, no cometer pecado mortal: esta gracia puede explicarse por la ayuda externa de Dios. Pero la impecabilidad requiere una causa interior en el sujeto que previene el pecado.

Este es obviamente el caso del Verbo Encarnado, Jesucristo: es imposible que una persona divina cometa pecado. En el caso del hombre-Dios, a la personalidad divina se suma la visión beatífica y la virtud perfecta.

La impecabilidad existe en menor grado en los bienaventurados: inundados con la luz de la gloria, ya no pueden pecar. Es imposible poseer la visión de Dios y pecar.

En un grado aún menor, la impecabilidad proviene de la gran dificultad para pecar que resulta del don de una gracia especial. Esta última inclina a la persona de tal modo hacia el bien que es casi imposible separarse de él. Dios añadió una asistencia especial para su Madre que eliminó las causas del pecado.

Por lo tanto, la Madre de Dios era impecable, es decir, no podía pecar, tanto por su virtud perfecta, como por la confirmación en la gracia y por la asistencia especial de Dios.

Esta doctrina nos permite adentrarnos más profundamente en estas magníficas palabras del Papa Pío IX en Ineffabilis Deus:
“Así, Dios colmó a la Virgen María tan maravillosamente con los tesoros de su divinidad (…) con la abundancia de todas las gracias celestiales, y la enriqueció con una profusión maravillosa, para que estuviera siempre exenta de toda mancha, completamente exenta de la esclavitud del pecado, toda bella, toda perfecta y en tal plenitud de inocencia y santidad que no se puede, exceptuando la de Dios, concebir una mayor, y ningún entendimiento que no sea el del mismo Dios puede medir tal grandeza”.

FSSPX


lunes, 29 de noviembre de 2021

LOCURA:LOS HOMBRES TRANS PODRÁN PARTICIPAR EN COMPETENCIAS FEMENINAS EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS

No vivimos una época impactante sino transversal. En el deporte, la transexualidad ha tomado el poder literal y figurativamente

Por Francesca de Villasmundo


El Comité Olímpico Internacional ha anunciado nuevas pautas para la participación de atletas transgénero en competencias femeninas. La participación de los hombres en las competiciones femeninas se ha liberalizado sin restricciones. Él acaba de abolir las reglas sobre los niveles hormonales para los atletas masculinos trans "femeninos". Las pautas que rigen el nivel de testosterona en el cuerpo de un atleta se han relajado y ahora el Comité Olímpico Internacional las considera "médicamente innecesarias".

Esta es una mala noticia para las estrellas del deporte femenino de élite, una bofetada a la realidad, otra violencia y discriminación más contra las mujeres. Al tener hombres que se creen mujeres compitiendo en competencias femeninas, el Comité Olímpico Internacional inevitablemente tendrá a su campeón trans en el podio. Algo para complacer al arcoíris gaystapo y su ideología de género, y una lástima por la ofensiva contra las atletas femeninas. Porque estas reglas benefician a los atletas nacidos de sexo masculino que ya no tienen que reducir artificialmente sus niveles de testosterona a medida que se acerca la competencia y, por lo tanto, es casi seguro que ganen.

“Las atletas nacidas mujeres que desean competir contra hombres tampoco tienen obstáculos, pero... ¿puedes nombrar solo una?” Bromeó el periodista británico Damien Wilson.

La decisión de estos últimos días es solo el último paso en una escalada de delirios lgbtqi +, todo siempre en nombre de la tolerancia intolerante que borra todas las diferencias y niega la naturaleza biológica, y aunque para llegar a esta indiferenciación debemos saltar de contradicción en contradicción. Después del feminismo fanático que quiso abolir las diferencias entre hombres y mujeres, aquí está la transexualidad que quiere borrar las diferencias entre mujeres y hombres, y así inaugura nuevamente el triunfo de la tan odiada "masculinidad" que puede ser feminizada.

Como era de esperar, esta decisión pro locura de genero fue celebrada como una victoria por la prensa y los lobbies del arco iris, que exigen la eliminación de la preciosa diferencia "femenina", con el objetivo final de la abolición completa de Dios el Creador.


Medias-Presse



EX TESTIGO DE JEHOVÁ SERÁ ORDENADO SACERDOTE CATÓLICO A LOS 25 AÑOS

"Crecí pensando que la Iglesia católica no era algo bueno". Hasta que la verdad de la fe católica comenzó a cautivarlo

Por Francisco Vêneto


Ex testigo de Jehová será ordenado sacerdote católico en los próximos meses: el norteamericano de origen mexicano Miguel Mendoza, de 25 años, recibió su ordenación al diaconado el 13 de febrero, junto con otros ocho seminaristas de la Arquidiócesis de Denver, Colorado, su tierra natal.

Según un artículo del sitio web El Pueblo Católico, editado por la misma arquidiócesis, el joven diácono informa sobre el contexto familiar en el que nació y se crió:

«Cuando nací, ya eran testigos de Jehová. Se que mi madre quería ser monja cuando estaba en México, pero mi abuela no la dejó. Poco tiempo después abandonaron la fe católica y entraron en los testigos de Jehová”.


Las falsas ideas sobre la Iglesia

Miguel reconoce que su madre le transmitió “un verdadero amor a Dios”, a pesar de observar que “los testigos de Jehová tienen ideas diferentes de las de los católicos”. Sobre eso, el nuevo diácono comenta:
“Los testigos de Jehová tienen una idea incorrecta sobre la fe católica. Ellos no están de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica y existe casi un odio contra la Iglesia. Y yo crecí con eso, pensando que la Iglesia católica no era algo bueno”.

El deseo de conocer la verdad

Él decidió conocer mejor el catolicismo cuando tenía 16 años:
“Quería saber por qué estábamos contra la Iglesia Católica, por qué esta ‘enseñaba cosas falsas’, por qué ‘adoran’ a la Virgen María o ‘adoran’ al Papa, y esas cosas equivocadas que yo pensaba que era la Iglesia”.
Fue durante sus investigaciones que se cuestionó a fondo el sacerdocio a partir de una foto del papa Juan Pablo II celebrando misa. Miguel quiso saber más sobre las vestiduras litúrgicas, sobre el altar, sobre la gente arrodillada frente a “ese pedazo de pan”.

Y mientras más investigaba y conocía, más le cautivaba.
“Sentí la llamada. El Señor me llamó a hacer algo tan hermoso como celebrar la misa y llevar a Cristo al altar. Decidí bautizarme. Y, dos años después, entré al seminario”.

Ex testigo de Jehová será ordenado sacerdote

Fue solo el comienzo del milagro de la fe: no solo Miguel regresó a la Iglesia, sino también su hermano, y luego su madre y su padre. Hoy, toda la familia del futuro padre Miguel Mendoza celebra la fe católica y espera ansiosamente la ordenación sacerdotal del joven diácono de 25 años que quedó cautivado con la verdad de la Iglesia.







ARGENTINA: RADICALES INGRESAN EUTANASIA ACTIVA EN DIPUTADOS

Legisladores de la Unión Cívica Radical (UCR) impulsan la “regulación de la eutanasia”. El proyecto ingresado el 26 de noviembre fue presentado durante un acto realizado en Mendoza. 


De dicho acto participaron los diputados Alfredo Cornejo y Jimena Latorre, firmantes del expediente junto al puntano Alejandro Cacace. También estuvieron los senadores Julio Cobos y Pamela Verasay, acompañados de Mariana Juri, senadora electa.

Recordemos que Argentina sancionó eutanasia pasiva en el año 2012 cuando modificó la Ley de Derechos del paciente permitiendo que 
“el paciente que presente una enfermedad irreversible, incurable o se encuentre en estadio terminal, o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación pueda rechazar procedimientos de hidratación o alimentación”.

El proyecto que entró ahora en la cámara baja (expte 4597/2021) intenta legalizar la eutanasia activa.

Prevé que todo argentino mayor de edad y plenamente capaz “que se encuentre sufriendo una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante”, pueda recibir “ayuda para morir”, en los servicios del sistema de salud.

Se creará una Comisión Médica de Asistencia y Evaluación en cada una de las provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La Comisión tendrá carácter multidisciplinar y deberá contar con un número mínimo de siete miembros entre los que se incluirá personal médico, de enfermería y juristas especializados en la materia.

El paciente presentará la solicitud de eutanasia ante la Comisión de su jurisdicción y el presidente de dicha Comisión designará a un médico y un jurista, para que verifiquen si concurren los requisitos, los profesionales deberán expedirse en un plazo máximo de cinco días corridos. Si no lograran acuerdo, decidirán en conjunto con el Presidente de la Comisión y en caso de que el informe fuera negativo, el paciente podrá solicitar su revisión por la Comisión en pleno.

