“El teólogo que no reza y que no adora a Dios termina ahogado en el más repugnante narcisismo, que es una enfermedad eclesiástica”, sentenció Bergoglio a estudiantes de esta rama de la filosofía.
Jorge Mario bergoglio hizo esta consideración durante una audiencia que concedió a estudiantes y personal académico de las instituciones de educación eclesiástica de Roma que son gestionadas por la Compañía de Jesús.
Advirtió que “estos institutos no son máquinas para producir teólogos y filósofos sino que deben conducirse como familias, comunidades en las cuales se puede crecer juntos”.
Sostuvo que “la familia universitaria es indispensable para crear una actitud de humanidad y sabiduría concretas que permita a los estudiantes ser personas capaces de transmitir la verdad”.
“Si faltan la bondad y la belleza de pertenecer a una familia de trabajo se termina por ser un intelectual sin talento, un cultor de la ética sin bondad, un pensador carente del esplendor de la belleza y sólo maquilado de formalismos”- estableció
“El teólogo que no reza y que no adora a Dios termina ahogado en el más repugnante narcisismo que es una enfermedad eclesiástica que hace mucho daño. El narcisismo de los teólogos y de los pensadores es repugnante”- remarcó
Por eso, consideró que “el contacto respetuoso y cotidiano con la laboriosidad y el testimonio de los hombres y mujeres que trabajan en las instituciones educativas ofrece la cuota de realismo necesaria para que la ciencia sea una ciencia humana y no de laboratorio”
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