La decisión del presidente estadounidense Barack Obama de levantar las restricciones al financiamiento federal para la investigación de células madre con embriones humanos confronta el pensamiento de este Papa Benedicto XVI con uno de los mayores lideres religiosos políticos del momento, el presidente de EEUU.
Por el P. Leonardo Belderrain
Después que Obama firmó la orden el lunes, el Vaticano y líderes de la Iglesia en Estados Unidos e Italia se expidieron preocupados por la medida. Se dice que una democracia real, la defensa de los más indefensos marca la grandeza o debilidad de su sociedad.
La orden ejecutiva de Obama revirtió y repudió las restricciones a la investigación impuestas por su antecesor, George W. Bush, dando libertad a los laboratorios de todo el país. Algunos lideres católicos hablaron de "una triste victoria de la política sobre la ciencia y la ética". Para mí es un triste análisis: ni Obama es tan científico ni nuestra iglesia es tan ética con sus indefensos indígenas, sus enfermos de sisa, sus menores abusados y sus mujeres muriendo en abortos clandestinos.
Hablar de acciones morales incorrectas porque fomentan la destrucción de vida humana inocente, tratando a seres humanos vulnerables como meros productos que pueden ser desechados, implica un ponernos antes de acuerdo acerca de qué estatuto le damos al embrión.
El NO a la destrucción de embriones debe transformarse en un SI a la investigación con células madre de adultos, donde hubo avances en los últimos años. Sgreccia, uno de los principales expertos en bioética del Vaticano, dijo a la prensa italiana: "El motivo de esta decisión debe buscarse en la presión de obtener ganancias". Tras el levantamiento de la prohibición el lunes, las acciones estadounidenses en compañías que investigan con células madre se dispararon.. Reese, prominente miembro del Centro Teológico Woodstock sugirió alternativas para que el Gobierno de Obama encuentre una posición intermedia. Reese propone, por ejemplo, no crear embriones sólo con fines de investigación, sino utilizar los excedentes de las clínicas de fertilidad, que de todos modos serían destruidos. También dijo que los investigadores deberían demostrar que su trabajo no podría realizarse con células madre no embrionarias y que la investigación con embriones debe avanzar hacia el objetivo de usar sólo células madre no embrionarias. Creo para finalizar que puede ser del espíritu la premura de aumentar los fondos para la investigación de enfermedades autoinmunes y de los papas de hacerlo sin instrumentalizar vidas viables.
Padre Dr. Leonardo Belderrain, Bioeticista, Capilla Santa Elena, Parque Pereyra Iraola, Consultoría en ética ambiental. Vicaría de la Solidaridad, diócesis de Quilmes.
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