La eutanasia no podrá dilatarse más allá de los diez días corridos a partir de la autorización.

Las personas mayores de 16 años podrán solicitar la eutanasia por sí mismas y las menores con la conformidad de sus padres. “La persona declarada incapaz judicialmente, deberá prestar su consentimiento con la asistencia de su representante legal”.

El paciente lúcido podrá optar por autoadministrarse la sustancia letal o que se la administre el médico. “Estas prestaciones quedan incluidas en el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica y en el PMO con cobertura total”.

Si el paciente no estuviera consciente se aplicará la eutanasia “si hubiera suscrito con anterioridad un documento de directivas médicas anticipadas, instrucciones previas, testamento escrito o documentos equivalentes legalmente reconocidos”.

Los profesionales de la salud podrán ser objetores de conciencia para lo que deberán “manifestarse anticipadamente y por escrito”. Tendrán la obligación de derivar “sin dilaciones”, al paciente que les solicite la eutanasia.

No está contemplada la objeción institucional y los centros de salud donde todos sus profesionales sean objetores, deberán prever y disponer la derivación a un efector -de similares características- que practique eutanasia. Las gestiones y costos asociados a la derivación y el traslado del paciente quedarán a cargo del efector que realice la derivación.

La muerte por eutanasia tendrá la consideración legal de “muerte natural” a todos los efectos, independientemente de la codificación realizada en la misma.

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable. Por lo tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre” (CEC 2277).



NOTIVIDA

Editora: Lic. Mónica del Río


domingo, 28 de noviembre de 2021

EL HÁBITO Y EL MONJE

Dado que el cuerpo humano debe estar vestido, es natural que la ropa de un hombre sirva como elemento de expresión. Tanto más cuanto que el vestido se presta a esto de una manera extraordinaria.

Por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira


Nota: El profesor Plinio escribió este artículo en 1956 cuando algunos miembros del clero ya estaban comenzando a adoptar hábitos de vestimenta más holgados. ¿Qué diría ahora, después de que el Vaticano II abrió la Iglesia al mundo moderno, cuando obispos, sacerdotes y religiosos han abandonado sus sotanas y hábitos? Se podría aplicar el mismo principio en la vida secular a los hombres que abandonaron la vestimenta que caracteriza sus funciones superiores para adoptar una vestimenta informal igualitaria. La falta de comprensión sobre el uso de la sotana por parte de sacerdotes y religiosos parece acentuarse en nuestros días. La sabiduría de la Santa Iglesia, sin embargo, no falla. Y su preferencia por la sotana es ineludible.

¿Suena eso como un asunto sin importancia? Aquila non capit muscas [El águila no atrapa moscas]. La Iglesia no se preocupa por las nimiedades. Y si se posiciona frente a la pregunta, es porque no es una cuestión ociosa ni vacía.

* * * * *

Es en el orden natural de las cosas donde el alma de un hombre se refleja en su fisonomía, su voz, su actitud y sus movimientos. Y dado que el cuerpo humano debe estar vestido, es natural que la ropa de un hombre sirva como elemento de expresión. Tanto más cuanto que el vestido se presta a esto de una manera extraordinaria.

Los uniformes de las órdenes de caballería, por ejemplo, el Caballero Templario y su sargento (arriba) expresan su espíritu. 

Ahora bien, la necesidad de que el espíritu se exprese es una consecuencia imperativa del instinto de sociabilidad. Por lo tanto, negar al hombre esta posibilidad es en sí mismo falsear la forma misma de ser del alma.

Por ello, en todas las épocas y lugares las costumbres sociales han establecido determinadas vestimentas como características de profesiones o estados de vida que exigen una conformación particular de espíritu. Siempre se ha entendido correctamente que la vestimenta profesional ayuda a un hombre a realizar plenamente su mentalidad. Si a un soldado no le gusta su uniforme o un juez odia la toga, no augura nada bueno. Al contrario, ¿cómo se puede negar el respeto al clérigo que ama su sotana y se enorgullece de ella? Si un ejército suprimiera el uso del uniforme, ¿no sufriría un gran golpe en su espíritu?

Decir, por lo tanto, que el hábito no hace al monje o el uniforme no hace al héroe, ambas cosas es y no es verdad. De hecho, el hombre no se convierte en un auténtico monje o en un soldado simplemente adoptando la indumentaria propia de cada estado. Pero un hábito monástico facilita que un hombre de buena voluntad se convierta en un buen monje. Y lo mismo puede decirse del uniforme militar.

* * * * *

Para no ofender a nadie, nos abstendremos de presentar ejemplos muy recientes. En cambio, veremos una figura histórica, que ya ha comenzado a dispersarse en las brumas de un pasado remoto. Es Guillermo II, el rey de Prusia, el emperador alemán o el káiser, en la lengua materna de los pocos brasileños que aún lo conocen.


Kaiser William II en uniforme de desfile

Sería imposible negar que Guillermo II fue un militar hasta la médula de su alma. No era un gran general, ni era esta su función. Pero su mentalidad, su estilo de vida, su forma de gobierno demuestran que como hombre, como cabeza de familia, como soberano, el Kaiser fue siempre y ante todo un militar.

Aquí está en un desfile de campo, transmitiendo la batuta de mando a un alto funcionario. Espléndidamente uniformado, montado con una naturalidad llena de gracia sobre su corcel, el Emperador se encuentra visiblemente en su elemento, en una situación que despliega toda su personalidad con toda seguridad, amplitud y brillantez. Su rostro, porte y gesto manifiestan esa pasión militar que cuanto más se exterioriza, más se afirma.

El káiser en ropa de civil

Por el contrario, en traje de civil, se podría decir que ni siquiera es el mismo hombre. Su personalidad parece desvaída y su actitud forzada. Sus cualidades militares todavía parecen suficientes para contrastar con su vestimenta. Si el káiser y todas sus tropas tuvieran que usar trajes civiles como este, ¿el ejército alemán sería el mismo?

Obviamente no. El ejército alemán no habría sido lo que era. Porque, incluso si el uniforme no hace al buen soldado, ayuda mucho a los militares a adoptar el espíritu de su clase...

Y, ¿por qué este mismo principio no se aplica, mutatis mutandis, al Clero?


Tradition in Action


LOS "MOVIMIENTOS POPULARES" Y LA AMBIGUA "TEOLOGÍA DEL PUEBLO"

Los movimientos populares, alentados por Francisco, son una galaxia heterogénea que reúne al socialismo, al ecologismo, al feminismo, a las "culturas canceladas", etc. 

Por Stefano Fontana


La "teología del pueblo" es una categoría ambigua, y el católico que participa en tales movimientos se equivoca en dos aspectos.

La cuestión de los "movimientos populares" es un aspecto confuso y peligroso de la Iglesia actual. Francisco lleva tiempo en este camino. El pasado 16 de octubre, envió un largo videomensaje a los participantes del IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares. El 12 de abril de 2020, domingo de Pascua, les envió una carta. Anteriormente, se había reunido con los movimientos populares el 9 de julio de 2015 en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), durante uno de sus viajes apostólicos, y también en esa ocasión pronunció un largo discurso, Otros dos encuentros se celebraron en el Vaticano.

Como resultado de este enfoque pastoral, se crearon en América Latina escuelas de formación para los líderes católicos de los movimientos populares. La Academia de Líderes Católicos - Latinoamérica tiene sus sedes en Chile, México, Uruguay, Cosa Rica, Colombia, Brasil y España. Sus actividades educativas en línea se extienden también a Venezuela, Perú, Argentina, Panamá, Guatemala y Europa Central. Los programas de estas escuelas incluyen también algunas lecciones sobre la Doctrina Social de la Iglesia, pero situadas en un nuevo contexto global y, por lo tanto, reinterpretadas y, en mi opinión, deformadas.

El nuevo enfoque pastoral de los movimientos de base presupone ciertas convicciones doctrinales nuevas que no nos dejan tranquilos. Una primera observación que hay que hacer se refiere a la extrema variedad de los propios movimientos populares, que pueden incluir movimientos de los pueblos indígenas, movimientos socialistas y comunistas, movimientos revolucionarios, movimientos ecologistas de diversas orientaciones, comunidades cristianas de base animadas por la Teología de la Liberación, movimientos feministas, movimientos por la igualdad de género extendida a los lgbt, movimientos por la "cultura cancelada" que derriban las estatuas de Cristóbal Colón, movimientos del estilo de "Black Lives Matter" con su odio ideológico a todo lo que es "blanco"

La expresión "movimientos populares" engloba, pues, una galaxia heterogénea que, si bien en algunos lugares persigue objetivos aceptables, en otros -o más bien en muchos- se propone fines que contradicen las exigencias de la Doctrina Social de la Iglesia. Además, no hay que olvidar que muchos de estos movimientos populares no son en absoluto populares, sino que están financiados e impulsados por poderosas entidades políticas nacionales o transnacionales.

