lunes, 24 de enero de 2011

DESCUBREN AL TATARABUELO DEL TIRANOSAURIO REX EN ARGENTINA

Pequeño, de unos 5 kilos de peso y poco más de 1,2 metros de alto, rápido y carnívoro, el Eodromaeus o "corredor del alba" vivió hace 230 millones de años en Argentina.

Los científicos que acaban de descubrir este dinosaurio creen que podría ser el antecesor del voraz Tiranosaurio Rex.

Un grupo de paleontólogos halló los primeros restos de esta criatura en 1996, en el Valle de la Luna, en el nororeste de Argentina, como explican en un artículo publicado en la revista Science. Por fin, 14 años después, han conseguido recomponerlos.

El animal pertenece al Triásico tardío y, según explican los investigadores, es uno de los dinosaurios más antiguos hallado hasta ahora, cuya evolución en la familia de los terópodos, es probable que culminase en temibles depredadores como el Tiranosaurio Rex y el Velocirraptor.

Su nombre: "corredor el alba", señaló el experto en Ciencia de la BBC, Neil Bowdler, hace referencia a que la aparición de este espécimen se sitúa en "el alba de la aparición de los dinosaurios".


"Muy cerca del origen"

"Está muy cerca del origen de los dinosaurios" explicó el responsable del equipo de científicos que llevó a cabo el descubrimiento, Paul Sereno, de la Universidad de Chicago.

“Es un animal muy cercano al primer carnívoro, el primero en la línea de los terópodos que eventualmente evolucionaría y adquiriría tamaños tan enormes como el del Tiranosauro Rex” afirmo Sereno.

"Era un animal de dos patas y pequeño. Era ágil, lo sabemos por el pequeño tamaño de sus extremidades, y tenía manos con capacidad de agarrar cosas con garras muy poderosas", dijo el investigador.

"Fue un depredador, lo sabemos por sus manos, pero especialmente por sus dientes curvos y largos. Era un carnívoro especializado y en muchos aspectos es un animal muy cercano al primer carnívoro, el primero en la línea de los terópodos que eventualmente evolucionaría y adquiriría tamaños tan enormes como el del Tiranosaurio Rex", indicó el experto.

Los huesos fosilizados del Eodromaeus aparecieron en unas rocas próximas a los Andes. La mayoría estaban recubiertos de incrustaciones de hierro y ha sido necesario un minucioso trabajo para recomponerlos en moldes y reconstruir el esqueleto completo.

Como explicó Bowdler, en la época en la que vivió esta criatura, los dinosaurios no eran ni por asomo los seres dominantes. "En ese entonces, criaturas que se asemejaban a cocodrilos podían tragárselos de un bocado", señaló.

Sin embargo, añadió, "una casualidad, tal vez una catástrofe ambiental, dicen los investigadores, allanó el camino para que animales como éste y sus descendientes tomaran el control".

El animal, que era un experto y ágil depredador, medía 1,2 metros y pesaba entre 4 y 6 kilos.



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