domingo, 26 de junio de 2011

¿QUÉ HARÍA SI ME QUEDARAN CINCO MINUTOS DE VIDA?


Es una buena pregunta hacérsela estando consciente. Es cierto que llegado el momento no sabría en realidad lo que en estos momentos pienso, sería lo que ocurriría. Serían los momentos más importantes de la vida terrenal.

Por el Dr. Francisco Bénard


Habría que pensar que como la vida continuará, de otra forma, quizás lo mejor sería una buena despedida rodeado de mis seres más queridos y seguramente rezando y pidiéndole a Dios que se apiade de mí.

Sería el último momento de reflexión muy rápido de todo lo hecho en mi vida. La oración debería acompañarme en esos momentos de manera profunda y muy sentida. Me gustaría que obviamente estén a mi lado mi mujer, mis hijos, mis yernos y mis nietos. Cinco minutos no es nada. Los recuerdos de toda mi vida pasarían seguro por mi mente como un rayo y quizás en ese instante tome conciencia de si fui bueno o malo. Nadie es ni lo uno ni lo otro, porque por momentos somos buenos y por momentos somos malos, lo que no debería ocurrir, pero ocurre.

Cinco minutos para la reflexión de una vida en la que pasaron cosas buenas y malas. Cinco minutos para ir entregándome a los brazos de Dios y para pedirle que se compadezca de mi, que no me deje solo y me acoja en su seno. Cinco minutos para pedirle que sea lo suficientemente benevolente para dejarme ir al cielo y poder visitar a mi padre que se lo ganó por esfuerzo propio.

Los cinco minutos de vida de mi padre serían quizás los mismos cinco minutos que quisiera tener. Rodeado de todos sus seres queridos, llamando a Dios y al Espíritu Santo. ¿Qué más podemos aspirar en los últimos cinco minutos finales de nuestra vida terrenal?



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