El nuevo enfoque de Francisco y de la Academia de lideres populares quiere que los católicos participen en los movimientos populares en la medida en que sean populares, por lo tanto en "cualquier" movimiento popular. Se trata entonces de una participación "cualunquista", es decir, no motivada por un punto de vista plenamente conforme con la Doctrina Social de la Iglesia. No es esto último lo que motiva o dirige la presencia en el movimiento, sino que es la presencia en el movimiento la que relee la Doctrina Social. El hecho de que el movimiento sea 'popular' es suficiente para que nazca el compromiso de los católicos de participar en él. Sin embargo, el hecho de ser popular no elimina del movimiento la inaceptabilidad moral, política y religiosa de algunos de sus objetivos, por lo que los católicos acaban contribuyendo a resultados erróneos. Incluso suponiendo que en algunos puntos concretos estos resultados pudieran ser aceptables, el contexto general que persigue el movimiento popular concreto anula su positividad al instrumentalizarlo para objetivos erróneos.

De este modo, el católico que participa se equivoca en dos frentes: colabora con el mal y renuncia a imprimir su propia visión católica al movimiento. Por eso, la expresión líderes católicos aplicada a los movimientos populares es contradictoria: si el movimiento es bueno porque es popular, los católicos no deben convertirse en sus líderes para guiarlo de forma católica, sino sólo para desarrollar su "popularidad".

La ambigüedad de esta operación pastoral reside en la llamada "teología del pueblo" que constituye su base, una bomba destinada a explotar con mucho daño. El pueblo entendido en sentido sociológico, histórico y cultural no es una categoría fundacional. Su valor depende de la medida en que encarna auténticos valores naturales y religiosos de acuerdo con una cultura e historia sedimentadas. No todas las tradiciones son válidas, no todas las culturas son verdaderas, no todos los pueblos son auténticos. Los pueblos también necesitan una salvación que no pueden proporcionar por sí mismos. La recta razón y la verdadera religión son indispensables para purificar a los pueblos. La "teología del pueblo", en cambio, sostiene que el pueblo es el lugar de la sabiduría humana y cristiana como pueblo. Y esto se aplicaría a todos los pueblos. Pero esto no es cierto.


La Nuova BQ


ARZOBISPO VIGANÒ: MEDITACIÓN SOBRE EL ADVIENTO

"Empezamos a darnos cuenta de que estamos asediados por lobos depredadores: por los que siembran el error, por los que corrompen la moral, por los que propagan la muerte y la desesperación, por los que quieren matarnos en el alma incluso antes de matarnos en el cuerpo"


VENI, UT FACIAS SALUTEM IN TERRIS,IN CŒLO GAUDIUM

“Quaere, inquit, servum tuum, quoniam mandata tua non sum oblitus.”

Veni ergo, Domine Jesu, quaere servum tuum, quaere lassam ovem tuam; veni, pastor, quaere sicut oves Joseph. Erravit ovis tua, dum tu moraris, dum tu versaris in montibus. Dimitte nonaginta novem oves tuas, et veni unam ovem quaerere quae erravit. Veni sine canibus, veni sine malis operariis, veni sine mercenario, qui per januam introire non noverit. Veni sine adjutore, sine nuntio, jam dudum te expecto venturum; scio enim venturum, quoniam mandata tua non sum oblitus. Veni non cum virga, sed cum caritate spirituque mansuetudinis.
[1]


El tiempo sagrado del Adviento es de antigua institución y lo encontramos mencionado hacia el siglo V, como tiempo del Año Litúrgico destinado a la preparación de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo secundum carnem. En efecto, el Adviento marca el inicio del Año Litúrgico, lo que nos permite aprovechar esta oportunidad para seguir la voz de la Iglesia con santas intenciones.

La disciplina de la penitencia y el ayuno durante la Cuaresma en preparación para la Pascua es ciertamente de origen apostólico, mientras que la de la expectatione Domini es posterior y se inspira en la primera, pero es menos rígida y pasó a lo largo de los siglos a ser sólo de abstinencia en determinados días de la semana. "Es cierto que San Pier Damiani, en el siglo XI, todavía supone que el ayuno de Adviento era de cuarenta días, y que San Luis, dos siglos más tarde, continuó observándolo en esta medida; pero tal vez este santo rey lo practicaba así por un transporte de especial devoción" [2] La suavidad de las generaciones modernas ha llevado a la sabiduría maternal de la Iglesia a mitigar los rigores del pasado, sin impedir que los practiquemos voluntariamente; pero tal vez la situación actual nos lleve a considerarlas como adecuadas -precisamente porque no son impuestas- las privaciones practicadas por nuestros antepasados en obediencia a un precepto eclesiástico.

La liturgia del tiempo de Adviento debe mucho a la obra de San Gregorio Magno, no sólo por los textos del Oficio y la Misa, sino también por las composiciones del propio canto. El antiguo tropo Sanctissimus namque, que introduce el introito Ad te levavi del primer domingo de Adviento, recuerda la inspiración del Santo Pontífice por parte del Espíritu Santo, que apareció en forma de paloma [3]. Nacidas inicialmente en número de seis y luego convertidas en cinco, las semanas de preparación de la Santa Navidad se redujeron a cuatro entre finales del siglo IX y principios del X, por lo que el uso actual tiene al menos mil años de antigüedad. La Iglesia Ambrosiana sigue manteniendo seis semanas, para un total de cuarenta y dos días, sobre el modelo de la Cuaresma.

San Ambrosio, doctor y padre de la Iglesia, figura entre los primeros autores de homilías sobre el tema del Adviento. Me gustaría comenzar esta meditación con una oración del Comentario al Salmo 118. El incipit de la oración es Quaere, inquit, servum tuum. Como podéis comprobar por vosotros mismos, todo el texto está tachonado de citas de la Sagrada Escritura: no para hacer gala de una cultura bíblica, que ciertamente poseía el Santo Obispo de Milán, sino por ese conocimiento de la Palabra de Dios que es fruto de una asiduidad íntima y casi vital para el alma, como el aire es indispensable para respirar. Esta asiduidad llevó a San Ambrosio a hablar y escribir él mismo utilizando las palabras del autor sagrado, no porque quisiera plagiar la Sabiduría divina, sino porque las había hecho tan suyas que las repetía a su vez sin apenas darse cuenta.

Pero si tenemos la gracia de unirnos a la oración litúrgica asistiendo a la Misa y recitando el Oficio Divino en la forma Tradicional, descubrimos que es la voz de la Iglesia misma la que nos acompaña en esta meditación de las Escrituras, ya desde el Invitatorio en Maitines. Y esto también se aplica a la liturgia de Adviento: Regem venturum Dominum, venite adoremus, canta la primera oración que se entona en medio de la noche mientras esperamos la salida del verdadero sol invicto. A esta solemne invitación a adorar al Rey divino le sigue el comienzo del libro del profeta Isaías, que suena como una severa reprimenda a su pueblo:
"Oíd, cielos, oíd, tierra, así habla el Señor: 'He criado y educado a los hijos, pero se han rebelado contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su amo, pero Israel no sabe, mi pueblo no entiende". ¡Ay, pueblo pecador, pueblo de iniquidad! ¡Hijos malvados y corruptos! Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, se han vuelto atrás. ¿Por qué seguís deseando ser golpeados, acumulando rebeldía? Toda la cabeza está enferma, todo el corazón languidece. Desde la planta de tus pies hasta la cima de tu cabeza no hay nada sano, sino heridas y magulladuras y llagas abiertas que no han sido limpiadas ni vendadas ni curadas con aceite" (Is 1,2-6).
El oráculo del Profeta muestra la indignación del Señor ante la infidelidad de su pueblo, obstinado en su rebeldía contra su santa Ley. Pero el sentido literal o histórico [4] del pasaje de Isaías sobre los judíos va acompañado del sentido moral, es decir, sobre lo que debemos hacer. Por eso, la Majestad de Dios se dirige a nosotros - "Así habla el Señor" (ibíd., 2)- para amonestarnos una vez más, para mostrarnos nuestras traiciones, para estimularnos a la conversión.

