El “cancelado” sacerdote James Altman ha condenado a los obispos estadounidenses por "traicionar a su rebaño al privarlos de la gracia sacramental", en una entrevista exclusiva con LifeSiteNews.
Altman se sentó con el corresponsal Jim Hale, para discutir su reciente suspensión por parte del obispo William Patrick Callahan de la Diócesis de La Crosse, Wisconsin, y dijo que los obispos han abandonado a su rebaño y han dejado a sus hijos hambrientos.
"¿Qué tipo de padre no alimenta a sus hijos?" preguntó. "¡Dejan que su gente muera de hambre!"
Altman es más conocido por su mensaje de video "No se puede ser católico y demócrata", que entregó el año pasado antes de las elecciones presidenciales de 2020.
En el video, que se volvió viral, el padre Altman habló en contra de aquellos que dicen ser católicos devotos mientras apoyan a los políticos del Partido Demócrata a favor del aborto, como el ahora presidente Joe Biden.
Por esto, y a pesar del fuerte apoyo público de los católicos conservadores y tradicionales, Altman fue amenazado primero con sanciones canónicas por el obispo Callahan y luego se le pidió que renunciara.
Cuando se negó a hacerlo, Callahan lo suspendió.
Altman compartió su terrible experiencia con Hale, incluido el tener que mudarse de casa con sus padres ancianos, ambos en sus 90. También arrojó algo de luz sobre su estado canónico actual.
“Ser cancelado no significa que no seas sacerdote”, dijo. “Soy un sacerdote para siempre, todo sacerdote que ha sido cancelado es un sacerdote para siempre”.
Apeló a Roma, pero el proceso podría llevar un año o más. Mientras tanto, describió su estado como un "limbo" canónico.
Altman tiene muy claro que aún puede atender a las almas.
“Puedes atender la necesidad sacramental [de cualquiera]”, dijo. “Puedes y debes cuidar de sus almas eternas”.
Altman condenó a los obispos por cerrar iglesias y negar los sacramentos a los fieles, lo que tuvo lugar en todo el país durante los cierres ordenados por el gobierno.
“La mayor desgracia de los obispos durante los últimos 18 meses ha sido que negaron a las personas el acceso a la gracia sacramental y pusieron en peligro sus almas eternas”, dijo. “La gente se preocupa por mis modales y tono, pero yo estoy un poco preocupado por las almas eternas... ellos también deberían estar un poco más preocupados por las almas eternas, ¡y no lo están!”
Fue aún más lejos al condenar a los obispos y los acusó de traicionar su oficio y su rebaño.
Altman explicó que los fieles se han sentido cada vez más abandonados por sus pastores, y él dice que es la razón por la que se dirigen a él, y por qué los obispos, a quienes llamó “falsos pastores”, lo critican.
“Por eso no les agrado, porque simplemente los señalo”, dijo. “¿Y sabes qué? El rebaño lo sabe. Por eso hasta se molestan en escucharme. Hay 37.500 sacerdotes en los Estados Unidos, ¿por qué alguien querría escucharme?”
“Porque saben que les estoy hablando a ellos mismos con el alma cuando se sienten abandonados por estos falsos pastores”.
Debido a su suspensión actual, Altman ahora no puede celebrar la misa públicamente en su propia parroquia de Saint James the Less en La Crosse, ni en cualquier otro lugar.
Señaló un sorprendente contraste en la actitud de la jerarquía estadounidense y comparó el duro trato que él recibió comparado con la indulgencia mostrada hacia los notorios depredadores homosexuales en la Iglesia.
“Ellos no laicizaron a los abusadores de niños”, dijo.
Altman opinó que la jerarquía misma tiene muchos depredadores homosexuales entre sus filas, lo que explica por qué estos 'sacerdotes' están protegidos. Se refirió a una estimación del activista lgbt, el padre James Martin, que hasta el 40% de los sacerdotes en los Estados Unidos podrían ser homosexuales.
“Si fuera el 40%, no me sorprendería; si fuera del 80%, no me sorprendería”, dijo James Martin a CBS en marzo de este año.
Altman argumentó que un alto porcentaje de depredadores en el episcopado podría explicar por qué tantos sacerdotes abusadores están protegidos.
“Los obispos han protegido a tantos y encubierto a tantos porque, en esencia, se están encubriendo a sí mismos”, dijo.
Respecto a la posibilidad de que James Martin fuera nombrado cardenal en el futuro, Altman comentó que “no le extrañaría que el actual obispo de Roma lo hiciera”, y mencionó el caso del ex cardenal McCarrick, abusador en serie.
"El obispo de Roma es amigo de McCarrick, y todos sabemos sobre McCarrick", dijo.
También se refirió al fallecido cardenal Danneels, que fue grabado en una cinta instando a las víctimas de abuso sexual a guardar silencio.
Luego, Hale le pidió a Altman que comentara sobre la injusticia que se le hizo y el daño que se hizo a sus feligreses cuando lo sacaron de su parroquia.
“Lo que la gente necesita entender es que los obispos no se preocupan por ellos, no son padres”, dijo Altman.
Hablando de su propio obispo diocesano, Altman argumentó que el hecho de que el obispo le quitara las facultades era una prueba de que no se preocupaba por él ni por su rebaño.
“Él no se preocupa por mí, o nunca me habría separado de mi familia; y no le importa mi familia parroquial o no les habría arrebatado a su padre”, dijo.
Altman luego reiteró su condena del cierre de iglesias por parte de los obispos estadounidenses el año pasado.
“¿Qué tipo de padre no alimenta a sus hijos?” preguntó. “¡Dejan que su gente muera de hambre!”
El sacerdote explicó que lo que lo mantiene en marcha es el conocimiento de que Dios permite la injusticia y que el crucifijo es un recordatorio de ese hecho.
“Todo es para la salvación de las almas”, dijo, citando al obispo Athanasius Schneider. “No temo a la mitra, lo que temo es estar un día delante de Jesús”.
Citó al cardenal Raymond Burke, quien dijo una vez : “Cuando muera, compareceré ante el Señor para dar cuenta de mi servicio como obispo, no ante la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB)”.
El enlace para ver el reportaje (en inglés) aquí.
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