El caso ha durado once años y es probable que se alargue un poco más, ya que Grassi tiene la opción de apelar.
Juan Pablo Gallego, abogado fiscal que representa a los adolescentes que fueron abusados por Grassi, definió a este último como “un pedófilo peligroso”.
Al cierre de esta edición del Herald, aún no se había emitido orden de aprehensión contra el sacerdote, y fuentes judiciales informaron que dicha orden no era competencia de la Corte Suprema provincial, sino del Juzgado Penal N°1 de Morón. Sin embargo, dicha orden también podría ser apelada, lo que significa que es poco probable que se enfrente a una pena de prisión en un futuro próximo.
La sentencia de Grassi fue confirmada por la Corte en documento público firmado por los jueces Luis Genoud, Héctor Negri, Juan Carlos Hitters y Daniel Fernando Soria.
El Tribunal Penal de Morón condenó al padre Julio César Grassi a 15 años de prisión en 2009, luego de un juicio de siete años, y en abril de este año, el tribunal determinó que había violado sus condiciones de arresto domiciliario mientras se procesaba su apelación.
Grassi no fue encarcelado porque su apelación contra la sentencia definitiva, en la que fue condenado por dos de los 17 delitos de abuso sexual que se le imputaban, estaba bajo revisión por la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires.
El juzgado de Morón, sin embargo, determinó ayer en abril que el sacerdote había violado las condiciones para su libertad, que incluían no mencionar a ninguno de los menores que lo denunciaron. Grassi calificó de “mentiroso” a uno de los jóvenes cuyo testimonio llevó a su condena.
Grassi sólo ha pasado un mes tras las rejas en los once años de litigio.
El Tribunal Supremo rechazó los argumentos de la defensa de presunta violación de principios de congruencia, absurdo en la valoración de la prueba, arbitrariedad y violación del pro reo dubio, entre otros, confirmando la sentencia pronunciada primero por la Sala II del Tribunal de Casación Penal y luego reafirmada por el Juzgado Penal de Morón.
El sacerdote fue sospechoso por primera vez de abusar sexualmente de menores como resultado de un programa de investigación transmitido por el Canal 13 en 2002, en el que el director de la fundación benéfica infantil Felices Los Niños de Hurlingham supuestamente había “abusado de los adolescentes bajo su custodia”.
En 2009, Estela de Carlotto, líder de la organización “Abuelas de Plaza de Mayo”, dijo que la decisión del tribunal de permitir que Grassi siguiera en libertad a la espera de una sentencia definitiva en el caso podría significar “un riesgo terrible para otros niños”, mientras que el fiscal de entonces, Federico Nieva Woodgate, calificó la sentencia de 15 años como “demasiado corta”.
El juicio incluyó más de 200 audiencias. Otros dos fiscales del caso, Alejandro Varela y Carolina María Rodríguez, habían solicitado originalmente una pena de 30 años por los presuntos 17 cargos de abuso infantil agravado.
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