Así, al pedir al Señor que nos libre de ore leonis et de profundo lacu, nos damos cuenta de lo poco que merecemos la misericordia de Dios, de lo indignos que somos de su misericordia y de lo que merecemos sus castigos. Deus, qui culpa offenderis, pœnitentia placaris... A las prostituciones -como las llama la Escritura- en las que cayeron los judíos, se añaden otras nuevas y mucho peores, no de un pueblo al que se prometió el Redentor, sino de lo que nació de su costado, el Cuerpo místico del propio Redentor; o mejor dicho: De aquellos que se llaman a sí mismos católicos, pero que con su infidelidad deshonran a la Esposa del Cordero, como miembros tanto de la Iglesia descendente como de la enseñante. El nuevo Israel no se ha mostrado menos rebelde que el antiguo, y el nuevo Sanedrín romano no es menos culpable que los que hicieron el becerro de oro y lo ofrecieron para la adoración de los judíos. Por eso, si el Profeta amenaza con terribles azotes a los que desobedecieron al Señor sin haber visto al Mesías venidero, ¿cuánto más grandes deben ser las palabras de un Profeta "de los últimos tiempos" ante la rebelión de la humanidad redimida por la Sangre de ese Mesías divino, habiendo podido ver el cumplimiento de las Profecías y la Encarnación de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad? En la dramática crisis que aflige a la Iglesia de Cristo desde hace sesenta años, y que hoy se manifiesta en toda su gravedad, un pusillus grex pide a su Señor que perdone a la humanidad descarriada, cuando la corrupción y la apostasía han penetrado hasta el recinto sagrado y hasta el más alto Umbral. Y es pusilánime porque la mayoría de los que han sido regenerados en el Bautismo y han merecido así ser llamados "hijos de Dios" niegan diariamente las promesas de ese Bautismo, bajo la dirección de mercenarios y falsos pastores.

Piensa en cuántos creyentes, que han crecido en la más absoluta ignorancia de los rudimentos de la Fe, a pesar de haber asistido al Catecismo, están impregnados de doctrinas filosóficas y teológicas heréticas, convencidos de que todas las religiones son equivalentes; de que el hombre no está herido por la culpa original, sino que es naturalmente bueno; de que el Estado debe ignorar la verdadera Religión y tolerar el error; de que la misión de la Iglesia no es la salvación eterna de las almas y su conversión a Cristo, sino la protección del medio ambiente y la acogida indiscriminada de inmigrantes. Pensad en los que, aun cumpliendo los preceptos festivos, no saben que el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor están contenidos en la Sagrada Hostia, y piensan que sólo es un símbolo; pensad en los que están convencidos de que les basta con arrepentirse entre ellos para recibir la Comunión, sin imaginar los tormentos que se ciernen sobre los que reciben indignamente el Cuerpo y la Sangre del Señor. Pensemos en cuántos sacerdotes, cuántos religiosos, cuántas religiosas creen que el Concilio ha traído un soplo de renovación a la Iglesia, o que ha fomentado el conocimiento de la Sagrada Escritura, o que ha permitido a los laicos comprender la liturgia, hasta ahora ignorada por las masas y celosamente custodiada por una casta de eclesiásticos rígidos e intolerantes. Piensa en quienes vieron en ella un faro indestructible contra las tinieblas del mundo, una fortaleza granítica e inexpugnable contra los asaltos de la mentalidad "moderna", de la inmoralidad generalizada, de la defensa de la vida desde su concepción hasta su fin natural. Por último, pensad en la incontenible satisfacción de los enemigos de Cristo al ver a su Iglesia postrada ante el mundo, sus ideologías de muerte, la idolatría del Estado, del poder, del dinero, de los mitos de la falsa ciencia; una Iglesia dispuesta a negar su propio pasado glorioso, a adulterar la Fe y la Moral que le enseñó Nuestro Señor, a corromper su liturgia para complacer a herejes y sectarios: Ni siquiera las más delirantes divagaciones del peor de los masones podrían haber esperado ver hecho realidad el grito de Voltaire: ¡Ecrasez l'infame!

En Adviento nos situamos simbólicamente a las puertas del templo, como el Miércoles de Ceniza en Cuaresma, y observamos desde lejos lo que ocurre en el altar: aquí el Nacimiento del Rey de Israel, allí su Pasión, Muerte y Resurrección. Imaginemos que tenemos que hacer un examen de conciencia antes de ser admitidos en el lugar santo, como adoradores individuales y como parte del cuerpo eclesial. Sólo podemos acercarnos a la adoración del Rey de reyes, del Señor de señores, si comprendemos, por un lado, el Bien infinito que se nos ofrece en pañales en el pesebre, y por otro, nuestra absoluta indignidad, que debe ir necesariamente acompañada del horror de nuestros pecados, del dolor de haber ofendido infinitamente a Dios y del deseo de reparar el mal causado mediante la penitencia y las buenas obras. Y también debemos entender que, como miembros vivos de la Iglesia, también tenemos una responsabilidad colectiva por las faltas de los demás fieles y de nuestros Pastores; y como ciudadanos, tenemos una responsabilidad por las faltas públicas de las naciones. En efecto, la comunión de los santos nos permite compartir con las almas purgantes y con las almas benditas del cielo sus méritos, para equilibrar de manera incomparablemente más eficaz esa "comunión de los malvados" que hace recaer los efectos de sus malas acciones sobre el prójimo, especialmente sobre otras personas enemigas de Dios.

"Venid a mí, que estoy atormentado por el ataque de lobos peligrosos", exclama San Ambrosio. "Venid a mí, que he sido expulsado del paraíso y cuyas llagas hace tiempo que han sido penetradas por los venenos de la serpiente, a mí que me he alejado de vuestros rebaños en esas montañas".

Empezamos a darnos cuenta de que estamos asediados por lobos depredadores: por los que siembran el error, por los que corrompen la moral, por los que propagan la muerte y la desesperación, por los que quieren matarnos en el alma incluso antes de matarnos en el cuerpo. Nos damos cuenta de lo superficiales, estúpidos y orgullosos que hemos sido al dejarnos engañar por las falsas promesas del mundo, de la carne y del diablo; de lo falsas que eran las palabras de quienes, desde la expulsión de nuestros Progenitores, siguen repitiendo las mismas tentaciones, explotando nuestras debilidades, utilizando nuestro orgullo o nuestros vicios para hacernos caer y arrastrarnos con ellos al infierno. Hemos olvidado que hemos sido expulsados del paraíso terrenal, que llevamos las marcas de la mordedura venenosa de la serpiente, que hemos pecado al abandonar el pasto seguro de la verdadera Fe para dejarnos seducir por el mundo, por la carne, por el demonio. Porque si viviéramos con conciencia de nuestra culpa inicial -que además es una culpa colectiva y además hereditaria- y de todo el mal que hacemos y dejamos hacer; si meditáramos sobre nuestra incapacidad para salvarnos si no es con la ayuda sobrenatural que Dios nos concede por la Gracia; si no nos persuadiéramos de que muchas de nuestras acciones son graves ofensas a la Majestad de Dios y de que mereceríamos ser borrados de la faz de la tierra de una manera mucho peor que lo que les ocurrió a los habitantes de Sodoma y Gomorra, entonces ni siquiera necesitaríamos que el Buen Pastor viniera a buscarnos, para abandonar a las noventa y nueve ovejas a salvo en las montañas, donde "los lobos rapaces no pueden atacarlas".

El Santo Obispo añade: "Venid sin perros, venid sin malos trabajadores, venid sin el siervo contratado, que no sabe pasar por la puerta. Ven sin ayudante, sin mensajero", porque los perros, los malos trabajadores y el siervo mercenario son figuras pasajeras, destinadas a perecer, a dispersarse al soplo de la boca de Dios, aunque en este momento parezca que el mundo les pertenece. "Ven, pues, a buscar a tus ovejas, no por medio de siervos, ni de asalariados, sino tú en persona": los siervos infieles nos invitan a ser "resistentes" e "inclusivos", a escuchar el "grito de la Madre Tierra" [5], a someternos a la vacunación con un suero hecho de fetos abortados; el asalariado, "cujus non sunt oves propriæ" (. ...) nos dispersa, nos abandona, no ahuyenta a los lobos feroces y no castiga a los malos trabajadores, sino que los alienta.

¿Por qué, entonces, ha de venir el Señor? ¿Por qué podemos pedirle que "venga en persona"? San Ambrosio responde en la oración citando al salmista: "Porque no he olvidado tus mandamientos" (Sal 118,176). Nuestra obediencia a la voluntad de Dios encuentra perfecta correspondencia -y un ejemplo divino- en la obediencia del Hijo eterno del Padre desde la eternidad de los tiempos, aceptando encarnarse, sufrir y morir por nuestra salvación: "Entonces dije: He aquí que vengo -porque está escrito de mí en el rollo del libro- a hacer tu voluntad, oh Dios" (Hb 10,7). El Señor viene en obediencia al Padre, y nosotros debemos esperar su venida siendo a su vez obedientes a la voluntad de la Santísima Trinidad, "porque no he olvidado tus mandamientos".

