domingo, 14 de julio de 2019

¿POR QUÉ EL CELIBATO SACERDOTAL?

El celibato sacerdotal ha sido custodiado por la Iglesia durante siglos como una joya brillante, y conserva su valor sin disminuir, incluso en nuestra época en que las perspectivas de los hombres y el estado del mundo han sufrido cambios tan profundos.

Totalmente de acuerdo con esta misión, Cristo permaneció durante toda su vida en estado de celibato, lo que significó su total dedicación al servicio de Dios y los hombres. Esta profunda preocupación entre el celibato y el sacerdocio de Cristo se refleja en aquellos cuya fortuna es compartir la dignidad y la misión del Mediador y el Sacerdote eterno; este compartir será más perfecto cuanto más libre esté el ministro sagrado de los lazos de carne y hueso 1
.

El celibato consagrado de los ministros sagrados en realidad manifiesta el amor virginal de Cristo por la Iglesia, y la fecundidad virginal y sobrenatural de este matrimonio, por el cual nacen los hijos de Dios, “no de sangre, ni de la voluntad de la carne” 2  3

La consagración a Cristo bajo un título adicional y elevado como el celibato evidentemente otorga al sacerdote, incluso en el campo práctico, la máxima eficiencia y la mejor disposición de la mente, mental y emocionalmente, para el ejercicio continuo de una perfecta caridad 4. Esta caridad le permitirá gastarse totalmente por el bienestar de todos, de una manera más completa y concreta 5. También, obviamente, él dispone de una mayor libertad y flexibilidad en las garantías pastorales 6 , en su presencia activa y viva en el mundo, a la que Cristo le ha enviado 7 para que él pueda pagar completamente a todos los hijos de Dios la deuda que se les debe 8.

Se nos quiere hace creer que la abolición del celibato eclesiástico aumentaría considerablemente el número de vocaciones sacerdotales... Las causas de la disminución de las vocaciones al sacerdocio se encuentran en otros lugares, por ejemplo, en el hecho de que los individuos y las familias han perdido su sentido de Dios y de todo lo que es santo, su estima por la Iglesia como la institución de la salvación a través de la fe y los sacramentos.


Tomado de la Encíclica Sacerdotalis Caelibatus del Papa Pablo VI.


Notas al pie


1 - Ver Decreto sobre el Ministerio Sacerdotal y la Vida , núm. 16: AAS 58 (1966), 1015-17 [TPS XI, 461-62].

2 - Jn 1, 13.

3 - Ver Constitución dogmática sobre la Iglesia , n. 42: AAS 57 (1965), 48 [TPS X, 388]; Decreto sobre el ministerio sacerdotal y la vida , n. 16: AAS 58 (1966), 1015-17 [TPS XI, 461-62].

4 - Ver Concilio Vaticano II, Decreto sobre la formación para el sacerdocio , núm. 10: AAS 58 (1966), 719-20 [TPS XI, 23-24].

5 - Ver 2 Cor 12.15.

6 - Ver Decreto sobre el Ministerio Sacerdotal y la Vida , núm. 16: AAS 58 (1966), 1015-17 [TPS XI, 461 -62].

7 - Ver Jn 17. 18.

8 - Ver Rom 1. 14.


Tradition, Family and Property

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