La razón por la que podemos estar seguros de que el Señor vendrá tras nosotros, librándonos de la embestida de los lobos y de la mala influencia de los malos obreros y asalariados, es que no debemos olvidar lo que Él nos ha ordenado; no debemos ocupar su lugar decidiendo lo que es bueno y lo que es malo; no debemos seguir a la multitud hacia el abismo por respetabilidad humana o por cobardía o complicidad, sino permanecer como las noventa y nueve ovejas en los pastos seguros de la Santa Iglesia, "pues los lobos rapaces no pueden atacarlas mientras estén en los montes", más cerca de Dios al estar desprendidas de las cosas terrenales. Asimismo, debemos ejercer la Santa Humildad, reconociéndonos pecadores: "ven a buscar a la única oveja descarriada", pues "sólo tú eres capaz de hacer volver a la oveja descarriada y no entristecerás a aquellos de los que te has alejado", es decir, a los católicos de todos los tiempos, que han permanecido fieles, a salvo de los lobos en los altos pastos. "Y ellos también se alegrarán del regreso del pecador".

La oración de San Ambrosio continúa con una expresión muy profunda y significativa: "Recíbeme en la carne que cayó en Adán. Recíbeme, no de Sara, sino de María, para que sea no sólo una virgen inviolable, sino una virgen inmune, por efecto de la gracia, a toda mancha de pecado". En María Santísima, Sancta Virgo virginum, encontramos la Mediadora de todas las gracias: en ella, criatura purísima, se encarnó el Verbo Eterno del Padre, de ella nació el Salvador en el mundo; por ella somos presentados a su divino Hijo, y por sus méritos podemos ser recibidos "en la carne que cayó en Adán", en virtud de la Gracia que nos devuelve la amistad con Dios. Un excelente punto de partida para la meditación en preparación de la Navidad.

Pero hay otra consideración muy importante que San Ambrosio deja al final de su oración: "Llévame a la cruz que da la salvación a los errantes, en la que sólo hay descanso para los cansados, en la que sólo vivirán todos los que mueren". Todo gira en torno a la Cruz de Cristo, se alza en el tiempo y en la eternidad como signo de contradicción, porque nos recuerda que es instrumento de Redención, de salvación para los errantes, de descanso para los cansados, de vida para los moribundos. Una miniatura del siglo XIV de Pacino di Buonaguida [6] propone una imagen muy rara y extremadamente simbólica: el Señor subiendo a la Cruz con una escalera -la scala virtutum- para subrayar la voluntariedad de su sacrificio y la "paradoja" de su doble naturaleza. 


En la iconografía del siglo XVII encontramos una imagen recurrente del Niño Jesús durmiendo en la Cruz (imagen superior que ilustra la nota) [7], una alusión explícita al amor divino y al sacrificio de Cristo. La Navidad y la Pascua están intrínsecamente unidas, de modo que al preparar el Nacimiento del Salvador debemos contemplar siempre como centro y punto de apoyo precisamente la Cruz, en la que se apoya el niño Jesús y sobre la que el Cordero inmaculado sube por una escalera mística. Allí debemos llegar también nosotros, porque sólo en la Cruz encontramos la salvación, en el seguimiento del Señor: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lc 9,23).

"Veni, ut facias salutem in terris, in cœlo gaudium"
"Venid y llevad la salvación a la tierra, la alegría al cielo". 

Que esta sea nuestra invocación durante el tiempo sagrado del Adviento, para prepararnos espiritualmente para las pruebas que nos esperan.


+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
28 de noviembre de 2021
Dominica I Adventus


[1] "Ven, pues, Señor Jesús, busca a tu siervo [Sal 118,176] busca a tus ovejas cansadas. Ven, pastor, busca, como José buscaba las ovejas [Gn 37,14]. Se ha desviado de tus ovejas, mientras te demoras, mientras vagas por las montañas. Deja que tus noventa y nueve ovejas se vayan, y ven a buscar a la única oveja que se ha descarriado [Mt 18,12 ss; Lc 15,4]. Venid sin perros, venid sin obreros malos, venid sin el siervo mercenario, que no sabe pasar por la puerta [Jn 10,1-7]. Ven sin ayudante, sin mensajero. Llevo mucho tiempo esperando tu llegada. Porque sé que vendrás, pues no he olvidado tus mandamientos [Sal 118,176]. No vengas con vara, sino con caridad y con espíritu de mansedumbre [Cor 4,21]". - Sancti Ambrosii Episcopi Expositio Psalmi CXVIII, 22, 28.

[2] Dom Prosper Guéranger, El año litúrgico, I. Adviento - Navidad - Cuaresma - Pasión, trad. it. P. Graziani, Alba, 1959, pp. 21-26.

[3] "Sanctissimus namque Gregorius cum preces effunderet ad Dominum ut musicum donum ei desuper in carminibus dedisset, tunc descendit Spiritus Sanctus super eum, in specie columbæ, et illustravit cor ejus, et sic demum exortus est canere, ita dicendo: Ad te levavi...". - Tropo del Introito del Primer Domingo de Adviento - Cf. https://gregobase.selapa.net/chant.php?id=4654

[4] Littera gesta docet, quid credas allegoria, moralis quid agas, quo tendas anagogia (La letra enseña lo que ha sucedido, la alegoría lo que debes creer, la moral lo que debes hacer, la anagogía el fin al que debes aspirar) - Nicolás de Lira, Postilla in Gal., 4, 3.

[6] Véase https://scriptoriumdaily.com/ladder-at-the-cross/ - Una pintura de la escuela de Giotto con un tema idéntico se encuentra en el Monasterio de Sant'Antonio in Polesine, Ferrara. Véase también de Anna Eörsi, Haec scala significat ascensum virtutum. Observaciones sobre la iconografía de Cristo montado en una escalera - https://arthist.elte.hu/Tanarok/EorsiA/Fulltexts/Idegen/l%E9tra_a.htm

[7] Véase, por ejemplo, el cuadro de Guido Reni, Niño Jesús dormido en la cruz, óleo sobre lienzo, c. 1625.


sábado, 27 de noviembre de 2021

SACRILEGIO: “CRUCIFIJO CLIMÁTICO” EN LA CATEDRAL DE SALFORD

Se están burlando de Nuestro Señor otra vez…


Los modernistas del novus ordo que ocupan nuestras hermosas Iglesias Católicas romanas nunca se quedan sin ideas para profanar lo sagrado. Basta recordar el repugnante y blasfemo “Reloj de Jesús” perpetrado por el “obispo” Hermann Glettler de Innsbruck, o el no menos blasfemo “crucifijo” de la capilla del seminario de Graz. Ambos ejemplos proceden de Austria, uno de los semilleros de “arte” y arquitectura sacrílegos de Europa.

El ejemplo actual de ridiculizar y humillar a Nuestro Amado Salvador Jesucristo proviene de la diócesis de Salford, Inglaterra.

Sin embargo, esta abominación se encuentra no sólo en cualquier iglesia dentro de la diócesis. Se muestra ¡en la Catedral de San Juan Evangelista! Así es, ¡está en exhibición destacada en la propia iglesia del “obispo” novus ordo de Salford! (El nombre de ese hombre es John Stanley Kenneth Arnold, por cierto, designado para el puesto nada menos que por Francisco.)

La fuente de esta imagen es la página de Facebook de la Catedral de Salford. Se publicó el 19 de noviembre de 2021 y su título dice:

Si ha visitado la Catedral de Salford en las últimas semanas, es posible que haya notado esta escultura de crucifijo en el antiguo baptisterio. La escultura fue colocada por CAFOD coincidiendo con la COP26; para enfatizar las acciones de base dirigidas por las parroquias que hemos tomado para apoyar al obispo John en sus esfuerzos por preservar nuestra casa común.

El crucifijo se hizo con materiales locales reutilizados: madera de paletas y madera flotante del río Irwell. Es una representación de cómo grandes cambios pueden comenzar a nivel parroquial, cuando las comunidades se unen para actuar.

(Fuente)

“COP26” es una referencia a la reciente conferencia sobre el clima celebrada recientemente en Glasgow, Escocia, en la que el “papa” Francisco incluso desempolvó por un momento la creencia en el juicio de Dios en su “carta apostólica” a los católicos de Escocia en inglés aquí.


La religión ecoclimática está en pleno apogeo en la tierra novus ordo, donde el culto al Crucificado ha sido reemplazado hace ya mucho tiempo por el culto a la “madre tierra”.


Novus Ordo Watch


EL BENEFICIO DE LOS RETIROS SEGÚN EL ARZOBISPO LEFEBVRE

“Junto con la vida litúrgica, la meditación diaria y la lectura espiritual, los retiros son una forma de nutrir la vida espiritual y de dar mayor fervor al alma”. Arzobispo Lefebvre


Quiero que midan el beneficio de los ejercicios espirituales y las gracias que fluyen de ellos, en primer lugar porque los mismos Papas lo han dicho una y otra vez. Es cierto que quienes han seguido estos ejercicios quedan marcados por ellos durante muchos años, a veces durante toda su vida, en particular quienes han descubierto allí su vocación. No solo es deseable, sino esencial meditar verdaderamente en un retiro y encontrar a Dios de nuevo en su alma, en su espíritu, por la gracia que está en nosotros. Nuestro Señor mismo nos ha mostrado el ejemplo. Si bien no necesitaba retirarse en absoluto, pasó cuarenta días y cuarenta noches en el desierto.

Para santificarnos, debemos retirarnos al silencio. Recordemos que nuestra vida espiritual es mucho más importante que nuestra vida temporal, que nuestra vida corporal. Ahora nuestra inteligencia, nuestro corazón, nuestra imaginación están avergonzados por las cosas de este mundo, por los negocios, por nuestra familia, etc. Por supuesto, no debemos descuidar todo esto, pero debemos poner todo en su lugar. Y el primer lugar debe ser para Dios. Dios debe ser nuestro primer amor. Y esto es válido incluso para las personas casadas, incluso para las personas del mundo. Ellos también deben tomar retiros [para volver a poner todo en su lugar].

El salmista nos invita a hacerlo: “me he mudado, me he ido a la soledad para encontrar a Dios” [1]. Nuestro Señor mismo dijo a la mujer samaritana: “Dios es espíritu, y es en espíritu y en verdad que debemos adorarlo” [2]. Nuestro Señor le dijo esto a la mujer samaritana antes de descubrir su cualidad de mesías.


Meditación sobre las grandes verdades

¿Por qué necesitáis tomar un tiempo para alejaros del mundo? Reflexionaréis sobre el gran don que Dios os dado al daros un alma, y ​​sobre todo recibiréis la luz de la gracia. Reflexionaréis sobre qué es la eternidad en relación con el tiempo, qué es el espíritu en relación con la materia, qué es Dios en relación con vosotros, pobres criaturas. Reflexionaréis sobre el que es todo, como tan bien dijo Nuestro Señor a santa Catalina de Siena, y sobre el que no es nada [3]. Así reflexionaréis sobre quién es vuestro todo, y sobre qué sois, es decir, nada. No sois nada porque sólo sois una criatura y una criatura pecadora. Entonces reflexionaréis sobre el gran amor de Nuestro Señor Jesucristo por vosotros, sobre este inmenso amor que os ha sido dado por el bautismo, por todos los sacramentos que habéis recibido, gracias a su Cruz, por su sangre que os ha redimido. Pensaréis en estas cosas y la luz descenderá sobre vosotros. Y esta luz, ¿qué es sino nuestro mismo Señor Jesucristo?


Los retiros de San Ignacio

Todos necesitamos enfrentarnos de vez en cuando a nuestros últimos fines, a la gravedad del pecado, a los peligros del infierno, y debemos pensar seriamente en ello. La contemplación de los últimos fines puede provocar en nosotros el miedo servil, es decir, el miedo del esclavo, del que tiene miedo al pensamiento del infierno, y que por ello, se aleja del infierno para intentar seguir los mandamientos. Pero no es sólo el temor servil lo que debemos despertar en nosotros, sino también el temor filial.

Y es cierto que en el retiro de San Ignacio también se despierta en el alma esta otra forma de miedo. Porque no debemos reducir los ejercicios de San Ignacio a las meditaciones del primer día, sobre los últimos fines. También hay que mirar todo lo que sigue. Uno se da cuenta de que después de la consideración de los últimos fines de la primera semana, uno tiene la contemplación de todos los misterios de Nuestro Señor Jesucristo, que son admirables y que todos incitan a amar a Nuestro Señor, a tener un apego indefectible a Dios que vino a salvarnos en la persona de Nuestro Señor Jesucristo. Estas tres últimas semanas de ejercicios son magníficas.

Lo que llama la atención de un retiro de San Ignacio es la síntesis. Toda la filosofía, toda la teología, la Sagrada Escritura, la vida de Nuestro Señor Jesucristo, la cristología se reúnen en el espacio de seis días. Entonces la gente ve su propia vida en pocas palabras. Se les habla de los últimos fines, de los misterios de Nuestro Señor Jesucristo, se les da a conocer la vida divina que hay en ellos, se les habla de la vida cristiana, y luego de las obligaciones que se derivan de ella si quieren seguir siendo cristianos. En el espacio de seis días, se pone ante sus ojos esta síntesis, que nunca habían tenido en ese grado. Habían oído hablar de los últimos extremos. Una vez, alguien les habló del infierno... seis meses después, otro del purgatorio... tres meses más tarde, otro del cielo... y oyeron, por supuesto, hablar de la gracia de Nuestro Señor... pero no tenían esta visión general desvelada ante ellos. Así, el retiro les plantea realmente la grave cuestión del sentido de su existencia, les muestra lo que está en juego en su futuro y, en consecuencia, les comunica las convicciones que han de tener y les indica la vida que han de llevar. ¿Queréis vivir la vida cristiana tal y como Dios la quiso, tal y como Nuestro Señor la instituyó?


La forma de recuperar el fervor

No estoy en absoluto en contra de los ejercicios de San Ignacio, pero creo que no es el único método para predicar los retiros. Por ejemplo, la meditación sobre Dios, sobre la Santísima Trinidad hace que uno se dé cuenta de la grandeza, de la omnipotencia de Dios y eso también hace temblar un poco. En la medida en que estemos apegados a Dios, debemos llegar a decir: No es posible que yo pueda desagradar al buen Dios; Dios es tan grande, tan bueno, tan misericordioso, tan presente en mí que no puedo lastimarlo. Y entonces temblamos ante la idea de que podamos hacer algo que le desagrade, que no esté de acuerdo con su voluntad, y más aún ante la idea de cometer un pecado grave, pues consumaría la ruptura con Dios. Tendría que ser inconcebible, casi imposible, ya que estamos tan ansiosos por ajustarnos a su voluntad.

Entonces, creo que esta meditación sobre la grandeza, la omnipotencia de Dios también nos impulsa a alejarnos del pecado, de todo aquello que pueda desagradar a Dios, y que, por lo tanto, tiene prácticamente los mismos efectos que los ejercicios de San Ignacio, que nos hacen meditar más en el infierno y en los últimos extremos.

Si algo cuenta en estos retiros para quienes vienen a buscar la luz y la fuerza para continuar su vida cristiana, es recibir del sacerdote la absolución de sus pecados y la gracia que debe permitirles ser fuertes ante los obstáculos y cumplir siempre con sus deberes cristianos. ¡Cuántas personas han redescubierto su fe, fervor y devoción durante estos retiros!

Es durante los retiros cuando se puede velar por la salvación del alma durante unos días de reflexión y oración. Aquí es donde realmente se practica la vigilancia que pide Nuestro Señor.

En los retiros, las almas suelen encontrar realmente el espíritu de la oración, la gente vuelve a poner a Nuestro Señor en el lugar que le corresponde en su vida.

Arzobispo Marcel Lefebvre

(Vida espiritual , págs. 319 a 322)


Notas al pie:

1) Sal 54,8

2) Jn 4:24

3) Bx Raymond de Capoue, Vida de santa Catalina de Siena, Pierre Téqui, 2000, 1ª parte, cap. 10, pág. 93.




CUANDO LAS MONJAS SON PERSEGUIDAS: LECCIONES DE LA CLANDESTINIDAD RUSA

¿Cómo pueden las Monjas o Hermanas defenderse? ¿Qué pueden hacer? ¿Están indefensas a merced de las autoridades de la Iglesia que las quieren borrar de la faz de la tierra?

Por Peter Kwasniewski


Aquellos que han estado prestando atención al creciente ataque a la vida Religiosa Contemplativa y a las Comunidades Religiosas Tradicionales (un ataque extremadamente bien documentado por Hilary White: vea este artículo reciente) pueden preguntarse: ¿Qué puede acabar con este mal? ¿Cómo pueden las Monjas o Hermanas defenderse? ¿Qué pueden hacer? ¿Están indefensas a merced de las autoridades de la Iglesia que las quieren borrar de la faz de la tierra?

La respuesta a la primera pregunta es sombría: es muy poco lo que se puede hacer con respecto al ataque que está en marcha en este momento, y, salvo una intervención divina dramática, el auge del Vaticano las reducirá. Se intentará desacreditar, disolver y dispersar las Comunidades Tradicionales, especialmente las Carmelitas Contemplativas que son el “corazón” de la Iglesia. A la segunda pregunta, las Monjas pueden defenderse apelando a varios Dicasterios en defensa de su carisma centenario y consecuentemente aprobado, pidiendo la intervención de cardenales amistosos y otras personas influyentes, incluso pidiendo directamente al papa que haga excepciones para ellas.

Pero digamos que estas rutas no entregan las mercancías, y llega un decreto que dice: "Tu monasterio ha sido cerrado". O: "Enviaremos a fulano de tal como superior interino hasta que se hayan resuelto los problemas que descubrimos". ¿Entonces que?

Existe una estrategia que ha funcionado antes durante tiempos de persecución en la historia de la Iglesia. Y seamos claros al respecto: se está produciendo una persecución, esta vez no del Estado, como en la supresión de los Monasterios por Enrique VIII o el salvajismo de la Revolución Francesa, sino de los eclesiásticos que se atreven, con orgullo diabólico, a poner sus violentas manos en la niña de los ojos de Dios. Esta estrategia tiene como objetivo preservar la realidad del carisma y la forma de Vida Tradicional sacrificando temporalmente algunas de sus manifestaciones externas. El paso se da por obligación y, por lo tanto, no cuenta a los ojos de Dios como un abandono reprobable de estas manifestaciones externas; de hecho, se dejan de lado precisamente para seguir adhiriéndose a lo que significan.

El presupuesto más básico es que las posesiones materiales de la comunidad, incluidos sus terrenos y edificios, deben ser propiedad de una organización laica, de modo que ninguna entidad religiosa, diocesana o de otro tipo, pueda echar mano de ella como su "botín de guerra".

Suponiendo que esto sea así, las monjas no tienen que ceder ante demandas injustas de modernización, federaciones forzadas, etc. En cambio, voluntariamente “disuelven” la Comunidad quitándose sus hábitos religiosos. El lugar ya no se llamará Convento o Monasterio; los letreros, carteles y membretes a este efecto habrán desaparecido. Las Monjas adoptan una forma de vestimenta laica simple que sugiere un hábito religioso, y permanecen en sus edificios, viviendo exactamente la misma vida de oración y penitencia personal y litúrgica que vivían antes.

El Monasterio se ha convertido así, a la vista del mundo, en un centro en el que mujeres con ideas afines persiguen voluntariamente un interés común. No es más que un grupo de devotas laicas que han formado lo que podría llamarse una "casa de oración", contra la cual no hay prohibiciones ni en la ley civil ni en la canónica. Ni siquiera tienen que pedir ser “una asociación de fieles” (consociationes christifidelium). No necesitan tener ningún estatus. Simplemente hacen lo que siempre han hecho, pero sin las etiquetas. Saben en su corazón que todavía son Monjas.

La “pieza” más importante en este escenario es la disponibilidad de un Sacerdote de mentalidad Tradicional que pueda servir como su Capellán. Si las Monjas están ubicadas en una Diócesis con un obispo favorable, ese obispo sin duda podría encontrar o nombrar un Sacerdote adecuado para servir en esta capacidad, o dar la bienvenida a un Sacerdote de otro lugar que tenga los antecedentes necesarios. Si las Monjas están ubicadas en una Diócesis con un obispo hostil o un obispo que, cediendo bajo la presión del Vaticano, se niega a darles un Capellán a estas mujeres, entonces será el momento de dar un paso más radical: las Monjas tendrían que encontrar su propio Capellán -probablemente un “Sacerdote Cancelado”- quien, aunque carezca oficialmente de facultades, sabe con la conciencia limpia y un registro impecable que ha sido cancelado de forma ilícita e inválida, por lo que es libre de entregarse a esta importante obra. Ese es el peor de los casos, pero en nuestros tiempos puede ser necesario, hasta que el papa y la curia romana revierta su curso autodestructivo, y / o hasta que el ordinario local comprenda la necesidad de actuar sin miedo en beneficio de su rebaño, independientemente de la intimidación desde arriba [1].

En el peor llega de los casos, la Vida Religiosa puede pasar a la clandestinidad. Hace unos años leí un libro increíblemente inspirador llamado Everyday Saints sobre Monjes y Monjas ortodoxos rusos, con mucha atención a sus sufrimientos y supervivencia bajo los comunistas [2].  Eran inteligentes sobre cómo manipular, engañar o confundir a las autoridades; y cuando se les acabó la suerte, supieron disfrazarse, pasar a la clandestinidad y continuar su vida bajo las mismas narices de sus perseguidores. Cuando cayó el comunismo, se descubrió que ciertos Monjes y Monjas habían mantenido su vida intacta y la habían transmitido a nuevos miembros a lo largo de décadas de represión oficial.

El mejor capítulo a este respecto es “La verdadera historia de la madre Frosya”, del que ahora compartiré algunos extractos.
En una casita de la calle Lesnaya en Diveyevo donde se guardaban las reliquias de San Serafín, vivía una Monja llamada Margarita. Excepto que durante muchos, muchos años nadie supo que ella era una monja en secreto. Todo el mundo la llamaba Madre Frosya o simplemente Frosya. Ella era tan vieja como el siglo mismo. Cuando la conocí en febrero de 1983 en mi primer viaje a Diveyevo, ella acababa de cumplir ochenta y tres años.

El “monacato secreto” es algo que comenzó a suceder durante las persecuciones a la Iglesia del siglo XX. Habiendo recibido votos monásticos en secreto, los Monjes y Monjas permanecerían viviendo en el mundo, usarían ropa secular normal y trabajarían en instituciones seculares normales, mientras cumplían estrictamente todos sus votos monásticos en secreto. Sólo un padre confesor o un padre espiritual sabría de sus votos y de sus nuevos nombres….

Todos pensaron que la Madre Frosya simplemente había sido una vez novicia en el antiguo Monasterio. Y si personas curiosas le hicieran preguntas sobre su pasado, la Madre Frosya respondería con toda sinceridad que hubo un tiempo en que fue novicia en el Monasterio de Diveyevo.
Solo se vio obligada a revelar su verdadero nombre monástico a principios de la década de 1990, con la bendición de la Abadesa Sergia, la primera Abadesa nombrada del Monasterio resucitado de Diveyevo, al que la Madre Frosya se mudó durante los últimos tres años antes de su muerte. Pero hasta ese momento todo el mundo la llamaba Frosya [3].

La propia Madre Frosya describe cómo fueron los hechos cuando los soldados soviéticos vinieron a expulsarlas del Monasterio en septiembre de 1927 y luego destruyeron sus edificios:
Una semana más tarde, antes de las últimas Vísperas de la Noche, tocamos todas las campanas, sonando todas sus campanadas, todas, dejándolas sonar por última vez. Los llamamos y los llamamos, y luego dijimos nuestro Servicio Divino. ¡Entonces fuimos esparcidas como pajaritos, esparcidas por el viento! Así como así, bajo la lluvia torrencial. ¡La policía vino y nos echó a la calle a patadas! ¡Señor! Lo recibíamos de todas partes: de la gente por un lado y de Dios por el otro. ¡Oh, Reina del Cielo!

¿Qué podíamos hacer? Ya nos era imposible llevar los hábitos de Monjas. Las autoridades lo habían prohibido. Entonces tuvimos que usar ropa secular. Y todos los iconos estaban prohibidos. En su lugar, nos obligaron a poner fotografías de Lenin. ¡Ninguna de nosotras estaría de acuerdo con eso! ...

El segundo día se llevaron a nuestra Madre Superiora a la cárcel. Y nos dispersamos por todas partes. Había un Obispo allí en secreto, y nos dijo a todas: “Os echaron del Monasterio. Pero no os hemos liberado de vuestros votos monásticos”…

Era el año 1937. Yo y varias de las otras monjas todavía vivíamos cerca del Monasterio. Estaba aquí mismo, en la calle Kalganovka. Y al otro lado de la calle también había casitas en las que vivían Monjas… [4]
Cuenta cómo las Monjas finalmente fueron detenidas y enviadas a un campo de trabajo, acusadas de ser "vagabundas":
¡Nos registraron! ¡Nos quitaron todo! ¡Se llevaron nuestras cruces! ¡Señor, perdónalos! Oh, Madre de Dios... Un policía me arrancó la cruz del cuello, luego la tiró al suelo y la pisoteó, ladrándome: "¿Por qué llevas eso?" Sabes, cuando se estaban llevando nuestras cruces, el sentimiento que tuve: ¡era como si nuestro Señor y Salvador mismo estuviera crucificado, sufriendo y soportándolo todo él mismo! ¡Se llevaron nuestras cruces! ¿Como pudieron? ¡Fue tan horrible!

¿Y entonces que? ¿Cómo podríamos vivir sin nuestras cruces? Bueno, en aquellos días nos pusieron a trabajar como costureras, usando algodón uzbeko recolectado localmente. Tenían estas ramitas en forma de tenedor, esas bolas de algodón, y si las cortabas un poquito eran como pequeñas cruces. Así que todas nos hicimos pequeñas cruces. Pero luego fuimos con nuestras cruces improvisadas a la casa de baños de la prisión. Algunas de las mujeres allí nos delataron a los jefes: "¡Esas monjas están usando cruces otra vez!" Pero no se molestaron en quitarnos nuestras pequeñas cruces caseras. No tenía sentido. Llévenselas y haremos otras nuevas….

Algunas de nuestro grupo habían estado en el coro. Y así, a veces nos reuníamos en los tablones superiores de la prisión y simplemente cantábamos en voz baja el himno de la Anunciación: "La Voz del Arcángel". Varias de ellas se sabían todo de memoria, los servicios de la iglesia, los Akathistas, así que no importaba que no nos dejaran tener ningún libro. Sí, se llevaron todos nuestros libros sagrados [5].
El escenario de pesadilla de la destrucción total de los monasterios por un régimen político ateo aún no está sobre nosotros. Si la Madre Frosya y otras cuarenta Monjas en prisión pudieron continuar su vida religiosa, tanto más se puede continuar en cualquier lugar del mundo donde la gente todavía sea libre de asociarse, perseguir un interés común y vivir bajo el mismo techo.

El autor de Everyday Saints, Archimandrita Tikhon, escribe sobre su experiencia de visitar a las Monjas secretas en la década de 1980, al final del comunismo, y cuando el monasterio de Diveyevo todavía estaba en ruinas (posteriormente fue gloriosamente reconstruido):
El Padre Bonifacio se dirigía a Diveyevo para dar la Comunión a unas pocas Monjas ancianas que aún vivían en los alrededores del Monasterio, algunas de las últimas que aún viven en nuestra época de las mil personas que alguna vez habitaron el convento prerrevolucionario... El padre Bonifacio trató de vestirse de manera que nadie sospechara jamás que era un Sacerdote: guardando cuidadosamente los pliegues y dobleces de su sotana debajo de su abrigo, y escondiendo su larguísima barba en su gruesa bufanda y cuello vuelto...

En una choza destartalada en las afueras de Diveyevo vi algo que nunca podría haber imaginado ni en mis sueños más radiantes. Vi viva a la Iglesia Radiante, invencible e infatigable, joven y alegre en la conciencia de su Dios, nuestro Pastor y Salvador… Y lo que es más, el servicio religioso más hermoso e inolvidable de mi vida tuvo lugar entonces, no en una magnífica gran catedral, no en una gloriosa iglesia antigua santificada por la edad, sino en un edificio anodino en el centro comunitario de Diveyevo, en el número 16 de Calle Lesnaya. Ni siquiera era una iglesia, sino una antigua casa de baños convertida de alguna manera en una vivienda comunitaria.

Cuando llegué por primera vez con el padre Bonifacio, vi una habitación pequeña y lúgubre atestada por una docena de ancianas, la más joven de las cuales no podía tener menos de ochenta años, mientras que las mayores definitivamente tenían más de 100 años. Todas iban vestidas con sencillas y viejas ropas de campesinas y con pañuelos. Ninguna de ellas vestía hábito ni ningún tipo de vestimenta monástica o eclesiástica. Por supuesto, estas no eran Monjas, solo simples ancianas... Eso es lo que cualquiera hubiera pensado, incluyéndome a mí, si no hubiera sabido que estas ancianas eran de hecho algunas de las confesoras de nuestra fe más valientes de la actualidad, verdaderas heroínas que habían sufrido torturas y décadas en cárceles y campos de concentración por causa de sus creencias. Y sin embargo, a pesar de todas sus ordalías, su lealtad espiritual y su fe inquebrantable en Dios solo habían crecido….

Mientras el padre Bonifacio y las ancianas intercambiaban saludos, miré a mi alrededor. En las paredes colgaban iconos en marcos ceremoniales antiguos, tenuemente iluminados por lámparas parpadeantes ... Mientras tanto, comencé a prepararme para el servicio de la Vigilia. Me quedé sin aliento cuando las Monjas empezaron a salir de sus escondites secretos y dejaron en la mesa de madera, toscamente ensamblada, auténticos artefactos pertenecientes al mismo San Serafín. Aquí estaba la estola de su vestidura eclesiástica; allí estaba su pesada cruz de hierro con gruesas cadenas, usada para la mortificación de la carne, un guante de cuero y la antigua olla de hierro fundido en la que el santo había cocinado su comida. Después de la Revolución, cuando el Monasterio fue saqueado y destruido, estas santas reliquias habían sido transmitidas de hermana a hermana por las Monjas del Monasterio de Diveyevo.

Después de ponerse los ornamentos, el padre Bonifacio pronunció el discurso sacerdotal que da inicio al servicio de la Vigilia. Las Monjas inmediatamente se animaron y comenzaron a cantar. ¡Qué coro tan divino y absolutamente asombroso eran! ... Estas increíbles Monjas cantaron todo el servicio virtualmente de memoria. Muy raras veces alguna de ellas miraba los gruesos libros viejos, para lo cual necesitaban usar no solo anteojos, sino gigantescas lupas con mangos de madera. Habían corrido el riesgo de muerte o castigo diciendo este servicio en campos de concentración y prisiones y lugares de exilio. Lo dijeron incluso ahora, después de todos sus sufrimientos, aquí en Diveyevo, instalándose en sus miserables casuchas en las afueras de la ciudad. Para ellas no era nada inusual y, sin embargo, para mí, apenas podía entender si estaba en el Cielo o en la Tierra.

Estas ancianas Monjas poseían una fuerza espiritual tan increíble, tanta oración, tanto valor, tanta modestia, bondad y amor, y estaban llenas de tanta fe, que fue entonces, en ese maravilloso servicio, cuando comprendí que ellas, con su fe, triunfarían sobre todo: sobre nuestro gobierno impío a pesar de todo su poder, sobre la falta de fe de este mundo y sobre la propia muerte, a la que no temían en absoluto [6].


Por supuesto, se podrían contar muchas historias similares de la Tradición Occidental. Cito extensamente la historia de la Madre Frosya porque está tan cerca de nuestro tiempo, se refiere a mujeres que continuaron viviendo su vida monástica en las circunstancias más atroces y a pesar de los obstáculos más numerosos, y porque, finalmente, la mentalidad y las acciones de los perseguidores "católicos" de la Vida Religiosa Tradicional son extraña y enfermizamente parecidas a las de los comunistas. Cuanto antes reconozcamos esto, antes desarrollaremos un realismo saludable y una determinación valiente sobre cómo proceder.


Foto superior: El Monasterio de Diveyevo a principios del siglo XX. Aquí fue donde la Madre Frosya comenzó su vida monástica.

Ultima Foto: El Convento de Diveyevo, reconstruido después de su destrucción parcial por los soviéticos. Aquí fue donde la Madre Frosya terminó su vida a fines del siglo, con décadas de monaquismo oculto en el medio.


Notas al pie:

[1] Este invierno, tengo un folleto de Sophia Institute Press, “True Obedience in the Church: A Guide to Discernment in Challenging Times” (La verdadera obediencia en la iglesia: Una guía para el discernimiento en tiempos difíciles), que abordará con mayor detalle algunos de los temas canónicos involucrados. Se puede escuchar una forma más compacta el argumento en la conferencia que di en la Conferencia de Identidad Católica en octubre de 2021 (en inglés aquí).

[2] Sí, soy consciente de que algunos de los ortodoxos rusos estaban en connivencia con los comunistas y que hicieron cosas horribles (o permitieron que se hicieran) a los católicos griegos y católicos romanos, etc. Pero tengamos la justicia reconocer la grandeza del testimonio y la resistencia que han dado también tantos ortodoxos. Cualquiera que lea este libro podrá verlo y se sentirá inspirado por él.

[3] Everyday Saints, 223–24.

[4] Everyday Saints, 239–40.

[5] Everyday Saints, 241–42. Toda la sección sobre Madre Frosya (págs. 217–51) es uno de los relatos más conmovedores y encantadores de una heroína contemporánea del cristianismo que jamás haya leído.

[6] Everyday Saints, 218-21.


One Peter Five